lunes, 29 de septiembre de 2025

LA DERECHA HUELE PODER. LA HORA DE LOS OPORTUNISTAS (2) - El "reajuste" de Feijó en en materia migratoria en apenas dos meses.


Vista a la derecha (II): 
el reajuste del programa de Feijóo.

El drama para el PP es que crece a velocidad de tortuga artrítica, pero Vox crece a mayor velocidad, incluso en zonas como Cataluña, está royendo votos al PSC en el cinturón industrial y en la cuenca del Llobregat de castellanoparlantes alarmados por el aumento de la criminalidad y de la inmigración masiva en ciudades, hasta ahora, de trabajadores. De hecho, algunas encuestas ya dan a Vox como por delante del PP en las encuestas de intención de voto en esa región: ver artículo de e-noticias.

No son buenas noticias para Feijóo que ha tardado en darse cuenta de que Vox es un partido consolidado y con un programa muy claro, especialmente, en materia migratoria. Mientras el PP quiere dar la batalla al sanchismo en el tema de la corrupción, Vox -y cualquier observador político- tiene muy claro que el debate en las próximas elecciones, sea cual sea cuando se convoquen va a ser sobre la inmigración y los problemas que genera. Vox estará preparado para asumir el debate. El PP no lo está.

De ahí que Feijóo y sus asesores se hayan planteado cómo detener el ascenso de Vox. Respuesta propia de la derecha liberal: “les robamos el tema estrella y así les restamos votos”… Y es, a partir de ese momento, no antes, cuando Feijóo empieza a proponer medidas “sobre la inmigración”. Y nos dice: “se repatriará a los inmigrantes que hayan cometido delitos sexuales”… ¿Y con eso cree que va a “robar el tema estrella de Vox? Hubiéramos esperado algo más contundente.

Por ejemplo: ¿No se expulsará a los ilegales multirreincidentes? ¿Acaso no se expulsará a los inmigrantes ilegales que hayan protagonizado robos con violencia? ¿No se devolverán los MENAS a sus padres en Marruecos? ¿La marina no controlará los mares para evitar vulneraciones a nuestras fronteras? ¿No será causa de pérdida de la nacionalidad española a antiguos inmigrantes que la hayan adquirido? ¿No se expulsará los miembros de las bandas latinas? ¿Es que no se tomarán medidas para impedir la predicación extremista del Corán? ¿Se seguirá mirando a otro lado y falseando las estadísticas de criminalidad? ¿No ingresarán en prisión delincuentes extranjeros a la espera de juicio que no tengan domicilio? Por citar unas pocas medidas que nos parecen NECESARIAS e INEXCUSABLES…

Así que, “Señor Feijóo” ¿de verdad cree que su “medida estrella” de repatriar solo a agresores sexuales podrá atraer el algún voto?

Menos de una semana después de emitir esta declaración y, visto los comentarios que suscitó, el PP emitió un documento de 15 páginas de “mayor dureza”, con la misma intención: incorporar el tema de la inmigración como “gancho” para votantes despistados. Véase la “madurez” del documento: sobre los MENAS, se apunta “siempre que existan datos que lo permitan, debe promoverse el retorno y la reunificación familiar en los países de origen”… Lamentablemente, esos datos nunca existen, porque los MENAS, como el resto de ilegales, se han preocupado por destruir cualquier documento que confirme su identidad. ¿No sería más lógico entregar los MENAS, por ejemplo, a la delegación en España de UNICEF, la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia, cuando existen dudas sobre la nacionalidad de los MENAS o en la puerta del consulado marroquí más próximo, para que sean ellos los que se hagan cargo de la repatriación? ¿O es que UNICEF-España solo tiene como misión promocionar loas “testamentos solidarios” en televisión? Esto y la importación de inmigrantes que “conozcan mejor nuestra cultura” o “de los que tengan mejor capacidad de integración” son las grandes medidas del “nuevo programa” pepero. ¿Y por qué no ser más directos, en lugar de tanto subterfugio? ¿Por qué no decir claramente que no queremos inmigración islamista, que no queremos predicación de una creencia como el Islam que defiende la Yihad y busca imponer la sharia? ¿Por qué no ser claros y decir que no queremos quintacolumnistas del único enemigo geopolítico real que tiene España, Marruecos? ¿Por que evitar dar cifras de delincuentes y delitos sexuales acompañado de nacionalidad de origen?

En la mañana del lunes 29 de septiembre de 2025, a las 9:00, la llamada “Declaración de Murcia” ha llegado a algunos medios de prensa ¡pero todavía no ha sido colgada en la web “pepera”. Es decir, de momento, es solo un documento presentado en una región muy sensible al tema de la inmigración. Hace sólo dos meses y medio, en el “Discurso de Alberto Núñez Feijóo” pronunciado el 6 de julio de 2025 en la clausura del XXI Congreso Nacional del PP, la palabra “inmigración” ni siquiera fue pronunciada y en la “ponencia política” aprobada en dicho aquelarre, tampoco están presentes las palabras “migración”, “migrante” o “extranjero”. De lo que podemos deducir que, en el pasado mes de julio el PP no tenía nada que decir sobre la materia. Dos meses después, tras comprobar que Vox crece, y que en las próximas elecciones el debate va a girar en torno al binomio “inmigración-corrupción”, ha realizado una tímida rectificación. ¡Menudo XXI Congreso el del PP! ¡Menudo “ojo clínico” el de los congresistas! ¡Menudo pedazo de “ponencia política”!

¿Vamos a olvidar que el muy “pepero” José María Aznar, todavía no ha reconocido su error de abrir las puertas a la inmigración masiva en 1996-7? ¿Vamos a olvidar que fue Aznar, al frente de un gobierno del PP el que generó el gran problema migratorio actual y que los jefes de gobierno que vinieron detrás no hicieron absolutamente nada por detener el flujo de inmigrantes?

La “era Feijóo” está empezando mal, muy mal. Demasiado mal. Es la era de la ambigüedad, de la profunda duda sobre si el nuevo ciclo político no será una reedición de antiguos gobiernos peperos: políticas continuistas, vergonzantes, permisividad con la propia corrupción, judicialización de los problemas, cualquier cosa, menos las MEDIDAS ENÉRGICAS, LOS GOLPES DE TIMÓN DECIDIDOS, Y LOS REMEDIOS QUE APUNTEN A LAS RAÍCES DE LOS PROBLEMAS.

Gráficamente, podemos decir, que Podemos-Sumar supone una carrera desenfrenada hacia el abismo, el pedrosanchismo una marcha atlética al despeñadero, el PP una ralentización del paso hacia el mismo objetivo… ¡CUANDO LO QUE HACE FALTA ES DESANDAR LO ANDADO Y TOMAR MEDIDAS RADICALES PARA ALEJARSE DEL ABISMO!

La hora de Vox todavía no ha llegado

He dicho en muchas ocasiones que los partidos precisan un proceso de maduración y decantación. Vox es el partido más joven del arco parlamentario actual: ha variado mucho desde su fundación, cuando era una simple escisión del PP (a lo PADE), hasta ahora (transformado en un partido euroescéptico como existe en cualquier otro país europeo).

