martes, 30 de enero de 2024

BUKELE, NOBOA, MILEI LO TIENEN CLARO. SÁNCHEZ NO (2 de 2)

EL PROBLEMA DE LA DELINCUENCIA EN EUROPA OCCIDENTAL

El eco está llegando a Europa Occidental. Se ocultan cifras reales de delincuencias, se adulteran y se enmascaran, hasta el punto de que el ciudadano ha dejado de creer en las estadísticas oficiales ofrecidas por sus gobiernos y se fía mucho más de lo que ve directamente en su día a día: y estas indican a los ciudadanos que la delincuencia está disparada en todos los países de Europa Occidental y que las causas son de todos conocidas:

- llegada masiva y descontrolada de inmigrantes ilegales

- “efecto llamada para delincuentes” generado por la permisividad europea occidental

- ausencia de una política de expulsiones inmediatas y automáticas para cualquier inmigrante que haya cometido un delito

- absurda idea de que un menor -delincuente o no- debe ser “tutelado” por el Estado en el que ha llegado ilegalmente, en lugar de ser devuelto al consulado de su país para que lo entreguen a sus padres o sea ese Estado el que asuma su tutela.

- procesos judiciales garantistas incluso para flagrantes delitos que ralentizan los juicios y las sentencias, acompañados por decisiones judiciales de “libertad a la espera de juicio”, aprovechadas para seguir delinquiendo y acumulando detenciones e, incluso, hasta algunos casos extremos en los que se ha detenido a sujeto más de ¡1.000 ocasiones!

- ocultación por parte de los gobiernos y de los medios de comunicación de las cifras reales de delincuencia y de su origen, a pesar de lo cual, hoy se tiene la convicción de que el 80% de los delitos y faltas cometidas en España son realizados por “nacidos fuera de España” o por “hijos de nacidos fuera de España”, nacionalizados españoles.

A pesar de los esfuerzos "estadísticos" por negar la realidad y la obstinación del ministerio del interior para evitar considerar como "delitos", a las "faltas", lo cierto es que, tras la "pandemia" se ha asistido a un aumento de la delincuencia en España

Los recursos policiales en Europa (y no digamos las fuerzas armadas) son, como mínimo tan eficientes como en El Salvador o Ecuador, sin embargo, en Europa Occidental la delincuencia ya domina barrios enteros. Mafias nigerianas, mafias argelinas, delincuentes marroquíes, mafias albanesas y kosovares, bandas latinas, etc, etc, etc, están empeñadas en convertir a Europa Occidental en “zona de combate” y teatro de sus depredaciones. Y lo están consiguiendo. Porque en ningún país de Europa Occidental existen gobiernos con “voluntad política” de aplastar a la delincuencia y restablecer el primer derecho humano: el derecho a la seguridad. Ningún gobierno de Europa Occidental está dispuesto a enfrentarse a los profesionales de los derechos humanos porque un policía no ha leído sus derechos a un delincuente antes de detenerlo o porque se ha expulsado del país a un delincuente llegado ilegal… Y así, estamos como estamos.

2024 NO VA A SER UN AÑO COMO OTRO CUALQUIERA

Creo que 2024 va a ser el año decisivo: decisivo por muchos motivos. En primer lugar, porque en junio se celebrarán elecciones europeas y todo induce a pensar que los partidos que han generado esta situación (de centro-derecha y de centro-izquierda) sufrirán un varapalo notable. Europa entera pide más “seguridad” y ya no se fía de quienes han mirado a otro lugar ante el aumento de la delincuencia (no fuera que algún “chiringuito humanitario” les censurara su celo ante los criminales).

Por otra parte, las Olimpiadas a celebrar en julio en París van a suponer una ocasión que ni pintada para que las bandas de delincuentes magrebíes y africanos hagan lo que ya han hecho en muchas ocasiones: ensayar niveles nunca antes vistos de delincuencia ante fenómenos de masas. Veremos cómo queda tocada la presidencia de Macron y de las parejas gays que constituyen su gobierno, lo que unido a los resultados de la coalición ecoloco-progresista que gobierno en Alemania, constituirá un test para todo el continente. No olvidemos que, un poco por toda Europa, incluso en el ámbito de la izquierda, empiezan a aparecer opciones anti-inmigración que reclaman medidas urgentes contra la delincuencia y contra lo que califican de invasión.

Finalmente, porque a lo largo de 2024 se va a ser el resultado de la lucha contra el crimen en Ecuador y en Argentina. Si estos países se convierten en balsas de aceite, después de haberse visto azotados por décadas de delincuencia, ya no habrá dudas: cuando hay voluntad política, hay un camino para restaurar el primer derecho humano.

EUROPA OCCIDENTAL E IBEROAMÉRICA: EL FACTOR DIFERENCIAL

Una observación final. La lucha contra la delincuencia en Iberoamérica no tiene los mismos rasgos que en Europa. Allí existe una criminalidad muy diferente a la que se da en Europa Occidental. Seamos claros y dejémonos de medias tintas y de palabras huecas: en Europa Occidental criminalidad e inmigración ilegal, en estos momentos, van de la mano. Negarlo es negar que existe la gravedad. Si se trata de abordar la solución del problema de la criminalidad, hay que solucionar igualmente el problema de la inmigración ilegal y masiva.

No hay dos soluciones diferenciadas. Estamos ante el mismo problema y ante una solución que debe partir de tomar partido ante este dilema: si la política de puertas abiertas y de inexpulsabilidad garantista, conduce a un aumento asindótico de la delincuencia: las dos únicas dos vías para solucionarlo son: o tolerancia (y delincuencia creciente) o mano dura y control de la inmigración. No hay una tercera vía.

En esta primera mitad de 2024 vamos a ver como partidos que hasta ahora han sido los más proinmigracionistas, pedirán medidas para el “control de fronteras”. Lo harán para no ser abandonados por sus electores. Vale la pena no olvidar quienes trajeron la inmigración a Europa Occidental: partidos de centro-derecha y de centro-izquierda. Lo que puedan decir ahora ya no va a compensar el destrozo que ha supuesto la alteración del sustrato étnico y cultural de nuestros países. Ellos son culpables, pero van a intentar que lo olvidemos.

