domingo, 17 de octubre de 2010

Entre el honor de los soldados muertos y la indignidad de la Chacón

Infokrisis.- Esa ministra cuyo único mérito para estar donde está es ser “mujer de cuota”, sumisa a su jefe y estar dotada de una ambición desmesurada en las antípodas con sus cualidades para dirigir el Ministerio de la Defensa; esa ministra que selló su paso por Vivienda con una subida del precio del alquiler de 200 euros con la genialidad de proponer que “subvencionaría” el alquiler de los jóvenes con… 200 euro; esa ministra cuyo nombre en Catalunya no se recuerda más que por su afectación progresista y antimilitarismo de baratillo, ha sido la elegida para recibir los cadáveres de nuestros dos muchachos muertos en Afganistán.

Honor a los que mueren cumpliendo órdenes y vergüenza e infamia eterna a los que, como esta individua, desconocen lo que es el honor y aprovechan la recepción de los cadáveres para mentir, mentir y mentir no sólo como cualquier político sabemos que hace, sino como hubiéramos sido incapaces de imaginar que era posible mentir.
¿Terrorismo internacional? ¿qué terrorismo?
Sabemos por que han muerto nuestros dos soldados: han muerto por la fatuidad de una clase política que intenta pagar sus metidas de pata en materia internacional enviando a 3000 soldados a morir en una tierra en la que a España no se nos ha perdido nada y que no tiene nada que ver con la defensa nacional.
Es falso, absolutamente falso y mendaz, que en Afganistán se está luchando “contra el terrorismo” ¡qué terrorismo? ¿El terrorismo del 11-S en el que Afganistán no tuvo absolutamente nada que ver? ¿O es que todavía hay miedo a decir en voz bien alta que 3.000 ciudadanos de los EEUU fueron asesinados en un extraño atentado sobre el que cada día que pasa pueden verse y leerse en youTube o en miles de páginas en Google, en videos irreprochables obtenidos de emule, en todos los idiomas, datos que cuestionan incluso que el atentado fuera cometido por islamistas radicales y todo lleva a una especie de autoatentado para que la opinión pública pidiera acciones radicales contra un “terrorismo internacional” que nadie sabe en qué consiste, ni de quién depende, ni mucho menos cuáles son sus objetivos, pero que todos identifican con el “islam”?
Ciertamente, los radicales islámicos son suficientemente estúpidos para aplaudir unos atentados que jamás hubieran sido capaces de protagonizar (siempre hay un tonto de baba que cree que ha cometido un atentado sólo porque ha llevado el comunicado de reivindicación), pero si en el 11-M hay “agujeros negros”, en el 11-S todo es un gigantesco pozo negro de inmundicias en el que las sospechas más razonables superan a las hipótesis más extravagantes.
No hay “terrorismo internacional”: bajo ese fenómeno se han clasificado fenómenos muy diferentes y atentados cometidos por terroristas de todos los pelajes, incluso por los cometidos por servicios especializados en la desestabilización.
Bush no está en Afganistán por los “terroristas” que pueda haber allí. De hecho, donde hay terroristas es en el país vecino, Paquistán, por lo demás, aliado de los EEUU… Bush está en Afganistán porque era la forma de clavar una espina en el flanco sur de Rusia. Bush está en Afganistán para asegurar una salida hacia el petróleo del Caspio a través del país que, a primera vista, parecía el más débil de la zona, Afganistán y que, después, ha resultado el mismo hueso que tuvo que roer la URSS, poco antes de desplomarse. Esa es la única verdad geopolítica y el único hecho que todos los comentaristas que entienden algo de política internacional y que no se limitan a reproducir los informes que les llegan de la CIA, del Departamento de Estado y del Departamento de Justicia de los EEUU (como Gustavo de Arístegui, verdadero magnetófono de toda ese material de intoxicación que difunde cada vez que abre la boca).
Mas allá de la indignidad: tomar a las familias de los muertos por idiotas
Cuando oímos a Carme Chacón explicar con una seriedad pasmosa –indicativa de hasta qué punto logra ser una cínica desaprensiva, sólo una cínica desaprensiva y nada más que una cínica desaprensiva– que “el contingente español está en Afganistán para defender a la sociedad española”, sentimos vergüenza ajena y una ira inconmensurable al advertir que, literalmente, toma como pobres imbéciles a las familias de los muertos, como ignorantes que creen que la muerte de sus hijos ha servido para algo. Perder un hijo puede ser todavía peor, si el gobierno por el que lo ha enviado allí a morir, toda a sus padres por idiotas.