Vox ha tenido disidencias interiores, fugas, algunos de sus dirigentes no han sido ejemplos de nada, otros son mediocres y timoratos, algunos más ambiciosos y sin personalidad… como en todos los partidos… Pero, Vox es el único partido nacional cuyo programa se basa en la lucha decidida contra la inmigración masiva; es el partido que ha identificado el gran problema de Europa en este momento: la islamización, la inmigración descontrolada, el origen de la mayoría de problemas que registran nuestros barrios, de la criminalidad y la delincuencia sexual. Solo por eso, ya merecería nuestro voto, porque es perfectamente consciente que si traiciona esas esperanzas, se hunde como le ocurrió a Ciudadanos.

El verdadero momento de Vox se iniciará a partir de los primeros 100 días de gobierno Feijóo, cuando se comprueba que no tiene ánimo, ni carácter, ni decisión, ni redaños para abordar las medidas justas, necesarias y suficientes para enderezar el país ni redaños para abordar una profunda reforma constitucional, una derogación de TODAS las leyes aprobadas por el pedrosanchismo, y, sobre todo una renuncia de España al compromiso adquirido por Rajoy en 2015 para el cumplimiento de la Agenda 2030. Y, porqué no, también a la hora de establecer nuevas normas para aplastar la corrupción y disminuir el gasto público (y, por tanto, la presión fiscal), un tema en el que el PP no suele hablar y, cuando lo hace, es con ambigüedades o proponiendo parches.

Puntos mínimos justos y necesario en 2025

Esperamos que Vox encabece una campaña para una reforma constitucional y para la adopción de medidas urgentes:

1) Que el partido más votado sea el que forme gobierno.

2) Que cuando un gobierno no sea capaz de aprobar su presupuesto, el Rey tenga la potestad de disolver las cámaras y convocar nuevas elecciones.

3) Que se someta a una auditoría exhaustiva las cuentas de todas las ONGs y asociaciones que hayan recibido subsidios del Estado, de los Ayuntamientos y de las Comunidades Autónomas.

4) Que los partidos políticos responsan con su patrimonio ante los casos de corrupción de sus dirigentes, se aumente las penas por casos de corrupción, que se reduzca al mínimo el número de “aforados”, se dé prioridad a los procesos por corrupción, se impidan por ley los “indultos” por delitos de corrupción y malversación del dinero público y se cumplan íntegramente las condenas mientras no se reintegre todo el dinero sustraído.

5) Que los nacidos en España, sean los que se beneficien en primer lugar de ayudas sociales, viviendas protegidas y ayudas familiares.

6) Que se adelgace la burocracia y la administración del Estado, pero también de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, entre un 25 y un 30%

7) Que se habiliten medidas de excepción contra el narcotráfico, la delincuencia y la expulsión de ilegales, sin excluir la intervención de las fuerzas armada.

8) Que partidos y sindicatos, asociaciones de derecho privado, sean financiadas por sus propios afiliados, no por el erario público.

Mientras siga en vigor la constitución del 77 habrá que acatarla “por imperativo legal”, pero sin olvidar que debe ser revisada, modificada y rectificada, porque, en buena medida, sus ambigüedades y agujeros negros son responsables de la situación de desintegración nacional, económica, social y moral en la que nos encontramos hoy.

…Por ejemplo. Cuando un Estado como el español está a punto de ser un “Estado fallido”, las rectificaciones de rumbo son innumerables y en todos los terrenos. Las que hemos apuntado, nos parecen básicas

La hora de Vox y cuando se producirá el “sorpasso” al PP llegará cuando ninguna de estas medidas necesarias para garantizar nuestro futuro como nación europea sean aprobadas. Quedará así demostrada la complicidad del PP con lo que quede del PSOE.

No recomendaríamos a Vox que entrara en el gobierno Feijóo: apoyo parlamentario para evitar que otro psicópata socialista ocupara Moncloa. Apoco crítico inicial. Sólo eso y para forzar el cambio de ciclo. Luego pasar a proponer medidas que pondrán a prueba la ambigüedad calculada de Feijóo y suscitarán abandonos en su clientela electoral (y, muy probablemente, entre cuadros de su partido)

En política no pueden improvisarse temas de propaganda frívolamente. Es preciso conocerlos hasta la saciedad. Feijóo lo ignora todo sobre el tema de la inmigración. Cree que una propuesta como la que ha realizado sobre la “expulsión de delincuentes sexuales” es lo que le devolverá protagonismo electoral. Pero la propuesta es poco, demasiado poco para lo que exigen sectores cada vez más crecientes de la sociedad española.

Y no, no estoy afiliado ni a Vox ni a partido alguno. Ya que mi generación no ha logrado mejorar la situación de España, creo que solo hay una opción que no ha ejercido el poder y que, por tanto, no es responsable del actual estado de cosas. ¿O es que queréis volver a pasar por gobiernos como el de Aznar o el de Rajoy? ¿Es que no habéis tenido bastante con gobiernos socialistas que iniciaron en el 83 el “ciclo de la corrupción” -no os olvidéis ni del expolio de RUMASA para repartirlo entre los amigotes, ni los hermanos del Guerra, ni de cómo patearse el dinero de las cloacas de interior con el disparate del GAL, ni de la nefasta negociación para entrar en la UE- para desembocar en el “buenismo” de Zapatero o en la psicopatía corrupta del pedrosanchismo? ¿Es que todavía os queda ánimo para apoyar a grupúsculos sin historia? 

 









 

LA DERECHA HUELE PODER. LA HORA DE LOS OPORTUNISTAS (1) - LA "OPERACION ESPINOSA"


Introducción

La crisis y, sobre todo, el proceso de desmoralización nacional actual se inició con las elecciones de 2023, en las que el “grupo de los perdedores”, encabezado por el PSOE, logró una mayoría absoluta sumando impotencias (perdieron votos en relación a las anteriores elecciones, el PSOE, Sumar-Podemos, Junts, ERC, solo Bildu logro mejorar sus votos a costa del PNV). Desde el principio se prometía una legislatura inestable y catastrófica, pero las previsiones fueron superadas con creces por la mala gestión del gobierno en todas las áreas, unido a los casos de corrupción, al aumento asindótico de la deuda y a una presión cada vez más insoportable para el ciudadano medio, incluso la “robotización” masificada de las multas de tráfico, el descontrol creciente de la inmigración, de la criminalidad, el narcotráfico, el deterioro de la vida social, las tensiones autonómicas, las cesiones a los chantajes para mantener en pie al gobierno, los cambios en política exterior. En 2023, todos imaginábamos que la legislatura sería un desastre, pero nunca pudimos suponer que nuestras peores previsiones quedarían superadas. Hoy España se haya convertido en cabeza europea de la delincuencia y en cola en la eficacia de la enseñanza y en la inversión pública, en el consumo de drogas y en la ineficiencia del ministerio del interior, en capital mundial de la okupación, siendo el país en el que el precio de la vivienda y el nivel de ingresos está más distanciado.

