miércoles, 9 de julio de 2025

FEIJÓO O LA POLÍTICA DEL AVESTRUZ (COMO PARA DARLE UN CHEQUE EN BLANCO)

Acabo de ver en TVE1 como el portavoz de seguridad Vox, Samuel Vázquez, dejaba literalmente KO al periodista-pesebrista Javier Ruiz Pérez, a propósito de la violación de una joven por parte de menas que ha tenido lugar en Alcalá de Henares. Al pesebrista en cuestión le resulta imposible aceptar que la mayor parte de violaciones que tienen lugar en España sean realizadas por “nuevos españoles” o por ilegales. Eso le ha costado el ridículo más absoluto delante de su propia audiencia. El representante de Vox lo tenía fácil: no todos los inmigrantes son violadores… pero la mayoría de violadores son de origen no europeo. Es así de simple.

¿PORQUÉ VOX SIGUE SUBIENDO EN LAS ENCUESTAS? FEIJÓO, EL AMBIGUO

¿Qué por qué sube VOX en las encuestas? Sube porque los destrozos de la inmigración ilegal y masiva no remiten. Esta es la única realidad. Y estoy convencido que, después del último congreso triunfal del PP, esta tendencia no va a cambiar. Las sombras y ambigüedades que planean sobre el futuro programa electoral del PP, se han concretado en este congreso. Se percibe que el partido de Feijóo intenta una larga marcha hacia el “centro”, que se está convirtiendo en un “partido atrápalotodo” que lanza unas propuestas ecologistas, por un lado, feministas por otro, que trata de seducir a los indepes de centro-derecha, que evita que alguna propuesta radical se cuele, especialmente en materia de inmigración y que, sobre todo trata de convencer de que podrá gobernar solo "con moderación" y no accederá en ningún caso a formar un “gobierno de coalición”…

Feijóo no se ha dado cuenta de que si el PP progresa en las encuestas, no es por méritos propios, sino porque el sanchismo y sus corruptelas están yendo demasiado lejos. Y en esta España, constitucionalmente diseñada como bipartidista, por tradición, si no se vota al PSOE, se vota al PP, diga lo que diga, proponga lo que proponga y tenga la intención que tenga. Porque, a fin de cuentas, ambos no son más que las dos caras de la misma moneda. Pero esto está cambiando. El PP ha logrado tener “enemigos a la derecha”. Fraga se hubiera horrorizado.

Nada, absolutamente nada, nos asegura que Feijóo, pasadas las elecciones y obtenida su rutilante victoria… hará lo que ha prometido. ¿Convocar nuevas elecciones si no obtiene mayoría? No hay un analista que garantice que en otras elecciones mejoraría su posición ¿No pactar con Vox? De eso estamos mas seguros. Feijóo, antes, ahora y con toda probabilidad mañana, tiene como primera opción de pacto, el PSOE. Tras el varapalo desmoralizador que se va a llevar esta sigla tras las elecciones: sin liderazgo, sin programa, con el lastre de la corrupción y decenas de juicios pendientes, el que sustituya al psicópata agónico que lo dirige, deberá estar dispuesto a cualquier pacto si aspira a tocar poder.

Por otra parte, la postura de Feijóo tiene precedentes: el más reciente, en la República Federal Alemana, cuando el día después de realizar una campaña antisocialdemócrata, Friedrich Merz, optó por formar gobierno del ya tercer partido del país, el SPD. La Democracia Cristiana se desdijo de todo lo dicho hasta el día anterior. Lo normal y lo que hubieran querido buena parte de sus electores, era, precisamente, que gobernara en coalición con Acción por Alemania (AfD), especialmente en el Este del país, cuando ya es el segundo partido de Alemania y el “jefe de la oposición”. A esto siguió una campaña de desprestigio de AfD, considerado como “partido extremista”…

Pero lo esencial del caso alemán es que, desde que se celebraron las elecciones en Alemania, AfD no ha retrocedido: de hecho, ha seguido avanzando, especialmente en el noreste del país. ¿Qué ocurre? Pues ocurre que, desde que se celebraron las pasadas elecciones generales, los apuñalamientos protagonizados por musulmanes no han cesado: ahora son prácticamente semanales. Y esto nos lleva, de nuevo, al futuro de la derecha en España.

Año 2000: El Ejido ->TRES ASESINATOS.
2025: EL PROBLEMA HA ALCANZADO DIMENSION NACIONAL

El PP trata de eludir por todos los medios afrontar el gran problema que tiene España: la inmigración irregular y masiva. Si no fuera por la existencia de Vox, Feijóo ni siquiera mencionaría el asunto.

Hoy mismo, se ha producido un apuñalamiento doble en El Ejido, protagonizado por un subsahariano; resultado: un muerto y un herido grave. Si se coloca en el buscador de Google: “apuñalamiento en El Ejido” el resultado es escalofriante, aparece todo el historial de incidentes que se han desarrollado en los últimos 25 años en esa ciudad almeriense: fue allí en donde tuvieron lugar en el año 2000, 3 asesinatos a manos de dos islamistas en menos de una semana, se produjeron graves incidentes y protestas que certificaron que la inmigración empezaba a ser un problema. Desde entonces -y os pido que miréis el buscador de Google- se han producido, con una pasmosa regularidad, incidentes similares en la misma población que confirman que aquellos tres asesinatos iniciales no fueron fruto de desgraciadas circunstancias puntuales, sino que iniciaron una línea de tendencia que se sigue agravando de día en día, una gangrena que se ha ampliado a toda España.


No sabemos ni quiénes son, ni cuáles son sus antecedentes o su estado de salud, no sabemos ni siquiera cuáles son sus intenciones. Y no, la economía española no necesita a la inmensa mayoría: mientras se van nuestros enfermeros y médicos, nuestros licenciados, nuestros investigadores, llegan personas que no aportan nada a nuestra cultura, a nuestro país, a nuestras tradiciones, que son una bomba aspiradora de recursos públicos, que rompen la cohesión social... y los mantenemos por tiempo indefinido. 

En 2000 gobernaba en España José María Aznar y fue él quien entreabrió las puertas a la inmigración para favorecer su modelo económico (salarios bajos, acceso fácil al crédito, inmigración masiva y ladrillo).

¿Qué conclusión podemos extraer de lo sucedido en los últimos 25 años en El Ejido? Muy simple: los problemas, cuando no se afrontan decidida y “radicalmente” (esto es, yendo a las raíces) terminan pudriéndose y convirtiéndose en insolubles.

Esto es lo que ha pasado durante los gobiernos del PP (Aznar y Rajoy) y del PSOE (Zapatero y Sánchez). Han mirado a otro lado hasta el punto de que hoy el problema de la inmigración ilegal y masiva tiene una difícil solución. Nadie quiso prever lo que algunos estábamos convencidos de que iba a ocurrir. Todos se limitaron a subvencionar a la inmigración, sugerir a los medios que ocultaran el origen de la mayor parte de la delincuencia “para evitar brotes de xenofobia” (si querían seguir recibiendo subsidios). Que trataran el tema de la Okupación como vinculado al alza de los precios de la vivienda (cuando está vinculado, de nuevo, a la llegada masiva de inmigrantes ilegales). Y, sobre todo, que ocultaran hasta el ridículo, el hecho cierto y comprobado que se estaba comprando la paz étnica (y Sánchez su futura tierra de exilio en Marruecos) mediante un régimen de subsidios que mantenía tranquilos a los inmigrantes ilegales, operaba como “efecto llamada” e, incluso, que les dejaba cometer delitos una y otra vez, hasta cientos de detenciones, sin entrar ni un solo día en la cárcel.

DE LO ACCIDENTAL A LO SISTÉMICO. UNA SOLA SOLUCIÓN

Y todo esto ha ido creciendo día a día y superando las barreras de lo accidental, para convertirse en un fallo sistémico.

Hace unas semanas revelábamos que la “okupación” ilegal, como mínimo, afectaba 500.000 de personas, en su inmensa mayoría inmigrantes. Feijóo ha dicho que “solucionará el problema de la inmigración”… ¿cómo? De la noche a la mañana, 500.000 okupas ¿se convertirán en propietarios de pisos?, ¿habrá alguien que acepte pagar alquiler?, ¿construirá el estado 100.000 viviendas para ellos? No. Una y mil veces no: solucionar la okupación es paralelo a solucionar el problema de la inmigración masiva. Son vasos comunicantes. No hay solución para uno, sin solucionar el otro.

¿Va a cerrar Feijóo el grifo de los subsidios a la inmigración? Si lo hace, el país y, algunas zonas (Cataluña, Andalucía, Valencia, La Rioja) pueden estallar. La concentración de africanos en esas zonas es tal que lo que no salga de las arcas del Estado, lo sacarán de algún otro sitio, con el riesgo de que ejerzan distintos tipos delictivos del código penal en el peor de los casos y trabajo negro masivo en el mejor.

La ponencia del último congreso del PP, se pierde en lo que todos sabemos y en lo que todos aceptamos: que las siglas PSOE sanchista encubren a una “banda criminal”. Elude, por supuesto, responder al “y tu más”, pero no consigue eliminar el “y tú también” que podría lanzarse contra el partido que hace siete años protagonizó idénticos escándalos de corrupción.

Tengo que reiterar que los problemas de España tienen hoy mala salida. De todos los programas de los partidos políticos, sin duda, el que refleja más claramente la situación del país es el de Vox:

  • ¿Quiere solucionar el problema de la okupación? Expulsión de ilegales.
  • ¿Quiere evitar apuñalamientos y delitos propios del salvajismo tercermundista? Expulsión de ilegales.
  • ¿Quiere aligerar la losa fiscal que pesa sobre el ciudadano español? Empecemos por reducir los subsidios a la inmigración y a las ONG-chiringuito que han hecho del tema su modus vivendi.
  • ¿Quiere que bajen los precios de la vivienda y de los alquileres? Repatríe a inmigrantes ilegales.
  • ¿Quiere reforzar la cohesión de la sociedad española? Pues no entregue la nacionalidad como si fuera una tómbola, déjese de “multiculturalidad” y aplíquese el refrán español “donde fueres haz lo que vienes”.
  • ¿Quiere reducir la factura de la sanidad y de la educación, aumentando la calidad de estos servicios? Esta cuadratura del círculo tiene fácil solución: no más inmigración que la necesaria, no más inmigración que la que entra legalmente.
  • Ah, por cierto: ¿quiere bajar drásticamente las tasas de delincuencia? Retire la nacionalidad a delincuentes de origen extranjero que la han recibido en la tómbola; sitúe como motivo de expulsión inmediata la pertenencia a una banda latina o a un grupo criminal organizado; aplique la expulsión a los delincuentes llegados del exterior al primer delito juzgado justo tras cometerlo, exija antecedentes penales y policiales a los países de origen, repatríe inmediatamente a los que llegan sin pasaporte o mienten sobre su situación, no acepte ni una sola petición de “asilo político” que no se haya solicitado en el consulado español más próximo al país de origen, habilite cárceles low cost para “asilar” a delincuentes extranjeros (sin piscinas, sin celdas individuales, sin televisión, sin “presos de confianza”, sin “beneficios penitenciarios”), lo más parecidas a las que sus países de origen, que no sean cómodas pensiones en donde se lo dan todo hecho.

Y, sobre todo, aplique el principio de “el que entra ilegalmente, sale inmediatamente”.

EUROPA OCCIDENTAL: DE PAÍSES CIVILIZADOS A PARAÍSOS DEL SALVAJISMO

Pues bien, a medida que avanza la flecha del tiempo, la inmigración es cada vez más masiva y la sociedad española cada vez más débil en pérdida completa de cohesión. Puede discutirse sobre si la inmigración será mayoritaria en 2040 o en 2050, pero, de lo que no cabe la menor duda es que Europa Occidental está pasando de ser un país civilizado de origen cristiano, cultura clásica y formado por fusión de distintos pueblos blancos, a ser una prolongación inestable de África. Y no es como para estar orgulloso.

En todo el territorio del Estado Español solamente Vox reconoce el problema en su dimensión más realista. Esta es la cuestión. El sanchismo y el zapaterismo, pasarán, ya no son cuestión política, sino de los tribunales. Ni Sánchez ni Zapatero pueden ya andar sin una nutrida escolta por las calles de España. Tenemos la certidumbre de que ambos acabarán en el exilio marroquí a los pies de Mohmed VI al que tanto y tan bien han servido, con el que tanto y tan bien se han congraciado. Bettino Craxi marca su sendero. Preocupémonos menos por ellos y más por España. Dejemos a los jueces que resuelvan en el plazo mas breve posible los casos de corrupción de unos y de otros.


