sábado, 11 de junio de 2016

“NORMALIDAD MULTICULTURAL” EN MOLENBEEK: TODO SIGUE COMO SIEMPRE


Molenbeek, uno de los diecinueve barrios de Bruselas y de verdadero nombre Molenbeek-Saint-Jean para los valores o Sint-Jans-Molenbeek para los flamencos, cuenta con 80.000 habitantes mayoritariamente magrebíes. El 40% de los habitantes son musulmanes y la comunidad mayoritaria es marroquí (de Tánger, Tetuán y el Rif), junto a turcos y a congoleños islamizados. Los caminos del reciente yihadismo europeo, antes o después, terminan confluyendo en Molenbeek, pero, aún así, los medios se obstinan en presentar el barrio como “modelo de convivencia”.

Esta utopía idílico-mediática promovida por los lobbys de la inmigración, es constantemente desmentida por la realidad. El 10 de junio un coche de policía, un Volkswager Tiguan, fue incendiado en plena calle, mientras los policías acudían a una llamada de socorro. Lo sorprendente no es el hecho en sí –cotidiano y habitual en zonas con fuerte presencia magrebí- sino el hecho de que las escenas que fueron filmadas por los presentes y colocadas en youtube demostraran el jolgorio de la población magrebí, como si se tratara de una fiesta. Esa es la “normalidad de Molenbeek”.


Desde los años 90, en los barrios con fuerte presencia magrebí se está asistiendo a un espectáculo cotidiano: el incendio de vehículos. Diariamente en Francia, cada noche, en estos barrios arden en torno a un centenar de vehículos aparcados. En los momentos de la “intifada” de noviembre de 2005, el total de vehículos incendiados en apenas una semana supero los 5.000. En España, en zonas de Levante y Cataluña, esta práctica empieza a estar presente de manera cotidiana. En Molenbeek ha alcanzado el nivel de fiesta como puede verse en las imágenes. La utopía multicultural disuelta por los fuegos de la realidad.

Visualizar vídeos sobre el último inciente de Molenbeeck: