El misterio de Roger Coudroy
Reconocemos que esta es la parte de
nuestro estudio sobre el neo-fascismo en los años 60 que más nos ha costado
realizar. En primer lugar, porque todo muerto merece un respeto. En segundo
lugar, porque la “fuente” sobre la que emanaron datos sobre Rober Coudroy,
inexplicablemente, se secó a finales de los años 60. Desde entonces, los datos
que se han ido publicando han sido, o bien reproducción de datos ya conocidos,
o bien pequeñas variaciones sin apenas interés, o incluso variaciones muy
significativas. Pero, en definitiva, nada nuevo. Ahora creemos estar en
condiciones de presentar una tesis coherente sobre Rober Coudroy, señalando,
incluso, los elementos de su biografía que no encajan y poniendo especial
énfasis en la manipulación que hizo La Nation Européenne de su figura.
Esteramos en condiciones de desmentir a Thiriart: No, Roger Coudroy no fue un “nacionalista
europeo”, esto es, un antiguo miembro de Jeune Europe o del Parti Communitaire
Européenne.
Oímos hablar por primera vez de Roger
Coudroy, en 1970. Inicialmente, nosotros mismos, reprodujimos en los medios a
los que teníamos acceso en la época, las noticias que nos habían llegado sobre
un “belga, nacionalista europeo”, que había muerto en tierra palestina al
frente de un grupo guerrillero cuando trababa de infiltrarse en Israel. La
frase es repetida, en el folleto de Cuadrado Costa[1].
Las noticias tenían una fuente única: La Nation Européenne que publicó
un artículo firmado por Gilles Munier en el cual se rendía homenaje a Roger
Coudroy “primer europeo caído en el campo del honor en Palestina, en el combate
contra el imperialismo americano–sionista”[2].
A partir de aquel momento, fuimos muchos, en toda Europa, los que reprodujimos
el nombre de Roger Coudroy en cuantas ocasiones tuvimos. Aún hoy se sigue
repitiendo en los ambientes “nacional–revolucionarios” esos mismos datos,
exactamente los mismos, con singular insistencia.
Sin embargo, a medida que ha ido pasando
el tiempo, la pregunta que nosotros mismos nos formulamos hacia mediados de los
90 fue: ¿cómo es posible que en más de 35 años, nunca se hubieran conocido más
datos sobre este episodio? Y esa pregunta todavía no se ha respondido
fehacientemente. Porque, lo mismo que se sabe hoy es exactamente lo mismo que se
publicó en 1968. El nombre de Roger Coudroy siempre ha gozado de un prestigio
especial entre los herederos de Thiriart, pero también siempre ha navegado
entre sombras que, el tiempo, lejos de disipar completamente, ha ido
aumentando. Para los partidarios de Thiriart, creer en lo que publicó La Nation
Européenne en 1968 es un “acto de fe”: “yo creo en su existencia y en su muerte
en territorio palestino al frente de un comando armado de Al–Asifah” (hoy se
dice que era de Al–Fatah, mientras que, en la época, se diferenciaba entre
ambos: Al–Fatah sería el “partido palestino” y Al–Asifah, su “frente armado”).
Por experiencia, sabemos que todo lo que
se mueve bajo el sol, deja un rastro: familia, noticias en páginas interiores,
esquelas de las que hay constancia en hemerotecas, testimonios de amigos,
incluso de “camaradas”, si ha sido miembro de una organizacion. El mero paso
del tiempo hace que, espontáneamente, vayan surgiendo elementos nuevos que se
agregan al dossier y facilitan respuestas (que no siempre resultan agradables
de conocer). Esto se da, especialmente, en estos momentos en los que todo está
al alcance de todos en Internet. Personalmente, hubiéramos deseado el
testimonio de uno o dos antiguos militantes de Jeune Europe que hubieran
hablado de Coudroy en sus blogs (y nos hubieran explicado cómo fue y en qué
circunstancias lo conocieron), o en declaraciones a licenciados que elaboran
sus tesis de doctorado o a inquisidores periodísticos o, incluso, a jueces,
preocupados por la muerte de un ciudadano europeo en tierra extranjera. Ese
tipo de testimonios tiene el valor de la autenticidad. Sin embargo, lo que el
investigador siempre se ha encontrado en este caso es con el “testimonio único”
(luego, jurídicamente, “testimonio nulo”) de La Nation Européenne.
¿Es posible que, todo fuera un “invento”
de un redactor de la revista para hacer más digerible y emotiva la opción pro–palestina?
Nadie puede asegurarlo, pero los datos no juegan, de ninguna manera, a favor de
un “Roger Coudroy, militante revolucionario europeo”.
En 1968 se publicó en francés J’ai vécu
la résistance palestinienne que lleva la firma de Roger Coudroy. Si hay
libro, es que existe autor. Así pues, existió alguien llamado “Roger Coudroy”
(o bien, alguien que utilizó ese nombre como seudónimo para firmar el libro en
cuestión). Pero, ni siquiera sobre el libro existe unanimidad: mientras el
entrada en Wikipedia sobre Coudroy da como fecha de publicación 1968, sin
incluir ni lugar, ni contenido, ni editorial, otras fuentes sostienen que fue
publicado en 1969, por el “Centro de Investigaciones de la OLP” (y,
efectivamente, en esa época, la central de la OLP se encontraba en el Líbano,
en donde permaneció entre 1967 y 1985, para pasar luego a Ramala, y antes de
esa fecha, entre 1964 y 1967 encontrarse en Jerusalén, perdido para el mundo
árabe durante la Guerra de los Seis Días). El libro, era, más bien, un folleto
de 87 páginas y llevaba el número 9 de la colección.
