jueves, 16 de junio de 2016

El Comú Podem: ¿IGUALDAD DE GÉNERO O FEMINIZACIÓN DE LA SOCIEDAD?


Quien esto escribe, acaba de recibir la publicidad electoral de En Comú Podem que agrupa a Barcelona en Comú, Equo, ICV, EU, Podemos… cada uno de los cuales, es a la vez, una pequeña coalición de fuerzas que, en la práctica son de izquierdas, en diversos tonos, desde el verdoso, hasta el rojo fuego, pasando por el rosado. El sobre e propaganda electoral es el primero que recibo. Dentro hay poca cosa: unos sobres electorales y unas papeletas de voto. La candidatura no me dice nada. Absolutamente nada. Ningún nombre me resulta conocido. Intento leer el programa o algo que me indique de qué van estos de El Comú Pomen. Doy por sentado que se trata de la traducción catalana de Podemos más una serie de incrustaciones, más o menos, oportunistas. Equo es poco, EUE son los antiguos estalinistas del PSUC, los que en su tiempo se llamaron “afganos”, mientras ICV son los antiguos eurocomunistas que, en pérdida de votos, incorporaron a los “ecologistas” que parecían –tiempos aquellos- que arrasaban en Europa. De eso hace mucho.


Hoy ese conglomerado no es más que el rostro de la Colau, la idea de que son “Podemos a la catalana” y poco más. Y digo poco porque de todo el sobre solamente hay un panfleto del que menos de un tercio contiene el “programa”. No más de 28 líneas (por una parte en castellano y por otra en catalán). Resaltan una serie de frases, casi asépticas. Dicen, por ejemplo: “Gente como tú” (gracias a Odín no se trata de extraterrestres). Luego, como segundo punto, añaden: “La política al servicio de la gente” (como debería ser), más tarde “Que la ciudadanía decida” (¿a pesar de que la educación venga fallando desde hace décadas y “la gente” carece de espíritu crítico y, muy frecuentemente, es incapaz de discernir?). El punto siguiente propone: “Expulsar la corrupción y la precariedad”… (algo que todos proponen, imposible decirle al electorado lo contrario). Y el último punto es el más curioso: “Ganemos a la abstención”. A mí no me ganarán. Parece que el enemigo de estos es la abstención. Eso es todo. Nada más. Obviamente, con estos elementos, nadie con dos dedos de frente, confiaría en quienes no son capaces de proponer ninguna medida concreta, ni siquiera algo más que unas frases tópicas.

Pero esto no es lo que me llama la atención. Lo sorprendente es el redactado de estas pobres y tristes frases: no se utiliza, como es preceptivo en lengua castellana y como recomienda la Real Academia de la Lengua, se utiliza el masculino genérico para evitar las memeces reiterativas de “Los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niñas”, puesto de moda durante el zapaterismo y, al parecer, ya superado por En Comú Podem.

En efecto, este partido ha decidido “hacer visible a la mujer” (como si la mujer hoy no fue visible, incluso debajo de los burkas se intuye que hay una mujer). Y lo ha hecho cambiando el masculino genérico por… el femenino genérico. Dicen por ejemplo en el tercio del folletito en cuestión, parte castellana: “queríamos dejar de ser simples espectadoras”, “Sólo nosotras podemos ganar al PP”, “Estamos preparadas para liderar un gobierno de cambio”, “Ellos confían en que la abstención lo evite. Nosotras estamos convencidas de que entre todos y todas, en común, si nos movilizaos ¡ganaremos el cambio!”

Para esta izquierda-mosaico, lo que cuenta es la “nueva ideología de género”: feminizar a la sociedad empezando por el lenguaje. Lo sorprendente no es que en dicha hoja de En Comú Podem, apenas haya ideas que merezcan ser contrastadas ni tenidas en cuenta, lo que sorprende es que, además de ese vacío absoluto, existe una deliberada voluntad de crear, no ya un lenguaje neutro, resaltando aquello que ni siquiera importa a la inmensa mayoría de las mujeres y que hace sonreír –en ocasiones de tristeza por el destrozo generado en la educación que confirman síntomas como éste- sino de destruir el lenguaje (catalán y castellano, por cierto) como rastro de identidad. Es significativo que en la última frase que hemos citado, se califique al enemigo como “Ellos” (olvidando que las mujeres en el PP están bien situadas, pero cuyo género se niega), al tiempo que se retuerce hasta el límite del buen gusto la frase siguiente con un “Nosotros estamos convencidas de que entre todos y todas”

No es que sean tontorrones al adoptar esa “ideología de género femenino”, es que el sistema educativo ha generado a tontorrones como estos capaces de asumir cualquier estupidez y fatuidad con tal de que parezca progre…