Hoy el techo electoral de Vox es un 38%... Dentro de dos años, sin duda, habrá aumentado, porque el problema de la inmigración, lejos de haberse resuelto, se habrá agravado con las ambigüedades de Feijóo.

Lo que cuenta ahora es el “gran problema”: están entre nosotros, gentes con unas costumbres y unas creencias muy alejadas de las nuestras, diametralmente opuestas. En algunos casos, incluso se trata de gentes que portan costumbres primitivas y salvajes (ablación del clítoris, por citar la más odiosa de todas), con poco respeto por su vida y por la de otros (bandas latinas, norteafricanos que “tiran de cuchillo” para robar una caja de cigarrillos), que suelen despreciar y/o minusvalorar a la mujer, gentes que consideran que “trapichear” con drogas es lo más normal, o, en el colmo, del absurdo, individuos que están dispuestos a morir y matar por el “sexto pilar del islam”, la yihad, y que creen que apuñalar o atropellar a no importa quien en esta Europa Occidental es un acto “yihadista” que les reportará siete palacios de jade, con siete harenes y setenta y siete huríes cada uno, todas vírgenes… Por no hablar de delincuentes y gentes con trastornos psiquiátricos conscientes de que en España se vive mejor delinquiendo que permaneciendo en su país. O lo que es aún peor: pensando que aquí puede hacerse todo sin riesgo alguno…

ALIANÇA CATALANA: LA RESPUESTA IDENTITARIA INDEPE

Solo Vox está reconociendo el problema en toda su magnitud. Y Aliança Catalana (AC), claro está. Pero hay una diferencia sustancial entre ambas formaciones: Aliança es independentista. Cree que todavía es viable la independencia de Cataluña y que, si en esta región hay más inmigración, se debe a la política migratoria del Estado Español. No vamos a formular una crítica a esta idea -errónea-, en primer lugar, porque el campo de aplicación de Aliança se reduce a los que, habiendo apoyado el “procés”, son conscientes del embrollo migratorio. Por otra parte, el discurso de Sílvia Orriols representa el único sector particularmente moralista y regeneracionista dentro del catalanismo.

Obviamente no se entiende con otras formaciones indepes: su discurso tiene el aroma de la sinceridad y de haber identificado los grandes problemas de Cataluña: clase política, corrupción, inmigración masiva, delincuencia, imposibilidad de integrar a la inmigración, okupación, despilfarro, etc.

Podemos apostar que, a lo más, en un par de elecciones, Junts se habrá disuelto y el sólo nombre de "Puigdemont" suscitará carcajadas, ERC sufrirá una contracción notable, la CUP desaparecerá (de hecho ya ha desaparecido) y AC será el portavoz indiscutible del independentismo, a poco que TV3 se vea forzada a liquidar el “muro del silencio” en torno a este partido.

Pero nosotros somos españoles, nacidos en Cataluña, o españoles de Cataluña (algunos de nosotros con familias que remontan su linaje catalán al siglo XV. Podemos entender que haya catalanes que quieran mantener su identidad, no creemos que ahora sea el momento de juzgar un fenómeno que pertenece al pasado (el debate sobre la independencia) y que para nosotros está muy claro. Un salafista no nos va a preguntar si hablamos en catalán o en castellano a la hora de declararnos la yihad

La historia no da marcha atrás y desde el Imperio Romano, la península Ibérica ha sido considerada como una unidad geopolítica-administrativa, Hispaniae, y desde el reino visigodo una unidad política. No es el momento de discusiones que pueden esperar y que siempre son posibles entre gentes honestas, razonables y sensatas. Ahora es el momento de unir fuerzas para detener la catástrofe étnica que tenemos ante la vista. La ciudadela está sitiada, la peor política es la de entrar en disputas internas: hay que aprestarse a defenderla.

Disfraces solo en Carnaval. No en mi país.


LA ÚNICA SOLUCIÓN: ¡¡REPATRIACIÓN!!

Vox lo ha visto claro y sus propuestas son razonables y coherentes: solo un mazazo detendrá la desfiguración étnico-cultural de España. Y el mazazo tiene un nombre: REPATRIACIÓN. Repatriación, única solución. Sin ambigüedades, sin términos medios, sin medias tintas, sin timideces: solución radical, única solución. El resto -incluida la sarta de ambigüedades peperas- no son soluciones, sino parches vergonzantes.

Por eso mismo, deducimos que Vox seguirá subiendo -por eso mismo está subiendo- y el PP no podrá hacer nada para evitar su propia lenta merma de votos en cuanto la sociedad perciba su impotencia ante el fenómeno migratorio. Es fácil de entender: cada día, cada hora, cada minuto, algún ciudadano español es objeto de algún robo, hurto, puñalada, violación o molestia por parte de ilegales, de “nuevos españoles” o de menas asilvestrados (hasta el punto de que el mero rumor de que se va a instalar un centro de Menas en tal barrio o ciudad desencadena instantáneamente una revuelta cívica y acciones de protesta). Esto no va a cambiar: como no ha cambiado en ningún país europeo. Esto irá a peor. Siempre va a peor. Resulta sorprenden que la experiencia llevada en Europa entre 1990 y 2020, demuestra que, cuanto más dinero se inyecta en “integración”, más se agrava el problema. De minuto en minuto.

Cuando te toque a ti (y, entérate, porque estadísticamente, antes o después serás “víctima”), votante del PP, votante del PSOE, votante de Sumar, despertarás y te darás cuenta de que ya no puedes eludir tomar partido: o con la inmigración ilegal y masiva, arrostrando sus consecuencias más deletéreas, subsidiándola eternamente o en defensa de la seguridad y de la identidad tradicionales y europeas de nuestro país.

No hay una “tercera vía”. Si crees en la “tercera vía” estás muerto.








lunes, 7 de julio de 2025

CUANDO LA AGONÍA DEL SANCHISMO ES LA AGONIA DE TODO UN PAÍS (3) - ONGs, "AYUDA AL DESARROLLO" Y "ESTAFA HUMANITARIA"


 

LA CORRUPCIÓN “HUMANITARISTA”, EL MELÓN QUE QUEDA POR ABRIR

Proudhon escrito que “aquel que utiliza la palabra ‘humanidad’, ¡cuidado, quiere engañar!”. Siempre me ha llamado la atención esta frase procedente de un socialista utópico. Y me ha llamado la atención porque se adelantó en 150 años a denunciar la política sanchista.