En una web italiana se resume su
contenido:
“Mientras tanto, Roger
Coudroy ya ha encontrado su destino. Un testimonio de los pocos meses que pasó
en las filas de la resistencia sigue siendo un breviario, a medio camino entre
el diario personal y el ensayo histórico, donde el joven ingeniero anota los
relatos de sus vivencias y sus vívidas impresiones sobre los combatientes
palestinos, pero también algunas descripciones muy intensas sobre mujeres de
"mejillas dulces, narices finas y labios tiernos", sobre niños en
campos de refugiados que "en Palestina lo convierten en una oda a la
dulzura que se les niega, al canto y la confianza, que las hace al mismo tiempo
felices y desesperados, en diminutas carpas quemadas por el sol sacudidas por
el viento, hacia este país hecho de leche y miel del que tanto han oído hablar
y por el que, quizás, mueran mañana” [3].
Tal es el tono casi lírico en el que se
expresa el autor. El libro fue traducido al alemán con el título de Widerstand
en Palästina y en Italia no hace mucho con el título, algo abusivo, de Ho
vissuto la resistenza palestinesese. Un militante nazionalrivoluzionario con i Fedayín
[4].
Volvemos otra vez a la web italiana en la que se nos informa que:
“Después de las primeras
reuniones en Beirut [de
Coudroy] con Al Fatah, el camino del autor conduce a Damasco, luego a Ammán,
finalmente al campo de refugiados de Baqa'a donde Coudroy se convirtió en el fedayín
“As Saleh” (El justo). Las últimas páginas, escritas del 23 al 27 de mayo de
1968, informan de forma cada vez más sucinta de las operaciones militares
conjuntas entre Al Asifah (el ala militar de Al Fatah, a la que pertenece) y la
OLP. Entonces la historia se detiene”[5].
Y es que, el 3 de junio de 1968, Roger
Coudroy resultó muerto.
La única foto que se posee de Roger Coudroy, publicada por primera vez en La Natión Européenne en 1968, a la que llamaremos "foto canónica".
Por su parte, lo que resume Wikipedia[6]
es que “nació en Bélgica en 1935” (por tanto, como Cristo, moriría a los
simbólicos 33 años). “Estudió y trabajó en Francia antes de mudarse a
Oriente Medio para ejercer su profesión”. Se añade que, tras involucrarse
en Al Fatah, “tomaría el liderazgo de una brigada”. En la introducción
al artículo se añade que “fue un miembro militante nacionalista
revolucionario de Jeune Europe y Al–Fatah, comprometido en la lucha armada en
Palestina”. El dato de la militancia en Jeune Europe se repite en la
edición inglesa de Wikipedia[7].
El artículo figura en la Wikipedia
española[8]
en donde no ha suscitado ninguna “discusión” (como tampoco en la francesa, algo
más amplio). Las modificaciones de la versión francesa son mínimas y por
cuestiones sintácticas y de enlaces. La versión española es un resumen de la
francesa y, en esta, se añade que es “un símbolo del nacionalismo
revolucionario y de los anti–sionistas de extrema–derecha”, frase
desaparecida en la versión española. También se incluye una idea que se repite
habitualmente al hablar de Coudroy y de Jeune Europe: Thiriart habría anunciado
el proyecto de crear Brigadas Europeas “formadas por voluntarios y
destinadas a combatir militarmente en Palestina, antes de poder ser operativas
en Europa”, añadiéndose que “Thiriart mantuvo contacto con dirigentes de
la OLP con los cuales estaba en contacto, y propuso la idea a los baasistas de
Irak y al presidente egipcio Nasser a quien visitó en 1968”. Se añade, así
mismo que “Thiriart sirvió como consejero de Fatah (dentro de la
Organización para la Liberación de Palestina), durante la década de 1970”,
información cuyo origen es un profesor de historia norteamericano, George
Michael autor del artículo Strange Bedfellows[9],
autor de varios libros sobre la extrema–derecha americana. También se trata de
una afirmación no confirmada por ninguna otra fuente, ni dato suplementario
alguno. Ni siquiera Thiriart reconoció en vida haber sido “consejero” de Al
Fatah.
En Internet se ha repetido lo ya publicado
a finales de los 60: a saber, que Coudroy era un “ingeniero belga crecido en
Francia, que trabajó para la Peugeot en Kuwait antes de unirse a la resistencia
palestina” [10].
Los pocos datos publicados aquí y allí cuentan que se graduó en ingeniería en
Francia “a mediados de la década de los 50”, pero la fuente originaria
cuenta con menos convicción su trabajo en la Peugeot, reconociendo que solo “es
posible” y que su traslado al Líbano y luego a Kuwait tuvo lugar en 1964 o
1965 (“se desconoce la fecha de este traslado”, se dice textualmente[11]).
¿Es posible que Coudroy fuera miembro de
Jeune Europe? ¿Cuándo? El grupo originario se funda en 1961 (publicación del Manifiesto
a la nación europea) siguió actuando como Movimiento de Acción Cívica (de
orientación nacionalista–poujadista, en absoluto “nacional–revolucionaria–europea”),
hasta 1963, momento en el que Nation Belgique, órgano del movimiento,
pasa a llamarse Jeune Europe. Coudroy, según las fuentes que suelen
utilizarse para reconstruir su vida, estaba estudiando en Francia en esa época,
país en el que Jeune Europe apenas contó con partidarios que basaban su acción,
como hemos visto, en practicar el “entrismo” en la Federation des Étudiants
Natonalistes. Eran pocos y, de haber estado presente, recordarían a Coudroy y
habrían exaltado su figura. Pocos meses, el recién graduado en ingeniería se va
a Oriente Medio. Así pues, la militancia de Coudroy en la organización de
Thiriart (en Bélgica, en absoluto en Francia) es muy forzada por las
fechas: solamente pudo darse de 1961 a
1963. Pero su biografía sugiere que estudió la carrera ingeniería en Francia,
donde, en esa época, no existía Jeune Europe…
El hecho es que no dejó, desde luego, ni
camaradas, ni testimonios que lo recordarán, ni que afirmaran conocerlo
personalmente, ni en Francia, ni en Bélgica. En realidad, la primera y única
noticia sobre él, es la necrológica que apareció en La Nation Européenne[12]
que, desde entonces sigue exaltando la imaginación de los “nacional–revolucionarios”.
Pero todo tránsito por una organización, deja testimonios: si no existen, es
que ese tránsito jamás se ha producido.
