Infokrisis.- Cada día que pasa hay menos razones para el optimismo– Los peores presagios económicos se están cumpliendo– Mientras que el endeudamiento crece de día en día, España pierde credibilidad y empieza a ser considerada como un riesgo para las agencias de rating– Estamos llegando al punto crítico– Hasta ahora el endeudamiento se compensaba con la emisión de bonos– A partir de ahora empezará a plantearse el problema de ¿quién se atreve a comprar deuda pública española? ¿Qué inversor puede fiarse de un país considerado como “riesgo”? Esto no ha hecho más que empezar.
El 18 de diciembre pasado se publicó un dato estremecedor: la deuda de las comunidades autónomas del Estado Español había aumentado un 33’2% en el tercer trimestre de 2009, en comparación con el mismo período de 2008– A finales de septiembre de 2009, la deuda de las comunidades autónomas, en cifras absolutas, ascendía a 83–843 millones de euros, el 7’9 del PIB– Los datos son del Banco de España así que no pueden ser puestos en duda– No ha habido ni una sola autonomía que haya establecido un plan de austeridad digno de tal nombre– De hecho, se diría que para las autonomías seguimos en tiempos de “vacas gordas”– Y lo mismo ocurre con el Estado y con los Ayuntamientos– Solamente las PYMES y las familias están sufriendo recortes en sus gastos.
Record de endeudamiento histórico
El rating es una clasificación de los fondos de inversión atendiendo a su rentabilidad y a su riesgo– Aquellos que están mejor situados (con más rentabilidad a mínimo riesgo) son calificados con cinco estrellas, mientras que los peor situados (mínima rentabilidad a máximo riesgo) reciben una sola– Existen agencias especializadas en rating que califican no sólo a productos financieros sino que también analizan la solvencia de los países– Su prestigio deriva de la exactitud de sus previsiones– Estas clasificaciones sirven de orientación para los inversores que, a partir de ahí, pueden elegir los bonos o acciones que deseen adquirir.
Los problemas de la economía española en 2010 van a depender de que las agencias de rating internacionales no se ceben contra la deuda emitida por el gobierno– Y de momento lo están haciendo: sus opiniones destilan pesimismo en relación a España– A pesar de los errores que han cometido en otro tiempo (permitiendo, por ejemplo que los “bonos basura” se filtraran en los mercados internacionales gozando de la mejor calificación…) los criterios de estas agencias siguen siendo tomados en consideración por los inversores– Por eso ha preocupado extraordinariamente que tres agencias de las más importantes (Agencia Moody’s, Standard & Poor's, y Morgan Stanley) restaran puntos a la deuda pública española.
El problema vino a partir de conocerse el aumento de la deuda de las comunidades autónomas– Distintos medios se hicieron eco de la noticia a principios de diciembre pasado: los datos del Banco de España informaban que el endeudamiento de las comunidades autónomas seguía un crecimiento desde 1995 a pesar del compromiso de estabilidad presupuestaria adquirido por España.
Catalunya se había destacado particularmente en el tercer trimestre del año acaparando el 28’6% de la totalidad de la deuda acumulada por el conjunto de comunidades autónomas– Catalunya alcanzó en ese momento los 24–054 millones de euros, seguida de Valencia (14–533 millones de euros) y Madrid en tercera posición (11–173 millones de euros)– Ni una sola de las diecisiete comunidades autónomas logró reducir ni un euro la deuda en 2009– En algunos casos (262,9% en el caso del País Vasco, el 81,1% de Murcia o el 64,8% de Canarias) el incremento porcentual fue espectacular (262,9% en el caso del País Vasco, el 81,1% de Murcia o el 64,8% de Canarias).
Los ayuntamientos no van a la zaga– Globalmente su deuda alcanzó los 34–546 millones de euros en el tercer trimestre de 2009, con un aumento del 13,2% sobre el mismo periodo del año anterior– Particularmente espectacular fue el incremento de la deuda de Madrid capital que alcanzó los 7,364 millones de euros– No es solo el Estado central, sino todos los niveles de la administración los que se encuentran progresivamente endeudados.
