Una vez más un “loco solitario”
corre el riesgo de provocar grandes efectos de gran envergadura. La muerte de
la diputada británica Jo Cox, en las vísperas del referéndum sobre la salida
del Reino Unido de la Unión Europea, ha tenido como primer –y más importante
efecto preelectoral- el haber tranquilizado a los mercados financieras,
traumatizados todavía por las encuestas publicadas el pasado miércoles que
daban hasta siete puntos de ventaja a los partidarios del Brexit.
Por si alguien tenía la menor
duda de que el crimen beneficiaba a los contrarios al Brexit, desde que se
conoció la noticia de la muerte de la diputada pro-inmigracionista, los mercados
financieros han respondido estabilizándose: en efecto, la posibilidad de salida
del Reino Unido era uno de los elementos que en la última semana habían
generado desconfianza en las bolsas de aquel país que se había extendido a
todas las bolsas mundiales (y en particular a la Española que estuvo a mediados
de semana con caída en picado). El “loco solitario” resolvió, con apenas unas
puñaladas y tres disparos la inquietud financiera internacional…
Sobre el asesino cabe decir que
los pocos datos que la policía británica y las redes sociales han filtrado nos
lo describen como un completo desequilibrado, asocial, de turbulento pasado y
de escasos conocimientos e interés político. Se ha difundido demasiado
rápidamente que pertenecía a la organización “First Britain” y esto simplemente
porque fue la frase que alguien oyó mientras disparaba a diputada
inmigracionista. ¿Qué es “First Britain”?
Una consigna –“Gran Bretaña
primero”- y una organización política. Prácticamente la consigna de “First
Britain” ha sido utilizada por todos los grupos euro-escépticos (con lo que
califica a todo un ambiente político: concretamente a los partidarios del
Brexit). El haber sido utilizada por el asesino tiende a criminalizar a todo
este ambiente y, por consiguiente, a sugerir que la “moderación y el camino
justo” están justo en el otro lado: entre los contrarios al Brexit. Pero “First
Britain” es también una pequeña organización política.
El grupo es una escisión del
British Nationalist Party, organización que logró cierto renombre cuando pudo
colocar dos diputados en las elecciones europeas de 2009 en la que lograron dos
diputados. A partir de ese momento, el BNP entró en sucesivas crisis internas
que lo han llevad prácticamente a la extinción. De ahí surgió “First Britain” capinaeado
por Paul Golding que fue concejal de Sevenoak District por el BNP de 2009 a
2011. Golding había sido miembro del National Front. Todavía se le recuerda
cuando apareció completamente borracho en el Cenotafio de Londres en la
ceremonia del Remembrance Sunday y con ropa interior femenina en la cabeza. De
lo que no cabe duda es de que su anti-islamismo militante ha logrado llamar la
atención en el Reino Unido. En maryo de 2015, Golding amenazó con enterrar un
cerdo en el solar en el solar destinado para construir una mezquita en Dudley.
En el curso de una visita a Newtownards, él y su equipo confundieron el
ayuntamiento con una mezquita. En la prensa británica abundan los comentarios
sobre este curioso grupo y su no menos curioso fundador. Golding se presentó a
las elecciones a la alcaldía de Londres que ganó el paquistaní Sadiq Kahn,
quedando en octavo lugar. En mayo de 2014 fue detenido ante la Embajada India
en Londres al protagonizar una protesta y dos meses después volvió a serlo,
esta vez en Bexleyheath, en el curso de otra manifestación ante la mezquita de
Crayford. Su historial político es, como se ve, controvertido, polémico y
extremadamente agitado. “First Britain” es el espejo de su fundador.