EL INDEPENDENTISMO CATALÁN Y LA INMIGRACIÓN

El primer y más vergonzoso ejemplo es Junts per Cat que ahora reivindica el que la gencat tenga la “última palabra” en materia de inmigración… Vale la pena no olvidar que el Junts de hoy no es más que la nueva sigla de fortuna de CDC, el partido de Jordi Pujol, que ya desde finales de los 80, favorecía la llegada masiva de inmigración marroquí para realizar las obras de las instalaciones olímpicas de 1992. Y querían que fuera “marroquí y no iberoamericana”, juzgando que los primeros se esforzarían en aprender catalán, mientras que los segundos, al hablar castellano, serían más refractarios. Así pues, todo era cuestión de que los magrebíes tuvieran un “buen nivel de catalán” para que cualquier problema se resolviera

Hasta ahora, el “control de la inmigración” era la única tarea de la Policía Nacional en Cataluña. Esa tarea le permitía intervenir en temas íntimamente relacionados con la inmigración: lucha contra el terrorismo yihadista y lucha contra el narcotráfico. La exigencia de que la cuestión de la inmigración fuera transferida a la gencat no tenía, en realidad, como objetivo es alcanzar una mayor eficiencia en este terreno, sino restar a la Policía Nacional esta competencia y las agregadas que, a fin de cuentas, deslucían la actuación de los “mossos d’esquadra”, una policía “de proximidad” carísima que sigue sin ser apreciada por la población catalana, con unos niveles de eficiencia todavía bajos que los partidos independentistas se niegan a reconocer y cuya principal visibilidad es la imposición de multas de tráfico (o al menos esa es la imagen que tiene de ella buena parte de la población catalana).

Por otra parte, el campo independentista está hoy multifraccionado: además de los dos partidos independentistas (ERC y Junts) y de lo que queda de la CUP (tras las elecciones municipales, esta formación se volatilizó prácticamente), no hay que olvidar que existen otros dos sectores. De un lado, la Asamblea Nacional Catalana y, por otro, la Aliança Catalana de la actual alcaldesa de Ripoll, Silvia Orriols, un partido de extrema-derecha independentista resueltamente anti-inmigracionista.


A pesar de los esfuerzos mancomunados de la gencat y de Sánchez por adulterar la realidad, hoy se acepta universalmente que Cataluña es la comunidad con más delincuencia. A nadie le puede extrañar, si tenemos en cuenta que la gencat ha convertido a esta región en la meca de la inmigración ilegal y masiva desde los tiempos de Jordi Pujol. 

Si bien es cierto que la ANC depende exclusivamente de las subvenciones que reciba de la gencat y ninguno de los dos partidos independentistas está dispuesto a alimentar una “tercera fuerza”, la Aliança Catalana, en cambio, aparece como el verdadero peligro de un “tercer partido independentista” en concurrencia con los otros dos (ERC y Junts), con un “tirón” especialmente en las comarcas de la “montaña catalana”.

Y es que las cosas, en materia de inmigración -como en materia de delincuencia- han ido demasiado juntas en la Cataluña de la gencat… Bueno es que hasta los independentistas se den cuenta de cuál es la naturaleza del problema, mejor sería que aceptaran el hecho de que el problema de la inmigración y de la delincuencia no se va a resolver dentro de los límites de una Cataluña independiente, sino que solamente puede tener lugar dentro del marco de una solución del problema en toda Europa Occidental y dentro de un Estado fuerte y unido que solamente puede ser el Estado Español.

CONCLUSIONES

Las poblaciones iberoamericanas han ido soportando dos problemas durante cuarenta años: el desinterés de sus clases políticas por cualquier cosa que no fueran sus propias corruptelas y el aumento de la delincuencia. Parecía que nadie iba a reaccionar y que las cosas seguirían así eternamente… hasta que se ha producido, en un pequeño país centroamericano, la reacción. Y ha sido tan brutal como efectiva (cuando la delincuencia o el terrorismo superan determinados límites solamente la brutalidad pueden neutralizarlos).

El ejemplo de Bukele ha generado una oleada de simpatía y de interés en todo el subcontinente. Ahora la “línea del frente” se encuentra en Ecuador y mañana en Argentina. Pero en todos los países del subcontinente -lo estamos constatando directamente en decenas de conversaciones con gentes de Costa Rica, Panamá y Nicaragua- hay interés (y simpatías) por asestar un mazazo definitivo a la delincuencia y al narcoterrorismo.

En los próximos años, va a ser difícil que mensajes como el del “Grupo de Puebla” (agrupación de todas las izquierdas de Iberoamérica y de la Península Ibérica, incluidos Zapatero, Sánchez, Yolanda Días y Podemos) vayan a ser apreciados por la mayoría de las poblaciones: nadie en su sano juicio se decidiría a apoyar los derechos LGTBIQ+, el veganismo, la ideología del cambio climático o la Agenda 2030, cuando no puede salir a la calle por miedo a que le asalten camino al supermercado… Incluso puede ocurrir, como está ocurriendo en El Salvador y empieza a ocurrir en Ecuador, que la opinión pública se ría de los chiringuitos humanitaristas y quiera ver a los delincuentes, no solo encarcelados, sino humillados.

Mucho más difícil va a ser la reacción en Europa Occidental que, en el fondo, es uno de los focos en donde los chiringuitos defensores de los derechos de los delincuentes cuentan con más apoyos institucionales y donde la información está más manipulada por los grandes medios de comunicación. Pero, la posibilidad de que exista una reacción popular es lo único que puede garantizar la supervivencia de Europa Occidental o bien su conversión en un magma étnico y cultural inestable dominado por la delincuencia depredadora llegada de todo el mundo.