Podríamos pensar que se trataba de un
“militante clandestino”, renuente a revelar sus verdaderas creencias políticas,
para garantizar su seguridad. Eso hubiera demostrado cierta predisposición para
la clandestinidad, la lucha en las catacumbas y la acción armada… en Europa.
Bien, pero ¿y en Palestina? ¿Cómo es posible que, salvo su folleto publicado
por la OLP, no existan más testimonios de sus camaradas de Al–Asifah? A fin de
cuentas, nadie olvida a un europeo que ha decidido luchar a tu lado en una
tierra que no es la suya. Y más aún si se trata de un caído, un “mártir”. Pues
bien, en el blog de Giorgio Ballario, se reconoce que tampoco “existen
memoriales, testimonios de otros combatientes de Al Fatah o de familiares,
compañeros de fe política que recuerden su figura”[13].
De hecho, lo más inquietante aún es que ni
siquiera el Estado de Israel presentase una protesta al gobierno belga por la
presencia de un ciudadano de ese país que “ejercía el liderazgo en un
comando de Al–Asifah”, organización considerada como “terrorista” por el
Estado de Israel. Porque podemos estar seguros de que los cadáveres de todo
resistente palestino, eran analizados, fotografiados e identificados minuciosamente
por el Mossad. Era el protocolo rutinario para saber quién era, por dónde se
movía y qué vínculos tenía, para impedir y/o prever otras acciones
guerrilleras. Y en el caso de un belga, los rasgos antropológicos y étnicos
debieron de llamar necesariamente la atención de la inteligencia hebrea que
seguía con particular interés a los movimientos de extrema–derecha europea en
la época[14].
¿Es creíble, por tanto, que no existan ni
testimonios familiares[15],
ni testimonios militantes de Jeune Europe, ni testimonios palestinos, ni
testimonios judíos, ni siquiera otro testimonio más que el de la revista de
Thiriart que se limitó a dar cuenta de la muerte de Coudroy? En cuanto al
folleto publicado por la OLP, puede pensarse que se trataba de un texto de
propaganda y, por tanto, no necesariamente verídico, ni su autor un personaje
realmente existente.
En los últimos años, el afán por encontrar
datos susceptibles de autentificar la aventura de Coudroy en Palestina,
paradójicamente, han aumentado nuestro escepticismo. Citemos un ejemplo
curioso.
Tras haber presentado todos los datos
conocidos sobre Roger Coudroy, las cuatro únicas posibilidades razonables son:
un español, Juan Goytisolo, “arabófilo” desde su juventud, reconocido poeta y
escritor español, fallecido en Marrakech en 2017 escribió unas notas sobre su
viaje a Palestina[16].
Goytisolo narra sus relaciones con Jean Daniel, judío francés[17],
fundador de Le Nouvel Observateur y considerado durante la Guerra de
Argelia, “funcionario secreto del FLN”[18].
Gracias a los buenos oficios de Daniel, Goytisolo pudo recorrer Oriente Medio
(Líbano, Siria y Jordania) en el otoño de 1968, entrevistando a refugiados
palestinos y guerrilleros de Al Fatah. Roger Coudroy no era uno de ellos,
porque Coudroy, oficialmente, había muerto unos meses antes el 3 de junio de
1968…
Ahora bien, Goytisolo enviaba regularmente
sus trabajos periodísticos a Le Nouvel Observateur y uno de ellos fue
reproducido en castellano por la Embajada de la República Argelina Democrática
y Popular en Buenos Aires bajo el título de “La lucha de liberación palestina”.
Pues bien, en el blog Jeune Nation se publicó un artículo fechado el 9 de noviembre
de 2023[19], con el título Roger Coudroy, el héroe
nacionalista europeo (olvidado) de Palestina. El artículo está ilustrado
con tres fotos. La primera corresponde a alguien con uniforme militar. Es
altamente improbable que se trate de Coudroy: luce un uniforme que muy bien
podría ser de la Legión Española; no es, desde luego, una foto tomada en
Palestina. La segunda es la foto de carnet que habitualmente se difunde como
perteneciente a Coudroy. Pero la tercera reproduce el dibujo publicado en el
boletín propalestino difundido por la embajada argelina en Buenos Aires. Esta
foto tiene dos elementos interesantes: en primer lugar, por algún motivo el año
de la publicación está deliberadamente borrado, no así la fecha -el 12 de
enero-, en segundo lugar, el dibujo reproduce el mismo rostro de la foto de
carnet de Coudroy. Se está sugiriendo que el “jefe de Al Fatah” entrevistado es
Coudroy, pero la entrevista está publicada el 12 de enero de 1969… cuando
Coudroy hacía seis meses que había muerto. Se entiende perfectamente que se
borrara el año en el que se realizó. Y lo más importante: Juan Goytisolo no
alude en ningún momento a un “nacionalista europeo” en las filas de la
resistencia palestina.
El dibujo con un rostro inspirado en la foto canónica de Roger Coudroy aparecido en un boletín de la embajada argelina en Buenos Aires, procedente de la web: https://www.egaliteetreconciliation.fr/Roger-Coudroy-le-heros-nationaliste-europeen-oublie-de-la-Palestine-74287.html (obsérvese en la segunda línea como se ha borrado deliberadamente el año para sugerir que Goytisolo habló con Coudroy.
Es significativo igualmente que el dibujo
con el seudo-Coudroy haya sido publicado por un boletín difundido por la
embajada de Argelia en Buenos Aires. Vale la pena no olvidar que se supo de la
peripecia palestina de Coudroy gracias al artículo de Gilles Munier publicado
en La Nation Européenne y que era el corresponsal de la revista en
Argel. A pesar de que nosotros mismos conocimos a Munier en París en los años
90, nunca se nos ocurrió preguntarle por la cuestión. En realidad, todas las
informaciones sobre Coudroy le tienen a él como origen.
