Lamentablemente
ninguna de sus obras han sido traducidas al castellano pero es un escritor
famoso en el área francófona, especializado en novelas de ciencia-ficción. En efecto,
Maurice G. Dantec, falleció en Montreal el pasado 26 de junio, víctima de un
infarto de miocardio. Su última novela se había publicado en 2014, Les Résidents, con gran éxito.
Dantec
es, así mismo autor, de Las raíces del
mal, que pronto se convirtió en una referencia de la literatura cyberpunk, y de otra docena de éxitos
todos ellos e ciencia ficción. En 1998 publicó Babylon Babies que fue llevada
al cine en 2008. Era una de las figuras más destacadas de la ciencia ficción
mundial.
En
sus obras reflejaba sus preocupaciones y su pensamiento político: era monárquico
legitimista, católico e identitario. Había renunciado a vivir en Francia, considerando
que “Europa no tiene remedio”.
Prefería definirse como “escritor norteamericano de lengua francesa”. Residía
en Montréal en donde había adoptado la nacionalidad canadiense. Era muy duro
con Europa: “Europa me ha asqueado
completa y definitivamente. Busco una utopía política”.
Delgado,
permanentemente provisto de gafas negras, vestido con cazadora de cuero y con
aire de intelectual atormentado por la decadencia europea, desde muy joven era
un lector apasionado de Louis Ferdinand Céline. A finales de los setenta fundó
varios grupos de rock, trabajó en marketing y publicidad hasta que se pudo
permitir vivir de la literatura.
En
sus declaraciones mostraba siempre una incorrección política sorprendente para
los estándares y tópicos europeos. No tuvo inconveniente en apoyar públicamente
al Bloc Identitaire. Defendió la
restitución de la pena de muerte y declaró que se divertía viendo “como mis libros siembran el pánico entre la
neoburguesía de izquierdas”. No tenía dudas sobre el “choque de
civilizaciones” y la islamización de Europa que denunció siempre. Desde 2007
fue repitiendo que en la sociedad europea existía una “guerra civil latente”. Cuando lo comparaban con Houellebecq
respondía que éste estaba “el lado de
Shopenhauer… yo estoy del lado de Nietzsche (…) nos parecemos en que ambos
decimos que el mundo es un inmenso generador de sufrimiento”.
Había
previsto los atentados yihadistas en Francia en noviembre pasado. Cuando se
ejecutaron solamente añadió: “¿Y ahora? ¿Habrá
otros atentados? Una vez más diré que no soy adivino, pero es evidente que habrá
más atentados. ¿Por qué en Francia? Porque, como se decía en tono de broma:
Francia y Argelia se han separado en 1962, pero Francia tiene la custodia de
los hijos”. Añadió en una de sus últimas declaraciones: “En tanto que católico creo que los buenos
al final ganan… ¿pero cuándo llega ese final?”.