BUKELE, NOBOA, MILEI LO TIENEN CLARO. SÁNCHEZ NO (1 de 2)

BUKELE, NOBOA, MILEI LO TIENEN CLARO. SÁNCHEZ NO (2 de 2)








BUKELE, NOBOA, MILEI LO TIENEN CLARO. SÁNCHEZ NO (1 de 2)

Los niveles de delincuencia alcanzados por El Salvador, Ecuador o Argentina, rebasaban los máximos históricos. Otro tanto ocurre en Europa Occidental. Allí se ha tomado conciencia y en Europa, aún no: en Europa se ha olvidado que la “seguridad” es el primer derecho humano (inexplicablemente olvidado por la Declaración de Derechos Humanos de la ONU). Sin seguridad no puede ejercerse ningún otro derecho: si nadie garantiza la seguridad de que no te vayan a asesinar si dices la verdad, es que el derecho a la libertad de expresión es inexistente. Si nadie garantiza la seguridad de que podrás salir a la calle sin que te atraquen o te peguen un tiro, la libertad de movimientos es pura ficción. Por eso, aquella bienintencionada (y timorata) “Declaración de Derechos Humanos” resulta hoy completamente inútil. Lo saben en El Salvador, en Ecuador y en Argentina. Y lo intuyen en el resto de países americanos. Lo hemos visto sobre el terreno en estos dos meses que estamos pasando en la América Hispana.


BUKELE ES HOY UNA REFERENCIA PARA TODA IBEROAMÉRICA

El gran problema al que se enfrenten el Partido Demócrata de EEUU atrincherados tras ese monigote acartonado de Biden (lo mejor que el Partido Demócrata puede presentar a la presidencia de aquel país), es que el ejemplo salvadoreño cunda en toda Iberoamérica; tan grave como que los chiringuitos gestionados por los “profesionales de los derechos humanos” caigan en el descrédito y en el ridículo. De hecho, en El Salvador, el 90% de la población apoya al gobierno de Bukele, algo que ni siquiera el servicio en castellano de la BBC es capaz de poner en duda.

Hay que recordar que, hasta no hace mucho, los dos partidos que se turnaban en el gobierno en aquel país, se habían eternizado en el poder en los últimos 40 años. Fue así como El Salvador llegó a tener la criminalidad más alta del mundo.

En efecto, en 2015, la nación centroamericana alcanzó su pico de criminalidad: 105,2 homicidios intencionados por cada 100.000 habitantes. Tras el primer año de gobierno de Bukele, la criminalidad descendió a 7,2 homicidios y en la actualidad es apenas levemente superior al 2

El Salvador es hoy, sin ninguna duda, el país más seguro de Iberoamérica. Obviamente, en un país tan inseguro como El Salvador no interesaba al capital inversor. Invertir o establecerse allí suponía la posibilidad de ser secuestrado, asesinado, robado y/o expoliado. Hoy es otra cosa: el gobierno de Bukele está consolidado. Y el ejemplo está cundiendo en toda Iberoamérica. Incluso los ecos de la victoria sobre la delincuencia han llegado a Europa y suscitan sana envidia entre los ciudadanos y resquemor y reserva entre la clase política.

ARGENTINA Y ECUADOR, LAS SIGUIENTES ETAPAS

Durante la campaña electoral argentina de finales de 2023, el candidato nacional-liberal, Javier Milei presentó lo hecho en El Salvador como ejemplo de lo que él quería hacer en Argentina: acabar radicalmente con la delincuencia. En muchas ocasiones se le preguntó, en el curso de entrevistas, si esto era posible: “Claro, solamente hace falta que exista voluntad política”. Y no podemos por menos que estar de acuerdo con él. De hecho, la lucha contra la delincuencia, la mano dura, va a ser el terreno más sencillo en el que va a tener que lidiar Milei: mucho más difícil le va a resultar enderezar la economía de aquel país, incluso adelgazar la administración pública y sanear las finanzas. Por lo tanto, hay que pensar (y desear) que las redes de la delincuencia argentina vayan a ser pulverizadas en los próximos meses.

Y luego está el caso de Ecuador.

En este último país, las distintas bandas de narcotraficantes habían superado cualquier techo de criminalidad. No solamente habían asesinado a un candidato a las elecciones presidenciales, sino que, además, tomaron un canal de televisión ante la vista de toda la nación. Son narcotraficantes… no son muy inteligentes. Si lo fueran, sabrían que, a partir de ese momento, estaban poniendo la excusa perfecta para que el presidente Noboa -uno de cuyos objetivos era la lucha contra la delincuencia- decretara el estado de excepción: en apenas 10 días 3,387 personas fueron detenidas y, de ellas, 237 bajo cargos de terrorismo. Según las cifras oficiales, hasta el 24 de enero, se han ejecutado un total de 40.158 operaciones contra el crimen organizado.

Realmente no está resultando una campaña particularmente dura: apenas 5 narcoterrotistas han resultado abatidos y solamente dos agentes han muerto en el cumplimiento del deber, mientras que las fuerzas armadas no han sufrido ni una sola baja. De los 90 presos que se fugaron antes del inicio de la campaña antiterrorista, 34 ya han sido capturados de nuevo. Así mismo, en los diez primeros días de campaña se han incautado 1.130 armas de fuego, 1.489 armas blancas, 817 cargadores de balas, 15 embarcaciones, 5.227 unidades de explosivos, 59.173 municiones, 1.177 teléfonos móviles, casi 80.000 libros de gasolina, 76.386 dólares, 35,7 toneladas de drogas, 571 vehículos, 493 motocicletas

Y la presión sobre el narcotráfico sigue aumentando según el esquema ya ensayado en El Salvador. No solamente se trata de detener a los delincuentes, sino de humillarlos ante la opinión pública… lo que ha desatado fuertes críticas de los “profesionales de los derechos humanos”.

LA OPINIÓN PÚBLICA PIDE Y APOYA LA “MANO DURA”

Tanto en El Salvador como en Ecuador, la opinión pública vive de espaldas a estas críticas: “¿Les interesan los derechos de los delincuentes? Llévenselos a su país y que delincan allí”, dijo Bukele a una delegación de estos chiringuitos que le visitó. La opinión pública aplaudió sus palabras. En Ecuador, por su parte, la opinión pública vio con agradecimiento como los delincuentes detenidos del grupo de “Los Patos”, debían andar desnudos como patos ante las metralletas de sus captores: detención – exposición – humillación - victoria. Es lo menos que podía esperarse de la declaración de “conflicto armado interno” realizado por el presidente Daniel Noboa. 