Para colmo, en un artículo publicado en Christian
Science Monitor [20],
se publicó la noticia de que un europeo de nombre Roger Coudroy había muerto en
el curso de un entrenamiento con Al Asifa. Éste no habría llegado a entrar en
combate, ni muerto el frente de un comando de la organización que pretendía
penetrar en territorio israelí, ni tampoco, como también se dijo, tomado como
espía y fusilado por los propios “fedayines”… También ha circulado la
información que daban a Coudroy como agente del Mosad, descubierto y fusilado
por la resistencia palestina ¿A quién creer? ¿Cómo son posibles tantas
versiones distintas para una biografía tan exigua en datos?
Así pues, a la vista de todo lo anterior,
solamente podemos considerar cuatro posibilidades racionales, a partir de las
cuales, creer en unas o en otras es cuestión de fe:
1) La biografía y los datos publicados sobre Roger Coudroy son veraces. No hay más datos por cuestiones de seguridad y clandestinidad. Así pues, Coudroy sería un heroico militante nacional–revolucionario–europeo caído en campo del honor y vanguardia de unas Brigadas Europeas que jamás llegarían a constituirse. Es la versión dada por La Nation Européenne y repetida hasta la saciedad por medios nacional-revolucionarios europeos.
2) “Roger Coudroy” es un nombre ficticio utilizado por la propaganda palestina para popularizar en Europa su causa. Se trata de una práctica habitual en operaciones psicológicas. Basta con utilizar un nombre de resonancias europeas, atribuirle algún libro y una biografía idealizada, darle un rostro y reproducir los mismos datos cuantas veces se pueda en medios de comunicación. El personaje ficticio con ese nombre luego sería aprovechado por el redactor de La Nation Européenne para construir su militancia en Jeune Europe y atribuir mayor dramatismo a su giro propalestino.
3) Roger Coudroy, trabajaba para la inteligencia hebrea o, quizás, para algún servicio de información europeo. Identificado por los palestinos, fue fusilado y ahí quedó el libro que había escrito para congraciarse con la causa palestina y penetrar en sus filas. Hemos visto operaciones similares de agentes norteamericanos en la España de la transición. Esta versión también circula por Internet[21].
4) Roger Coudroy es un “invento” de La Nation Européenne (o de su corresponsal en Argel, Gilles Mounier) al cual le llamó la atención la noticia de un belga muerto en palestina y que había publicado un folleto y se apropió de su figura a efectos propagandísticos, apropiándose Thiriart del mito y transformándolo en militante de su organización, a efectos de exteriorizar su alineamiento con los países árabes y con la no-alineación. Esta interpretación no exige, siquiera la existencia de un “Roger Coudroy”, el folleto editado por la OLP y el posterior libro de poesías, pudo escribirlo un propagandista de la causa palestina. De los datos incluidos en el folleto, La Nation Européenne extrajo lo esencial y le adjudicó la militancia en su organización, pero no pudo aportar nada más y la figura de Coudroy quedó entonces en las mismas sombras en las que sigue cincuenta años después.
Esta molesta ambigüedad y esta falta de
datos nos convenció de intentar abrir una investigación en red. En la web https://forebears.io/surnames se
cifran, en este momento, en 515 personas en el mundo con el apellido “Coudroy”,
casi todos residentes en Francia y solamente 3 en Bélgica; si damos estas
cifras como “aproximativas” se percibe que costaría poco llegar a estas tres
personas e inquirir por su antecedente fallecido en los 60. Nosotros lo hemos
intentado con los 98 que existen en Facebook, cosechando el silencio como
respuesta, salvo en tres casos que nos comunicaron ser ajenos al personaje y no
haber oído hablar nunca de él. Así que seguimos recopilando datos sobre
Coudroy.
Las Brigadas Europeas bullendo en el cerebro
de Thiriart
Habitualmente, cuando los simpatizantes de
Thiriart repiten los datos sobre Roger Coudroy, suelen acompañarlo del
siguiente añadido, que encontramos en una web: “El ejemplo guerrillero de
Jeune Europe queda claro con la muerte de Roger Coudroy en Palestina, primer
europeo muerto por la causa de liberación (…) El otro concepto thiriartiano que
vemos en las Brigadas Continentales/Unité Continentale, es la superación del infantilismo
anticomunista de los fascismos europeos” [22].
Un solo muerto, además no confirmado y que
suscita dudas razonables sobre su autenticidad, no es ejemplo de nada, y mucho
menos del “ejemplo guerrillero de Jeune Europe”, para poder hablar de “ejemplos
guerrilleros de Jeune Europe” en plural, harían falta más nombres,
más ejemplos, más caídos o, en su defecto, más combatientes de esta
organización que hubieran decidido tomar las armas: simplemente, no los hay.
Por tanto, si se trata de hablar de
“infantilismo”, cabrá atribuir el adjetivo a los “fetichistas de las armas”
obnubilados a finales de los 60 con los ejemplos guerrilleros promovidos por la
OSPAAAL, mucho más que con el “anticomunismo de los fascismos europeos”
al que, como máximo, cabría definir de “primario”, pero no de “infantil” como
muy bien podrían contar Jan Pallach y toda su generación en Checoslovaquia o
los 2.500 muertos en la revolución húngara de 1956 que, a su vez, causaron 722
bajas soviéticas[23].
Eso si son “experiencias de lucha armada”. Infantilismo, a fin de cuentas, es
tomar un caso único, poco claro, por un “ejemplo guerrillero de Jeune
Europe” con una muy improbable militancia en esta organización.
En efecto, Thiriart valoró la posibilidad
de construir “brigadas europeas” al estilo de las Brigadas Internacionales que
lucharon en la guerra de España (¿y por qué no a ejemplo de la Legión Cóndor o
del Cuerpo de Tropas Voluntarias italiano?). Fue en su revista donde se hablaba
de la muerte de un europeo al frente de un comando de Al–Asifah, fue él quien
marcó la pauta y facilitó los datos que, en los cincuenta años posteriores,
repetiríamos todos –incluido el que suscribe en su primer libro La Ofensiva
Neofascista [24],
y que hoy siguen reproduciendo web publicadas por jóvenes y no tan jóvenes que,
sin embargo, nunca se han planteado las preguntas básicas del caso.