La buena noticia es que todo esto son elementos suficientes como para pensar que entre seis meses y año y medio se producirá, de forma inevitable (salvo sorpresa final y con el sanchismo el poder no hay que excluir la peor y más traumática de las hipótesis) un cambio de ciclo político.


¿Cómo se iniciará el final de la última parte del pedrosanchismo?

Es presumible que los dos partidos que más se están viendo afectados por su “amistad” con el pedrosanchismo, Junts y Sumar, sean los que rompan la mayoría.

- Junts porque, literalmente, se lo está comiendo Alianza Catalana, la extrema-derecha independentista y antiinmigración. Más tarde Junts en romper y obligar a convocar elecciones, más votos perderá

- Sumar porque el mantenimiento de sus ministros, si bien les genera a ellos emolumentos extraordinarios, la pérdida de votos que auguran las encuestas independientes, crea la incertidumbre de quién estará en peores condiciones, si Podemos o la coalición representada por Yolanda Díaz (en cuyo interior figura Izquierda Unida y, dentro de ésta languidecen los restos del PCE). Porque, en el fondo, las dos formaciones de extrema-izquierda, ya solo aspiran (y rezan) cada una a quedar por delante de la otra formación.

Por lo demás, si Sánchez, decide llegar hasta el final de la legislatura, es probable que, tanto él como sus aliados, pierdan más de lo que pueden perder de celebrarse las elecciones antes de fin de año. Algunos partidos temen que si se convocan las elecciones generales “después” de las municipales (las generales debería convocarse como máximo para el 23 de julio de 2027, mientras que las municipales y autonómicas, serían como máximo el 25 de mayo de 2027), el desastre puede ser mayúsculo, con riesgo de que el PSOE pierda las pocas regiones en donde todavía gobierna (Asturias, Castilla La Mancha, Navarra, en Cataluña las elecciones regionales serían más tarde), disminuya el número de concejales y de alcaldías en sus manos y quede reducido a un esqueleto burocrático, sin apenas “militancia” y con una repercusión en el resultado final de unas elecciones generales, a pocas semanas de distancia, que aumentará el descalabro de la izquierda.

No creemos que el pedrosanchismo logre llegar hasta julio del 2027, le fallarán los aliados. Y los eslabones más débiles son Sumar dentro del gobierno y Junts fuera. En ambos partidos, en las bases de Sumar y entre la cúpula de Junts, crece la opinión de que romper este ciclo infernal, les puede suponer quedar por delante de sus “hermanos separados” (Podemos para Sumar y ERC para Junts). Y para ambos, esto es lo único que importa.

En Junts, incluso, la propia figura de Puigdemont (que nunca ha destacado por sus cualidades políticas, por cierto) se está cuestionando en sectores cada vez más amplios. Es significativo que, tanto en Junts como en ERC, se esté produciendo una fuga de los cargos que podían defenderse mejor en la empresa privada o en la enseñanza superior, y una paralela rebelión de las bases por haber sido las direcciones lo suficientemente estúpidas para creer en las promesas de Cerdán primero, de Zapatero después, que no han ejercido más que transmisores de las mentiras de Sánchez.

Es curioso, pero dentro de la izquierda, el llamado “plan Rufián” (presentar una candidatura unida de toda la izquierda), sería la única alternativa de todo este sector político para mantenerse a flote en el próximo ciclo. Pero su propio partido ha desautorizado a Rufián y, por otra parte, tanto Podemos como Sumar creen poder beneficiarse finalmente del descalabro del PSOE.

Vista a la derecha (I): la “operación Espinosa”.

Iván Espinosa de los Monteros, hijo del IV marqués de Valtierra, promotor inmobiliario, consultor y político liberal, antiguo portavoz de Vox en el parlamento estatal, casado con la arquitecta hispano-cubana, Rocío Monasterio, ex portavoz de Vox en el parlamento regional de Madrid, ambos figuraron entre los fundadores de Vox. Él fue secretario general del partido y luego vicesecretario de relaciones internacionales. No fue el mejor período en la historia de Vox: de haber persistido en esa dirección, no habría pasado de ser una especie de PADE formación escindida del PP formada por los que habían quedado fuera del reparto de cargos en el primer gobierno Aznar y cuyo único interés era volver al partido.

En ese período, los objetivos de Vox se limitaban a combatir al terrorismo, al no al aborto y temas antiautonómicos. En las elecciones de 2014, el partido quedó solo un poco por delante de la extrema-derecha clásica: entre el 0’30% y el 3,5%.

Espinosa estaba en la cúpula del partido. No era un tipo simpático para la militancia, ni particularmente combativo, ni siquiera con una idea propia de lo que debía ser el partido. Como máximo aspiraba a que fuera una especie de PADE más eficiente. Poco más. A pesar de ser elegido para ocupar la segunda plaza en la lista electoral para las elecciones europeas de 2014, no salió elegido y en las elecciones al Senado de 2015 y 2016, obtuvo, respectivamente 27.222 y 20.373 votos, alejadísimo de los más de 700.000 votos obtenidos por el último candidato elegido.

Y entonces se produjo el problema: Abascal fue lo suficientemente inteligente como para acceder a las presiones de lo que Espinosa llamaba despectivamente “los falangistas” (Buxadé y Ortega Smith) que habían logrado introducir el tema antiinmigracionista en el programa del partido. Fue a partir de ese momento y no antes, cuando Vox se disparó en las encuestas y, desde entonces no ha dejado de crecer.

El 8 de agosto de 2023, presentó su renuncia al cargo de diputado “por razones personales”. Lo más probable es que sintiera cierto vértigo al observar que lo que traía votos al partido era justo lo contrario de lo que él proponía: euroescepticismo y remigración. A la vista de las pocas explicaciones, resulta lícito pensar que tuvo miedo de que sus “amigos liberales” le reprocharan el “euroescepticismo” y que los medios pudieran tacharle de “racista”. Eso mismo ya había hecho que el PADE, diez años antes quedara embarrancado en la nada más absoluta.

Y Espinosa se dedicó de nuevo a los negocios. Su verdadera vocación.

Cuando ya nos habíamos olvidado de él, percibió el aroma de “fin de ciclo socialista” y de próximos cambios y decidió que no era un mal momento como para presentar un “think tank”, la Fundación Atenea. Es muy fácil interpretar porqué se empeñó en reunir una tarde a antiguos militantes de Ciudadanos, a diputados de la derecha pepera y a algún personaje de Vox.

¿Cuáles son esas razones?

1) Espinosa es un individuo de derecha liberal al que le produce náuseas la propuesta reiterada de Feijóo de que su “primera opción de pactos”, es el PSOE, matizada luego con el añadido de “un PSOE liberado del sanchismo”. La alergia de Espinosa al sanchismo no procede de la ineptitud del gobierno actual en todos los terrenos, sino, más bien, del intervencionismo en economía del que hace gala en favor de sus amiguetes. Esa especie de “gran coalición” a la alemana, generaría un extraordinario desasosiego entre los electores de ambos partidos y, por lo demás, haría imposible el cumplimiento de un programa de “derecha liberal”. Uno de los peores efectos en el lanzamiento de "Atenea" fue la presencia de Víctor de Aldama, el gran corrupto del sanchismo. El que ahora apunte contra sus antiguos amigos, no implica que su apoyo sea bien recibido en la derecha. No hay corruptos amigos de derechas y corruptos enemigos de izquierdas: hay corruptos, sin más.

