Uno de cada diez alemanes quiere
un “führer”. Tal es el titular que aparece hoy en muchos digitales y en prensa
convencional. ¿Se trata de una realidad o de uno de esos clickbaits habituales
(titulares llamativos que inducen al internauta a consultarlo y que luego
resulta que no tienen nada que ver con lo que se afirma)? En realidad, la encuesta
existe y el resultado es, más o menos, el que se promete… pero con salvedades.
En primer lugar lo que los
encuestados han dicho es que Alemania necesita un “líder para que goberné con
firmeza a favor del bien común”. Y “líder” es la traducción de “führer”. El 12%
de los 2.500 encuestados ha realizado tal afirmación, lo que sugiere que ese
mismo porcentaje estaría a favor de un “gobierno autoritario” que restaurara el
orden en la sociedad. Más o menos, ese es el porcentaje en aumento que va
recopilando Alternativa por Alemania (AfD) en las encuestas de opinión. Los
promotores de la encuesta, la Universidad de Leipzig, han resaltado que ese mismo
12% considera que su nación supera a otras y el 11% que “los judíos tienen
demasiada influencia”.
Pero si estos son los datos de la
encuesta que han resaltado los medios de comunicación españoles, hay otros
sobre los que han evitado centrar su atención y que son mucho más significativos:
indican el rechazo a las actuales políticas de inmigración. Uno de cada cuatro
alemanes menores de 30 años aceptan declararse “xenófobos”. La proporción alcanza
el 50% (contra el 36,6% hace dos años) cuando los encuestados son preguntados
sobre si debería prohibirse la difusión del islam en Alemania. El 33,8% estima
que su país está siendo “invadido por extranjeros de forma peligrosa”. Lo que
indica que el millón de refugiados, conducidos a Alemania por Angela Merkel no
le va a salir gratis electoralmente.
En su mayoría, el 59’5% opinan
que los “refugiados” no son tales y que en su país no son veraderamente
perseguidos, sino que han llegado a Alemania para aprovecharse de las
prestaciones y los beneficios sociales.
En los länders del Este el 25,5%
desean que gobierne un partido que encarne
a la Comunidad del Pueblo, un concepto extraído de la ideología del
movimiento nacional-socialista y que encarna la unidad de la nación frente a la
división de los partidos.
El estudio ha sido dirigido por
el Director del Centro de Investigación de Transformación Social, Oliver Decker
y sus resultados responden al cambio de opinión que se está produciendo en la
opinión pública alemana a raíz de la llegada de un millón de inmigrantes al
país el pasado 2015. El primer resultado ha sido el ascenso de Alternativa por
Alemania que alcanza el 12% de intención de voto, llegando en algunos länders hasta
el 24% (en Saxo-Anhalt). El ascenso de este partido es importante porque rompe
con el bipartidismo imperfecto de la constitución alemana impuesta por los
aliados occidentales a la República Federal Alemana desde 1945.