Reproducimos un fragmento de una de estas webs, española por más señas:
“La muerte de Roger Coudroy
pasaría desapercibida para la mayoría de medios europeos. ¿Por qué? Muy
sencillo: Coudroy era militante de la organización nacional–revolucionaria
europeísta Jeune Europe, que había sido fundada cinco años antes por el
conocido Jean Thiriart. Por ello no había que darle difusión a esta muerte
heroica, además de que la causa palestina era defendida en esos momentos en
Europa por la extrema izquierda, y esta muerte descolocaba a los bienpensantes”[25].
Fugas retóricas y excesos poéticos; nada,
o muy poco, en definitiva, de concreto. Y, desde luego, nada por lo que pueda
ponerse la mano en el fuego. Ya hemos visto que la militancia de Coudroy en
Jeune Europe es completamente improbable.
Hay, de todas formas, algunos datos
concretos sobre el fin de una persona que se llamaba “Roger Coudroy”. Por
ejemplo, en el boletín Oriente Moderno[26],
en lengua italiana, aparece esta pequeña inserción extraída de L’Information
d’Israel e L’Oriente, de Beirut, 4 de mayo-5 de junio de 1968: “Al-Fath
informó que un joven francés que se había alistado en las filas guerrilleras,
el ingeniero Roger Coudroy, había resultado mortalmente herido mientras
manipulaba un arma automática en un campo de entrenamiento en territorio
jordano”. La información apunta en dirección a un accidente, no a una acción armada,
ni a un fusilamiento por espionaje. No hay más referencias, ni más datos posteriores,
a pesar de lo inusual de que un “joven francés” muriera en un campo de
entrenamiento.
Pero quizás el dato más concreto que
tendería a demostrar la existencia de alguien que se llama Roger Coudroy sea otra
pequeña referencia publicada la revista fundada por Mary Baker Eddy, The
Christian Science Monitor [27]
publicado en Boston y fechado el 7 de agosto de 1969 y titulado en primera
página “Reclutado en el Oeste - ¿Los árabes forman una brigada estudiantil?”, firmado
por John K. Cooley[28],
que se prolonga en la pág. 13. El artículo alude a una brigada de 150
estudiantes de diversos países procedentes de la “new Left” (nueva izquierda)
junto a las guerrillas palestinas contra Israel. Resaltamos lo de “new Left”.
Se trataría de “hombres y mujeres procedentes de 15 países no árabes”, sigue el
artículo, que se estaban entrenando en un “campo secreto al norte de Amman, en
Jordania”. “Aparentemente, el patrocinador es el Movimiento de Liberación
Nacional Palestino (Al Fatah)”. Los miembros de la “nueva izquierda” que participarían
en estas actividades serían: 30 británicos, incluyendo 10 mujeres, 20
irlandeses, 20 franceses, 10 alemanes occidentales, y 8 suecos, el resto son de
los Países Bajos, Italia, de varios países del Este Europeo, Guyana, Guinea e
India”. Seguramente sería con uno de los miembros de esta unidad con los que
departiría Juan Goytisolo.
La información añade que es “la primera
vez desde la primera guerra de Palestina de 1948 que varios voluntarios
europeos han recibido entrenamiento de combate para luchar del lado árabe”. En
el párrafo siguiente se alude explícitamente a Roger Coudroy: “En 1968, sin
embargo, Al Fatah entrenó al menos a un voluntario francés, Roger Coudroy. Había
trabajado como jefe de mecánicos en un taller de Kuwait antes de venir a
Jordania y solicitar su ingreso en Al Fatah. Tras un minucioso control de
seguridad, Al Fatah lo aceptó. Este reportero habló con Roger Coudroy unas
semanas antes de que se informara de que había muerto por un disparo en un
accidente durante un entrenamiento”. Es toda la referencia.
Luego, el mismo artículo habla de “Según
los informantes, un «estudiante» corpulento y de edad avanzada procedente de
los Países Bajos parece ser uno de los líderes entre los nuevos voluntarios.
Los palestinos y sus compañeros voluntarios europeos lo conocen simplemente
como «el holandés»”. En los párrafos siguientes, se insiste en que la totalidad
de los miembros de este pequeño grupo pertenecían a formaciones de extrema
izquierda cuyo nombre se aporta: The International Marxist Group, las
publicaciones International Socialism y New Left Review, los grupos ingleses
Revolutionary Students Federation, la Revolutionary Socialist Students
Federation y el British Vietnam Soidarity Front, en cuanto a los franceses
procedían del Groupe de Recherche et d’Action pour le Réglement du Probléme
Palestinien, Presence de la Palestine y el Mouvement d’Existende Palestinienne.
En cuanto a los italianos procedían del Committee for Solidarity with the
People Palestinine de Roma y del Palestina Committee de Milán. Esto es todo lo
relevante que permite extraer alguna luz:
- El artículo alude a un “Roger
Coudroy” que muere en 1968.
- Poco antes el periodista que
forma el artículo, John K. Cooley, dice haber hablado con él.
- Cooley lo da como “francés”,
no “belga”. Y no alude a ninguna militancia política previa, ni a los motivos que le llevaron a Jordania..
- Muere en la fase de
entrenamiento, en un “accidente”. Esto es: no ha entrado en combate, lo que implica
que no pudo participar en la batalla de Karamé (21 de marzo de 1968).
- Tampoco pudo liderar un
comando de Al Asifa liquidado al tratar de penetrar en Israel.
- Llegó de Kuwait como
voluntario autónomo, sin ninguna relación con el grupo de voluntarios
procedentes de distintos grupos de la “nueva izquierda” que con seguridad fue
liquidado durante el “septiembre negro” de 1970. No hay, por tanto, ninguna
relación entre este grupo y las “Brigadas” a las que aludió Thiriart y de las
que Coudroy debía formar parte.
- que el artículo abre más
interrogantes de los que resuelve. No se especifica ni qué “accidente”, ni cómo
ocurrió, ni en qué circunstancias, ni que se hizo con el cuerpo. Esta ausencia
de datos es lo que ha permitido decir que Coudroy habría sido ejecutado como “espía
del Mosad”.
