lunes, 7 de julio de 2025

CUANDO LA AGONÍA DEL SANCHISMO ES LA AGONÍA DE UN PAÍS (1)

Sólo Sánchez parece no reconocer que su hora ha pasado y que él mismo ha terminado siendo un zombi político, sin vida, sin más futuro que el carcelario y sin más lugar en la historia que en el basurero. El último “comité federal” del PSOE ha demostrado sobradamente cómo están las cosas: los pocos disidentes ya están dispuestos a morir matando, las mujeres del PSOE parece que solo gritan en las manifas de orgullo gay y en las del “día de la mujer”. Pero todo tiene un límite y el nombramiento de Francisco Salazar para la Ejecutiva, el habitual babosillo de izquierdas permanentemente avasallador con las mujeres, ha hecho que alguna ofendida pusiera el grito en el cielo y revelase episodios de su pasado reciente a un “tabloide de izquierdas”. También en este caso, “todos los sabían” y, claro está “todos y todas callaban”, no fuera que el “puto amo del PSOE” les castigara si contradecían su santa voluntad. El que tenía que ser el “comité federal” para remontar la pérdida de prestigio y peso social del sanchismo, ha terminado siendo su “comité” mas desastroso. Mientras, el PP daba muestras de fortalecimiento y unidad en su congreso. Y todo eso, cuando periodistas, tertulianos, lectores y la clase política tienen la seguridad de que la “era de los escándalos” no terminará con Cerdán en la cárcel…

EFECTIVAMENTE, GRACIAS AL PSOE, A ESPAÑA NO LA VA A CONOCER NI LA MADRE QUE LA PARIO

Se conoce el origen de la frase: es de Alfonso Guerra. A fuerza de ir degradándose el sanchismo, aquel PSOE de los años 80 y del primer gobierno socialista, casi está rozando la santidad. Era obvio que, en comparación con el zapaterismo, tras la larga agonía del sanchismo (que se inició el día 1 de su llegada a la Moncloa), Felipe González gana por goleada… a condición de olvidarnos que la iniciativa de los GAL no fue más que una maniobra de algunos altos cargos para saquear los fondos reservados del ministerio del interior con la excusa de pagar a mercenarios para acabar con una docena de etarras y no tener en cuenta el primer gran escándalo de financiación de los partidos políticos que fue el caso Filesa, Malesa y Time Export o el Caso Roldán, o la gestión de Mariano Rubio al frente del Banco de España con el caso Ibercorp, por no hablar de Borrell cuando estaba al frente de la hacienda pública en Cataluña y se vio implicado en un caso de corrupción destapado a finales de los 90, que en 1999 forzó su dimisión como candidato socialista a la presidencia del Gobierno. No hay “inocentes” en el PSOE, como no los hubo en Gomorra.

Lo cierto es que el PSOE ha cambiado mucho en 40 años. La “O” de Obrero, en 1983 ya no le cuadraba entonces y hoy es posible que los últimos obreros que quedan en España, voten antes a Vox que a la sigla que lleva su nombre. De hecho, los cálculos realizados por el zapaterismo, casi obligaban a que el viejo PSOE pasara a llamarse PI, Partido de los Inmigrantes. Y que, desde el zapaterismo, cuando la izquierda certificó la muerte de la “clase obrera”, simplemente, busco un electorado de sustitución. Y en eso están.

Obviamente, la izquierda se equivoca: no solamente permanecen indiferentes a los traumatismos que la llegada de ilegales está causando en toda Europa Occidental (y por eso mismo no tienen perdón, porque abrieron las puertas a la inmigración cuando en Francia, Reino Unido, Alemania, Holanda, Bélgica, ya se tenía una idea muy clara de los problemas insolubles que suponía), sino que, en su absoluta ignorancia de la personalidad del inmigrantes ilegal, creen que siempre va a tener con ellos a ese “electorado de sustitución” que precisa para seguir teniendo cierta presencia social y política. Permanecen de espaldas al hecho de que, tal como recomienda el Corán, los ilegales serán “sumisos” mientras no tengan la seguridad de que el número les dará la victoria: a ellos, no al PSOE. Y eso está a la vuelta de la esquina: hacia 2050, la diferencial demográfica ya habrá operado a su favor del islam en Europa Occidental; y para un musulmán, un “dimmi” (individuo no musulmán que vive bajo protección estatal en un territorio gobernado por musulmanes, a cambio de ciertos compromisos y el pago de un impuesto específico) del PP es lo mismo que uno del PSOE, uno e Vox estará para ellos al mismo nivel que otro de Junts, de Podemos o de lo que haya sustituido a Sumar.