Hay algo peor que vender humo, hay algo peor que mentir a todo un país explicando que estamos en Afganistán para repartir bocadillos, para levantar escuelas o para impedir la violencia contra la mujer. Hay algo mucho peor: engañar a las familias de los muertos. No, Carme Chacón: los 787 muertos en Afganistán han sido muertos inútiles en una guerra absurda en la que estamos allí por el servilismo de su gobierno hacia los EEUU. Aznar lo hizo por convicción y oportunismo, ustedes simplemente lamentan que, ese servilismo hacia el imperio que se demuestra en la presencia de 3000 de nuestros muchachos en Afganistán, no le haya sido reconocido y agradecido por un presidente americano que les desprecia y les ningunea hasta la náusea, hasta el punto de que ustedes han mendigado estar presente en la conferencia del G-20 y solamente les han dejado ir justo cuando ya se habían puesto en evidencia ante la opinión pública internacional y ante las cancillerías de todo el mundo su naturaleza de pedigüeños. Sólo entonces, después de que Bush les haya dejado arrastrarse por la indignidad y sólo cuando han mendigado el apoyo de países bananeros se les ha permitido sentar las posaderas en la silla francesa. Total ¡para lo que va a decir! Hay algo peor que mendigar: que, luego, la ignorancia y la falta de propuestas quede de manifiesto ante todo el mundo. Cuestión de tiempo.
España, invisible en política internacional
España no tiene ningún peso en la política internacional, porque nuestro gobierno –éste y el anterior- carecen de voluntad de tener peso propio o se resisten a hacer de Europa un peso efectivo, ignoran cuál es nuestro espacio geopolítico (Europa) y no dudan en embarcarse en las más insensatas aventuras en las que no tenemos nada que hacer, ni que decir, ni mucho menos una causa para que nuestros soldados mueran inútilmente. Dudo que seamos la cacareada “octava potencia industrial”… ¿quién puede afirmarlo cuando nuestras “industrias” se han convertido en redes comerciales de manufacturas fabricadas en China? ¿Qué mierda de “octava potencia”? ¿para quién? ¡solo somos primera potencia mundial en el paro y el empleo basura! Por lo demás, el que suscribe preferiría ocupar el puesto número 100 en “potencia industrial” a cambio de ser octava potencia en empleo estable y de calidad.
Si nuestra clase política, los Blanco, los Zapatero, los Chacón mienten hoy como antes mentían los Aznar, los Zaplana, los Aceves, los Arístegui (¡qué vergüenza toda su retórica desplegada sobre las “armas de destrucción masiva” y sobre “la amenaza del terorrismo iraquí”! inolvidable por siempre jamás), es por que tienen a un pueblo hundido en sus problemas, angustiado por tres millones de trabajadores en paro que serán cuatro en 2009 y cinco en 2010, un pueblo al que uno tras otro, todos los gobiernos democráticos o pre-democráticos han reducido a una miserable condición de indigencia intelectual, amputada su capacidad crítica y su objetividad… con una tercera edad preocupada sólo de la cuantía de su jubilación (desengañaros: si tenéis hoy 55 años, jamás cobraréis por lo que cotizastéis, ¿es que no os habéis enterado que los inmigrantes de los que nos habían dicho que iban a pagar las pensiones de los abuelos están acelerando el desplome de la Seguridad Social?) y una juventud que sublima su precariedad y su incertidumbre ante el futuro con porritos y calimocho… este país está más acabado que un anacoreta en los carnavales de Cádiz.
Indignidad: todo terrorismo nace en Afganistán… incluido el de ETA
Queda una última cosa por decir. Cuando la Chacón cuenta que en Afganistán "se fraguan amenazas contra miles de ciudadanos inocentes y libres del mundo"... miente, una y mil veces miente. Sólo nuestra presencia en la OTAN y el tributo debido al imperio, así como la mala conciencia de Zapatero por la retirada de Iraq (tan ignominiosa como la embarcada azanariana) han hecho de los afganos “nuestros enemigos”. La mujer que cuota que dirige la [in]“defensa nacional”, intenta con esta frase algo miserable: lugar el terrorismo de ETA a la presencia española en Afganistán. A fin de cuentas, parece querer decirnos, los atentados de ETA se fraguan en aquel remoto país. Como si hablar de “terrorismo” hiciera a todos los terroristas hijos de la misma madre. Y no tienen nada que ver, pero puesto que la ministra de cuota ha entrado en el tema, vamos a apurarlo hasta el final.
