HUNGRÍA: DOBLE MURALLA CONTRA LOS “ILEGALES”
Vale la pena recordar que Hungría fue el primer país de la
UE en adoptar medida legales para impedir lla llegada de lujos migratorios
masivos y para proteger de manera efectiva sus fronteras. La ruta de los
Balcanes ha sido casi completamente abandonado por las redes promotoras de la
inmigración ilegal, en beneficio de la “ruta italiana” (a la vista de que un
gobierno prácticamente desarbolado, de izquierdas, gobierna en aquel país con
tendencia a “comprender” estos flujos migratorios). Turquía permite que decenas
de miles de inmigrantes se sitúen entre Grecia y Serbia, filtrándose
continuamente en dirección a los Estados que demuestren tener la actitud as
permisiva y tolerante En el año 2014-2015, el gobierno húngaro no dejó
sorprender ante la perspectiva de una ruptura de los acuerdos de inmigración
firmados entre la UE y Turquía, así que optó por construir una muralla y medida
de expulsión rápida contra los ilegales. La combinación de ambos elementos ha
demostrado su eficacia. De ahí que el gobierno húngaro contemple la posibilidad
de reforzar esta muralla. Los promotores de la inmigración lo han entendido
perfectamente y han optado por desviar los flujos por la “ruta italiana”.
EL NUEVO CANCILLER AUSTRÍACO PARA LOS PIES A LOS TURCOS
A pesar de que el candidato del FPÖ perdió las elecciones
presidenciales austríacas por un escaso 3% de los votos, el nuevo canciller, de
orientación ecologista, se está viendo obligado, a la vista de lo estrecho de
su victoria, a adoptar algunas propuestas que tranquilicen al electorado del
candidato derrotado. En este sentido, ha prohibido los mítines turcos en
territorio nacional austríaco de cara al referéndum que tendrá lugar el próximo
16 de abril para introducir una reforma en la Constitución turca que permita
acrecentar los poderes del presidente. La reforma, propuesta por Recep Tayyip
Erdogan, ha generado también tensiones diplomáticas con la UE. Los promotores
del referéndum habían promovido una ambiciosa campaña de captación del voto
entre la “diáspora” turca en los países germánicos. Era algo que ya se había realizado
anteriormente… pero en otras condiciones políticas. Ahora se juzga, tanto en
Holanda, como en Alemania, como en Austria, que iniciativas de este tipo
realizadas por el gobierno turco, serían aprovechadas por partidos “populistas”
(¡!) para aumenta sus expectativas de voto. En Holanda, el primer ministro (un liberal
de derechas) ya ha dicho que no colaborarían con iniciativas de este tipo. En
Alemania, en muchas ciudades, los ayuntamientos, simplemente han prohibido este
tipo de mítines que podrían “dar alas” a la AfD. Austria es el recién llegado a
esta actitud… es la victoria moral del FPÖ.
HOLANDA: PROPUESTA PARA PROHIBIR LA DIFUSION DEL CORÁN
El 15 de marzo, tendrán lugar elecciones generales en
Holanda. Las perspectivas para Geert Wilders son buenas y los sondeos le
auguran una cómoda segunda plaza. Nuevamente, el factor de agregación utilizado
por Welders ha sido el anti-islamismo. En un mitin celebrado el pasado domingo
ha propuesta la prohibición de la difusión del Corán en territorio holandés.
¿Motivos? Las alusiones a la “guerra santa” distribuidas a lo lago de la obra y
que, evidentemente, no pueden interpretarse con un carácter simbólico, sino que
son tomadas al pie de la letra por un número considerable de los fieles
islamistas. Para Wilders, esta prohibición está justificada porque otros libros
han sido prohibidos, incluso sin proponer nada parecido (el Mi Lucha, por ejemplo). Por otra parte,
Wilders estima con razón que si el Islam no encuentra un fácil campo de acogida
en Holanda, optará por instalarse en otros países que se verán obligados a
adoptar leyes similares.
RUSIA: POLÍTICA DE DISMINUCIÓN DE ABORTOS
¿Sabe usted cuál fue el primer país del mundo en autorizar
el aborto? La Unión Soviética en 1920. Esto explica el porqué la progresía
siempre se ha mostrado favorable al aborto: era una de sus señas de identidad.
El derecho de la madre a la interrupción del embarazo priva sobre el derecho
del futuro bebé. La autorización del aborto se fue extendiendo a todo el mundo,
pero en la actualidad, Rusia sigue siendo uno de los países en donde esta
práctica es más elevada: en 1993, cuando la URSS ya se había desintegrado pero
Rusia vivía una crisis que parecía insuperable, se producían 235 abortos por
cada 100 nacimientos. No fue sino hasta que Vladimir Putin asumió el poder que
las cosas han ido cambiando progresivamente. Para la Iglesia Ortodoxa el aborto
es una muestra de crisis moral. Para el Estado evidencia una crisis
demográfica. Ambas instituciones están colaborando en reducir al máximo posible
el número de abortos: por el momento, y en relación a las cifras de 1992, han
conseguido reducir el problema a una quinta parte del volumen que tuvo. En los
hospitales se exige un certificado para poder realizar el aborto. Solamente en
2016, el aborto cayó un 13% en relación al año anterior. En estos momentos, una
petición para la prohibición el aborto lleva recogidas 400.000 firmas. ¿Entiende
usted por qué el gobierno de Vladimir Putin no figura en el panteón
progresista?