Tres sentencias de tres agencias de rating
El 10 de diciembre, la política económica del gobierno Zapatero sufrió una nueva merma en su credibilidad cuando otra prestigio agencia de calificación crediticia, Standard & Poor's, que rebajo la clasificación crediticia de España definiéndola como “negativa”– La agencia explicó ampliamente a qué se debía esta pérdida de confianza: la subida de impuestos abordada por el gobierno no ha bastado ni remotamente para contener el déficit que sigue desbocado dada la caída del consumo y “hacen falta políticas económicas más agresivas” para los próximos años.
Para Standard & Poor’s esta calificación negativa se prolongará como mínimo durante los tres próximos años– La pregunta es ¿se atreverá el gobierno a anunciar nuevas subidas de impuestos capaces de ir remontando el déficit a razón de un 2% del PIB en ese período hasta entrar de nuevo en superávit? Solamente así se evitaría que España descendiera todavía más en el actual nivel de rating.
Sin embargo S & P es ampliamente pesimista: ni cree que el gobierno se atreva a una nueva subida de impuesto antes de las elecciones de 2012, ni cree que las subidas de los tipos de interés que se esperan para 2010 favorezcan la colocación de la deuda pública española (tal como expusimos en el nº 24 de IdentidaD, artículo “Carry Trade”, páginas 12-15), a lo que se une la certidumbre de que el endeudamiento seguirá creciendo en los próximos años hasta superar el 90% de la ratio deuda pública / PIB en el 2015.
De todos los informes emitidos por agencias de rating y organismos internacionales, el de S & P es el más duro hacia la política económica de Zapatero– La agencia considera que los altos niveles de endeudamiento del sector privado impiden crecimientos superiores al 1% durante muchos años, a lo que se unirá un estancamiento del consumo persistente.
La comparación con la economía griega –la más “tocada” de la UE– es desfavorable para España– Crédit Suisse sostiene que los precios en España están sobrevalorados un 10% respecto a la media europea y, por tanto, no hay más camino para reordenar las cosas que la deflación (una bajada de los precios)– Pero el gobierno Zapatero tiene horror a esa palabra que supondría el hundimiento del PIB– De ahí que en lugar de dejar que los concesionarios de automóviles y los fabricantes bajaran los precios, ha preferido subvencionar la compra de vehículos– Si bien es cierto que una bajada de precios implicaría necesariamente facilitar el consumo… pero bajarían los salarios, algo que la sociedad española no está en estos momentos en condiciones de soportar (durante los años de crecimiento económico, los salarios seguían siendo bajos pero siempre existía el acceso al crédito fácil; hoy los salarios son bajos, pero la espita del crédito está cerrada…)– Para colmo Crédit Suisse subraya que la vivienda sigue sobrevalorada en toda Europa, un 12% según el FMI, mucho más para la institución suiza y muchísimo más en España.
Para los próximos años Crédit Suisse un aumento de la presión fiscal en España, una reducción del consumo, la escasez de crédito, la imposibilidad de renovación tecnológica en las empresas y el mantenimiento de una tasa de paro superior al 20%, lo que conducirá necesariamente a una pérdida de competitividad… nada de lo cual ayudará a reactivar la economía y será uno de los factores de aumento de la deuda pública que concluirá con más presión fiscal en una espiral sin fin del que, hoy por hoy, nadie puede decir dónde concluirá.
Al conocerse el análisis de Crédit Suisse sobre el riesgo financiero en España (informe publicado el 10 de diciembre), los medios de comunicación españoles destacaron lo dramático de la situación, incluso con tintes irónicos– El Confidencial, por ejemplo, escribió: “Zapatero tiene razón en que España lidera la Champions League, pero no la del crecimiento económico, sino la del riesgo financiero”– En efecto, España había pasado a ser, según la unidad de análisis económico de este prestigioso banco, ¡el sexto país más peligroso del mundo para realizar inversiones! Estamos en la actualidad considerados con la misma solvencia que países como Turquía, Ucrania, Bulgaria, Egipto, Indonesia, Colombia o Kazajistán– Solamente Grecia, Hungría, Rumanía y Lituania, tienen hoy más riesgo que España.
