«Bagdad era una ciudad brillante mientras que París era un pozo
negro». A partir de esta afirmación, exacta en sí misma, y de muchas otras y
así mismo igual de exactas, mucha gente deduce que el Islam fue el portador
de una de una civilización espléndida. Se trata de un error de apreciación. Su
causa principal reside en el completo desconocimiento de la historia de las
civilizaciones de Oriente Medio. Con excepción de la egipcia, éstas son
totalmente ignoradas en Europa, donde una persona de cada diez sería capaz de
nombrar una ciudad asiria o hitita.
El resultado de esta ignorancia es que la mayoría de europeos
imaginan que Oriente Próximo (con la excepción, claro está, de Egipto) vivía en
la prehistoria hasta la llegada del Islam, que, desde esta perspectiva sería un
vector de progreso.
De forma aún más básica, este mito es el resultado de una lectura
simplista: los filósofos, las magníficas ciudades, las técnicas avanzadas para
la época, estaban en el Oriente Medio y éste era musulmán… así que (por
supuesto) sería gracias al Islam, y de paso, eso contribuye a «compensar» (uno
se pregunta cómo, por cierto), o al menos a disculpar, a la religión musulmana
de las violaciones de los derechos humanos en tierras islámicas hoy en día, y
al lamentable estado de los países musulmanes en la actualidad, que es tal que
el 90% de los jóvenes marroquíes (y Marruecos está lejos de lejos de ser el
peor, al contrario) sueñan con abandonar su país (encuesta encargada por el
Consulado General de Bélgica en Marruecos).
Y, claro, uno se pregunta por qué, dado que el islam tiene su foco
originario en Oriente Medio, cómo es posible que se haya perdido tanta
creatividad en los últimos 600 años. Esto se intenta explicar por causas
puramente exógenas: invasiones (turcos, cruzadas y mongoles). Tras varias
investigaciones sobre este tema, he llegado a la conclusión contraria. No, el esplendor de la civilización de
Oriente Próximo no es un regalo del Islam. Se remonta a mucho antes de Islam,
siguió progresando durante algún tiempo, y luego se marchitó finalmente,
sofocado por lo religioso.
Los logros atribuidos al Islam se dividen en dos categorías: los
que de hecho son anteriores a él y se deben a los griegos, siriacos, egipcios,
babilonios, persas, hindúes y otros, y las que de hecho surgieron bajo su
dominación, pero a menudo se deben a judíos o cristianos, y casi siempre se han
casi siempre hechas contra el Islam y no por o para él.
Cuando uno lee los Cuentos de las Mil y Una Noches, se da
cuenta de que a los gobernantes que actuaban como pícaros no les importaba
mucho el Islam. Libros como éstos debieron de enfurecer a los ulemas.
Introducción
Árabes y musulmanes aparecieron en la escena mundial en 630,
cuando los ejércitos de Mahoma iniciaron la conquista de Oriente Medio.
Dejemos muy claro que se trataba de una conquista militar y no
de una empresa misionera; fue una conquista realizada por la fuerza, autorizada
por una declaración de Yihad contra los infieles, a los que los
árabes-musulmanes lograron convertir y asimilar por la fuerza a los no árabes y
no musulmanes en su comunidad. Muy pocas comunidades autóctonas sobrevivieron
de Oriente Medio, especialmente los asirios, los judíos, los armenios y los
musulmanes y, en Egipto, los coptos.
Habiendo conquistado el Medio Oriente, los árabes colocaron a
estas comunidades bajo un sistema de gobierno dhimmis (véase el libro “Dhimmi”,
de Bat Ye'Or), en el que se permitía a las comunidades gobernarse a sí mismas
como minorías (cristianos, judíos y zoroastrianos [los «Pueblo del Libro»]). Estas
comunidades tenían que pagar un impuesto (llamado Jizzya en árabe) que era
en realidad una multa por no ser musulmán, y solía ser normalmente del 80% en
tiempos de tolerancia y de hasta el 150% en tiempos de opresión.
Este impuesto obligó a muchas de estas comunidades a convertirse
al islam, que era el objetivo.
1. Averroes
Mito: “el pensamiento de Averroes ilustra el hecho de que el Islam fue un motor del desarrollo filosófico”
Realidad: A lo largo de su vida, Averroes
fue percibido por los clérigos musulmanes, en tanto que filósofo, como sospechoso,
dado que los filósofos se arriesgan siempre al introducir lecturas del mundo
más complejas que la del Corán, relativizando así a este último.
Abû Yûsuf Yaqûb Al-Mansûr, sultán de la época, fue durante mucho
tiempo mecenas de las artes, pero precisamente por esto era criticado por los
ulemas. Como necesitaba su apoyo para la Yihad contra los cristianos y las
sediciones del norte de África, les cedió en todo: ¡Prohibió la filosofía, los
libros, los estudios y la música! Averroes fue exiliado en 1197 a Lucena,
una pequeña ciudad andaluza poblada principalmente por judíos, en decadencia
desde que los almohades prohibieron cualquier religión que no fuera el Islam.