Los 22 grupos del “crimen organizado internacional”, considerados a partir de ahora como “organizaciones terroristas” y “actores no estatales beligerantes”, están resultando sistemáticamente desmantelados por esta oleada represiva que ellos mismos habían provocado.

Vale la pena recordar que la espiral de violencia en Ecuador se desató después de que el presidente Noboa anunciada la puesta en marcha del “Plan Fénix” cuyo objetivo era recuperar el control de las cárceles. Entre 2020 y 2023, las rivalidades entre grupos de presos mafiosos causaron más de 450 víctimas en distintas masacres carcelarias. Mientras eso ocurría en las cárceles, en las calles, la tasa de asesinatos se había elevado a 45 por cada 100.000 habitantes en 2023.

Nadie duda que las bandas de narcotraficantes ecuatorianos disponen de más medios que los “maras salvatruchas” salvadoreños y, por tanto, se prevé que la lucha va a ser dura. Pero, también es cierto que el Estado ecuatoriano tiene más medios y unas fuerzas armadas más amplias para golpear a la delincuencia. Si lo que faltaba era “voluntad política”, ahora, cuando ha aparecido, cabe pensar que el número de detenidos será muy superior al de El Salvador. En este último país, en efecto, se han detenido en el curso de la campaña contra las “maras” a 35.000 miembros.

Antes de 2023, El Salvador era el segundo más americano con el porcentaje más alto de población carcelaria (562 personas por cada 100.000 habitantes), solamente superado por los EEUU. Pero en la segunda mitad de 2023 se puso en cabeza con 1,150 personas por cada 100.000 habitantes: el 2% de la población. Es muy posible que en Ecuador estas cifras, como mínimo, se tripliquen. Y veremos lo que ocurre en Argentina…

Obviamente, Bukele cuenta con la oposición de un 10% de la opinión pública: ya hemos dicho que el 2% está compuesta por presos. Si atribuimos a cada preso una familia de 4 personas… eso nos da casi el 10% de opuestos a la iniciativa de Bukele y, seguramente, algún miembro de ARENA y del FMLN que se habían alternado en el poder en los últimos 40 años… en otras palabras: la política de “mano dura” ha surgido de un tácito consenso nacional.

Los chiringuitos de plañideras de los derechos humanos (en especial, Amnistía Internacional) han denunciado la “oleada indiscriminada de represión” y las condiciones de vida en las cárceles salvadoreñas. Profesionales de la defensa de los derechos de los delincuentes, no han tenido ninguna frase de lamento por las víctimas. Y aquí vale la pena abandonar las cifras y dar nuestra opinión personal sobre esta cuestión.

¿”DERECHOS HUMANOS”? ¿DÓNDE ESTÁN LOS “HUMANOS” Y DÓNDE LAS FIERAS SEDIENTAS DE SANGRE?

Como su nombre indica, los “derechos humanos” son los que acompañan a “los humanos”. Se nace humano… pero no necesariamente se permanece como humano. Las bandas de delincuentes, con mucha frecuencia actúan con un salvajismo depredador que les hace más próximo a la animalidad que a la humanidad.

La ideología de los “derechos humanos”, puede aplicarse en situaciones de NORMALIDAD, cuando existe una delincuencia residual generada por inadaptados sociales, malformaciones psicológicas o, simplemente, situaciones de miseria extrema. Pero es ocioso hablar de “derechos humanos” cuando la delincuencia ha superado determinadas líneas rojas de “cantidad” (se está convirtiendo en masiva en la mayor parte de Iberoamérica e, incluso, en Europa Occidental) y de brutalidad. En ese caso, los únicos derechos a considerar son los de las víctimas y de los ciudadanos que confían en que el Estado asuma su responsabilidad. ¿O es que al Estado solo existe para recaudar impuestos y sufragar a una improductiva clase política?

¿Y el delincuente? El delincuente merece, en ese caso, solo algunos derechos superiores a cualquier bestia sedienta de sangre: derecho a un jergón en una cárcel, derecho a un calzoncillo con que cubrir sus vergüenzas y derecho a trabajar para sufragar los gastos que genera su detención. ¿El juicio justo? Por supuesto, pero, ante todo y en primer lugar, salvajes que llevan incluso tatuados en su cuerpo el nombre y el número de los que han asesinado, deben ser apartados de la sociedad de los humanos y colocados en reservas de animales peligrosos.

Como hemos dicho antes, en toda Iberoamérica hemos registrado el mismo clamor: la delincuencia, las mafias, sus brutalidades, han llegado demasiado lejos y lo han hecho por dejadez de la clase política, por las blandenguerías de los chiringuitos de los “derechos humanos” y porque la delincuencia -que no es NUNCA el producto de la pobreza: hay muchos pobres que llevan con dignidad su pobreza y que intentan salir de ella sin caer en la delincuencia y sin realizar rituales sádicos y acciones criminales- es, en esas circunstancias, una “vía” para gozar de un aceptable nivel de vida. Y en toda la América Hispana se oye la misma voz: “imitar a Bukele”.

 

BUKELE, NOBOA, MILEI LO TIENEN CLARO. SÁNCHEZ NO (1 de 2)

BUKELE, NOBOA, MILEI LO TIENEN CLARO. SÁNCHEZ NO (2 de 2)








sábado, 13 de enero de 2024

¿TIENE FUTURO UNA EXTREMA-DERECHA EN ESPAÑA? (3 de 3)

El texto de aquel documento en cuestión era el siguiente:

Declaración política de un grupo de patriotas, dos semanas después del inicio de la resistencia contra Pedro Sánchez y las políticas traidoras y sin principios del PSOE  

LLAMAMIENTO AL PUEBLO ESPAÑOL

Estamos asistiendo a la vendetta de los perdedores: todos los partidos que componen la actual “mayoría” PERDIERON VOTOS Y/O DIPUTADOS en las pasadas elecciones de junio. 

