viernes, 3 de junio de 2016

ARENYS DE MUNT TIENE UN PROBLEMA Y NO ES LA INDEPENDENCIA


El ayuntamiento de Arenys de Munt fue, históricamente, el primero que convocó un referéndum ciudadano por la independencia. El ejemplo cundió y en los meses siguientes se habían convocado otros tantos referéndums en buena parte de los municipios catalanes en 2009 y 2010. ¿El resultado? Una media del 19% de los votos (casi todos los emitidos) a favor de la independencia. Pero Arenys de Munt tenía otro problema mucho más grave: una comunidad islámica excepcionalmente fuerte que cada día hacía rancho aparte y que, por sí misma, desdice la inexistencia de lo que Carod Rovira solía llamar “el islam catalán”…

En efecto, el jueves pasado se supo que el Ayuntamiento de Arenys de Munt ha presionado a los bancos que tienen locales vacíos en polígonos de la localidad para que los cedan para la construcción de la mezquita. Después de una sentencia judicial contrario al actual emplazamiento de la mezquita de Arenys, ésta ha seguido abierta hasta que, finalmente, los ciudadanos que presentaron la denuncia, han pedido la ejecución de la sentencia.


En marzo de 2010, la instalación de un oratorio musulmán en los bajos de un bloque de pisos del parrio Pi Gros de Arenys de Munt, enervó a los vecinos que vieron como el ayuntamiento desestimó ¡todas sus alegaciones! La respuesta ciudadana fue colocar pancartas en todos los balcones del barrio. El alcalde (Carles Móra, independentista) también minimizó el conflicto. El barrio había estado indignado desde que seis meses antes y musulmán comentó a un vecino la próxima apertura de la mezquita. Exigían el traslado del centro musulmán a un polígono industrial. Los musulmanes se negaban a pagar un alquiler de más de 500 euros. Cuando se insonorizó el local, los vecinos alegaron con mucha lógica que, el problema eran –y habían sido siempre- los ruidos provocados en la calle. Los vecinos lamentaban que el barrio "dejará de ser una zona tranquila" con el trasiego de vehículos y la proliferación de fieles en la mezquita "durante los rezos en varias horas del día". Los más beligerantes insisten en que "a nadie se le ocurriría construir una iglesia en un bloque de pisos" y se preguntan por la "poca regulación de estos centros" y amenazan con manifestaciones de protesta.

El 19 de octubre de 2011, los musulmanes de Arenys de Munt propusieron instalar su mezquita en un convento abandonado. Las protestas populares fueron muchas más que los apoyos. Alguno se preguntaba: “¿Y por qué no en la Sagrada Familia?”.

El 3 de febrero de 2016, un juez ordenó el cierre de la mezquita de Arenys de Munt. Un vecino había argumentado que la aglomeración que llegaba todos los viernes y sábados desbordaba las posibilidades de aparcamiento de la zona. El juez le dio la razón y revocó la licencia de obras. El ayuntamiento se limitó a acatar la sentencia sin disimular su desagrado. La alcaldía estaba en manos de un alcalde, Joan Rabasseda, de ERC interesado sólo por la independencia y porque ninguna otra cuestión se antepusiera. Rabasseda se preguntó: “¿Eso quiere decir que se habrían de cerrar las mezquitas porque no hay suficientes aparcamientos para ir?”. Se quejaba de que el aislamiento acústico de la mezquita era el correcto y para el ayuntamiento no había motivo para la prohibición. Sin embargo, los vecinos se habían movilizado desde hacía meses, recogiendo firmas para impedir la apertura de la mezquita. Pero Rabasseda, erre que erre, solamente atendía la voz de quienes querían el quimérico referéndum por la independencia, no a la mayoría de vecinos que no querían una mezquita en su ciudad. La celebración del Ramadán del año 2010 había sido particularmente molesto para los vecinos. Insoportable. Y eran la culminación de cinco años de quejas y denuncias. Sin embargo, el alcalde minimizaba las protestas: “La relación con la comunidad musulmana es excelente y fluida”

Cataluña es la comunidad autónoma con más mezquitas en España, según datos del “Observatorio del Pluralismo Religioso en España”: en julio de 2012 existían sólo en Cataluña, 242 mezquitas, frente a Andalucía con 180 y Madrid con 106. En total, en España había 1.200. Cuatro años después ya son 1.500. En la provincia de Barcelona hay 175, en Gerona 50, en Lérida 32 y en Tarragona deben ser, en torno, a 40. Sólo en la ciudad de Barcelona hay más de 30 puntos de oración musulmanes. En Santa Coloma de Gramanet y en Terrassa, más de 10. Siguen Badalona y Martorell con 12.


No sólo la pequeña localidad de Arenys de Munt tiene un problema, sino que toda Cataluña lo tiene: y no es, desde luego, la independencia.