lunes, 18 de octubre de 2010

El proceso de paz liquidado, Zapatero también



Infokrisis.- Era de esperar. Solamente el inútil irresponsable que ejerce el empleo de Presidente de Gobierno gracias a las bombas del 11-M podía ignorarlo. Unas bombas lo colocaron en la Moncloa, otras lo enviarán al estercolero. La primera costó 191 muertos, la segunda 1 desaparecido y 19 heridos…., es el coste de la mediocridad de ZP. La bomba que ha estallado hoy sitúa en una posición extremadamente frágil al presidente del gobierno. La va a costar recuperarse.

HOY ZP HA ENTENDIDO QUE ESTÁ EN MANOS DE ETA
Cuando ZP accedió al poder, su plan era perpetuarse en él y entrar en la historia por la puerta grande: era el gran redentor, el hombre que iba a operar la “segunda transición”, el líder carismático internacional que construiría un “orden global” basado en la paz y en la armonía internacional, un JFK redivivo para ilustración y ejemplo de las nuevas generaciones…
Sus primeras acciones de gobierno fueron demostrativas de ese “talante”: retirar las tropas de Irak. Sobre ese tema había unanimidad… a pesar de que la retirada costara la ruptura de las relaciones internacionales que la diplomacia española había labrado en los últimos 50 años. Pero luego dio la sensación de que ZP había agotado su programa, así que se decidió por el mesianismo.
Mesianismo social que colocó a España al frente de los países de vanguardia progresistas que no dudaban en legalizar los “matrimonios” homosexuales y las adopciones de niños, facilitar el divorcio a la primera pelea de recién casados, combatir a la violencia doméstica entendida solamente del hombre hacia la mujer (pero no del hombre hacia los niños, de la mujer hacia los niños, de la mujer hacia el hombre o el todos contra los abuelos…), redimir a los fumadores, redimir a los conductores, redimir a los inmigrantes ilegales, redimir a quienes desearan un cambio de sexo con pase por el quirófano y por el registro civil sea lo que fuere que les colgase de las entrepiernas, etc. En este terreno es en el único en el que ZP tuvo la iniciativa; en todo lo demás, fue arrastrado por las circunstancias. Salvo en uno: el proceso de paz.
ETA y HB habían hablado muchas veces de ese “proceso” y, especialmente, desde el pacto de Lizarra, pero con Aznar al frente del ejecutivo el único proceso viable era entregar las armas, pedir perdón a la sociedad y esperar que la sociedad (y las víctimas del terrorismo, en especial) recibiera compensaciones por cuarenta años de asesinatos. Con ZP todo cambió. Hasta el último dirigente del último país subdesarrollado percibió otro “talante” en la Moncloa, favorable para sus intereses. El hombre incapaz de decir no, el “hombre si”, se había sentado en el sillón de la presidencia dispuesto a conceder cualquier deseo… incluso a ETA.
Se renovó toda la cúpula policial, situando a los amigos y amiguitos del anterior período socialista. No importó que en apenas dos años la delincuencia creciera un 25%... amparado en PRISA –el verdadero poder- y en los medios de comunicación del Estado, ZP no dudaba en afirmar que la delincuencia iba descendiendo. Y en materia antiterrorista, los nuevos asesores de presidencia se equivocaron: tomando la parte –Josu Ternera, y el 80% de los presos- por el todo –ETA-HB-, alguien le metió en la cabeza que era posible “la paz”… Y el pobre imbécil se lo creyó.
Llevó el tema al parlamento. Afirmó con una seriedad pasmosa que solamente habría “proceso de paz” con la contrapartida de “tregua” (como si una banda de delincuentes pudiera permitirse el lujo de declarar “la tregua” al Estado) y que no habría negociaciones políticas (entonces, ¿qué se iba a negociar?). Afirmó que en septiembre explicaría la marcha del proceso de paz. Pero concluyó septiembre y, ni ZP, ni el ministro del interior, ni nadie, explicaron nada. Hubo que esperar a diciembre para que expresaran “prudencia y esperanza”. Durante el año que ha durado esta farsa innoble, todo un país ha tenido que confiar en “las intuiciones”, “los deseos”, “las esperanzas” de un iluminado ignorante.