En Afganistán, unas bandas de pastores y cabreros combaten ¡contra un ejército de ocupación liderado por los EEUU y en el que nuestros 3000 muchachos allí destacados son sólo equivalentes al papel de cualquier tropa colonial indígena en las primera o en la segunda guerra mundial!
¿Os podéis imaginar lo que supone que, utilizando una excusa gratuita –el “terrorismo internacional”, como hace 29 años los soviéticos invadieron ese mismo país para “asegurar la estabilidad y la paz”- tropas extranjeras aparezcan en tu país instalen a un gobierno títere, bombardeen todo aquello que creen una “amenaza” (una boda, un colegio, un hospital) y haya continuamente cacheen a sus ciudadanos y los miren con desprecio? ¿Podéis imaginar lo que es eso? Ese es el desprecio y la prepotencia con que el imperio trata a los pequeños países. Ya se cuida el imperio de combatir sólo a pequeñas potencias ¡y ni aun así logra victorias nítidas!
La realidad: Afganistán y la droga
Hay que decirlo: los afganos están combatiendo por su libertad, por su modo de vida (el que ellos han elegido ¿o es que el modo de vida americano es el único concebible y al que hay que plegarse?) y en la tierra que les ha visto nacer. ¿Cómo se les puede explicar a los afganos que nuestros muchachos han venido a “liberarlos”? ¿de qué? Los únicos que han experimentado la llegada americana como liberación son los cultivadores de adormideras, pues no en vano este cultivo se ha multiplicado por 15 desde 2001. Vale la pena dedicar unas líneas al tema.
En Afganistán, los talibanes habían reducido a un nivel anecdótico el cultivo de adormideras. Desde la invasión americana de noviembre de 2001, ese cultivo no ha dejado de aumentar. Hoy, Afganistán es el paraíso del opio. Una vez recogido, sigue la antigua ruta de la seda, causando a su paso todo tipo de destrozos (2.000.000 de yonkis en Irán, cantidades similares en las ex repúblicas soviéticas y penetración en Rusia a través de las magias) hasta que llega a la Sublime Puerta de Turquía. De ahí pasa al corredor turco de los Balcanes, completado con la independencia kosovar celebrada allí como un logro “norteamericano”, de allí a Albania y de Albania a Europa Occidental.
Si veis a un yonki en vuestras calles, no lo dudéis, la heroína que lo ha despojado de cualquier dignidad se ha cultivado en Afganistán. Y si veis a un colgao intoxicado con haschís hasta las trancas, tampoco dudéis: es el haschís cultivado primorosamente en el valle del Rif con el permiso de Mohamed VI y la bendición de los EEUU.
¿Por qué será que, desde la Guerra del Opio –que contribuyó a hacer las fortunas de las grandes dinastías americanas, incluida la de los Bush- allí donde hay droga, los EEUU están presentes? EEUU intenta debilitar a las sociedades europeas porque su supervivencia depende de que Europa acepte sumisamente el servilismo hacia e imperio.
Los afganos no son nuestros enemigos y solamente el azar ha hecho que unos terroristas destrozaran los cuerpos de nuestros dos muchachos en aquel remoto país y en aquella guerra absurda. Ellos están afrontando una guerra de liberación nacional. Nada más y nada menos. Ellos saben por qué matan, nuestros soldados,  en cambio, no saben por qué mueren. Esa es la diferencia.
Basta ya de guerra absurda ¡retorno inmediato de tropas!
Esto tiene que terminar de una vez y para siempre. Parece una simplificación, pero es que la política es el arte de buscar soluciones simples a problemas complejos: nuestros soldados deben irse de Afganistán. Lo antes posible. Ya. Sin refuerzos de tropas (Zapatero buscará el mejor momento para enviar 1500 ó 2000 soldados más ante cualquier gesto de Obama para congraciarse con él, además ¿cuánto nos va a costar la “silla francesa” en la conferencia del G-20 en Washington?), sin sustitución de contingentes, sin dilación. Ya. O de lo contrario, en vista del redoblado empuje de la guerrilla afgana, a Carme Chacón le va a tomar, además del título de ministra de cuota, el de enterradora.
¡Qué basura de gobierno que provoca vergüenza ajena! ¡qué vergüenza de país que permite que sus hijos mueran en las guerras de otros!

© Ernesto Milà – Infokrisis – infokrisis@yahoo.es – http://infokrisis.blogia.com