- Está más que claro que
Coudroy nunca tuvo la más mínima relación ni con Jean Thiriart, ni con La
Nation Européenne, ni con Gilles Munier, ni con las Brigadas Europeas.
Ahora bien, ¿cómo llega la noticia de la existencia de Coudroy a Jean Thiriart?
Respuesta: “En el curso de un viaje a Egipto en el que ha visitado la oficina
de la OLP en El Cairo, Munier oye por primera vez hablar de Roger Coudroy. De
vuelta a Argelia, publica sobre este personaje un artículo en La Nation
Européenne, la revista de Thiriart de la que Munier es corresponsal en
Argel”[29].
Portada de Les Plastiqueurs que atribuye a Munier la responsabilidad de haber difundido a través de La Nation Européenne la aventura de Coudroy.
En el artículo de Munier podía leerse:
“La lucha contra el sionismo
trasciende ampliamente las fronteras de la nación árabe [...] La participación
activa de los europeos en la lucha por la liberación, como puede comprenderse
fácilmente, es una realidad demasiado peligrosa para los sionistas, que no
pueden aceptar que la prensa se apropie de las noticias. Israel, pilar del
imperialismo anglosajón, es una amenaza permanente para todos los pueblos
ribereños del Mediterráneo. Aceptar su existencia significa ratificar la
política de los bloques, cuyo interés reside en dividir para seguir gobernando.
La desaparición de Israel privará a la 6ª Flota estadounidense de su principal
pretexto para cruzar el Mediterráneo [...] La cuestión palestina y la hipoteca
sionista sobre Europa son un solo problema, que sólo puede resolverse alineando
a la organización sionista mundial. La historia demostrará que Roger Coudroy,
como el Che Guevara, no murió en vano”[30].
A partir de ahí, el mito fue arraigando en
una extrema-derecha que necesitaba alimentarse de nuevas epopeyas y leyendas. Munier
sirvió el dato. Thiriart lo explotó para dar cuerpo a su proyecto fantasmagórico
de unas “Brigadas Europeas”. Eso es todo. Dios sabe los motivos que tuvo
Coudroy para trasladarse de Kuwait a Jordania. Lo cierto es que, en la locura
que supone todo lo relativo a Oriente Medio en el último siglo, la muerte de
Coudroy -esto es, la desaparición de un solo hombre en una zona en la que cada
año mueren miles- no suscitó más información ni para la resistencia palestina
(mas interesada en la brigada internacional formada por activistas de la “nueva
izquierda" que en alguien que había llegado en solitario a un campo de
entrenamiento).
Incluso cuando se publicó la reedición
italiana de la obra atribuida a Coudroy en las ediciones Pasaggio al Bosco, ni
el prefacio de Claudio Mutti, ni el epílogo de Andrea Niccolò Strummiello,
aportaron elementos inéditos a su biografía. Como tampoco el segundo libro de
Yannick Sauveur, Jean Thiriart y la Gran Europa. En cierto sentido es
significativo que Gilles Munier (que fuera corresponsal de La Nation Européenne
en Argel y hasta el final del gobierno de Sadam Hussein, uno de sus hombres de
confianza en Europa, y posteriormente uno de los “contactos” de la resistencia
baasista en Europa) fundara a principios de los años 70, la “Association
Européenne Roger Coudroy”, junto con el senador comunista Désiré Motte,
antiguo resistente. Esta asociación, poco después, cambió el nombre, sin dar
explicaciones, por el de Association des Amities Arabes. Es posible que,
entonces, alguien se planteara las mismas dudas que nos planteamos ahora 50
años después y les resultara imposible seguir adelante con una asociación que
llevaba el nombre de alguien sobre el que nadie, absolutamente nadie, aportaba
ningún testimonio.
¡Pobre Roger Coudroy, fuera quien fuera!
¡Qué forma más absurda de morir dejando unas huellas tan tenues de su propia
existencia! En una web francesa de pocas visitas[31],
puede leerse “los dirigentes del Movimiento National de Liberación Al Fatah
dieron a conocer en junio de 1968 la última entrevista de Roger Coudroy. La
cinta magnetofónica desde hacía algún tiempo estaba a disposición de los
corresponsales de prensa acreditados en la República Árabe Unida. Naturalmente,
la prensa llamada europea no dio cuenta nunca del hecho, con excepción de la
revista La Nation Européenne que dirigía Jean Thiriart”.
El texto que aparece en este artículo
encontrado en la red, contribuye a echar una enésima paletada de tierra sobre
el misterio de Roger Coudroy. La cinta magnetofónica en cuestión decía: “Mi
nombre es Rober Coudroy, soy francés… Estoy aquí para saber más sobre la lucha
emprendida por el pueblo palestino… Estoy desde hace dos meses en este campo de
entrenamiento (…) He participado en algunos combates contra los sionistas… He
asistido a la batalla de El Karamé [32]
(…) Los fedayines son la vanguardia del pueblo palestino… No soy un experto
militar, pero puedo afirmar que la lucha armada es la única vía que conduce a
la liberación de Palestina”.
Esto implica rectificar todo lo que se
había publicado antes: nos cuenta que “es francés” (el mismo artículo que
reproduce este texto dice algo más adelante que “nacido en Bélgica”…), que “asistió
a la batalla de Karamé” (21 de marzo de 1968) y que participó en “algunos
combates contra los sionistas” (así pues, lo contrario de lo que suele
contarse sobre él: que murió en su “primer enfrentamiento” con el
ejército judío unas semanas después del episodio de Karamé).
El artículo menciona que “en
Inglaterra, un diario se atreve a pretender que “Roger Coudroy murió
accidentalmente, limpiando su arma” [33].
Sin olvidar la otra versión ya mencionada de que resultó asesinado por los
propios palestinos que sospechaban de él como agente de algún servicio de
información.