“First Britain” se fundó cuando
ya no cabían dudas de que el BNP había entrado en una crisis irreversible. Paul
Golding se juntó con Jim Dowson, un antiabortista vinculado a los militantes
lealistas del Ulster, y ambos fundaron esta organización. Inmediatamente
iniciaron sus campañas contra la inmigración, el multiculturalismo y contra la
islamización del Reino Unido, desde el punto de vista del fundamentalismo
cristiano. La diferencia con otros grupos de más entidad (el mismo BNP o el
UKIP, virtualmente el tercer partido del país) es que continuamente apelas al
activismo y a la “acción directa”. Esto hace que hayan logrado llamar la
atención de los medios de comunicación pero que su “fama” no se traduzca en
éxitos electorales, habiendo cosechado malos resultados en todas las elecciones
a las que se han presentado.
En las elecciones europeas de
2014 no llegaron al 1% de los votos. El 27 de septiembre de 2015, Paul Golding
anunció que se presentaría como candidato a la alcaldía de Londres: “No vamos a
escansar hasta que todos los traidores sean castigados por sus crímenes contra
nuestro país. Y por castigado, me refiero a que la justicia británica los
cuelgue de una cuerda”. El recuento de los votos le dio 31.372 votos, el 1,2%
de los emitidos.
En febrero de 2014 “First Britan”
lanzo las “Christian Patrol” en los barrios del Este de Londres de altísima
población musulmana para contrarrestar las patrullas musulmanas que habían
llamado la atención desde 2013. Solían lanzar latas de cerveza contra las
mezquitas para atraer a activistas islamistas y generar enfrentamientos. Se
trata de un grupo fundamentalista cristiano más parecido a los que operan en
EEUU que a la extrema-derecha continental. Sus campañas de difusión de la
Biblia ocupan buena parte de su tiempo y la consigna que suelen difundir es
“rechazar al falso profeta Mahoma y leer la Biblia”. En julio de 2014 entraron
en la mezquita Crayford del sur de Londres exigiendo que islamistas de ambos
sexos entraran juntos: “Si respetan a la mujeres, nosotros respetaremos a sus
mezquitas”, declaró Golding cuando era detenido por la policía. Una de sus
protestas más notorias fue en agosto de 2014, cuando un informe reveló que en
Rotherham, se habían producido 1.400 abusos de menores, principalmente por
paquistaníes. Golding protestó dentro de la sede del gobierno municipal con una
bandera en la que podía leerse “Justicia para las víctimas de los musulmanes”.
Uno de los blancos reiterados de sus ataques son los miembros del UKIP y,
concretamente Nigel Farage y su familia. El UKIP en un comunicado calificó a “First
Britain” como “locos que no queremos cerca nuestro”.
En 2015 ofreció “patrullas de
solidaridad” a los barrios londinenses con alta población judía. Golding y su
grupo culpan a los islamistas del ascenso del antisemitismo en las Islas
Británicas.
Los escándalos y acciones
provocadoras de “First Britain” superan a las de cualquier otro grupo de la
extrema-derecha británica. No ocultan que su deseo es “iniciar una guerra
santa”. Cuando se produjo el asesinato de Jo Cox, Golding declaró que esperaba
que el asesino “fuera colgado de la farola más próxima. Esta es la manera de
hacer justicia”.
Pero, en realidad, la vinculación
del asesino de Jo Cox con el grupo “First Britain” es débil: en realidad, un
testigo presencial del crimen declaró a la BBC que el asesino gritó “Britain First!”
(Gran Bretaña primero) o “put Britain First!” (pongamos a Gran Bretaña
primero). Otro testigo presencial, simplemente, no oyó nada similar. Golding
negó las primeras informaciones que daban al asesino una militancia en su
partido.
El grupo de Golding no es más que
el síntoma de una situación progresivamente crispada en el Reino Unido, un
grupo en el que han coincidido extremistas inadaptados, fanáticos religiosos y
activistas compulsivos con ganas de quemar testosterona y cerveza. Casi un
grupo de provocadores, conscientes o inconscientes. En cualquier caso, el
eslabón más débil (en todos los sentidos) de la “cadena euro-escéptica”, allí
por donde puede romperse. No es raro que “alguien” (servicios de inteligencia
del eje anglosajón) haya hecho todo lo posible por colocar a “First Britain” en
el centro de la campaña por el Brexit. Finalmente, lo han conseguido.