En el momento de escribir estas líneas, Rubalcaba ha afirmado con las ojeras llegándole al ombligo que “el gobierno da por concluido el proceso de paz”… hubiéramos esperado algo más. Todo el país –salvo el presidente y el ministro del interior- sabía que tras el robo de 350 pistolas y tras el hallazgo de un zulo con explosivos recientemente fabricados en Francia que era cuestión de días el que se produjera un nuevo atentado. Es de destacar que sólo el día antes, ZP había hablado en su mensaje de fin de año que “hoy nos encontramos mejor que hace un año y dentro de un año estaremos mejor que hoy”… ETA ha aprovechado esas declaraciones para ridiculizar a ZP. Y ZP, hoy, ha quedado en ridículo.
Hoy, 30 de diciembre de 2006, ZP ha entendido –o al menos sus asesores lo habrán entendido puesto que es difícil que el presidente del gobierno entienda algo más allá de donde tiene situada la nariz- que es un rehén en manos de ETA. Si quiere pasar a la historia, si quiere salir reelegido, si aspira a un nuevo mandato… necesariamente va a tener que realizar concesiones a ETA (algo de lo que siempre estará a tiempo para alcanzar la “ansiada paz”) con el coste electoral consiguiente, o bien responder a ETA (y a su brazo político), con una dureza que no encaja ni con el perfil ni con el talante de ese moco-que-camina que es el presidente del gobierno.
Lo segundo ya no es posible. ETA, en estos últimos nueve meses, ha aprovechado para reconstruir una infraestructura al margen de los infiltrados que evidentemente tenía. Es incluso probable que haya constituido una dirección paralela y que Josu Ternera sea solamente hoy el dirigente de una de las fracciones, pero en absoluto el jefe máximo de ETA. La costumbre socialista de nombrar para los cargos clave a “policías amigos” (hay que premiar a los participantes por acción o por omisión en la trama del 11-M) en lugar de a “policías eficaces”, la van a pagar cara.
Si ZP quiere la reelección, tendrá que pactar: pactar la entrega de Navarra a ETA (o un sucedáneo que comprometa la autonomía navarra y la vincule a la vasca), liberar a los presos (incluso a los criminales más odiosos que en los últimos meses han mostrado su rostro de psicópatas ante las cámaras de TV), legalizar a HB (cuando el PSE y Pachi López ya se frotaban las manos ante un acuerdo post-electoral HB-PSE), etc.
Lo dijimos en infokrisis cuando empezó el mal llamado “proceso de paz”: si ZP quería abordar esa aventura, debía de haber sido consciente de que esa actitud suponía ponerse en manos de ETA. Si el proceso concluía, ZP pasaría a la historia como “el pacificador”… ETA lo sabía y era evidente, desde el principio, que los costes políticos y las concesiones iban a ser altos. ZP lo ignoró y ahora podría pedir –si lo admitieran, por supuesto- ser admitido como “víctima de ETA”, pues, no en vano, es una “víctima política” de la banda.
ETA, UNA BANDA FRACCIONADA
Rubalcaba no se lo explicaba tres horas después del atentado. Según los datos del ministerio no había ninguna duda de las buenas intenciones de ETA. Además, añadía que siempre que la banda había dado por concluido una tregua lo anunciaba previamente. Y terminaba, no sin cierta ingenuidad, explicando que el gobierno “daba por concluida la tregua”… Si no fuera porque hay un ecuatoriano desaparecido y 19 heridos, sería para echarse a reír cinco segundos antes de arrojar a este conspirador de opereta a los leones.
Desde hace meses podía intuirse lo que estaba ocurriendo: ETA no tenía una voz, sino dos, la del negociador Ternera y la de la nueva generación de terroristas improvisados nacidos al calor de las herriko tabernas y de esa patología social vasca que es el nacionalismo extremista. Los signos del rearme de ETA eran inequívocos por mucho que los interlocutores del gobierno mantuvieran la tregua. Los niños de la kale borroka actuando libremente como en sus mejores tiempos, comandos robando armas, otros elaborando nuevos explosivos, los empresarios vascos y navarros recibiendo cartas de extorsión… y el ministerio del interior sin encontrar –como decía Rubalcaba- datos que permitieran pensar que algo siniestro se estaba moviendo en el entorno de la banda… Lo dicho, sería grotesco si no fuera porque ETA mata (y seguramente, hoy, ha vuelto a matar).