Si mencionamos estas versiones, es solamente
para certificar todo lo que se ha dicho sobre él y ni siquiera estamos
dispuestas a creerlas, pero tampoco podemos aceptar la versión del “Coudroy–militante
de Jeune Europe–enviado por Thiriart a Palestina como vanguardia de las
Brigadas Europeas”, que nos parece una de las más fantasiosas sobre el
personaje y cuya imposibilidad ya hemos razonado.
Lo cierto es que, en el otoño de 1968,
Thiriart, realizó una gira por Oriente Medio, precedida por lo que Cuadrado
Costa llama “importantes encuentros en los países árabes progresistas y,
principalmente, en Argelia, a fin de concretar su proyecto de Brigadas Europeas”
[34]…
Unas “brigadas” que jamás existieron ni siquiera sobre el papel.
[1] “Y si proyecto de combate militar común entre la
OLP y Jeune Europe, no podrá concretarse, militantes de la organización
combatirán individualmente en la Palestina ocupada, como Roger Coudroy, el
primer europeo caído con las armas en la mano en las filas de Al Fatah”
(Cuadrado Costa, op. cit., pág. 23). Cuando se habla de “el primero”, el
plural está implícito, de la misma forma que cuando alude a “militantes de la
organización”, se tiene tendencia a pensar que son más de uno. Sin embargo,
nadie ha sido capaz de aportar más nombre que el de Coudroy, ya de por sí, como
veremos, envuelto en brumas. Se conocen, por ejemplo, los nombres de todos los
franceses miembros de la extrema-derecha que, poco después de la muerte de
Coudroy, fueron a combatir en el Líbano, durante la guerra civil de los 70,
junto a los grupos maronitas. El párrafo que hemos citado está redactado de tal
manera que se sugiere que el caso de Coudroy es “uno más” de una corriente en
la misma dirección. Absolutamente falso.
[2] La Nation Européenne, noviembre-diciembre,
1968.
[3] https://www.barbadillo.it/ Barbadillo,
Laboratorio d’idee nel nare del web. Artículo: Ritratti. Roger Coudroy, il
nazionalista europeo eroe (dimenticato) della Palestina, Andrea Cascioli, 3
junio de 2018
[4] Roger Coudroy, Claudio Mutti (Colaborador),
Andrea N. Strummiello (Colaborador), Passaggio al Bosco, Firenze, 2017.
[5] Blog Barbadillo, op. cit.
[6] https://fr.wikipedia.org/wiki/Roger_Coudroy
[7] El dato
se referencia en la obra Rethinking Fascism: The Italian and German
Dictatorships, de Di Michele Andrea, Filippo Focardi, Walter de Gruyter
GmbH & Co KG , 2022, pág. 324.
[8] https://es.wikipedia.org/wiki/Roger_Coudroy
[9] George Michael, Strange Bedfellows
[Extraños compañeros de cama], puede leerse en https://web.archive.org/web/20091128164211/http://chronicle.com/article/Strange-Bedfellows/3734/
La información, sea cual sea la fuente, es difícilmente creíble: en los años
70, Thiriart estaba completamente separado de cualquier acción política y,
además, en esa época fue extremadamente crítico en relación a los países árabes
y a la resistencia palestina.
[10] Recensión del libro Ho vissuto la resistenza
palestinese, publicado en el blog Kulturaeuropa,
https://www.kulturaeuropa.eu/2020/02/29/il-ricordo-di-roger-coudroy/
[11] Ibid.
[12] En el número 29 ya citado de La Nation Européenne.
[13] Blog Barbadillo, Laboratorio di idee nel mare
del web. Op. cit.
[14] Hasta el
punto de que una de las más hábiles operaciones del Mossad fue la creación del
“World Service” en 1969-1970, radicándolo en la Grecia “de los coroneles”.
Desde allí, los agentes judíos enviaron cartas a un amplísimo fichero de
extrema-derecha pidiendo “corresponsales” para reemprender el trabajo del Welt-Dients
del coronel Fleishauer. Conozco la operación, porque yo mismo fui uno de los
“contactados”. La operación siguió en pie hasta que unos miembros de
Avanguardia Nazionale identificaron la misteriosa oficina de Atenas de la que
partía todo. El autor de estas líneas fue uno de los contactados en tal
operación. Ver La ofensiva Neofascista, Ernesto Cadenas, págs. 260-264,
[15]
El
periodista Chris Othen publicó en su blog un artículo titulado Who Was
Roger Coudroy? (https://christopherothen.wordpress.com/2018/06/24/who-was-roger-coudroy/)
fechado el 24 de junio de 2018, una síntesis de todo lo que se sabía sobre este
personaje. En las cajas finales de opiniones aparecen dos mensajes, uno de la
que decía ser “hermana de Roger Coudroy”, “Danielle Coudroy” y otro de alguien,
“Eugene”, que decía “haberlo conocido bien”. En ambos casos, los breves
mensajes afirmabas que en el artículo en cuestión contenidas “muchos errores”.
Puesto en contacto con Othen, tras comunicar que los emails que escribió a
ambas direcciones no tuvieron ninguna respuesta, tuvo la amabilidad de
proporcionarnos las dos direcciones para ver si nosotros “teníamos más suerte”.
Ocurrió lo mismo: los dos correos electrónicos, de Hotmail tampoco han sino respondidos.
De lo que puede deducirse que la “fuente” es falsa.
[16] Juan
Goytisolo, “Mas de medio siglo de amistad”, El País, domingo 7 de
septiembre de 2014, reproducido en la web Revista de Prensa (https://www.almendron.com/tribuna/mas-de-medio-siglo-de-amistad/)
[17] El
mismo Goytisolo en su artículo de homenaje cuenta que Daniel se consideraba “judío
exterior a su comunidad”, El País, op. cit.
[18] Véase: https://es.wikipedia.org/wiki/Jean_Daniel
[19] https://jeune-nation.com/kultur/histoire/roger-coudroy-le-heros-nationaliste-europeen-oublie-de-la-palestine


[20] Edición
del jueves 7 de agosto de 1969, págs. 1 y 13.
