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lunes, 10 de febrero de 2014

Las aristas del mundo cúbico (IV)


5ª Arista
Damnificados de la globalización con recursos energéticos y progreso científico

Los azares del destino y de la distribución de los hidrocarburos han hecho que sea precisamente en países subdesarrollados en donde han aparecido las grandes bolsas de petróleo en los últimos veinte años. La previsión de escasez de petróleo para las próximas décadas ha convertido a estos países en objetivos de los actores geopolíticos tradicionales, especialmente de los EEUU cuyos yacimientos sobre territorio norteamericano pertenecen ya al cine de los años 50-60 y que, en la actualidad, es el gran importador mundial de petróleo. Los EEUU se han preocupado especialmente de redirigir hacia sus mercados los hidrocarburos procedentes del Golfo de Guinea y del Caribe y mediante las intervenciones frustradas en Irak y Afganistán han pretendido asegurarse el suministro petrolero del Golfo Pérsico (demasiado próximo geográficamente a la zona de influencia rusa como para que no tratar de estar presente militarmente).

Los EEUU y los consorcios petroleros que tienen allí sus sedes sociales han conseguido convertir lo que en principio era una riqueza para un país (el hallazgo de recursos energéticos), en una verdadera maldición. Eso se evidencia en uno de los aspectos de esta arista que une a los damnificados de la globalización con los recursos energéticos.

viernes, 31 de enero de 2014

Hacia un modelo de interpretación de la modernidad (III de IV). Las doce aristas del mundo cúbico.


A la hora de completar este “modelo cúbico” es preciso tener en cuenta las aristas que unen caras contiguas. Marcan separaciones y puntos de encuentro, pero también y sobre todo líneas de evolución y tendencias, líneas de tendencia de la modernidad: de hecho, esas aristas marcan las proyecciones de las caras del cubo por las distintas direcciones del espacio.

Son doce aristas que nos servirán también para entender que cada una de las caras del cubo no son completamente homogéneas, sino que tienen cada una de ellas distintos matices en su interior. Sabemos que una pompa de jabón, trasparente, mirado a través de la luz, muestra franjas de distintos colores. Imaginemos ahora cómo se transforma una esfera con un cubo: simplemente generando aristas. En el caso de que se pudiera realizar algo así, las irisaciones de colores de la primera figura, pasarían a las caras de la segunda y estás, siendo planas, no serían completamente homogéneas. Aparecerían los matices. Así mismo, si en un futuro hipotético pudiera recuperarse la normalidad del mundo, el proceso consistiría en hacer progresivamente romas esas seis aristas hasta que finalmente el conjunto recuperara su forma esférica, la única figura de la geometría espacial que carece de aristas y vértices. De ahí la importancia estas líneas en nuestro modelo cúbico.

viernes, 10 de enero de 2014

Hacia un modelo de interpretación de la modernidad (I de IV)


La ambición de todo pensamiento crítico es construir modelos capaces de interpretar los aspectos sometidos a análisis. Un modelo de interpretación es un esquema dentro del cual se pueda situar e integrar los fenómenos más representativos de la época, de la persona o del fenómeno que se analiza. El resultado debe ser un esquema simple en función del cual pueden entenderse aspectos muy diferentes del mismo fenómeno, en el caso que nos ocupa, el devenir de la modernidad y el advenimiento del futuro inmediato.

Antes hemos aludido al “proceso de solidificación” del mundo, tal como lo interpretaba René Guénon, el maestro del tradicionalismo integral. En menos de cien años el mundo ha evolucionado de una forma sorprendente: de considerar que un pequeño movimiento artístico o un grupo de activistas resueltos, o simplemente, eso que se ha dado en llamar “voluntad popular”, podían cambiar la faz de la tierra, se ha pasado a la sensación de que ningún esfuerzo, por titánico y amplio que sea, sirve absolutamente para nada, todo está ya “decidido” y enfocado y nada de lo que un individuo, un conjunto social o ni siquiera una élite puedan hacer, va a servir para evitar que se altere el camino emprendido por la humanidad: la marcha hacia un mundo globalizado parece hoy ineluctable, o al menos se tiene la sensación de que así será por mucho que este destino pueda ser rechazable para la mayoría.