Tengo una buena relación con la oficina de Correos de mi
pueblo. Solo hay dos personas: la que está en la oficina y la que distribuye
correos por la calle. Es una empresa pública: Correos y Telégrafos de España…
No nos hemos dado cuenta pero el gobierno la está privatizando poquito a poco.
Si no se ha privatizado ya es porque las compañías que lo quieren comprar
exigen que la empresa esté “saneada”. Pero, no nos engañemos, desde 2001 se
están dando pasos en esa dirección. Me quejo de que la oficina de correos de mi
pueblo (3.000 habitantes) corre el riesgo de ser cerrada en los próximos meses.
La idea de privatizar no sería tan mala, de no ser porque
conocemos lo que viene luego: de la “empresa
pública” entendida como un SERVICIO A LA COMUNIDAD (un servicio necesario
que, aunque no sea rentable el Estado la asume como necesario), se pasa a la “empresa privatizada” entendida como NEGOCIO
en un sector necesario para la comunidad. Tal
es la distancia entre una economía social y una economía ultraliberal. Y de
eso también me quejo.
Se privatizó CAMPSA y se nos dijo: “es para abaratar los precios gracias a la ley de la oferta y la
demanda”. Pero los precios son prácticamente iguales en todas las compañías
y los aumentos que han duplicado el precio de la gasolina es el único resultado
de la privatización. ¿RENFE? Se está privatizando a trozos. Del antiguo INI no
queda nada desde el período de Felipe
González: sí, porque el socialismo inició la fiebre de las privatizaciones totales
(SEAT y ENASA) y parciales (Endesa, Repsol, Argentaria, Telefónica…). Aznar continuó con lo que quedaba de algunas
de estas empresas (Endesa, Telefónica, Repsol) y liquidó otras: Tabacalera. Zapatero inició la privatización de los
aeropuertos pero le faltó tiempo y mano izquierda para vender como pretendía la
joya de la corona: Loterías y Apuestas del Estado. Escarbando lo que quedaba, Rajoy
tiró hacia Paradores Nacionales, Correos, Puertos del Estado, con
privatizaciones “parciales” para evitar rebotes y generar alarma social… y tras
sondear cómo hacer lo de Loterías, lo dejó en punto muerto. En Perú el “chinito
Fujimori” privatizó hasta los edificios de los Ministerios. Así que allí el gobierno
está de alquiler. No ha habido mejoras sustanciales en los servicios, ni en
España, ni en ningún otro país.
Queda por explicar
qué es la “privatización”. Es simple de entender: el gobierno ofrece a precio
de ganga lo que todo el país ha construido y pagado con sus impuestos durante
décadas. Sabemos cuál es la fase última en la que desembocará el proceso:
en la privatización de la sanidad. Y
el que la salud se convierta en negocio resulta intolerable, por mucho que los
gurús del neoliberalismo lo anuncien como nuestro destino.
Lo más significativo es que, una vez más, no hay defensa, porque aunque casi todos estemos de
acuerdo en que un “servicio” solamente puede ser dado por el Estado, lo cierto
es que TODOS LOS PARTIDOS POLÍTICOS ESTÁN POR LAS PRIVATIZACIONES: ¿Podemos
también? Me temo que hasta ahora la voz de Podemos en este terreno no se ha
hecho oír. Y es un terreno importante.
Así que dejando de votar al partido que
le has votado, votando a otro, no vas a variar nada porque aquí han privatizado
el PP y el PSOE y privatizaría Podemos si pudiera y el Cs se prepara para
privatizar a la que tenga ocasión.
No nos engañemos: son
perros pulgosos con distintos collares. Ninguno me garantiza que la oficina
de correos de mi pueblo siga abierta en los próximos meses. ¿La alternativa?
Compañías privadas de “logística”. Las vengo utilizando desde hace más de 15
años: la calificación oscila entre horribles y repugnantes. “Le anunciamos que su paquete está en
distribución” – “Le anunciamos que a lo largo del día procederemos a su entrega”
– “No hemos encontrado nadie en la vivienda” (mentira, of curse)… todo el
despliegue de SMS automáticos para encubrir el hecho de la rentabilidad hace
que, al final, solamente haya distribución en esa zona un par de días a la
semana… Ahí no está la solución tal como sabe quien haya utilizado sus servicios.
No, la privatización no funciona. Si el correo es un
servicio no quiero que lo privaticen, como lamento que hayan privatizado el
crédito o vendido a precio de saldo las empresas públicas más señeras del país.
Me quejo de que aquí la izquierda ha privatizado tanto como la derecha. ¿Los
sindicatos? Poniendo el cazo y criando tripa. De eso ya me he quejado el 1º de
mayo.