Catalunya y Andalucía se han visto unidas de nuevo, no solamente por tener las mayores tasas de paro y especialmente de paro juvenil, sino también por alcanzar ex aequo los puestos de cabeza en número de empresas declaradas en suspensión de pagos– En toda España erraron en el tercer trimestre del año 764 PYMES, cifra que será superior en el cuarto trimestre, tres veces más que en el mismo período del año anterior.
El año 2008 marcó el hundimiento de grandes constructoras, luego siguieron las inmobiliarias– Catalunya fue la comunidad situada en cabeza en suspensiones de pagos (165, 31 constructoras, 31 inmobiliarias y 36 del sector industrial y energético) seguida por Andalucía (122 suspensiones de pagos)– Pero no son solamente empresas las que se declaran en quiebra, la marejada del impago también ha alcanzado a los ayuntamientos de mediano tamaño: León, Lorca, El Álamo y Villajoyosa– Son los primeros, otros muchos seguirán la misma senda en los próximos meses– Cada vez se tienen más noticias de ayuntamientos que experimentan dificultades crecientes para abonar sus nóminas y decenas que lo hacen con retraso.
Moody’s se vio obligado a rebajar la calificación financiera de Catalunya a la vista de su elevado nivel de endeudamiento pasando de Aa•3 a A1 e indicó que todavía podía bajar más– Cabe decir que la calificación A1 es una calificación intermedia que aproxima peligrosamente a la deuda pública catalana a los “bonos basura” (Ba1)– Otras comunidades autónomas (Castilla-La Mancha, Comunidad Valencia, Andalucía, Castilla-León, Extremadura y Galicia, sufrieron también descensos en su calificación financiera– Moody’s no ha percibido que la mejora radical del sistema de financiación autonómica que beneficia a Catalunya pueda operar una disminución de la deuda de la Generalitat… dado que no contempla ninguna medida para apretarse el cinturón y tratar de contener el déficit, algo, por lo demás, evidente.
Es la segunda rebaja de calificación que ha sufrido la Generalitat de Montilla a lo largo de 2009– Otras agencias de rating han llegado a las mismas conclusiones considerando de manera muy negativa la seguridad ofrecida por la deuda pública catalana.
El día 15 de diciembre se supo que la agencia de calificación crediticia Moody's había situado a España como el país desarrollado con mayor riesgo financiero en 2010, según su "índice de miseria" que tiene en cuenta, fundamentalmente el déficit público (10%) y el paro (20%)– Para Moody’s España está a la cabeza de “país riesgo” por delante de países como Letonia, Lituania, Irlanda o Grecia– La agencia de rating no rebajó la calificación de España, pero si indicó que se vería obligada a hacerlo de no acometerse profundas reformas estructurales… algo que no entra en los planes del gobierno socialista– Pero este pequeño detalle sirvió para que Zapatero, se viera obligado a salir a la palestra para defender la máxima solvencia de España– "Dos de las tres agencias de rating han confirmado la máxima calificación para nuestra deuda”… el que no se conforma es porque no quiere.
Solamente Morgan Stanley echó un capote al gobierno español justamente en el punto más problemático: la supuesta salud del sistema bancario español que hoy depende solamente de un negocio tan esperpéntico como la compra de bonos del Estado al 3% con dinero prestado por el Banco de España al 1% de interés, operación que, como vimos, se hará imposible en 2010, cuando el Banco Central Europeo suba los tipos de interés– Estas operaciones se han traducido este año en un 2% del beneficio neto del Santander, un 3% del de Banesto, un 4% del de Popular, un 5% del de Sabadell y seguramente cifras parecidas para el BBVA que no ha ofrecidos cifras– Los beneficios obtenidos con estas operaciones contribuyen a paliar las pérdidas por una morosidad creciente.