2) Ante el próximo cambio de ciclo político, Espinosa aspira a postular una “unidad de toda la derecha”. No es la primera vez en democracia que esta consigna se ha lanzado, siempre desde posiciones liberales. Incluso en plena transición, Cruz Martínez Esteruelas ya propuso un “frente nacional desde UCD hasta Fuerza Nueva” en las elecciones de 1979 e incluso mantuvo hasta pocas horas antes de cerrarse la admisión de listas, la ficción ante Blas Piñar. En este caso, Martínez Esteruelas, actuaba por iniciativa de Fraga, para neutralizar a Fuerza Nueva. En el caso de Espinosa, en nuestra opinión su actitud obedece a un simple cálculo personal: amigos en el poder = promesa de buenos negocios.


Alguien se preguntará si Vox es tan sectario como para rechazar que uno de sus “nombres más prestigiosos”, no ocupe un papel relevante en su organización a causa de “querellas intestinas”.

Los "líos judiciales" de Espinosa

Pero todo esto se entiende mejor si se recuerdan los “líos judiciales” de Espinosa que le inhabilitan para ocupar cargo de responsabilidad alguno en un partido que contempla la lucha contra la corrupción como uno de sus principales objetivos: porque, la constitución del 78 ha permitido que la corrupción floreciera en toda España y no solo abarcara a la izquierda, sino también a la “derecha liberal”.

En la página de Wikipedia dedicada a Espinosa, el último parágrafo alude a “Procedimiento judiciales” y cita una condena en firme en 2019, ratificada por la Audiencia Provincial de Madrid a pagar 57.038 € a una constructora por obras en su domicilio. La sentencia fue ratificada en diciembre de 2021 y condenado a pagar 61.183 € más intereses y asumir las costas. Como tres meses después seguía sin abonar la cantidad se le embargó el sueldo como diputado… El sueldo en bruto de un diputado suponía 8.017,37 euros al mes. La dimisión se produce 16 meses después de la orden de embargo, lo que, más o menos correspondería a la cantidad de la condena a pagar más las costas. Es posible que, una vez embargada la cantidad, alegase la “presión de los falangistas” para abandonar el partido.

Finalmente, se referencia también en abril de 2023, una denuncia de Hacienda (que incluía a su esposa, Rocío Monasterio) por “facturas falsas por un valor de 169.000 euros e inventaron que dos sociedades suyas vendieron un edificio por valor de 625.000 euros”

Abascal reaccionó con cierta displicencia a la reunión de la Fundación Atenea, auspiciada por Espinosa. 

Por nuestra parte, no creemos que la operación “reinserción” del promotor vaya muy lejos. Tenía cierta lógica, dada la actitud ambigua de Feijóo y el descontento interior de la derecha “pepera”. Recuperar a antiguos miembros de Ciudadanos y encaramarse como “profeta” de la “unidad de la derecha”, obligando a Feijóo a un giro decidido es sobre lo que Espinosa quería cimentar su “operación retorno”.

Nada importante, en definitiva. Aunque fuera necesaria una “unión de las derechas”, el futuro marqués de Valtierra no es la persona más adecuada para promover la operación.

 








miércoles, 24 de septiembre de 2025

LOS VEINTE PUNTOS QUE RESUMEN NUESTRA POSICIÓN (PARA LOS QUE NO LEEN MUCHO)


Podemos sintetizar nuestra postura respecto al conflicto de Gaza con estas veinte conclusiones que nos llevan a reconocer:

1.- Que el principal problema que España tiene en estos momentos (y, por extensión, toda la Europa Occidental y del Norte, incluido el Reino Unido) es la inmigración masiva.

2.- Que estas bolsas de inmigración, de escaso o nulo “valor añadido”, que llegan sin apenas formación profesional y con una educación sumaria, se están produciendo en nuestro país a razón de 300.000 al año, mientras que, en el mismo plazo, 100.000 jóvenes españoles titulados universitarios, abandonan nuestro país en busca de países con menos cargas fiscales, más estabilidad en el empleo y mejor relación salarios/gastos. El coste que este proceso de llegada de gentes sin trabajo (ni esperanza de obtenerlo como no sea empleo público y empleos agrícolas, siempre en los límites del salario mínimo), ni preparación profesional (ni excesivo interés, por lo general, en adquirirla) que el Estado se cree obligado a mantener, supone una losa para nuestra economía y un castigo para nuestra sociedad a la vista de las múltiples “molestias” que genera y por su nulo interés en asimilarse. Esos 300.000 ilegales anuales hacen que cada año los gobiernos anuncien subidas del PIB (que registra el volumen global de intercambios comerciales), pero el PIB per cápita (PIB dividido por el número de habitantes), se mantiene en el mismo punto que en 2008… La inmigración ¡ha hecho aumentar el PIB, pero ha hecho bajar la productividad!

3.- Que existe el riesgo de que, aprovechando los actos de solidaridad con Gaza, el gobierno Sánchez, en su “locura terminal”, otorgue la condición “refugiados” a 650.000 gazatíes, con la misma tranquilidad con la que Angela Merkel aceptó en 2015 a 1.000.000 de “refugiados” sirios. La socialdemocracia europea lleva cortejando desde hace 30 años al electorado inmigrante, a la vista de que ha perdido completamente el apoyo de los trabajadores autóctonos.

4.- Que la llegada de inmigrantes musulmanes a Europa ha creado enclaves sin ley en los que los ciudadanos de toda la vida, son desplazados, por los nuevos ocupantes, reproduciendo el mismo proceso de colonización que realizaron los judíos en Palestina y que dio como resultado la creación del Estado de Israel después de haber comenzado.

5.- Que la gran diferencia entre la colonización judía de Palestina y la colonización musulmana de Europa es que los judíos compraron a árabes y otomanos, lotes de tierra, mientras que la colonización musulmana de Europa está subsidiada por gobiernos europeos ciegos, etnocidas, traidores y estúpidos, avalados por la ONU y su malhadada Agenda 2030.


6.- Que este proceso de islamización de Europa alcanzará su objetivo (crear un Estado islámico en el continente regido por la ley coránica) entre 2030 y 2050, gracias al crecimiento demográfico musulmán (tres veces superior al europeo), a las reagrupaciones familiares y a la llegada de un millón de inmigrantes anualmente al territorio de la UE.

7.- Que la “sharia” y el “alma de Europa” son incompatibles. Tanto los gazatíes en su tierra como los islamistas presentes en la Sagrada Tierra de Europa aspiran a un “califato” universal regido por la ley coránica. Un proyecto que todavía podemos detener, ¡pero no por mucho tiempo!

8.- Que, o se cortan los flujos migratorios islámicos lo antes posible o las zonas islamizadas de Europa caminarán con paso firma hacia una perspectiva de guerra civil étnica, religiosa y social o hacia la “dhimmitud” (sumisión al dominio islámico y protección a cambio de un tributo).