ABSOLUTAMENTE NINGUNO, propuso en su programa electoral un “gobierno de progreso” que uniera a socialistas, nacionalistas, comunistas e independentistas. De haberlo hecho, su derrota hubiera sido todavía mayor.

Nadie razonable duda de que el gobierno Frankenstein 2.0 será inestable e inviable, construido para mantener el cadáver del pedrosanchismo unos meses en el poder. Sánchez olvida que el independentismo “siempre quiere más” y que esta tendencia, implícita en su ADN, no va a cambiar: tras los actuales pactos, nadie puede engañarse: la siguiente exigencia es -y sólo puede ser- la independencia.

 

Y por eso afirmamos que el pueblo español tiene hoy 

   UN GOBIERNO AL QUE NO HA VOTADO

-    UN GOBIERNO QUE NO EXPRESA LA VOLUNTAD POLÍTICA DE LA POBLACIÓN

- UN GOBIERNO PARA CONVENIENCIA DE LA CASTA SOCIALISTA E INDEPENDENTISTA

-  UN GOBIERNO INESTABLE, JUSTO CUANDO ESPAÑA PRECISA MÁS ESTABILIDAD

Y NO HAY NADIE RAZONABLE, NADIE, ABSOLUTAMENTE NADIE QUE NO ESTÉ ENVENENADO POR LAS MENTIRAS DE LA CASTA SOCIALISTA Y TENGA SENTIDO COMÚN QUE PUEDA NEGAR NADA DE LO DICHO ANTERIORMENTE

Lo escandaloso de la amnistía y de los pactos del pedrosanchismo, no deben hacer olvidar que nos encontramos ante UNA TORMENTA PERFECTA en todos los terrenos:  

COMO ESTADO, ESPAÑA corre el riesgo de desaparición, justo cuando el independentismo estaba completamente derrotado (desaparición del terrorismo etarra y fracaso de la payasada protagonizada por Puigdemont), derrota inapelable que el pedrosanchismo ha convertido en victoria

-  ECONÓMICAMENTE, la deuda es insostenible (dos billones, creciendo a diario, 50.000 millones de euros pagaderos en concepto de intereses en 2024), aumentando brutalmente en los períodos de gobierno socialista con un país no está en condiciones de afrontar los retos de la Cuarta Revolución Industrial, con una burocracia artificialmente hinchada por las administraciones autonómicas y una economía basada en sectores de muy bajo valor añadido (turismo y construcción) en un momento de altos tipos de interés y sin que el gobierno ni en la anterior legislatura ni en esta hayan definido un modelo económico.

-  SOCIALMENTE, el paro aumenta, con la clase media asfixiada a impuestos, la pobreza se ha disparado (5.000.000 de pobres y un 26% con riesgo de pobreza); en lugar de políticas de creación de empleo, el PSOE solo es capaz de ofrecer subvenciones para obtener un electorado clientlar, firmar acuerdos con “interlocutores sociales”, sindicatos vacíos de trabajadores y punto de encuentro de barrigas agradecidas y amigos del marisco.

- POLÍTICAMENTE, la actitud del “pedrosanchismo” y de la extrema izquierda, reforzando sus alocadas iniciativas de “ingeniería social” ha dividido al país en dos mitades irreconciliables. Con una clase política desprestigiada y despreciada, considerada como reducto de vividores y vivero de corruptelas, siempre de espaldas a los problemas reales. 

- INTERNACIONALMENTE, el sanchismo ni siquiera tiene interés en lanzar el veto sobre acuerdos que lesionan gravemente a sectores de la producción agrícola española y se limita a seguir los dictados de Von der Leyen o de las políticas aventureras y belicistas del Departamento de Estado de los EEUU o rectificar políticas históricas con Marruecos que no han hecho más que debilitar la posición de nuestro país, de espaldas a los cambios geopolíticos y económicos que se están produciendo.

- ÉTNICAMENTE, minorías recién llegadas de África se han convertido en aspiradoras de recursos públicos, y siguen creciendo, a pesar de que en todos los países de Europa Occidental los intentos de integrarlas han cosechado siempre lamentables fracasos. Y, por supuesto, han recibido la “nacionalidad española” antes de demostrar su integración.

- CULTURALMENTE, las exigencias nacionalistas, las ideologías “woke” y de “género”, la “corrección política”, la “inclusión y diversidad”, la Agenda 2030 y las concesiones a los independentistas, hacen imposible la existencia de una “identidad española”, siendo la “memoria histórica” una excusa para cancelar cualquier forma de patriotismo.

- INTERIORMENTE está carcomida por okupas, asaltada por mafias de delincuentes llegados de todo el globo, incapacitada para ejercer defensa propia, con inseguridad en las calles, con barrios dominados por landas étnicas, aumento de los suicidios, con unas leyes tan garantistas que eternizan los procesos incluso por delitos flagrantes y con delincuentes inexpulsables que han sido detenidos reiteradamente pero nunca han entrado en la cárcel.

- LEGISLATIVAMENTE, sufriendo una inflación de leyes y decretos-leyes aprobados a marchas forzadas y dictados por motivos ideológicos más que cuestionables, además de las emanadas por 17 parlamentos autonómicos, todas las cuales pueden ser interpretada de manera diferente según el día y la hora, empezando por la propia Constitución.

La política pedrosanchista ha desembocado en una TORMENTA PERFECTA que no va a poder afrontar el gobierno de los derrotados, el gobierno de la debilidad y de la renuncia, el gobierno de la No-España, de la amnistía y de la indignidad. 