Tras un breve exilio de año y medio, fue devuelto a Marruecos, donde recibió el
perdón del sultán, pero no fue restituido. Murió en Marrakech el 10 u 11 de diciembre
de 1198 sin volver a ver Andalucía.
Los escritos de Averroes fueron totalmente ignorados por los
musulmanes, considerados como héreticos. Los
traductores judíos españoles los rescataron y permitieron que llegaran hasta
nosotros.
Conclusión: Averroes no escribió
gracias al Islam, sino a pesar del Islam y contra el Islam. Y el
oscurantismo de los talibanes (que reprodujeron las medidas de este sultán) no
es en absoluto una desviación moderna del Islam. Atribuir el pensamiento de
Averroes a la religión musulmana equivale a felicitar a la Inquisición por los
trabajos de Galileo y Giodano Bruno.
2. Arquitectura
Mito: “sus arquitectos diseñaron edificios que desafiaban la gravedad”.
Realidad: La revolución
arquitectónica que supuso utilizar una forma parabólica en lugar de cúpulas y
arcos fue realizada por los asirios hace más de 1300 años. En cuanto a las
cúpulas, derivan de las bizantinas.
Un ejemplo llamativo: Santa Sofía de Constantinopla se inauguró
en 537. Cuenta con una cúpula gigantesca de 56 metros de altura y 32 de
diámetro. Se convirtió en mezquita en 1453. Representó un reto arquitectónico
para los musulmanes. Varios arquitectos turcos fueron ejecutados por no igualar
a Santa Sofía.
El mayor arquitecto otomano, Koca Mimar Sinan (1491-1588), un jenízaro
(originalmente cristiano, convertido a la fuerza al islam para convertirse
en soldado de élite), escribió en sus memorias: «Los arquitectos de alguna importancia
en países cristianos pretenden ser muy superiores a los musulmanes, porque
estos últimos nunca han construido nada que pueda compararse con la cúpula de
Santa Sofía. Gracias a la ayuda del Todopoderoso y al favor del Sultán, yo sin
embargo logré construir una cúpula para la mezquita del sultán Selim que
superaba la de Santa Sofía en cuatro aunes de diámetro y seis aunes de altura.
En realidad, se equivocó (¿deliberadamente?) en sus
dimensiones. Lo había conseguido insertando antiestéticas barras horizontales
de hierro en las arcadas de las semicúpulas laterales para neutralizar los
empujes laterales causados por la gran cúpula. La mezquita de Sélim en Edirne,
que nunca fue superada por un arquitecto musulmán, fue terminada en 1575, más
de ¡mil años después de Santa Sofía! Se tardó el doble de lo que se tardó
en completar su modelo.
Cabe señalar que, durante este tiempo, Europa Occidental, que se
describe como completamente atrasada en ese momento, fue capaz, en Florencia,
de construir una cúpula de 39 metros de diámetro, inaugurada en 1420, una
proeza arquitectónica que fue posible gracias al conocimiento experimental de
la resistencia de los edificios.
3. Matemáticas
Mito: “Sus matemáticos crearon el álgebra y los algoritmos que permiten hoy la fabricación de ordenadores y la creación del cifrado y la encriptación”.
Realidad: Las bases fundamentales de las matemáticas modernas
fueron sentadas, no siglos, sino milenios antes, por los asirios y babilonios,
que ya conocían el concepto de cero, el teorema de Pitágoras, y muchos, muchos
otros desarrollos de que los musulmanes se apropiaron. (véase History of Babyloniam Mathematics, de Neugebauer).
En lo que se refiere a los algoritmos, la palabra es
ciertamente árabe, pero aún evoca imágenes de Euclides (números primos) y de Ptolomeo
(extracción de la raíz cuadrada).
Extracto de la traducción de Las categorías de las naciones
del escritor del siglo XI Saïd:
“En el año 156 [156 de la Hégira, por supuesto, es decir, 772
d.C.] el califa Al-Mânsûr [no es el mismo que hemos citado antes] recibió en
audiencia a un hombre de la India, que conocía a fondo el cálculo llamado «Sindhind»,
relativo a los movimientos de los astros. Este hombre tenía con él, en un
libro que contenía doce capítulos, ecuaciones astronómicas basadas en senos
rectos calculados con precisión mediante diversos procedimientos para predecir
el futuro basándose en los eclipses solares y lunares, ascensiones de los
signos zodiacales, etc. Dijo que éste era el resumen de la astronomía atribuida
a un monarca hindú llamado Kabagar, calculados con precisión de segundos. Al-Mânsûr
ordenó traducir este libro al árabe, tratado que los árabes tomarían como una
obra fundamental en el estudio de los movimientos estelares. Muhammad
al-Fazârî se encargó de esta tarea y produjo la obra conocida por los
astrónomos como as-Sindhind al Kabîr (el Gran Sindhind): Esta palabra significa
“tiempo infinito” en sánscrito. Los eruditos de la época utilizaron este
tratado hasta el reinado de al-Ma'mûn. En esa época, al-Khwarizmi hizo una
versión abreviada para este príncipe y dibujó su tabla famosa en todo el mundo
musulmán» (lo mismo se aplica a la astronomía)
4. Medicina
Mito: “sus médicos examinaron el cuerpo humano y encontraron nuevas curas para las enfermedades”.