9.- Que cualquier muestra de solidaridad con Gaza es un apoyo tácito al fundamentalismo islámico: en Gaza no existe ningún tipo de libertad, ni elecciones libres desde 2006, sino que toda la franja es rehén de un grupo de lunáticos yihadistas armados que, para colmo, han celebrado con júbilo todos y cada uno de los atentados islamistas cometidos en Europa como “victorias contra los infieles”, incluidos los 192 muertos del 11-M.

10.- Que el problema palestino debe ser resuelto por sus dos protagonistas principales mediante la negociación, con la mediación de EEUU y de la Liga Árabe: Puesta en libertad de los rehenes, desarme de Hamás, inicio de conversaciones de paz y misión militar mixta árabe-norteamericana para controlar el cumplimiento del alto el fuego, parecen ser las condiciones mínimas para dar un primer paso de cara a resolver el conflicto.

11.- Que Europa no tiene nada que ganar ni que perder en este conflicto y que, por tanto, debe mantener una escrupulosa neutralidad.

12.- Que la “solidaridad con Palestina” es, políticamente incompatible con la lucha para detener la islamización de Europa: la “solidaridad con Gaza” se ha convertido en el monopolio de la extrema-izquierda (que lleva el terrorismo grabado en su ADN), de la “izquierda caviar” (el producto más snob del mercadillo de frivolidades progresistas), y del pedrosanchismo (para cubrir su proceso de desmoronamiento, derrotas parlamentarias, acoso judicial y negrura electoral). Solidarizarse con Gaza supone identificarse de manera infantiloide con alguna de estas tres actitudes.

13.- Que, en última instancia, para Europa no se trata de solidarizarse con ninguna de las partes en aquel conflicto, sino de tratar de encontrar apoyos y aliados en la lucha contra la islamización del continente.

14.- Que las actitudes “humanitarias” y “buenistas” no resuelven el trasfondo de la cuestión: el gobierno de Gaza está mediatizado por Hamás, una organización terrorista y fundamentalista y que la cerrilidad suicida de esta organización es el primer muro que dificulta la solución del problema por su reiterada fantasía de construir una Palestina “desde el Jordán hasta el mar”.

15.- Que Israel terminará anexionándose la Franja de Gaza de manera casi inevitable y que el “Estado Palestino” quedará reducido a algo más de un tercio de Cisjordania (y, probablemente ni eso), si los palestinos se niegan a reconocer su situación real y la irreversibilidad del Estado de Israel. Los argumentos de 1947, ya no sirven en 2025: casi 80 años de existencia generan una realidad incontrovertible que, poco a poco, van aceptando los Estados árabes, pero no así los palestinos.

16.- Que mundo árabe es el que, en primer lugar, debe prestar ayuda al pueblo palestino (de su misma etnia, de su misma religión y de sus mismas tradiciones) y que éste no puede, ni debe esperar nada sustancial de los países europeos: lo semejante se reconoce en lo semejante y lo semejante ayuda a lo semejante; lo semejante se solidariza con lo semejante.

17.- Que la información que llega sobre Gaza (cifras de muertos, necesidades, etc.) está emitida por el “gobierno de Gaza”, controlado por Hamás y, por tanto, es parcial, interesada y deformada.

18.- Que toda guerra y todo conflicto es un drama humanitario del que son responsables únicos las partes implicadas, especialmente, la que ha hecho todo lo posible por desencadenar el conflicto (esta fase del conflicto, vale la pena recordarlo, se inició con los ataques de Hamás a territorio judío en octubre de 2023).

19.- En 1947, cuando la ONU propuso la creación de “dos Estados” en Palestina (el judío y el árabe), los Estados árabes se negaron pensando que podían arrojar a los judíos al mar. Cuatro guerras perdidas han consolidado la presencia del Estado de Israel.

20.- Que solidarizarse con la causa palestina implica aceptar todos los errores cometidos por la “resistencia palestina” desde 1947 y en especial el uso del terrorismo indiscriminado contra población civil, tanto en el interior de Israel como en atentados en el exterior. Esa desastrosa defensa de su causa es lo que ha ido aislando cada vez más a los palestinos, incluso dentro del mundo árabe.

Finalmente, estas 20 razones quedarían incompletas si no recordáramos a las dos primeras víctimas generadas por la inmigración masiva, José Ruíz Funes y Tomas Bonilla, asesinados en El Ejido, el 22 de enero de 2000, por un palestino, Cherki Hadij, con pasaporte marroquí. Esos dos asesinatos (y el de Encarnación López una semana después, asesinada por Lecir Fahim, un marroquí) provocaron el estallido de cólera conocido como los “incidentes de El Ejido”. Si los gobiernos españoles que se han sucedido desde entonces, PP-PSOE, hubieran sido consecuentes, habría hecho todo lo posible por detener la inmigración ilegal, masiva y musulmana, hoy no nos veríamos amenazados por el proceso de islamización de Europa. El Ejido no ha olvidado aquellas muertes. Nosotros tampoco.








lunes, 22 de septiembre de 2025

La gran lección que ofrece el conflicto de Gaza para la Europa del mañana


A finales del siglo XIX empezó la colonización judía de Palestina. En 1948 el Estado de Israel se declaró independiente. En apenas medio siglo, quedaron minorías palestinas arrinconadas en Cisjordania y la Franja de Gaza.

A finales del siglo XX, se iniciaron las migraciones masivas magrebíes y africanas a Europa. Estas migraciones han proseguido de manera acelerada en el primer cuarto del siglo XXI. Es fácil pronosticar lo que ocurrirá en torno al 2050: los islamistas querrán controlar el territorio mediante un Estado amparados en su descomunal crecimiento demográfico en Europa Occidental: nuestro territorio histórico


Los paralelismos son totales, salvo en un aspecto: la colonización judía de Palestina se realizó mediante la compra de parcelas a árabes y otomanos y con cierta oposición por parte de la administración británica. Los nuevos colonos supieron trabajar la tierra, crear cooperativas y construir un Estado moderno.

Por el contrario, la inmigración magrebí, africana y, en general, musulmana, tiene escaso valor añadido, es una inmigración que recibe mucho más de lo que da y es atraída a Europa por los subsidios que ofrece. Contrariamente a los partidos y a los “opinadores” que ven en la inmigración magrebí y africana un “progreso”, son en realidad, un lastre: no solo no se asimilan, sino que son una fuente de problemas. No tiende a crear un “Estado moderno”, sino un Estado teocrático regido por la ley coránica: un retorno a sociedades que corresponden a otras latitudes y a otras épocas.

Esa es la verdadera reflexión a la que debe llevar el actual drama del pueblo palestino. Quedan solo 20 años para que una tragedia análoga se extienda a Europa Occidental.

Vale la pena reflexionar sobre ello. No os desgañitéis pidiendo “solidaridad con Palestina”, más bien preocuparos de que el drama palestino no se extienda por toda Europa.