El pedrosanchismo no tiene otra opción más que una FUGA HACIA DELANTE, lo que implica:

-  UN PASO MÁS HACIA LA DEMOLICIÓN DE ESPAÑA Y A SU CENTRIFUGACIÓN

-  MAYOR GASTO PUBLICO, PARA MANTENER SU CLIENTELA ELECTORAL

-  MAS PERMISIVIDAD EN MATERIA DE OKUPACIÓN Y DELINCUENCIA

- MAYOR PRESION FISCAL SOBRE LA CLASE MEDIA Y LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA

- MAS SUMISIÓN A CENTROS INTERNACIONALES DE DECISIÓN QUE NADIE HA ELEGIDO

Ante todo esto, un grupo de españoles viene diciendo BASTA desde hace dos semanas en las calles y particularmente frente a la cueva socialista de Ferraz. Pero que nadie se engañe: esta gran negación a las políticas aventureras del pedrosanchismo debe ser un punto partida.


SEIS PUNTOS PARA INICIAR UNA RECONSTRUCCIÓN NACIONAL

Los que nos hemos manifestado ante las sedes socialistas concretamos nuestras reivindicaciones en un programa de seis puntos:

1) Dimisión inmediata del gobierno ilegítimo compuesto por el gremio de los derrotados, hijo de la traición y del oportunismo, presidido por Pedro Sánchez.

2) Formación de un gobierno provisional compuesto por técnicos y expertos de indudable patriotismo, experiencia y capacidad para gestionar el país.

3)  Convocatoria de nuevas elecciones en el plazo más breve posible con limpieza y neutralidad garantizada por el gobierno provisional

4) Declaración de nulidad de todos los pactos suscritos por Pedro Sánchez con el independentismo catalán y vasco.

5)  Depuración de responsabilidades por la gestión de Sánchez desde 2018 y revisión de la legislación aprobada y del destino de los fondos de cada ministerio durante ese período.

6)  Reforma constitucional que evite que puedan repetirse fraudes de ley y maniobras tendentes a adulterar la voluntad popular y garantice la unidad del Estado.

LOS FIRMANTES DE ESTE MANIFIESTO DECLARAN QUE

NIEGAN su intención de convertirse en un partido más, ni que su aspiración sea garantizar modus vivendi y carrerismo político a nadie. 

NO PRETENDEN competir electoralmente con ningún partido, sino solamente ejercer como punta de lanza y conciencia nacional de los ciudadanos conscientes de la gravedad del momento, movilizando la calle contra las políticas suicidas de la izquierda y del independentismo.

EXPRESAN su voluntad de oponerse decididamente a la desintegración de España y de su Estado, sin violencia, pero sin vacilación, respetando la legalidad vigente mientras esa misma legalidad sea respetada por el pedrosanchismo y sus esbirros.

DENUNCIAN la increíble violencia que Marlaska está utilizando, noche tras noche, contra los manifestantes ante la sede de Ferraz y el doble rasero que supone el que los patriotas que protestaron en la librería Blanquerna contra el proceso soberanista catalán sigan en prisión (a pesar de ser responsables solamente de algún empujón) y los cientos de procesados en Cataluña por disturbios con incendios diarios, rotura de escaparates, interrupción del tráfico, barricadas, agresiones y generando alarma social en el centro de Barcelona, o los dirigentes independentistas juzgados por malversación de fondos públicos, que han sido indultados.

EXIGEN una investigación sobre de dónde ha partido reiteradamente la orden de ejercer una violencia desproporcionada sobre los manifestantes, del ministerio del interior o de alguna cocktelería de Chueca

LLAMAN A LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS PATRIÓTICAS, A LOS CÍRCULOS CULTURALES, A LOS SECTORES SANOS DE LA NACION, A UNIR SUS FUERZAS EN UN FRENTE COMÚN QUE ESTIMULE, AMPLIE Y ELEVE LA MOVILIZACIÓN NACIONAL Y LA PROTESTA CONTRA EL PEDROSANCHISMO Y SUS POLÍTICAS SUICIDAS.

¡POR EL FRENTE DE LA RESISTENCIA! ¡TODO POR LA PATRIA!

20 de noviembre de 2023

 

En el momento de terminar el documento y remitirlo a los amigos de los distintos grupúsculos (la fecha fue el 18 de noviembre) las protestas estaban en su auge. El lunes siguiente, Marlaska ordenó que se colocaran vallas para contener a los manifestantes en las aceras y, a pesar de que las protestas han proseguido hasta ahora, lo cierto es que empezaron a perder fuerza. El lunes siguiente, cuando algunos de los receptores del documento manifestaron su “solidaridad”, unida al escepticismo de que algo pudiera salir adelante, ya era evidente que el “momento” había pasado. Las noticias sobre las manifestaciones ante la cueva socialista irían desapareciendo progresivamente de las portadas de los diarios, se sumergirían en las páginas interiores o, simplemente, desaparecerían. El documento en cuestión 1) había llegado tarde y la cresta de la ola ya había pasado y 2) los grupúsculos parecían solamente estar interesados en que su pancarta se viera más que las demás, esperando poder beneficiarse más que el resto de sus compañeros. Eso era todo.

La prensa dejó de ver las protestas como otro “movimiento de los indignados” y empezó a verlo como acciones de exaltados que tenían mucho más que ver con la psicología de las frustraciones que con la acción política. Y, en realidad, no se equivocaban.

¿Y ENTONCES…?

Entonces, nada. La extrema-derecha sigue con la misma inercia adquirida desde los años del final de la transición. La situación es exactamente la misma que cuando me retiré de la actividad política hace más de 10 años: sensación de impotencia, de frustración, incomprensión de la situación político-social siempre cambiante en la que se encuentra España y falta de alternativas. Varias generaciones de activistas se han quemado en protestas como la que está teniendo lugar ante Ferraz. Los dirigentes no han extraído las conclusiones pertinentes. No tiene mucho sentido seguir describiendo una situación de inoperancia política que se prolonga demasiado tiempo.

Me limitaré a unas pocas observaciones finales:

1) Si PxC fue más lejos que otras fuerzas políticas, fue porque tenía un dirigente ambicioso. La ambición es importante en la lucha política. Querer destacar, querer ser algo, querer triunfar, tener la voluntad para hacerlo, es necesario. Está claro que, en ocasiones, existe una contradicción entre lo que se desea y las propias capacidades, pero si se carece de ambición, el camino está cerrado desde el principio.