Somos conscientes, ahora mismo, de lo que es la corrupción política y de que esta precede a la corrupción económica, pero el problema no termina ahí. El presupuesto estatal destinado a las ONG y a la “ayuda al desarrollo” varía anualmente, pero en los últimos años se ha mantenido en una cifra cercana a los 1.000 millones de euros, incluyendo tanto fondos públicos como privados. De este total, una parte significativa se destina a la cooperación al desarrollo y acción humanitaria: es el famoso 0’7% con el que el zapaterismo estuvo dando la barrila durante todo su ciclo. Éramos grandes porque ayudábamos al desarrollo de cualquier parte olvidada del mundo. Éramos enormes porque confiábamos dinero a las ONGs más inverosímiles para que hicieran lo que le correspondía hacer al Estado. Éramos de una generosidad inconmensurable porque ayudábamos a los LGTBIQ+ de Madagascar y fomentábamos talleres de feminismo en Costa de Marfil… Y todo este dispendio de millones y millones de euros “en políticas de desarrollo” fue luego seguido por comunidades autónomas y ayuntamientos. Cada una de estas instituciones subordinadas al Estado, regalaba sin el menor control su 0’7% a “proyectos” tan estrambóticos como los mencionados. O más.

Copio y pego de Vozpopuli: “Con idéntica subvención (200.000 euros) cuenta la Asociación de Amigos del Cerezo de Villena [y nosotros que hemos vivido en Villena podemos certificar que esa ONG tiene una vida asociativa nula], mientras que la Sociedad de Gestión Artistas, Intérpretes o Ejecutantes (entidad que gestiona los derechos de propiedad intelectual) alcanza los 1,1 millones mediante dos ayudas; el Casino Prado Suburense, un centro recreativo de Sitges, llega a 200.000 euros; y una cifra simular percibe la Federación de Comparsas y Chirigotas del Carnaval de Cartagena. Por su parte, la Asociación Sardinera de Murcia obtiene 185.000 euros; la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales alcanza los 800.000 euros; la Fundación Andaluza para el Desarrollo Aeroespacial (fundación privada para “el fomento aeroespacial en Andalucía”…) tiene 1,1 millones; la Asociación de Amigos Canarios de la Opera se acerca a los 900.000 euros; y las asociaciones de Usuarios Financieros y de Bancos y Cajas llegan individualmente al millón.

Lo mismo sucede con la Comunidad Hindú de Ceuta que obtiene 400.000 euros. Esta ayuda se repite para el Colegio Oficial de Ingenieros de Navarra y también para la Fundación Cultural Privada de España en USA; la Conferencia de Rectores Universitarios; y la Fundación Hispano-Árabe de la Dieta Mediterránea. Por su parte, el Colegio Oficial de Psicólogos de las Baleares obtiene 300.000 euros y también la Fundación Brigadas Internacionales de la Paz; la Fundación Economistas Sin Fronteras y la Sociedad de Estudios Vascos (para la promoción del Euskera existen otras más de media docena de partidas) y la Asociación Cocina Económica de Logroño. Con 200.000 euros figuran: la Federación de Mujeres Directivas; la Federación de Peñas Cordobesas; la Federación Profesional del Taxi de Madrid; la Asociación de Diseñadores de Moda de la Comunidad Valenciana; la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes; y la Fundación de Colegios Médicos de Las Palmas. Llamativas son también las ayudas públicas a la Asociación de Empresarios de Campos de Golf de la Costa (127.000 euros); al Consejo Andaluz de Colegios de Abogados (143.000 euros); a la Asociación de Librepensadores de la Sierra de Madrid (119.000 euros) y a la Asociación de Traperos de Huelva (110.000 euros).

Por regiones, es sin duda Cataluña la más beneficiada de las subvenciones públicas de las asociaciones. Las ayudas más llamativas de esta región superan con creces los 30 millones. Por ejemplo, la Fundación Gran Teatre del Liceu obtiene casi nueve millones. Le sigue, entre otros, el Instituto de Estudios Catalanes (5,9 millones); el Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (4,4 millones); la Fundación Teatre LLiure de Barcelona; o la Fundación Orfeo Catalán Palau de la Música de Cataluña (2,9 millones). También figura el Instituto de Barcelona de Estudios Internacionales (1,1 millones); el Ateneo Barcelonés (400.000 euros); la Asociación Catalana de Prensa Gratuita (300.000 euros); la Federación de Entidades de Excursionistas de Cataluña (200.000 euros); la Asociación de Editores en Lengua Catalana en Barcelona (222.000 euros); la Asociación de Escritores en Lengua Catalana (203.000 euros); la Cámara del Libro de Cataluña (175.000); o el Círculo Catalán en Madrid (101.000 euros)”. Y todo así…

La cuestión es que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo tiene previsto para los Presupuestos Generales del Estado de 2022 una partida de hasta 490 millones de euros, entre las que se incluyen estos programas, el tercer presupuesto más alto de la Unión Europea.

             

No todas estas asociaciones son ONG. Se entiende que una ONG es una entidad privada sin fines de lucro que trabaja en temas sociales, humanitarios, medioambientales o de desarrollo, operando independientemente de los gobiernos. Las ONG buscan abordar problemáticas específicas y mejorar la calidad de vida de las personas y comunidades. No están sujetas al control gubernamental ni forman parte de la administración pública… pero dependen casi enteramente de los subsidios públicos. Su objetivo principal no es generar beneficios económicos, sino cumplir con su misión social: pero, paradójicamente, lo primero que tratan es de satisfacer los costes de personal (especialmente de su dirección), mucho más que utilizar sus fondos para la tarea estatutariamente declarada. La excusa casi siempre abarca desde ayuda humanitaria y derechos humanos hasta conservación del medio ambiente y desarrollo sostenible. A pesar de que pueden obtener fondos a través de donaciones, subvenciones, patrocinios y otras fuentes, realmente, la inmensa mayoría dependentes SOLO del Estado o de organismos internacionales y, por supuesto, de fundaciones mundialistas. Y esta realidad tiene innumerables derivaciones: la más importante es la corrupción “humanitaria”.