Por eso decimos: no lloréis tanto por los niños que sufren hoy en Gaza. Llorad por lo que les espera a los niños de Europa Occidental en apenas 20 años. Porque ese es nuestro principal problema.









viernes, 19 de septiembre de 2025

SANCHEZ - PALESTINA – SIONISMO – INMIGRACIÓN – SOLIDARIDAD - 5ª Parte: CONCLUSIONES

 

5ª Parte: CONCLUSIONES

Tales son todos los elementos que entran en juego a la hora de tomar partido en la espinosa cuestión del conflicto de Gaza. Habrá que valorarlos en su conjunto para extraer algunas conclusiones prácticas en 2025 que no pueden ser las mismas que en 1996, ni mucho menos las que podían tomarse cuando todos los gobiernos árabes de la región eran laicos, ni tampoco cuando se inició la colonización judía de Palestina, ni la misma que en 1948 cuando se fundó el Estado de Israel.

¿Discutir sobre hechos consumados? No, gracias

En efecto, sobre este último tema cabe decir que en la actualidad, el 90% de los practicantes de la religión judía son askenazíes, esto es, descendientes de los jázaros [o “kazakos”] (véase en este mismo blog la serie De nuevo los jázaros y notas previas a la cuestión judía) esto es, grupo étnico no judío converso a la religión mosaica; mientras que los judío sefarditas, pueden ser considerados como “verdaderos hebreos, de raza y de religión”. Si esto es así -y los análisis de ADN lo han confirmado- es cuestionable que el conjunto pudiera reivindicar su derecho a instalar un “hogar nacional” en Palestina por razones “históricas”: eso solo podría hacerlo una minoría sefardita, sin olvidar que su presencia en el territorio se prolongó desde la caída del muro de Jericó, hasta la diáspora y que antes y después de esos hitos, el territorio tuvo otros pobladores: pero, en cualquier caso, se trata de una discusión histórica. Políticamente, la legitimidad de la presencia judía en la zona podía discutirse a principios del siglo XX, mucho menos en 1948 cuando ya se había fundado el Estado de Israel y no en 2025 cuando ya es un “hecho consumado” su existencia.

Este debería ser el primer punto de partida y era evidente que a partir de 1948, la solución al problema no pasaba por un estado palestino “desde el río hasta el mar” (como defendía la OLP en los años 60 proponiendo regresar a las fronteras previas a la creación del Estado de Israel y como han redescubierto los “retrasados” de la extrema-izquierda española [Yolanda Díaz], sino por reconocer la realidad y proponer el lema de ”un territorio, dos Estados”, acaso la resolución mas razonable en la historia de la ONU.

Los palestinos (y los Estados árabes) se negaron y ese fue su gran error histórico: contaban con una victoria sobre el naciente Estado de Israel, que no se produjo ni en 1948, ni en 1956, ni en 1967, ni en 1973… Y el tiempo fue pasando y las causas originarias del problema, quedaron cada vez más atrás. Hoy, en 2025, pensar en una Palestina libre de judíos “desde el río hasta el mar” es una ilusión propia de ilusos. Lo que era posible en 1948, no lo era en 1973. Tal sería la segunda constatación.

¿Hacia el "Gran Israel"?

La tercera es más intranquilizadora: algunos piensan todavía en la construcción del “Gran Israel”, una ficción geopolítica “desde el Nilo hasta el Éufrates” (que estaría representadas en la bandera del Estado de Israel, serían según una de las “teorías de la conspiración”, por las dos franjas azules horizontales dentro de las cuales se ve la estrella de seis puntas) y que está todavía en la mente de los fundamentalistas judíos. Esta idea se completa con la reconstrucción del Templo de Jerusalén.

Pero, lo esencial del movimiento sionista es laico y mucho más pragmático y realista; los sucesivos gobiernos judíos se han limitado a englobar al territorio originario del Estado judío en 1948, las anexiones de Jerusalén, Cisjordania, los Altos del Golán, la Península del Sinaí y las Granjas de Shabaa (un territorio disputado entre Líbano y Siria y ocupado por Israel como prolongación del Golán). Estas zonas fueron conquistadas por Israel tras la Guerra de los Seis días (sustrajo la península del Sinaí a Egipto, los Altos del Golán a Siria, y Cisjordania a Jordania y ocupó la totalidad de Jerusalén), pero, tras un acuerdo con Egipto se retiró del Sinaí en 1979, en 1995 se firmó un acuerdo -Oslo II- sobre Cisjordania y la Franja de Gaza que sentó las bases para la creación de la Autoridad Nacional Palestina (Jordania había renunciado a Cisjordania y la región se dividió en tres zonas: el área A bajo control de la ANP, el área B bajo control conjunto judío y palestino, y el área B bajo control de Israel. La ciudad de Jerusalén fue proclamada en 1980 “capital eterna e indivisible de Israel”.

Si bien es discutible que los gobiernos judíos actuales persigan el “Gran Israel” y es mucho más razonable pensar que esta ficción geopolítica solo existe en la mente del judaísmo fundamentalista, lo cierto es que está claro que la presencia judía en Cisjordania es cada vez mayor y que, en la actual fase del conflicto, trata de incorporar total o parcialmente el territorio de Gaza. Así pues, en la práctica, aunque Israel desde 2001, con Ariel Sharon, admite la existencia de un Estado Palestino, el problema actualmente es en dónde pueden asentarse los cinco millones y medio de palestinos… Es ahí en donde reside el problema: más de un siglo de enfrentamientos continuados han generado desconfianzas mutuas insalvables.

En este punto, es donde lo único que puede hacerse es recomendar la vía de las negociaciones y evitar situaciones absurdas como la generada desde 1975 cuando la UE, tras estimular el diálogo euro-árabe se convirtió en el principal donante de fondos para la Autoridad Palestina, cuando era evidente que ese papel correspondía a los Estados Árabes colindantes que se habían embarcado en cuatro guerras contra Israel.

La prudencia y el encono de ese conflicto, sugieren que, más allá de recomendar negociaciones entre las partes para que resuelvan el conflicto, nada más puede hacer Europa. No se le ha perdido nada en la zona.

Las tesis defendidas por la corriente “Eurabia” a principio del siglo XXI, estimulada por las embajadas judías en Europa, sugería que el destino de Israel está íntimamente relacionado con Europa y que, si Europa quiere detener su islamización deberá favorecer al Estado de Israel: este razonamiento tiene su lógica (“el enemigo de mi enemigo, es mi amigo”). Pero no hay que olvidar la actual situación internacional: Israel es, sobre todo, aliado de EEUU y la tendencia actual de la administración Trump es a que Europa asegure su propia defensa. Las comunidades judías en Europa defienden su propia identidad, en especial al verse rechazados por la creciente marea islamista llegada a Europa Occidental.

No olvidar dos cosas: 
qué es el "sionismo" y que "los tiempos van cambiando"

Contrariamente a lo que sugieren los restos de la extrema-derecha de postguerra, no se trata de rechazar al “sionismo” y al “islamismo”, ni mucho menos de ver en el islam un aliado en la lucha contra el sionismo, porque, como dijimos el “sionismo” es una forma de nacionalismo judía, nada más: ni es una conspiración, ni es una reunión de grupos financieros que persigan la dominación mundial, ni es una secta iluminista sino satánica.

