jueves, 3 de julio de 2025

LA COLINA INSPIRADA (7) - CONCLUSIONES


Conclusiones

Papus murió el 25 de octubre de 1916, Peladan le siguió dos años después, Oswald Wirth le sobreviviría hasta 1941. Bois y Papus aproximaron posiciones. Guaïta murió prematuramente a los 36 años, víctima de problemas renales causados por las drogas que había ingerido (¿era el “choque con retroceso” al que aludiera Boullan en sus últimos días?). Huysmans, por su parte, había muerto antes, en 1907. Tras la desaparición de Boullan, su secta se deshizo, como antes se había desintegrado el movimiento naundorfista del que solamente quedaban rescoldos. De todos estos protagonistas, Jules Bois fue el último en morir en 1943. Sus amores con la cantante de ópera Emma Calvé –vinculada al grupo neo–rosacruciano de Josephin Pelada– hicieron casi tanto ruido como los duelos con Guaïta y Papus.

Tras la inmensa tragedia que supuso la Primera Guerra Mundial, el recuerdo de todos los hechos que hemos narrado hasta aquí, se fue diluyó por completo. Las modas literarias aplastaron la obra de los escritores de épocas anteriores. Barrés, Huysmans, los cenáculos ocultistas y satanistas, el naundorfismo, todo quedó atrás. Sólo la “colina inspirada” permaneció donde siempre ha estado.

Aquella colina en la que los celtas adoraban a su dios de la guerra y a Rosmerta, diosa de la fertilidad, expulsados ambos cultos por el nuevo Dios cristiano y por la Virgen María. Barrés, tiene un monumento a su obra en el extremo suroeste de la colina. El ocio, el nuevo dios del siglo XXI, hace que el lugar sea utilizado hoy por practicantes del parapente. La peregrinación al santuario de la Virgen María, que se inició en la Edad Media, goza de buena salud. Esa misma peregrinación que los tres hermanos Baillard volvieron a impulsar. En 1946, reunía a 80.000 personas y 30 años después seguía manteniendo cierto vigor. Después de la crisis de la Iglesia tras el Vaticano II, se produjo una desmovilización y el número de peregrinos bajó ostensiblemente. Sin embargo, en los últimos años, la amenaza de islamización de Francia ha hecho que los asistentes fueran creciendo, reverdeciendo sus mejores tiempos. Era la respuesta al incendio de que fue objeto el campanario de la basílica el 8 de noviembre de 2003. Desde entonces, han ardido 400 iglesias y catedrales en Francia, incluyendo Notre Dame de París y la Catedral de Nantes.

La Francia Católica y la Francia Identitaria, la Francia de la capilla y de la pradera a las que aludiera Barrés, siguen acudiendo a la “colina inspirada”, símbolo de sus raíces. Acuden también peregrinos alemanes. En 1973, se colocó una placa al pie de la cruz de Lorena en la que puede leerse: “Reconciliación”. La zona, disputada durante siglos por el mundo galo y por el mundo germánico, finalmente, se ha convertido en símbolo de unión ante los que fueron en otro tiempo enemigos comunes.

  

  

  










Esperamos con estas notas, haber situado al lector en la época en la que transcurrieron los hechos narrados por Barrés, antes durante y después de la portentosa y dramática aventura de los tres hermanos Baillard en la colina inspirada.