Existe, por supuesto un estatuto que regula las ONG. Se les permite, por ejemplo, estar dos años sin presentar su balance, después de su fundación, pero en realidad, la inmensa mayoría no presentan balance y éste, en ningún caso, ha sido auditado. Todo aquel que conoce a algún funcionario o ex funcionario de ONGs sabe perfectamente cómo funcionan la mayoría y porqué, entre su personal, el “responsable económico” es siempre el que buscan con mayor atención. Su perfil no es el de alguien experimentado en balances, asientos contables y gestión… sino el que está mejor relacionado con la administración del momento o con la entidad que distribuye fondos. Y se entiende: “yo te doy 100 y tú, bajo mano, me devuelves 10 o 20 y eso va para mi superior, mi partido, o simplemente me lo quedo yo que para eso me ha costado llegar hasta este cargo”.

Es un tipo de corrupción muy fácil de detectar y descubrir. Basta con interrogar a cualquiera que haya tenido algo que ver con el reparto de fondos públicos y a cualquiera que haya sido responsable administrativo de una ONG. Nadie, por supuesto, quiere hacerlo.

Luego está el hecho de que lo esencial de las subvenciones nunca, absolutamente nunca, se destina a la tarea “humanitaria” por la que se justificaba: siempre, es para sueldos, publicidad, compra de material y, en último lugar, para “ayuda humanitaria”. Muy bonito eso de vivir de lo que muchos hemos llamado desde hacer 20 años “estafa humanitaria”.

Pero antes o después habrá que abrir este melón podrido y la sorpresa vendrá porque se comprobará que las fugas de dinero público para estos chiringuitos suponen, en total, las distribuidas por el Estado, por las Comunidades Autónomas y por los Ayuntamientos, sumadas, una cantidad igual o, en cualquier caso, incluso superior, a las mordidas recibidas por los altos funcionarios del sanchismo.

VOSOTROS LOS JUSTOS, ABANDONAN TODA ESPERANZA

Vosotros los que pagáis impuestos, vosotros los que procuráis estar en orden con Hacienda, que pagáis puntualmente vuestras cuotas de autónomos, vuestras multas de tráfico, los que ahorráis para el futuro y para legarlo a vuestros hijos, los que creéis en la bondad natural del ser humano y por tanto del “político”, los que dais una limosna al primero que os tiende el cazo: este mundo ya no es vuestro mundo, la España modelada por el pedrosanchismo no os pertenece.

La vuestra es la España de los Tercios y de los navegantes, de nuestros escritores y místicos de nuestros frailes y de nuestras conquistadores. La del pedrosanchismo es la de Rinconete y Cortadillo. La vuestra es la España del Escorial y del Valle de los Caídos, de Monserrat y del Prado. La del pedrosanchismo es la del patio de Monipodio y del puticlub de las afueras. Son las dos España: la que trabaja y la que ansía gastarse el dinero de vuestro trabajo. No hay solución posible: o una acaba con la otra o la otra se apropia de todo lo vuestro.

Me recuerda a las independencias africanas: millones de negros, en los años 60, 70 e incluso en nuestros días, atribuían su miseria la presencia europea en África. Se fueron los europeos que sobrevivieron a las matanzas. Y llegó la miseria real, auténtica y abisal: nadie quería trabajar. Incluso en nuestra Guinea Ecuatorial: cuatro semanas después de concedida la independencia, la TV creada allí por técnicos franquistas, dejó de funcionar como miles de hectáreas de explotaciones agrícolas. No habían caído que, si nadie trabajaba, el país se hundiría. Y algunos “líderes africanos” pensaban (y siguen pensando hoy en Sudáfrica) que son los “blancos” los que “hacen trabajar a los negros”… Pues bien, lo que ocurre en España es algo parecido: los socialistas no están dispuestos a trabajar para levantar el país. Ni siquiera a gobernar razonablemente bien para que pueda existir un justo reparto de la riqueza: simplemente, quieren vivir del trabajo de otros, mantenerse en el poder gracias al voto de los subsidiados y a los impuestos monstruosamente altos de los que trabajan. Para ellos, una “sociedad justa” es aquella en la que ellos gobiernan, apoyados en una masa de subsidiados de todas las razas y procedentes de los agujeros más negros del planeta, a costa del esfuerzo, la dedicación y el trabajo de un grupo cada vez menor de personas que tratan de salir adelante con el esfuerzo de su trabajo y que solamente ansían que termine esta bochornosa situación en la que una banda de mangantes, compuesta a medias por individuos sin escrúpulos o por mediocridades igualmente abyectas, termine su recorrido de gobierno en el presidio más próximo.

La situación tiene una difícil salida. Ya hemos dicho que España, gracias a los ZP y a los Sánchez es hoy uno de los países más endeudados del mundo. Los impuestos siguen subiendo para alimentar los intereses de esa deuda y para pagar el elevado tren de vida y las putas de un gobierno de ineptos que hora solo aspiran a robar lo suficiente para asegurarse el futuro.

El nuevo Craxi del socialismo europeo, Pedro Sánchez, terminará en Marruecos exiliado, como Craxi terminó en Túnez, los restos en putrefacción de su partido terminarán pactando en un problemático “congreso de unificación” con todos los residuos que queden de la izquierda. Quien no se consuela es porque no quiere, así que, a fin de cuentas, será una suerte que la historia de la “sigla maldita”, PSOE, termine disolviéndose en el barro del que procede, un poco más hediondo que el originario.

Pero no, solución no hay para España: falla la constitución, falla el sistema (lo lamento, pero “un hombre un voto” es garantía de que el peso de un patán valga lo mismo que el peso de un doctor titulado o de un politólogo objetivo, o simplemente de alguien que se interesa por los problemas de su país y, como mínimo, está al corriente de lo que ocurre hoy, de dónde deriva la crisis actual y de cómo se proyectará en el futuro. Hace falta ver El enemigo del pueblo de Enrique Ibsen para darse cuenta de que hace más de 100 años, el sistema de la democracia cuantitativa ya estaba muy cuestionado. Los fascismos lo remataron. Y lo peor fue que la caída de los fascismos, volvió a entronizar este sistema absurdo en el que se basan todos los sistemas de gobierno occidentales y que nos ha llevado a donde nos encontramos.