¿Y qué puede hacer la derecha ante el fenómeno? Respuesta dura: adoptar la política de Trump (que en pocas semanas ha conseguido el consenso de toda la sociedad norteamericana -incluidos inmigrantes legales- reduciendo el fenómeno de la inmigración ilegal en un 80% y no parará hasta minimizarla al 0%). La brutalidad de un fenómeno brutal como es la inmigración ilegal y masiva, solo se detiene brutalmente. Quien no lo entienda, ya está muerto.

DE LA INMIGRACIÓN ILEGAL AL PIB

Y es que una sociedad estable étnica, cultural y religiosamente, es una exigencia mucho más saludable que una sociedad en la que el PIB aumenta cada vez más, uno de los dogmas de la economía moderna. En efecto, como ya hemos dicho en muchas ocasiones, el PIB mide el volumen de intercambio de dinero: cuando más crece esa sociedad, más crece el PIB: un inmigrante ilegal precisa comer (y paga IVA), precisa telefonía y redes (y paga IVA), incluso los hay que precisan vivienda… Claro está que pueden pagar todo eso (y el IVA anexo) gracias a los subsidios que el Estado les proporciona: y es eso lo que registra el PIB. Más inmigración, más PIB. España es la economía número 15 por volumen de PIB. Su deuda pública en 2024 fue de 1.620.569 millones de euros1.754.072 millones de dólares, con una deuda del 101,8% del PIB está entre los países con más deuda respecto al PÎB del mundo.

El zapaterismo y el sanchismo, por supuesto, eluden hablar del “PIB per cápita” que mide el aumento del nivel de vida y de riqueza… Es muy simple: PIB dividido por el número de habitantes de una nación. Esto da el índice “igualitario” de si los individuos son más “ricos” o más “pobres”. Y en España, el PIB per cápita, a pesar de crecer bastante menos que el PIB también lo hace. Pero ¡atención! Hemos dicho que el PIB per cápita da una medida “igualitaria”: y la España del PSOE-PII es cualquier cosa, menos igualitaria. Existen diferencias regionales y, sobre todo, diferencias por grupos sociales. Y lo sabemos gracias a otro índice: el de la pobreza.

La tasa AROPE (At Risk of Poverty and Exclusion) es el indicador que mide el porcentaje de personas en riesgo de pobreza y exclusión social. En España, esta tasa se situó en el 26,5% en 2023, lo que representa un aumento de medio punto porcentual respecto al año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Además del riesgo de pobreza y exclusión, un 9% de la población española experimenta carencia material y social severa, lo que implica dificultades para cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda o acceso a servicios. 

Los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida del año 2023, la población en riesgo de pobreza relativa (tasa de riesgo de pobreza), calculada con los ingresos percibidos por los hogares en 2022, es mayor en mujeres (20,8%) que en hombres (19,5%). La brecha económica entre el norte y el sur de España es una realidad palpable en las condiciones de vida de sus ciudadanos. En concreto, Andalucía tiene la mayor tasa de pobreza del país (30,5%), tres veces mayor que la del País Vasco (10,2%) y mayor que la de cualquier país de la Unión Europea. En términos absolutos, esta cifra se traduce en más de 12 millones de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social en España, según la Unión Sindical Obrera. Desde 2023, estos índices se han disparado y ya no pueden ser utilizados por el sanchismo para justificar su “política social” (en realidad, entre 2018 y 2022, se habían producido muy ligeras mejoras en este índice).

En 2023, España adelantó a Grecia y se convirtió en el tercer país de Europa con más población en riesgo de pobreza, con solamente Rumanía y Bulgaria por delante, siendo el único país del euro en este trío… Andalucía está incuestionablemente a la cabeza de Europa en tasas de pobreza: ¿por qué? Por tener uno de los PIB más bajos de Europa, a lo que se añade la segunda concentración de inmigración ilegal y masiva de todo el Estado (después de Cataluña).

Esto pone el dedo en la llaga: la situación de pobreza y exclusión social no es homogénea en todo el territorio español. Comunidades como Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia presentan tasas de pobreza más elevadas que otras como País Vasco, Islas Baleares o Comunidad Foral de Navarra. En Cataluña, alrededor del 24.4% de la población se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, según la tasa AROPE. Esto significa que aproximadamente una de cada cuatro personas en Cataluña enfrenta dificultades económicas o se encuentra en riesgo de caer en la pobreza. La tasa AROPE incluye tres componentes: la tasa de riesgo de pobreza, la población con baja intensidad en el trabajo y la población en situación de privación material y social severa. ¿Por qué la región, hasta ahora “más rica” del Estado es la que tiene una de las mayores tasas de pobreza? Respuesta: por la inmigración masiva y subsidiada.

Y esto nos lleva a otro tema que parece muy distanciado de éste: la corrupción política.