La inmensa mayoría de los presos quieren el pacto. O hay pacto o algunos no saldrán a la calle en los próximos 15 años. HB quiere presentarse a las elecciones municipales y hacer lo que suele hacerse en la política municipal: meter mano a la caja de los ayuntamientos. Josu Ternera quiere el “tesoro de ETA” y vivir su ancianidad sin estar pendiente de si llamarán a las 5 de la madrugada, o un comando anti-ETA le sirve su propia medicina.
ETA no es lo que algunos pretenden que sea: no es un grupo político, es una banda de delincuentes con unas bases absolutamente “sonadas” y enloquecidas, sin la más mínima preparación política, sin el más mínimo ideal y que experimenta esa patología social vasca de la manera más extrema. Se puede negociar con una formación política, pero ETA no lo es, es un “estado de ánimo”, es el producto de una enfermedad que afecta a la sociedad vasca y que es mucho mas profunda que su nacionalismo.
El error del gobierno ha sido pensar que su interlocutor representaba a la “totalidad de ETA”, cuando no era así… y que la totalidad de la banda quería “la paz”, cuando en realidad tampoco era así.
EL FIN DEL PROCESO DE PAZ
Concluido el proceso de paz, no queda más que la liquidación salvaje de la banda, el escarmiento absoluto, la presión policial llevada al límite y el escarmiento judicial. Asfixiar a la banda en el frente político, machacarla en el frente policial y anularla internacionalmente… algo que ZP no tiene capacidad para realizar, ni mucho menos legitimidad. ZP ha sido el hombre que ha pedido apoyo del parlamento europeo para su proceso de paz… justo el día después del robo de armas en Francia. El hecho de que el gobierno haya dado por concluido el proceso de paz tras este atentado, no implica siquiera que haya renunciado a su proyecto: en el fondo, dirá ZP, también hubo el atentado de Omagh en la última fase de las conversaciones con el IRA, así que… si hasta ahora se ha tragado con la kale borroka, si se ha tragado con robos de armas, extorsiones a empresarios, fabricación de explosivos y demás, ¿por qué no se iba a tragar con una furgona bomba, con un desaparecido y 19 heridos? ZP en estos momentos está realizando este cálculo: todo sea por salvar el proceso de paz…
Pero, para los que no nos alimentamos de irrealidades sino de tangibles, el proceso de paz estaba muerto a poco de empezar, cuando los empresarios navarros denunciaron la recepción de cartas de extorsión. Fue el primer signo de que ETA estaba ganando tiempo y haciendo lo que ya había hecho en la tregua anterior: dirimir sus polémicas internas, reconstruir una infraestructura segura con gente segura y prepararse para saltar mejor.
ZP intentará en los próximos días realizar concesiones a la banda para salvar el proceso de paz, es decir, para salvar su reelección en 2008 (o en las elecciones anticipadas del otoño de 2007). Es suficientemente estúpido para intentarlo, con la esperanza de que al menos una fracción de la banda firme la paz…
Mucho más grave va a ser la situación el PSE. Pachi López ha repetido por activa y por pasiva que su proyecto era pactar con los batasunos tras los próximos comicios, facilitando “mayorías de izquierdas”. López quiere repetir el tripartito catalán: romper el frente nacionalista sustituyéndolo por un frente de izquierdas. Una estrategia así parece descabellada y producto de otra patología política: el síndrome de Estocolmo, donde la “víctima” (en este caso el PSE), cae en brazos de quienes les han acosado, han incendiado sus sedes, les han amenazado e incluso asesinado… ETA-HB.
En este fin de año, a ZP se le van a indigestar las 12 uvas. El atentado de ETA va a pesar de manera demoledora en las encuestas de intención de voto. Falta saber lo que dice el presidente y de dónde va a sacar energías para afrontar lo que le queda de legislatura. Su debilidad, de momento, ya ha costado la reactivación de la banda que en marzo de 2004 estaba derrotada, liquidada y en sus madrigueras. Hay estadistas que pasan a la historia por sus méritos y otros por las desgracias que para su país generan. ZP no va a ser, desde luego, de los primeros.
© Ernesto Mil`- infokrisis – infokrisis@yahoo.es