jueves, 30 de junio de 2016

OPERACIONES PSICOLÓGICAS EN TORNO AL BREXIT: ATENTOS


Las autoridades de la UE, inmediatamente se supo el resultado del referéndum británico aplicaron un plan de contingencias cuidadosamente meditado y basado en dos ejes: transmitir la sensación de que la salida del Reino Unido generaría un caos económico internacional y transmitir la sensación de que el Brexit aumentaría el “racismo y la xenofobia”. El primer mensaje iba dirigido a los sectores conservadores, el segundo a los progresistas. Durante la campaña a favor de la permanencia del Reino Unido en la UE ya se utilizaron, pero ahora de lo que se trata es de proyectarlos a nivel europeo inoculando a las sociedades continentales de lo que supondría un efecto dominó en los “eslabones más débiles” de la cadena europea.

La realidad está desmintiendo la primera afirmación: después de la caída bursátil que se produjo el viernes pasado, las bolsas mundiales se han recuperado rápidamente mediante “efectos rebote”. La libra se está recuperando frente al dólar y el barril Brent vuelve a los 48 dólares. Los repuntes se han impuesto en las bolsas europeas y justo en los valores que fueron más depreciados en las horas posteriores al Brexit. Esto, que afecta a las bolsas internacionales, también se ha hecho evidente en el Ibex 35.


Las crisis que se produzcan a partir de ahora, no son las generadas por el Brexit sino por la inviable globalización mundial. Hoy precisamente, Argentina ha entrado en “recesión técnica”, cuando su economía no está ligada a la británica, sino especialmente a las economías iberoamericanas que cojean desde hace meses a partir de los malos resultados de la economía brasileña. No es el Brexit lo que genera desajustes económicos mundiales, sin que estos están presentes desde 2007 en la economía globalizada: la globalización que tan bien va a los capitales, es completamente negativa para la estructura económica de las naciones desarrolladas del antiguo “Primer Mundo”.

Queda el otro recurso: “El Brexit extiende el racismo y la xenofobia”. Lo que traducido quiere decir: el Brexit favorece a los partidos euro-escépticos y anti-inmigración masiva. En las últimas 72 horas, los laboratorios de “operaciones psicológicas” de la UE están lanzando un tipo de noticias que no coincide exactamente con la situación real: el examen de la prensa internacional y de lo que están transmitiendo las agencias de prensa tiende a “demostrar” que el resultado del Brexit ha aumentado los casos de “xenofobia y racismo” en el Reino Unido.

Las redes sociales se han convertido en el escenario de esta campaña, especialmente Twitter con sus hashtag #PostRefRacism o #PostBrexitRacism. Las asociaciones musulmanas también participan en esta “operación psicológica”, con el Consejo Musulmán del Reino Unido al frente, quien emitió un imaginativo informe sobre “100 episodios xenófobos” transcurridos después del Brexit… todos ellos ocurridos en Internet (esto es, sin padre ni madre conocidos).

Que se trata de una campaña orquestada lo indica el que las noticias no tienen un soporte real (que serían las denuncias por agresiones y actos de vandalismo contra inmigrantes) sino que se reducen a especulaciones, noticias difundidas en Internet y declaraciones de particulares poco o mal identificados.

Uno de los aspectos más interesantes de la campaña consiste en demostrar que existe “racismo antieuropeo” entre los partidarios del Brexit. Se alude, por ejemplo, de manera especial a las acciones “racistas” contra los polacos residentes en el Reino Unido, sugiriendo –mirad la prensa digital española de hoy- que el Brexit acarreará una oleada de expulsiones de europeos residentes en el Reino Unido… algo de lo que los promotores de la campaña nunca han aludido entre otras cosas porque nunca se han opuesto a la “inmigración legal”, lo que sí se han opuesto es a la entrada masiva de inmigrantes ilegales en su país que, además, estén protegidos por la legislación pro-inmigración de la UE.


Obviamente, los promotores de la campaña a favor del Brexit han negado tener algo que ver con estas noticias. Por su parte, Mark Hamilton, del Consejo Nacional de Jefes de Policía británicos, también ha quitado hierro a la noticia. Se trata, pues, evidentemente de una “operación psicológica” cuyo destinatario ya no es la población británica, sino la población continental ante la previsión de que se produzca un “efecto dominó”.