Es fácil explicarla. Desde
diciembre, del PP se sabía solamente que le caían casos de corrupción uno tras
otro. Así pues, el voto de los ciudadanos ha dado la victoria a uno de los dos
partidos más implicados en casos de corrupción. ¿Qué ha ocurrido? ¿A qué se ha
debido a que el PP mejore sus resultados? ¿Quiénes han sido los artífices de la
victoria del PP?
Es muy fácil responder a todo
ello: la derecha no ha aportado ni una sola idea nueva, ninguna novedad a sus
programas. Tan solo el miedo. Y eso es poco para ganar unas elecciones. Es
cierto que las encuestas del CIS han exagerado el miedo de la opinión pública
ante una descomunal subida de Podemos y un sorpasso de los moderados de
izquierda por los extremistas de Podemos. Pero, ni con eso. Hay otro elemento
fundamental a tener en cuenta.
El PP ha ganado, no por méritos
propios, sino por las peleas de los otros tres candidatos que han querido estar
presentes continuamente en los medios, echando la culpa a todos los demás y
presentándose todos como “alternativas” al partido que había ganado las
elecciones del 20D. En España no se suele entender que el que gane las
elecciones no gobierne. En estos últimos seis meses han querido gobernar todos
los que perdieron el 20D. El guirigay organizado por el PSOE, por Podemos, por
Cs, ha sido tal para desgastarlos y destrozar sus expectativas electorales. Esto
ha tenido un efecto mirífico para el PP: ha creado tal hojarasca que ha
impedido que el electorado recordara los casos de corrupción en los que se
había visto implicado.
No han sido los aciertos de Rajoy
los que han dado la victoria al PP, sino que han sido los errores,
especialmente en comunicación, de sus adversarios, los que han tendido a
ocultar los aspectos más desagradables de este partido, se han mostrado como
una turbamulta de gallitos que se peleaban por salir en los medios y demostrar
que tenían que ofrecer sólo palabras, palabras y palabras… y el electorado en
esta segunda repesca de votos estaba saturado e palabras.
Hay dos vencedores: uno que no
gobernará pero si censurará: la abstención. El otro que si ganará: el PP… el
partido de los corruptos. Y apostamos a que si se entiende con alguien será con
el otro partido de los corruptos: el PSOE. Eso o nuevas elecciones y, a la
tercera, espero que la abstención supere al 50%.