Pero las cosas son más graves de lo que parecen– El estudio de Morgan Stanley no incluya a las Cajas de Ahorros y elude el espinoso problema de que los bancos españoles han anotado los inmuebles recuperados por la ejecución de hipotecas con los precios de tasación de cuando se concedieron estos créditos a familias que luego no pudieron pagarlos– En los dos últimos años, la vivienda se ha devaluado entre un 20 y un 25%, pero los bancos siguen sin reconocer los nuevos valores de los inmuebles de su propiedad en sus balances contables– Cuando se vean forzados a hacerlo entrarán inevitablemente en pérdidas.
El problema no es sólo que el Estado sufra una crisis de confianza perceptible en todo el mundo financiero internacional, el problema es que a la deuda del Estado se suma la de los ayuntamientos y las comunidades autónomas– El sistema bancario todavía no ha sacado a la superficie el 50% de las pérdidas que se esperan y la morosidad empieza a ser insoportable– A lo que se unen los altos niveles de endeudamiento de las PYMES y de las familias– No hay política económica digna de tal nombre– Ni siquiera hay una política de contención del gasto público en las partidas en las que resultaría menos agresivo para la población– No hay –y esto es lo peor- un plan para salir del agujero– ¿Cómo va a generar confianza Zapatero con sus alusiones al “viento y al sol” pronunciadas en la cumbre del clima y que demuestra hasta qué punto está en Babia… Lo raro es que las agencias de rating no hayan situado a la deuda pública española junto a los “bonos basura”.
Lo que implicará “rebajar el rating”
No es sólo la oposición la que alberga las más serias dudas sobre la solvencia del Estado Español, sino las principales agencias de rating, las que son tenidas en cuenta por los inversores, estos es quienes deberían comprar deuda pública emitida por el gobierno español, no como acto de caridad, sino como negocio seguro y de poco riesgo– Durante 2009, la banca privada ha acudido en socorro de Zapatero como contrapartida a los 8–000 millones puestos a su disposición por el Plan de Rescate de la Banca– Pero, ya hemos visto que en 2010, a partir del aumento de los tipos de interés esa estrategia de colocar deuda a los bancos españoles ya no podrá ser utilizada…– Entonces ¿quién comprará la deuda pública española? Respuesta: cualquier inversor al que se le ofrezcan intereses mayores.
¿Cómo competirá la deuda pública española con la emitida, por ejemplo, por el Estado Federal Alemán? Máxime cuando el diferencial con el bono alemán a 10 años se situará el próximo año en niveles próximos a 100 puntos básicos (un punto porcentual), lo que significa que la deuda pública –si se quiere vender- deberá ofrecer como mínimo algo más de 1–500 millones de euros adicionales en forma de intereses– A menos solvencia, la deuda es atractiva solamente si ofrece más intereses– Las cifras proceden del gabinete de estudios de Caja Madrid– Dicho de otra manera: nos esperan más impuestos.
El Estado emitirá a lo largo del próximo año –tal como indican los Presupuesto Generales para 2010- 211–500 millones de euros de deuda pública, la mayor parte de los cuales (2/3 partes) tomarán la forma de bonos y obligaciones del Estado, en total 158–625 millones– La subida de un punto en el precio del dinero –decretada por el Banco Central Europeo- supondrá, pues que deberán pagarse en intereses 1–586 millones adicionales– Y si esto ocurre también con las letras del Tesoro (emisiones a corto plazo) estaremos hablando de un total de 2–100 millones, coste real de la bajada en la credibilidad de España entre los inversores.
Todos los países están emitiendo deuda en estos momentos: sufrirán más las economías débiles o que ofrezcan menos garantías –como la española-, las cuales no tendrán más remedio que ofrecer intereses mayores para hacer atractiva la inversión y digerible el riesgo…
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