Mientras no se reforme la constitución, mientras no se introduzca un modelo de representación corporativa en el parlamento no hay nada, absolutamente nada que esperar. Vendrá el PP y hará exactamente lo mismo que el PSOE, como ya ha hecho, tratando de que cueste más descubrirlo y denunciarlo. Y no, absolutamente nada va a hacer el PP contra la “corrupción humanitarista”.

LA SALIDA MÁS RAZONABLE A DÍA DE SAN FERMÍN DE 2025

De todas formas, en la situación que nos encontramos hoy, la salida más razonable sería:

1) Moción de censura propuesta por el PP, buscando el apoyo de media docena de diputados socialistas.

2) Nombramiento de un presidente de gobierno, preferentemente, aceptado, tanto por el PP como por el PSOE (un Nicolás Redondo, por ejemplo, o algún barón socialista disidente del sanchismo).

3) Un "gobierno provisional de concentración nacional” formado por personalidades de prestigio, comprometido solamente a gestionar el día a día y a realizar una auditoria en profundidad de sus departamentos.

4) Convocatoria de elecciones anticipadas en el plazo más breve posible.

5) Petición de creación de una comisión internacional especializada en detectar fraudes electorales, tanto en los recuentos telemáticos como en el voto por correo.

 











Pero, incluso, aunque un programa de este tipo, que debería ser razonable tanto para el PP como para los sectores "sanos" del PSOE, pudiera llevarse a cabo, la losa en la que, primero el zapaterismo y luego la sima sanchista, nos han arrojado, es de tal profundidad que va a ser muy difícil remontar

Así que mejor que nadie se haga ilusiones. “Iluso” deriva, precisamente, de “ilusiones”.

CUANDO LA AGONIA DEL SANCHISMO ES LA AGONÍA DE UN PAÍS (2) - LOS TRES TIPOS DE CORRUPCIÓN


TRES TIPOS DE CORRUPCIÓN

Existen tres tipos de corrupción: la política, la económica y la humanitarista. Los tribunales, la UCO, actúan solamente contra la corrupción económica. En teoría, la corrupción política debería solventarse mediante los procesos electorales, dando por supuesto que el electorado castiga a las opciones corruptas y premia a los partidos “honestos”. Pero esto es mucho suponer.

Creer que el electorado castiga a la corrupción es una falacia: el elector entrega a su voto, en el 90% de los casos, ignorando lo que el partido tal o cual va a hacer con él e incluso sin haber estado al tanto de la actualidad política desde el día en que nació. Ciertamente, el electorado va variando: sigue existiendo el voto cerril “se vota a los que siempre se ha votado” (fundamentalmente en medios nacionalistas periféricos), pero actualmente, se vota más “en contra de" que “a favor de” (alguien con “tanto carisma” como Feijóo solo puede ser votado por aquellos que, sobre todo, quieran ver a Sánchez descabalgado). ¿La corrupción? Afecta, pero cada vez afecta menos y la prueba es la defensa del PSOE ante las acusaciones de corrupción.

En teoría, en el parlamento deberían solventarse los casos de corrupción política. Pero el parlamento sirve para poco: aprobar leyes por parte de mayoría y crear “comisiones de investigación” que nunca han servido absolutamente para nada. El perjurio, por ejemplo, no tiene absolutamente ninguna repercusión y es el pan de cada día en todas las comisiones.

El desarrollo en los últimos días de la investigación sobre la corrupción de la cúpula sanchista demuestra muy a las claras que la corrupción política precede a la corrupción económica.

En efecto, Sánchez llega al poder después de garantizar buenos negocios a todos sus socios regionalistas e independentistas. Comprar el voto en el parlamento es tan corrupto como entregar una obra pública a una empresa que se ha comprometido a pagar una mordida. Y Sánchez lleva siete años en el poder realizando esta práctica corrupta. La constitución se lo permite: hay que recordar que Sánchez perdió las elecciones generales. Buena parte del país lo quería fuera de juego, tras la caída de Rajoy ya se había visto su fuste y sus intenciones: “todo por la poltrona moncloita”. Estaba muy claro que se trataba de un enfermo mental, un psicópata del poder, del que ahora sabemos que los primeros traicionados y engañados, fueron los propios pipiolos del PSOE (el pobre Madina, la no tan pobre protectora de corruptos, Susana Díaz y todos los que no estaban suficientemente enfermos de poder que rechazaron nombramientos y promesas de seguridad a cambio de hacer lo que le cúpula de la organización exigía).

Ahora sabemos que Sánchez derrotó a Rajoy ofreciendo al PNV obra pública. No existe la menor duda de que compró la mayoría parlamentaria que hizo del partido derrotado en las elecciones de 2023 el partido que ha gobernado despóticamente España, el partido del saqueo y de la mentira, de la vergüenza y la humillación, que nos ha sumido en el aislamiento internacional y en la peor situación social de la historia de la Europa contemporánea.

Les dio a los independentistas, todo lo que le pidieron… sin tener en cuenta que los indepes catalanes estaban derrotados, maltrechos y desmovilizados después del ridículo fracaso del “procés”, le dio, primero a Podemos y después a Sumar, todo lo que exigieron para satisfacer su imaginario de izquierda “alternativa”. Podemos se cubrió de gloria con sus leyes aprobadas (desde la que disminuyó las penas a violadores, hasta la que defendía los “derechos de las mascotas” y que, en la práctica no ha tenido la más mínima repercusión a nivel de calle), Sumar lleva años batallando por las 35 horas y el aumento del salario mínimo, pero, de hecho, lo único que ha conseguido es un aumento espectacular del “absentismo laboral”.

La estupidez de los “aliados catalanes” de Sánchez es algo con lo que ha sabido jugar de maravilla: ha condonado 17.500 millones de deuda de la generalitat ¡gobernada por el sacristán Illa, el “filósofo” de la pandemia y de las mascarillas (ese que cada día reza para evitar que la UCO se acuerde de su existencia)! Ha negociado con Bildu y con Junts a través de Cerdán. Con los primeros ha puesta en la calle a matarifes etarras que hubieran merecido décadas de prisión. Con los segundos, una amnistía (en la que Puigdemont sigue en el “exilio”) declarando que con ella ha llegado la “pacificación” a Cataluña. En realidad, la “pacificación” se impuso después de que los niños de la CUP se fueran de vacaciones y dieran por concluida su etapa de adolescentes violentos.