2) Si las iniciativas unitarias fracasan reiteradamente y ya no tienen sentido, la otra opción es que una de entre los grupúsculos de extrema-derecha termine destacando sobre los demás y eclipsando definitivamente al resto. Parece bastante claro que el único sector que tiene posibilidades de destacar sobre el magma de grupúsculos es el identitario. Si no hay iniciativas unitarias, será ahí en donde habrá que mirar y con los que habrá que cooperar.

3) Finalmente, me gustaría insistir en que deberían evitarse ataques contra el PP y contra Vox. Ahora mismo, aquí, hay “dos Españas”: o se está con una o se está con otra; lo de siempre: hay un enemigo principal” y un enemigo secundario”. Cuando se ha elegido, todas las baterías deben apuntar contra el principal y creo que nadie puede dudar que PSOE, extrema-izquierda e indepes son, hoy por hoy, los “principales”. Luego ya ajustaremos cuentas. Todos los intentos “terceristas”, muy lustrosos en teoría, chocan en la práctica con la realidad de un país, partido en dos. Combatir en dos frente al mismo tiempo es garantía de salir derrotado en un tiempo récord.

4) La relación entre el bloque de la derecha y el movimiento identitario debe ser, mientras persistan las actuales condiciones políticas, la relación entre partido y vanguardia, partido parlamentario y vanguardia de lucha en la calle. Deben resaltarse los límites de la acción institucional y las posiciones timoratas del bloque de la derecha y, por tanto, la necesidad de una vanguardia organizada de lucha que abre el camino, gana simpatías entre los sectores de la derecha y les indica el camino a seguir.

En otras palabras, la extrema-derecha sigue siendo necesario como elemento de decantación y radicalización del bloque de la derecha. Debe de ir allí donde este bloque es incapaz de llegar. Debe adelantar sus líneas y debe de operar, en definitiva, una fractura vertical en la sociedad española, tal que el pueblo se vea obligado a elegir entre conservadurismo y progresismo, entre tradición y antitradición, entre patriotismo y barbarie, entre Identidad y abolición de cualquier identidad, en definitiva. 


¿TIENE FUTURO UNA EXTREMA-DERECHA EN ESPAÑA? (1 de 3)

Populismo y “extrema-derecha” - La ausencia de un “programa común de las derechas” - Los problemas históricos de la extrema-derecha en España

¿TIENE FUTURO UNA EXTREMA-DERECHA EN ESPAÑA? (2 de 3)

La situación al comienzo de la segunda legislatura de Pedro Sánchez - Otra ocasión perdida

¿TIENE FUTURO UNA EXTREMA-DERECHA EN ESPAÑA? (3 de 3)

Documento al Pueblo Español - ¿Y entonces?

 








 

¿TIENE FUTURO UNA EXTREMA-DERECHA EN ESPAÑA? (2 de 3)

LA SITUACIÓN EN EL COMIENZO DE LA SEGUNDA LEGISLATURA DE PEDRO SANCHEZ

A parte de la breve aventura de Plataforma per Catalunya que tuvo cierto impacto localizado en aquella región, pero que supuso un fracaso absoluto y reiterado en su intento de transferirse a otras zonas del Estado, tan solo España 2000 logró algunos concejales en la Comunidad Valenciana que nunca estuvieron en condiciones de asentar un sólido movimiento político. En cualquier caso, estos pequeños éxitos, se debían al aumento de la inmigración masiva que se había producido a partir de 1997 cuando José María Aznar entreabrió las puertas a la inmigración.

En el momento en que estallan las bombas del 11-M en España existían, entre legales e ilegales, en torno a tres millones de inmigrantes. Solo dos años después, con la “regularización masiva” de 2004 y la política de “puertas abiertas” de Rodríguez Zapatero, el número había crecido a 6.000.000 y ya estaban imprimiendo graves desajustes en la sociedad española. Durante la crisis económica de 2008-2011, a pesar de ser público y notorio que existían 6.000.000 de parados en todo el Estado, siguieron llegando inmigrantes y lo que era aún más preocupantes: eran ellos los que aportaban las cifras de crecimiento demográfico. A pesar de que, tanto los gobiernos del PP como del PSOE se han preocupado de arrojar un tupido velo sobre el número de nacidos fuera de España o de hijos de nacidos fuera de España que están presentes en los distintos campos de la sociedad española, es seguro que no son menos del 25% del total de la población y, según algunas estimaciones, están próximos al 30%. Y si bien es cierto que, al menos, hasta la crisis económica de 2008-2011, la mayoría de inmigrantes venían a España a trabajar, también era -y sigue siendo cierto- que la mayoría de delincuentes proceden del extranjero. La sospecha -muy razonable, por otra parte- es que, después de que los medios de comunicación de todo el mundo publicaran que España era uno de los países más afectados por la crisis económica, esto no disminuyó el número de llegadas, sino que las aumentó: el “efecto llamada” y la idea de que en España, el inmigrante ilegal empezaba a recibir ayudas, dinero, subsidios, becas, alimentos, roma y subvenciones prácticamente sin límite -para las mentalidades africanas- se convirtió en la gran motivación para llegar a España y, por extensión, a Europa Occidental.

A partir de ese momento, la extrema-derecha tenía un caballo de batalla que había dado buenos resultados en Europa y que, incluso, en España, parecía prometedor. Pero, para eso era preciso, como ya hemos visto, que existiera:

1) liderazgo,

2) un movimiento capaz de definir objetivos y estrategia,

3) que fuera capaz de dotarse de recursos (que derivaban de que consiguiera, especialmente, credibilidad y éxitos) y

4) que existiera una “masa crítica” de cuadros y militantes capaz de impulsar el trabajo político (a lo que solamente podía llegarse mediante alianzas, fusiones o integraciones de los grupúsculos, en una estructura unitaria mayor).

