jueves, 30 de junio de 2016

BELEN ESTEBAN DA UN GIRO A SU VIDA Y REEMPRENDE SUS ESTUDIOS


La prensa del corazón esta semana tiene un nuevo tema de interés. Ya no tiene que ver con la polémica entre Toño Sanchís y Belén Esteban sobre quién se ha quedado con más dinero y quién ha robado a quién o quién es más villano. ¡Por fin una noticia constructiva en la prensa del corazón! Pásmense: Belén Esteban ha reemprendido sus estudios interrumpidos desde los 18 años. La “princesa del pueblo” ha decidido estudiar de nuevo a sus 42 años. Lo secundario, desde luego, es que se haya apuntado a una autoescuela. El mensaje que se transmite es que hay que estar formad para afrontar la vida.

¿Dónde estudia? El trabajo periodístico de investigación ha sido metódico y proceloso. Finalmente, los sabuesos de la prensa han logrado saber que lo hace en Cuenca, en la llamada “autoescuela de los famosos”, la Autoescuela San Cristóbal, en la que han aprendido a conducir, entre otros, Kiko Rivera, Blanca Suárez y otros famosillos de medio pelo que nada dirán a los que desconocen los entresijos de la telebasura.


De momento, según el director de la escuela, es una “alumna ejemplar”, “está muy ilusionada y estudio mucho”. Ella, sin embargo, resaltando el esfuerzo y lo difícil que es coordinar el freno, el embrague, el cambio y el votante todo ello al mismo tiempo, ha declarado estar “decidida” a llevar a buen término su “proyecto personal”. Hay que reconocer que su horario de clases es agotador para alguien que no estudia desde los 18 años: de 8 a 15 y de 16 a 21 horas.

Como siempre, las malas lenguas y los reticentes al éxito mediático de Belén Esteban, han resaltado que en otra ocasión ya intentó presentarse al examen de conducir, siendo suspendido. Algo que el director de la autoescuela ha negado relativamente: al parecer se matriculó, pero no se presentó.


¿Por qué comentamos esta banalidad intrascendente? No desde luego para promover la contemplación extática de la telebasura, sino para constatar la parte positiva: la necesidad de estudio y formación. Obviamente, la carrera de Belén Esteban en los últimos quince años no pasa por las aulas y es el desprecio más absoluto a todo lo que representa “meritocracia”, el insulto a los jóvenes que han empleado años de su vida en formarse y estudiar para ser becarios antes de optar a reponedores del Mercadona o teleoperadores, emprender el camino del exilio económico o ganar, en el mejor de los casos, sueldos modestos en relación a su nivel de formación. De la misma forma que el ajedrez no es un deporte –sino un juego- sacar el carné de conducir, no es estudiar, sino aprender una habilidad social más. El mensaje que transmite la noticia es positivo (la necesidad de estudiar a cualquier edad), todo lo demás está en la misma onda que Belén Esteban y la telebasura.