Los últimos mohicanos del independentismo, ir vosotros mismos a verlos, se reúnen todos los viernes tarde delante de la estación de Fabra i Puig. Si vais a eso de los 19:00 horas los veréis en pleno: con suerte una docena de abuelos avinagrados, alguno con silla de ruedas. Lamentablemente, el ayuntamiento de Collboní no ha dispuesto cerca una UCI móvil para casos de deshidratación. Durante el gobierno de la Colau esa ínfima minoría (que nunca pasó de dos docenas de descerebrados) estuvieron durante más de cuatro años interrumpiendo el tráfico de la avenida Meridiana los viernes tarde. Y la Colau, comprensiva ella y siempre dispuesta a defender causas con mucho inri (recuérdese su inefable “Welcome refugies”), siempre envió a fuerzas de la policía municipal para evitar el linchamiento de estos pobres merluzos, por parte de automovilistas enfurecidos que trataban de entrar o salir de la ciudad por su arteria más populosa.

En el fondo, la política de Sánchez en relación a Cataluña ha consistido en convencer a sus socios nacionalistas e indepes de que, ya que el Tribunal Constitucional había reconocido que la independencia era imposible, la única vía no era la secesión de Cataluña, sino la extinción del Estado Español en Cataluña. Y para eso ha sido comisionado “don mascarillas”, Salvador Illa… el perro fiel de Sánchez en la región. De hecho, si los indepes no insisten más en el referéndum (lo poco que lo hacen es de cara a la galería) es porque, de convocarse hoy, daría un resultado MUY NEGATIVO a la independencia.

Sánchez llegó a ser candidato del PSOE gracias a la “corrupción política” (altas falseadas, crowfounding visiblemente fake, votos falsos) traicionando a su propio partido. Derrotó a Rajoy gracias a proponer al PNV la entrega de obra pública a gente próxima a él. Llegó, finalmente, a la Moncloa tras unas elecciones que había perdido, comprando los votos a todas las fuerzas políticas que lo apoyaron: votos (corrupción política) a cambio de contratos (corrupción económica) o a cambio de determinadas prebendas.

Sánchez, desde el día 1 de su llegada a La Moncloa, en lugar de gobernar, ya se dedicó a situar en los puestos clave del Estado a su trata de corruptos y corruptores.

Sumar ha dicho que hay “corrupción” porque hay “empresarios corruptos”, algo en lo que podemos estar relativamente de acuerdo. Pero vale la pena ir mucho más lejos: la peor de todas las combinaciones es la presencia en el poder de un gobierno que, desde que llegó a la política, no ha hecho otra cosa más que jugar sucio, la de unos aliados -Sumar entre otros- que políticamente indigentes, verdaderos ceros a la izquierda y que sin prestar apoyo al sanchismo, estarían en las listas del paro político y laboral, junto con tiburones empresariales dispuestos a robar el alicatado de un baño a la competencia por mucho que tengan que pagar una comisión más alta que el valor de la reforma.

Pero no debemos olvidar la corrupción “humanitarista” en la que ni la UCO, ni juzgado alguno osan entrar.

 












 

CUANDO LA AGONÍA DEL SANCHISMO ES LA AGONÍA DE UN PAÍS (1)

Sólo Sánchez parece no reconocer que su hora ha pasado y que él mismo ha terminado siendo un zombi político, sin vida, sin más futuro que el carcelario y sin más lugar en la historia que en el basurero. El último “comité federal” del PSOE ha demostrado sobradamente cómo están las cosas: los pocos disidentes ya están dispuestos a morir matando, las mujeres del PSOE parece que solo gritan en las manifas de orgullo gay y en las del “día de la mujer”. Pero todo tiene un límite y el nombramiento de Francisco Salazar para la Ejecutiva, el habitual babosillo de izquierdas permanentemente avasallador con las mujeres, ha hecho que alguna ofendida pusiera el grito en el cielo y revelase episodios de su pasado reciente a un “tabloide de izquierdas”. También en este caso, “todos los sabían” y, claro está “todos y todas callaban”, no fuera que el “puto amo del PSOE” les castigara si contradecían su santa voluntad. El que tenía que ser el “comité federal” para remontar la pérdida de prestigio y peso social del sanchismo, ha terminado siendo su “comité” mas desastroso. Mientras, el PP daba muestras de fortalecimiento y unidad en su congreso. Y todo eso, cuando periodistas, tertulianos, lectores y la clase política tienen la seguridad de que la “era de los escándalos” no terminará con Cerdán en la cárcel…

EFECTIVAMENTE, GRACIAS AL PSOE, A ESPAÑA NO LA VA A CONOCER NI LA MADRE QUE LA PARIO

Se conoce el origen de la frase: es de Alfonso Guerra. A fuerza de ir degradándose el sanchismo, aquel PSOE de los años 80 y del primer gobierno socialista, casi está rozando la santidad. Era obvio que, en comparación con el zapaterismo, tras la larga agonía del sanchismo (que se inició el día 1 de su llegada a la Moncloa), Felipe González gana por goleada… a condición de olvidarnos que la iniciativa de los GAL no fue más que una maniobra de algunos altos cargos para saquear los fondos reservados del ministerio del interior con la excusa de pagar a mercenarios para acabar con una docena de etarras y no tener en cuenta el primer gran escándalo de financiación de los partidos políticos que fue el caso Filesa, Malesa y Time Export o el Caso Roldán, o la gestión de Mariano Rubio al frente del Banco de España con el caso Ibercorp, por no hablar de Borrell cuando estaba al frente de la hacienda pública en Cataluña y se vio implicado en un caso de corrupción destapado a finales de los 90, que en 1999 forzó su dimisión como candidato socialista a la presidencia del Gobierno. No hay “inocentes” en el PSOE, como no los hubo en Gomorra.

Lo cierto es que el PSOE ha cambiado mucho en 40 años. La “O” de Obrero, en 1983 ya no le cuadraba entonces y hoy es posible que los últimos obreros que quedan en España, voten antes a Vox que a la sigla que lleva su nombre. De hecho, los cálculos realizados por el zapaterismo, casi obligaban a que el viejo PSOE pasara a llamarse PI, Partido de los Inmigrantes. Y que, desde el zapaterismo, cuando la izquierda certificó la muerte de la “clase obrera”, simplemente, busco un electorado de sustitución. Y en eso están.

Obviamente, la izquierda se equivoca: no solamente permanecen indiferentes a los traumatismos que la llegada de ilegales está causando en toda Europa Occidental (y por eso mismo no tienen perdón, porque abrieron las puertas a la inmigración cuando en Francia, Reino Unido, Alemania, Holanda, Bélgica, ya se tenía una idea muy clara de los problemas insolubles que suponía), sino que, en su absoluta ignorancia de la personalidad del inmigrantes ilegal, creen que siempre va a tener con ellos a ese “electorado de sustitución” que precisa para seguir teniendo cierta presencia social y política. Permanecen de espaldas al hecho de que, tal como recomienda el Corán, los ilegales serán “sumisos” mientras no tengan la seguridad de que el número les dará la victoria: a ellos, no al PSOE. Y eso está a la vuelta de la esquina: hacia 2050, la diferencial demográfica ya habrá operado a su favor del islam en Europa Occidental; y para un musulmán, un “dimmi” (individuo no musulmán que vive bajo protección estatal en un territorio gobernado por musulmanes, a cambio de ciertos compromisos y el pago de un impuesto específico) del PP es lo mismo que uno del PSOE, uno e Vox estará para ellos al mismo nivel que otro de Junts, de Podemos o de lo que haya sustituido a Sumar.

¿Y qué puede hacer la derecha ante el fenómeno? Respuesta dura: adoptar la política de Trump (que en pocas semanas ha conseguido el consenso de toda la sociedad norteamericana -incluidos inmigrantes legales- reduciendo el fenómeno de la inmigración ilegal en un 80% y no parará hasta minimizarla al 0%). La brutalidad de un fenómeno brutal como es la inmigración ilegal y masiva, solo se detiene brutalmente. Quien no lo entienda, ya está muerto.

DE LA INMIGRACIÓN ILEGAL AL PIB

Y es que una sociedad estable étnica, cultural y religiosamente, es una exigencia mucho más saludable que una sociedad en la que el PIB aumenta cada vez más, uno de los dogmas de la economía moderna. En efecto, como ya hemos dicho en muchas ocasiones, el PIB mide el volumen de intercambio de dinero: cuando más crece esa sociedad, más crece el PIB: un inmigrante ilegal precisa comer (y paga IVA), precisa telefonía y redes (y paga IVA), incluso los hay que precisan vivienda… Claro está que pueden pagar todo eso (y el IVA anexo) gracias a los subsidios que el Estado les proporciona: y es eso lo que registra el PIB. Más inmigración, más PIB. España es la economía número 15 por volumen de PIB. Su deuda pública en 2024 fue de 1.620.569 millones de euros1.754.072 millones de dólares, con una deuda del 101,8% del PIB está entre los países con más deuda respecto al PÎB del mundo.

El zapaterismo y el sanchismo, por supuesto, eluden hablar del “PIB per cápita” que mide el aumento del nivel de vida y de riqueza… Es muy simple: PIB dividido por el número de habitantes de una nación. Esto da el índice “igualitario” de si los individuos son más “ricos” o más “pobres”. Y en España, el PIB per cápita, a pesar de crecer bastante menos que el PIB también lo hace. Pero ¡atención! Hemos dicho que el PIB per cápita da una medida “igualitaria”: y la España del PSOE-PII es cualquier cosa, menos igualitaria. Existen diferencias regionales y, sobre todo, diferencias por grupos sociales. Y lo sabemos gracias a otro índice: el de la pobreza.

La tasa AROPE (At Risk of Poverty and Exclusion) es el indicador que mide el porcentaje de personas en riesgo de pobreza y exclusión social. En España, esta tasa se situó en el 26,5% en 2023, lo que representa un aumento de medio punto porcentual respecto al año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Además del riesgo de pobreza y exclusión, un 9% de la población española experimenta carencia material y social severa, lo que implica dificultades para cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda o acceso a servicios. 

Los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida del año 2023, la población en riesgo de pobreza relativa (tasa de riesgo de pobreza), calculada con los ingresos percibidos por los hogares en 2022, es mayor en mujeres (20,8%) que en hombres (19,5%). La brecha económica entre el norte y el sur de España es una realidad palpable en las condiciones de vida de sus ciudadanos. En concreto, Andalucía tiene la mayor tasa de pobreza del país (30,5%), tres veces mayor que la del País Vasco (10,2%) y mayor que la de cualquier país de la Unión Europea. En términos absolutos, esta cifra se traduce en más de 12 millones de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social en España, según la Unión Sindical Obrera. Desde 2023, estos índices se han disparado y ya no pueden ser utilizados por el sanchismo para justificar su “política social” (en realidad, entre 2018 y 2022, se habían producido muy ligeras mejoras en este índice).

En 2023, España adelantó a Grecia y se convirtió en el tercer país de Europa con más población en riesgo de pobreza, con solamente Rumanía y Bulgaria por delante, siendo el único país del euro en este trío… Andalucía está incuestionablemente a la cabeza de Europa en tasas de pobreza: ¿por qué? Por tener uno de los PIB más bajos de Europa, a lo que se añade la segunda concentración de inmigración ilegal y masiva de todo el Estado (después de Cataluña).

Esto pone el dedo en la llaga: la situación de pobreza y exclusión social no es homogénea en todo el territorio español. Comunidades como Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia presentan tasas de pobreza más elevadas que otras como País Vasco, Islas Baleares o Comunidad Foral de Navarra. En Cataluña, alrededor del 24.4% de la población se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, según la tasa AROPE. Esto significa que aproximadamente una de cada cuatro personas en Cataluña enfrenta dificultades económicas o se encuentra en riesgo de caer en la pobreza. La tasa AROPE incluye tres componentes: la tasa de riesgo de pobreza, la población con baja intensidad en el trabajo y la población en situación de privación material y social severa. ¿Por qué la región, hasta ahora “más rica” del Estado es la que tiene una de las mayores tasas de pobreza? Respuesta: por la inmigración masiva y subsidiada.

Y esto nos lleva a otro tema que parece muy distanciado de éste: la corrupción política.