El peso que tenía el judaísmo en los países de Europa, ha ido disminuyendo a lo largo del siglo XX, incluso en los medios de comunicación y en la finanza. La prepotencia exclusiva del capital judío y de la banca judía que existió a principios del siglo XX y generó oleadas de antisemitismo, hoy está en disminución.

Cabría hablar, más bien, de “enemigo principal” y “enemigo secundario” y si trasladamos esta lógica al actual momento histórico que está viviendo Europa Occidental no cabe la menor duda de que el “enemigo principal” es, indiscutiblemente, la islamización del continente. Por tanto, el ejercicio de tradiciones antisemitas y la actividad de los “solidarios con Palestina” está fuera de lugar en este contexto. Una vez más esta no era la situación de hace 100 años, pero también el tiempo lo mata todo: incluidos los motivos para el antisemitismo que se dieron en la primera mitad del siglo XX.

Desde entonces el peso de las dinastías económicas judías ha ido disminuyendo en relación a otras oligarquías (nadie puede negar hoy, por ejemplo, que, en Europa Central, en donde en el primer cuarto del siglo XX, las profesiones liberales estaban siendo ejercidas mayoritariamente por judíos, la situación cien años después, es completamente diferente). La propia globalización ha generado el desplazamiento del capitalismo a otras zonas geográficas en donde nunca ha habido rastro de judíos (China, Taiwán, Corea, Japón…).

El principal error del antisemitismo contemporáneo ha sido ver en el “sionismo” algo más que el nacionalismo judío y no percibir que, hoy, el “capital judío” (en el que, erróneamente, el antisemitismo convencional ve un instrumento del “sionismo”) dista mucho de ser hegemónico y de actuar como una fuerza unitaria, hegemónica en relación a otros grupos económicos.  “Donde ha habido mucho siempre queda algo”, dice el viejo refrán español.

¿Es la comunidad judía residente en Europa un aliado en la lucha para detener la islamización del continente? Afirmativo. Y lo seguirá siendo, mientras el “enemigo principal” sean los contingentes de población musulmana inyectados en Europa Occidental. Y no puede pedirse a Europa reciprocidad: a fin de cuentas, los judíos europeos luchan por su permanencia en Europa. Oriente Medio, sigue siendo ajeno a los intereses de Europa: compete solo a árabes y judíos lograr un statu quo negociado.

¿"Solidarios con Gaza"? o ¿Solidarios con la Reconquista de Europa?

Quedaría un último punto: ¿es recomendable unirse a las manifestaciones en solidaridad por Gaza y a la “causa palestina”?

Más allá de lamentar las muertes generada por la acción de uno y otro bando actualmente en la Franja de Gaza y en el interior del Estado de Israel, cualquier manifestación de “solidaridad” debería contemplar una paralela condena a Hamás: a sus métodos y a su fundamentalismo islámico. De lo contrario la confusión está servida. El terrorismo de Hamás, históricamente ha sido la culminación de una serie de errores de la “resistencia palestina” que ha empañado y deslegitimado su imagen: tan condenable es la muerte de niños palestinos, como los ataques suicidas a la población civil en el interior de territorio israelí.

La solución a la actual fase del conflicto en la Franja de Gaza, sería el restablecimiento de la Autoridad Nacional Palestina en la zona, expulsada por Hamás, la disolución de esta organización y una garantía a Israel de que no se producirían nuevos ataques terroristas contra su territorio desde esa zona. Sólo un acuerdo que contemplara este aspecto podría librar a la Franja de Gaza de su destrucción y de la anexión de parte o de la totalidad de su territorio al Estado de Israel.

Por lo demás, marchar al lado de los millones de inmigrantes musulmanes que están demostrando con creces su incapacidad para integrarse en la sociedad occidental, al lado de activistas inconsecuentes de extrema-izquierda (Podemos, cuyo único juego consiste en superar a Sumar en las próximas elecciones), de antiguos etarras nostálgicos de la kale-borroka (que se identifican con quien realiza las mismas prácticas a las que ellos debieron renunciar en España), y de progresistas snob procedentes de la “izquierda caviar” más irresponsable,  subvencionada y fatua (flotilla Global Sumud), contribuye solo a apuntalar las erráticas decisiones de un Pedro Sánchez sitiado por la corrupción, presionado por sus aliados y desesperado por encontrar temas que causen revuelo y tapen la penosa situación que está atravesando España a causa de su propia incompetencia y su carácter averiado.

Los actores principales: el Estado de Israel y la Autoridad Nacional Palestina

No, definitivamente, no: la “solidaridad con Gaza” es un tema geoestratégico y humanitario que debe ser resuelto mediante la negociación, no mediante la confrontación. Y en esto, los únicos que pueden ponerse de acuerdo son el Estado de Israel y la Autoridad Nacional Palestina. Incluso el envío de ayuda humanitaria debería realizarse a través de una comisión mixta formada por representantes de ambas entidades: enviar ayuda a Gaza a través de ONGs es tirar dinero a la basura e ignorar que lo que llegue de esa ayuda será administrada por Hamás y empleada en beneficio propio, no de los habitantes de Gaza.

Finalmente, hay que tener presente que, de la misma forma que España es responsable del gobierno que ha elegido, en la Franja de Gaza, la población también es responsable de haber entregado el poder a Hamás en 2006, haber permitido el desmantelamiento de la ANP y permanecer pasiva ante los irresponsables ataques de octubre de 2023. Después de décadas de recibir ayuda internacional, el pueblo palestino se ha vuelto apático, tras vivir confiando en la ayuda internacional, y entregar su destino a aventureros, mercenarios a sueldo y terroristas que prometían el paraíso sensualista musulmán a quien moría en la “yihad” asesinando a no importa quién. La ANP apenas hizo algo para recuperar Gaza desde 2006 y las acciones que emprendió perjudicaron más a la población: se limitó a reducir los salarios de los funcionarios de la ANP en Gaza y recortar la asistencia económica a una parte sustancial de la población, negándose a pagar parcialmente la electricidad y el combustible que Israel suministraba a Gaza.

Lo mismo cabría decir de Egipto, país con el que comunica la Franja de Gaza, a través del paso de Rafath, pero que desde 2008, lo ha mantenido cerrado (salvo unas semanas después de la “revolución verde” en Egipto de 2011). Hamás aspira a convertir la “ayuda a Gaza” en un medio de autofinanciación: en febrero de 2009, Hamás confiscó 3.500 mantas y 400 paquetes de alimentos que iban a ser distribuidos en Gaza por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA). Dos días después Hamás incautó 200 toneladas de alimentos de la OOPS, otro organismo de NNUU creada en 1949 para ayudar a los refugiados palestinos. Hamás se vio obligado a devolver este material.

En 2013 Egipto construyó una barrera de acero subterránea para impedir que Hamás excavara túneles subterráneos para proseguir el contrabando de arma y alimentos y, tras los incidentes de octubre de 2014 en los que murieron 33 soldados egipcios, el gobierno de El Cairo anunció la creación de una “zona de amortiguamiento de 1 km que se extendió a 5 en 2014. Egipto declaró que mantendría cerrado el paso de Rafah hasta que la ANP no asumiera el control.