Realidad: La gran mayoría de
estos médicos (99%) eran asirios. En siglos IV, V y VI los asirios empezaron a
traducir sistemáticamente los conocimientos griegos al asirio [el mundo
helenístico estaba entonces agonizando pero había conservado sus conocimientos].
Al principio se concentraron en la labor religiosa, pero pronto
pasaron a la ciencia, la filosofía y la medicina. Sócrates, Platón,
Aristóteles, Galeno y muchos otros fueron traducidos al asirio, y luego del
asirio al árabe. Fueron estas traducciones al
árabe que los moros llevaron a España, y que los españoles tradujeron al latín
y difundieron por toda Europa, provocando en parte el Renacimiento europeo.
En el siglo VI, los asirios habían comenzado a exportar a Bizancio,
entonces el faro de la civilización griega, su propia obra sobre ciencia,
filosofía y medicina. En el campo de la medicina, la familia asiria Bakhteesho
produjo nueve generaciones de médicos, y fundó la gran escuela médica de
Gundeshapur (Irán).
También en medicina, el manual de oftalmología escrito por (el
asirio) Hunay Ibn-Ishaq hacia 950, siguió siendo la fuente autorizada en la
materia hasta 1800. Ibn-Ishaq también tradujo los Elementos de Euclides al
árabe. Un ejemplo típico de persona a la que los
apologistas atribuyen, más por ignorancia que por propaganda deliberada, a los
árabe-musulmanes, mientras que era, en realidad, asirio cristiano nestoriano,
por tanto, ni árabe ni musulmán.
5. Filosofía
Mito: “Los árabes-musulmanes volvieron a poner de moda la filosofía, que había sido completamente descuidada desde la época de los griegos. Tradujeron obras griegas y desarrollaron nuevas ideas”.
La realidad: El filósofo asirio
Jod de Edesa desarrolló una teoría física del Universo, en asirio, que
rivalizaba con la teoría teoría de Aristóteles, que pretendía sustituir la
materia por fuerzas (una teoría que anticipaba algunas de las ideas de la
mecánica cuántica, como la espontánea creación y destrucción espontánea de
materia que tiene lugar en un vacío cuántico).
Uno de los mayores logros asirios del siglo IV fue la creación de
la primera universidad del mundo, la Escuela de Nisibis, que tenía tres
departamentos, teología, filosofía y medicina, y que se convirtió en un centro
de desarrollo en Oriente Medio. Los estatutos de
la Escuela de Nisibis, que se han conservado, se convirtieron más tarde en el
modelo sobre los que se fundó la primera universidad italiana (véase The
Statutes of the School of Nisibis, Arthur Voobus). Cuando los árabes y musulmanes
se extendieron por Oriente Próximo en el año 630, se toparon con 600 años de civilización
cristiana asiria, con un rico patrimonio, una cultura muy evolucionada e
instituciones educativas avanzadas. Fue esta civilización en la que se basó la
fundación de la civilización medieval en Oriente Medio.
Una vez más, atribuir el mérito a la religión musulmana es un
fraude.
6. Astronomía
Mito: “Sus astrónomos han mirado a los cielos, han dado nombre a las estrellas y prepararon el camino para los viajes espaciales y la exploración”.
Realidad: Los astrónomos en
cuestión no eran árabes, sino caldeos y babilonios (al sur del actual Irak), que
desde hacía milenios eran conocidos como astrónomos y astrólogos [estos dos
campos no se separaron claramente siglos más tarde] y fueron arabizados e islamizados
a la fuerza, tan rápidamente que en 750 habían habían desaparecido por
completo, asimilados por la aplanadora islámica.
7. Literatura
Mito: “Sus escritores crearon miles de historias. Historias de valor, romance y magia. Sus poetas escribieron sobre el amor, cuando otros antes que ellos habían tenido demasiado miedo para pensar esas cosas”.