[21] “El misterio
que rodeaba la muerte del belga permitió que circularan rumores de que había
sido asesinado por colegas árabes que lo consideraban un agente del
Mossad. Esa versión sigue siendo poco más que susurros y los leales a
Jeune Europe señalan con el dedo a los medios de comunicación pro-Israel que
intentan socavar la moral del enemigo. Pero un periódico británico, nadie
recuerda cuál, publicó una historia en este sentido. Pase lo que pase,
Coudroy estaba muerto”. Más adelante, este autor prosigue: “Roger Coudroy
causó suficiente impresión en los palestinos como para inspirar aparentemente
un libro de poemas de varios autores árabes pocos años después de su
muerte. Cuando el periodista belga Lucas Catherine la OLP en 1970, una de
las primeras preguntas de su contacto fue si conocía a
Coudroy. Posteriormente se le entregó una copia de J'ai vécu la
résistance palestinienne, como ejemplo del trabajo de un
simpatizante extranjero.” Versión recogida, en otras, en la web
https://christopherothen.wordpress.com/2018/06/24/who-was-roger-coudroy/
[22] Leído en el blog Pueblo Indómito,
http://puebloindomito.blogspot.com/2015/02/unite-continentale-el-europeismo.html
[23] H.Ch. Giraud, Le Printemps en octubre: une
histoire de la révolution hongroise, Ed. Rocher, París, 2006.
[24] E. Milá (a) “Ernesto Cadenas”, La Ofensiva
Neofascista, Ediciones Acervo, Barcelona 1977, pág.
[25] Blog Pueblo Indómito, op. cit.
[26] Oriente
Moderno, año 48, nr. 6/8 (Junio-Agosto 1968), pág. 385
[27] The
Christian Science Monitor, a pesar de su título y de su origen vinculado a
una secta religiosa era en los años 60 un diario muy respetado en EEUU,
especialmente porque no recurría a agencias de prensa, ni a reproducir télex procedentes
de otros medios de información, sino que dispone de una propia red de
corresponsales y enviados especiales. Su lema es -sigue publicándose en la
actualidad- "no hacer daño a nadie, sino bendecir a toda la
humanidad". Creado en 1908 por Mary
Baker Eddy, fundadora de la Iglesia de Cristo Científico, el periódico ha
recibido varios premios Premios Pulitzer.
[28] Cooley
no era un periodista aficionado. Estaba especializado en grupos islamistas y
Oriente Medio. Trabajó para ABC News y para el Christian Science
Monitor. Entrevistó a prácticamente todos los jefes de Estado de Oriente
Medio y recibió numerosos premios por sus investigaciones. Fue amigo personal
de Husein de Jordania y se entrevistó en numerosas ocasiones con Yaser Arafat.
Su testimonio puede considerarse como “creíble”. Falleció en 2008.
[29] Frédéric
Charpier, Les Plastiqueurs, La Decouverte, París, 2018, Pág. 222.
[30] Citado
en C. Mutti, Introduzione a R. Coudroy, Ho vissuto la resistenza palestinese,
Passaggio al Bosco, Firenze 2017. Tomado de la web geopolítica.ru, artículo Aspectos
geopolíticos del conflicto en Palestina. Los que conocemos la historia del Che, tanto en Cuba como en
Bolivia sabemos perfectamente que fue cualquier cosa menos una epopeya: Castro,
simplemente, le engañó induciéndole a pensar que en Bolivia el terreno era fértil
para hacer una “revolución” (a pesar de que era el menos fértil de toda Iberoamérica
porque Víctor Paz y su “revolución nacional” ya había repartido la tierra diez
años antes). Y lo hizo, literalmente, para quitárselo de encima tras su viaje
por todo el mundo, sugerencia realizada por los soviéticos descontentos con las
críticas que el Ché había formulado a su sistema. Castro no solamente cumplió,
sino que, dejó al Ché en la estacada cerrando incluso el canal de radio con el
que mantenía el contacto. A esto se unieron aventureros europeos de poco fuste,
intelectuales diletantes de izquierdas de poco cerebro (el pintor Ciro Bustos
que realizó retratos de todos los guerrilleros que luego sirvieron a la inteligencia
boliviana para identificarlos, o el “intelectual” Regis Debray que, tras ser
apresados delataron al Ché). Solo se unieron al grupo cubano unos pocos mineros
(no más de madia docena) e incluso menos campesinos; la trampa se cerró cuando Mario
Monje, secretario general del Partido Comunista de Bolivia, le negó su apoyo.
Aislado en una selva insalubre, asmático, traicionado por sus amigos, delatado
por los suyos, perseguido por rangers bolivianos, asesores argentinos y
agentes de la CIA, localizado permanentemente gracias al calor que desprendía
un hornillo que le habían regalado los vietcongs, su guerrilla no pasó del
conato. Si el “Ché” ha pasado a la historia no ha sido por sus méritos como “guerrillero
heroico”, sino por la famoso foto de Alberto Korda, reproducido en millones de T-shorts…
un elemento más de la sociedad del espectáculo. El, efectivamente, “no murió en
vano”, murió para mayor gloria de la mitología consumista.
[31] http://avocatdespauvres.over-blog.com/ La web no
registra movimientos desde 2018.
[32] Es la única referencia a la participación de
Coudroy en la Batalla de Karamé que tuvo lugar el 21 de marzo de 1968, es
decir, 74 días antes de la muerte de Coudroy. La batalla supuso un éxito
táctico para Israel (cuyas tropas sufrieron apenas 28 bajas), mientras que la
OLP soportó 200 muertos y 150 prisioneros, y Jordania, 84 muertos. Pero el
fracaso diplomático fue estrepitoso: la ONU condenó la inclusión israelí y
aportó a Al Fatah un argumento de propaganda inestimable. Para más información
sobre la batalla de Karamé, véase el texto Los palestinos en el Líbano.
Evolución del colectivo y análisis del impacto sobre el país a partir de 1948,
María Rosa Velasco Muñoz, PDF de su tesis doctoral presentada en la Universidad
Autónoma de Barcelona, 2015.
[33] Web avocatdespauvres, op.cit.
[34] J. Cuadrado, op. cit., pág. 40.