Ninguna de estas circunstancias se dio. Y fue así como, a pesar de que cada semana que pasaba, la situación del país, se convertía en un caldo de cultivo cada vez más favorable para la irrupción de un movimiento de extrema-derecha centrado en el anti-inmigracionismo y en la reconstrucción nacional, en la defensa de la sociedad y en la lucha por la identidad española, la extrema-derecha seguía recluida en sus locales, estableciendo fronteras entre grupúsculos y sin posibilidad de ejercer una función política real. Sin embargo, ese movimiento no irrumpía y, finalmente, lo hizo VOX en el área “populista”.

Fue así como se llegó a la segunda legislatura de Pedro Sánchez y a la conmoción que supuso el conocer que se disponía a gobernar gracias al apoyo de casi una decena de formaciones políticas inconexas y contradictorias que han sido definidas como “la No-España”. La ira que generó, no solo el que un partido que había perdido 30 diputados y las elecciones como la totalidad de sus aliados (desde Podemos hasta Junts y desde el PNV hasta ERC) fueran quienes gobernasen acentuando las tendencias más deletéreas del anterior gobierno Frankenstein 1.0., cristalizó en diarias manifestaciones frente a la sede socialista de Ferraz. Por un momento, dio la sensación de que se estaba produciendo un “movimiento de los indignados” de sentido contrario al que tuvo lugar en los momentos más duros de la crisis de 2008-2011.  

Personalmente, recuerdo de esos días que era diario el que varios periodistas, amigos o no, nacionales y extranjeros, incluso licenciados en derecho que estaban elaborando alguna tesis sobre la extrema-derecha me preguntasen si este movimiento de protesta iba a desembocar en “algo”. Al acabar la primera semana de protestas, parecía que el movimiento estaba creciendo y redacté unas líneas que envié a algunos amigos para sondear la posibilidad de trabajar para que “algo” cristalizara, en la medida en que, cada día, el movimiento se extendía y estaba en el punto de mira de todas las cadenas de información.

En mi opinión era necesario que los distintos jefes de los grupúsculos que allí coincidían se reunieran y acordaran la formación de un movimiento unitario de regeneración nacional. Por una vez se había roto el cerco informativo: la prensa mundial estaba pendiente de lo que parecía la desembocadura lógica de un movimiento de protesta, especialmente, cuando el PP, incluso, se veía arrastrado y decidía convocar tres manifestaciones masivas. Además, ante la cueva de Ferraz se habían concentrado grupos y sectores muy diversos de la sociedad en torno a una opinión unánime: los pactos de Pedro Sánchez, la política de “poder ante todo” del PSOE, la ausencia de sentido de Estado, de principios del PSOE y la rapacidad de sus nuevos socios -Puigdemont se jactaba desde el primer momento de ironizar: “Haremos que Sánchez mee sangre”, había dicho-, justo en un momento en el que la economía europea tendía a la ralentización, previa a la paralización y a la regresión, cuando miles de africanos sin formación profesional, movidos por el aliciente de los subsidios acababan de llegar a Canarias y eran, clandestinamente, distribuidos a los hoteles de 4 estrellas de la península y parte del propio electorado socialista mostraba su repulsión a la política de alianzas del pedrosanchismo, mientras que la derecha estaba descolocada y sin reaccionar a su victoria pírrica electoral

Era el momento óptimo para que los dirigentes de los grupúsculos de extrema-derecha salieran de sus pequeñas capillas y, por primera vez en cuarenta años, entendieran que “la hora había llegado”, que los pactos de la transición ya no estaban en vigor para ninguna de las partes, que la revuelta contra el sistema era por primera vez en décadas era posible y que, junto a un bloque de la derecha, podía constituirse una vanguardia organizada, una punta de lanza contra el pedrosanchismo, especializada en las acciones de protesta en las calles, en los barrios y en las escuelas.

Hubiera sido fácil aquella primera semana de protestas ante la cueva socialista. En principio, bastaba con que existiera “voluntad”. Luego, claro está, era preciso que esa voluntad de construcción de un “movimiento político” estuviera acompañada de lucidez de liderazgo, de imaginación y de visión de futuro. Y todo esto fue lo que faltó. A fin de cuentas, las manifestaciones de Ferraz solo indujeron a estos grupos a ver quién era capaz de llamar más la atención y de llevar la pancarta más grande.

OTRA OPORTUNIDAD PERDIDA

Tras la primera semana de protestas ante Ferraz y a la vista de los espacios que dedicaban los medios de comunicación, me planteé la posibilidad de enviar a las direcciones de los grupúsculos una circular en forma de manifiesto político, con unas notas previas indicando que eran dueños de utilizar el documento como quisieran (llevo más de 10 años alejado de cualquier actividad política y no tengo ni la más mínima intención de lanzarme de nuevo al ruedo: si puedo ayudar, ayudo; eso es todo).

¿Por qué un documento político? Es simple de explicar: un documento político refleja un análisis y unas intenciones. Es bastante más que una pancarta. Una pancarta, la ocupación de una calle, unas banderas al viento, siguen siendo mero tacticismo, o si se prefiere, instrumentos de “agitación”. Un documento político, en cambio, es un instrumento de “propaganda” que es necesario situar en el arranque de cualquier iniciativa política.

El gran problema de la extrema-derecha española es que ha dejado de producir documentos políticos y los pocos que podrían considerarse así, contienen visiones muy desenfocadas, extremadamente limitadas e, incluso, “retro” (en esos mismos días, un querido amigo, me envió un documento político de 50 puntos esquemáticos firmado por un grupúsculo en el que la idea central era la “liberación nacional”, idea que en los años 60 y 70 hubiera podido ser pertinente, pero no ahora, cuando el problema de la “liberación nacional” es uno más de los que España tiene acumulados; podría darse que España fuera “libre” y soberana y, sin embargo, que su sociedad siguiera siendo tan decadente como lo es hoy…). Y cualquier periodista y/o comunicador, cuando está ante una nueva realidad política pide un “documento” en el que se le explique el análisis que ese movimiento hace del momento político y qué propuestas realiza. Si ese documento político falta, es seguro que el alcance de ese movimiento será limitado y una vez desaparezca de la primera fila de los informativos, nada quedará de él, salvo el recuerdo de lo que pudo ser y no fue.


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