Realidad: Hay muy poca literatura
en árabe de esa época (el Corán es la única obra significativa), mientras que
la producción literaria de asirios y judíos era inmensa. El tercer mayor corpus
de escritos cristianos [de ese período], después del latín y el griego, se debe
a los asirios y en la lengua asiria (también conocida como siríaco, véase http://www.newadvent.org/cathen/14408a.htm)
6. Censura, patrimonio cultural
Mito: “Cuando otras naciones temían las ideas, esta civilización les dio cabida y las mantuvo vivas. Cuando los censores amenazaron con borrar el conocimiento de civilizaciones pasadas, esta civilización mantuvo vivo el conocimiento y lo transmitió a otros”.
La realidad: Este es un punto muy
importante que va al corazón de la cuestión de lo que representa la
civilización árabe-islámica representa. Peter BetBasoo escribió una reseña
crítica (http://www.aina.org/aol/peter/greek.htm) de un libro titulado How Greek
Science Passed to the Arabs, en el que el autor enumera los traductores e
intérpretes de la ciencia griega. De los 22 intelectuales enumerados, 20
eran asirios, 1 persa y 1 árabe. La conclusión más destacada que puede extraerse
del libro de O'Leary es que los asirios desempeñaron un papel importante en la
formación del mundo islámico a través del corpus griego de conocimientos.
Si este es el caso, uno tiene que preguntarse qué pasó con las comunidades
cristianas para perder esta gran empresa intelectual que habían establecido. La
misma pregunta puede hacerse sobre los árabes. Desgraciadamente, el libro
de O'Leary no responde a la pregunta, y debemos buscar la respuesta en otra
parte. La comunidad cristiana siríaca ha visto su población menguar debido a
la forzada conversión al Islam, y una vez que la comunidad cayó por debajo de
un umbral crítico, dejó de producir intelectuales que fueron el motor de la civilización
islámica y fue entonces cuando la llamada «edad de oro del Islam» llegó a su
fin.
La propia religión musulmana fue moldeada significativamente por asirios
y judíos (véase Nestorian Influence on Islam and Hagarism: the Making of the
Islamic World).
CONCLUSIÓN GENERAL
La civilización árabe-islámica no es una fuerza progresiva, es una
fuerza regresiva; no da impulso, frena. La gran civilización que a la que a menudo
alude no fue un logro árabe-musulmán sino asirio, judío, etc., del que se
apoderaron los árabes y luego se perdió cuando quedó destruida, mediante la
conversión forzada al Islam, la fuente de su vitalidad intelectual que los
había hecho progresar.
¿Qué otra civilización árabe/musulmana ha surgido desde entonces?
¿Qué otros éxitos árabes/musulmanes pueden citarse?
Además de la civilización árabe, la de los turcos otomanos también
se describe como un remanso de progreso y una fuente de vitalidad intelectual. De
hecho, los otomanos eran extremadamente opresivos con los no musulmanes.
Por ejemplo, los jóvenes cristianos eran alejados a la fuerza de sus familias,
por lo general alrededor de la edad de 15 años y reclutados en los jenízaros (yeniceri
en turco), donde se les islamizaba y luego se les obligaba a luchar por el el
Estado otomano.
¿Qué logros literarios, científicos o artísticos alcanzaron los otomanos?
También podemos señalar el genocidio de 750.000 sirios, 1,5 millones de
armenios y 400.000 griegos durante la Primera Guerra Mundial por los «Jóvenes
Turcos» kemalistas.
Esta es la verdadera cara del Islam. Los árabes-musulmanes están
comprometidos en una campaña explícita de expropiación de culturas y
comunidades, identidades e ideas. Dondequiera que la civilización
árabe-musulmana ha encontrado con una civilización no musulmana, ha intentado
destruirla (como se destruyeron las estatuas
budistas en Afganistán, y Persépolis destruida por el ayatolá Jomeini). Es
un proceso que se repite desde el nacimiento del Islam, hace 1400 años, véase el
episodio de la destrucción de los “ídolos” por orden de Mahoma, y que está
ampliamente ilustrado por la historia.
Si la cultura «extranjera» no puede ser destruida, entonces es
vampirizada, y los historiadores revisionistas
dicen que esta cultura es y fue árabe, como ocurre con la mayoría de los
«logros árabes» que se logros».
Por ejemplo, los libros de historia árabe de Oriente Medio
enseñan que los asirios eran árabes, un hecho que ningún investigador serio y
ningún asirio vivo aceptaría. Los asirios fundaron Nínive, una de las
grandes ciudades asirias, en el año 5000 a.C., 5630 años antes de que los
árabes llegaran a la región. Incluso la palabra “árabe” es una palabra asiria,
que significa «pueblo de Occidente». La primera referencia escrita a los árabes
es del rey asirio Senaquerib, 800 a.C., donde habla de la conquista de los “ma'rabayeh”,
los occidentales. Véase The Might That Was Assyria, de H. W. F.Saggs).
[Texto de Peter BetBasoo].