El drama palestino, como hemos tratado de demostrar aquí, es que no han sabido cultivar la amistad de los gobiernos árabes limítrofes. Ninguno (y, especialmente, Egipto) quiere absorber en su territorio a la población de Gaza y otro tanto ocurre en Transjordania que prefirió renunciar a su soberanía en Cisjordania antes que seguir defendiendo la causa palestina.

Hezbolláh o cómo ser derrotado en pocas semanas

En cuanto al Líbano, Israel se retiró del sur de este país en 2000, evaporándose el Ejército del Sur del Líbano, milicia cristiana. La ocupación judía se había iniciado tras la Guerra Civil del Líbano cuando afluyeron al país miles de refugiados palestinos que habían permanecido en Jordania, organizados en el Frente del Rechazo, iniciaron ataques fronterizos contra Israel. Este país armó al comandante cristiano libanés Saad Hadad creando un remedo de “estado tapón” en su frontera sur. Pero al retirarse Israel, Hezbolláh se hizo hegemónico en la zona y prosiguieron los ataques con cohetería, iniciándose una guerra abierta en octubre de 2023 que liquidó, en pocas semanas, a la plana mayor de esta organización. El gobierno libanés ha solicitado el desarme de Hezbolláh, extremadamente debilitado por los ataques selectivos judíos.

La opinión libanesa es que la culpa de todo lo que ha ocurrido en el país desde mediados de los 80, lo tienen los grupos armados palestinos que, no han considerado al Líbano como tierra neutral de exilio, sino como “santuario” para lanzar sus ataques contra Israel.

El programa inicial de Hezbolláh estaba promovido desde Irán y contemplaba la posibilidad de crear una “república islámica” en el Líbano país… El problema es que existía una minoría drusa en las montañas, una mayoría cristiano-maronita en las ciudades y en zonas agrícolas del país y, con propiedad, podía hablarse de un “estado multirreligioso”. En la actualidad y tras los choques de 2023, un año después Hezbolláh firmaron un alto el fuego que daba 60 días a esta organización para poner fin a su presencia armada en el sur del Líbano. Perdidos sus bastiones en el Sur del Líbano, Hezbolláh influencia solo en algunos barrios periféricos a Beirut y en el noreste del país.

También en el Líbano la estrategia palestina ha constituido un rotundo fracaso y un factor de desestabilización regional que ha generado rechazo en el interior del país, ese rechazo se inició con el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri y 21 personas más en 2005, crimen del que un tribunal internacional ha condenado a Salim Ayyash, alto funcionario de Hezbolláh. Hoy, la organización está completamente desintegrada y vencida, arrinconada y desarmada.

Tal es la situación global. La tendencia en los estados árabes es a irse distanciando cada vez más de la “resistencia palestina”: no quieren compartir sus errores.

En el caso de Irán, que había apostado por Hezbolláh, se encuentra en estos momentos en una fase de reflexión tras los ataques de Israel a las centrifugadoras iraníes en junio de 2025, es pronto para saber cómo evolucionará la situación en los próximos meses. Irán aspiraba a que Israel perdiera la hegemonía nuclear en la zona y eso permitiera un equilibrio de fuerza que le obligara a poner más empeño en lograr un statu quo en Oriente Medio. Pero sucesivos ataques contra su industria nuclear han demostrado la imposibilidad de este planteamiento: hará falta ver si Irán renuncia a este proyecto, o lo reorienta comprando armas nucleares ya preparadas en terceros países. En cualquier caso, resulta bastante claro que Irán está interesado en lograr la hegemonía en el mundo árabe (en competencia con Turquía y Arabia Saudí), mucho más que en expulsar a Israel de la zona (aunque utilice ese tema para lograr su objetivo hegemónico en el mundo árabe).

Como puede apreciarse por todo este ingente número de datos y por la antigüedad del conflicto, la cuestión judeo-palestina no puede resolverse con una consigna, una pancarta, un panfleto o una simple toma de posición puntual enarbolando una bandera palestina. Existen muchos matices que hacen condenable la frivolidad de los pancarteros a lo Sánchez o las tomas de posición simplistas (véase en este mismo blog, la serie de artículos Años 60: la encrucijada del neofascismo, especialmente su quinta parte).

Este escrito ha tenido, desde el principio, la intención de evitar todos estos apriorismos y examinar la cuestión desde el punto de vista más objetivo.

Diez puntos como conclusión

Si hemos de resumir las conclusiones, a partir de los datos reunidos hasta aquí, estas podrían enunciarse así:

1) Europa no tiene nada que ganar ni que perder en el conflicto de Oriente Medio. Su papel político internacional está muy disminuido y la UE no está en condiciones de jugar el más mínimo papel en política internacional: reconocerlo es una obligación. Con la Segunda Guerra Mundial, Europa entró en el camino de la irrelevancia.

2) La solución del problema solo puede hallarse a través de la negociación.

3) Israel exige “seguridad” de sus territorios y el fin de los ataques terroristas. Mientras no cesen, irá encontrando excusas para ampliar sus territorios.

4) La resistencia palestina ha cometido errores innumerables desde 1949. El principal de todos ellos ha sido el empleo indiscriminado del terrorismo.

5) Ese terrorismo sistemático ha sido contestado con medidas punitivas por parte del gobierno israelí que han decapitado a las organizaciones terroristas (hutíes, Hamás, Hezbolláh, etc.)

6) La solidaridad, incluso humanitaria, con la población de Gaza solamente puede ayudar a su población, condenando paralelamente el terrorismo de Hamás.

7) Los principales países afectados por estos sucesos (Líbano, Egipto, Jordania, Siria), junto con los dos actores principales, el Estado de Israel y la Autoridad Nacional Palestina, son los que deben habilitar las negociaciones y la ayuda humanitaria, prescindiendo de ONGs, de grupos armados o de demagogos ignorantes de todos los pelajes (desde Pedro Sánchez hasta Ada Colau).

8) Los problemas de Oriente Medio palidecen para los europeos occidentales ante la islamización del continente que se está produciendo en estos momentos: todos los que colaboren en detener esta invasión, todos los que ayuden en la Reconquista de Europa, son nuestros aliados. Porque está claro que, desde Europa Occidental, el “enemigo principal” es la islamización.

9) Con el paso del tiempo, lo que en un momento parecía “excepcional” (la llegada de colonos judíos a Palestina), al cabo de los años se convierte en “normal” (la existencia del Estado de Israel): los “tiempos van cambiando”. No es posible mantener las mismas posiciones que hace cien o ciento veinticinco años.

10) La tragedia humanitaria que se vive hoy en Gaza debe ser abordada, sobre todo, por los países vecinos y por la Autoridad Nacional Palestina, incluso hay que considerar que los propios habitantes de la franja tienen su propia responsabilidad al haber adoptado una posición pasiva o colaboracionista con Hamás. Estos países y entidades son los directamente afectados por el conflicto y, por tanto, los más interesados en resolverlo.

Barcelona, 20 de septiembre de 2025.