jueves, 14 de octubre de 2010

ZP, o cómo reavivar el "efecto llamada"

Infokrisis.- La noticia fue sugerida el día 8 por Intereconomía y parecía increíble, hoy, sin embargo la ha confirmado El Mundo: el gobierno prepara un Reglamento de Inmigración que “flexibilizará” la renovación de permisos de residencia y rebajará de 3 a 2 años el requisito para poder aplicar la “regularización por arraigo”. Como la ciudadanía no responda vamos a cerrar un ciclo de “alogenización” del país que empezó con la regularización masiva de febrero-mayo de 2005.

La noticia es increíble e implica una verdadera “regularización masiva” solapada, la última barbaridad ignorante e irresponsable cometida por el zapaterismo, una nueva traición al pueblo español y una puñalada más a todos los españoles que, gracias a la estupidez zapaterista, cada vez se sienten más extranjeros en su propio país.

Las noticias difundidas por Intereconomía (de la que se podía dudar a causa de sus posiciones políticas neoliberales y próximas a la derecha de la derecha de dentro del PP) confirmadas hoy por El Mundo supone una verdadera afrenta a todos los españoles a los que se nos ha subido impuestos para afrontar el déficit del Estado, déficit que se debe en gran parte a la propia presencia del peso muerto de 6.000.000 de inmigrantes de los que solamente la cuarta parte cotiza a la Seguridad Social y al resto ¡los mantenemos el resto de españoles!

La noticia de que el zapaterismo va a engañar al pueblo español y a las propias autoridades de la Unión Europea utilizando su clásico sistema de dejar que la ley siga como estaba, pero reformando el reglamento para su aplicación, supone otro intento de fraude a un pueblo. Fraude intolerable y que se suma ya a una larga serie de fraudes inmorales y tropelías cometidas por ZP y sus mariachis.

Dos medidas graves y erróneas
 
¿Qué nuevo desastre añade esta próxima reforma? Dos fundamentales y que, de prosperar tendrán una importancia decisiva en la adulteración de nuestro sustrato étnico y cultural en los próximos años:

- En primer lugar, tal como ha señalado el director general de Inmigración del Ministerio de Trabajo e Inmigración del Gobierno, Markus González, ha avanzado que el Gobierno plantea renovar el permiso de residencia a inmigrantes en paro si sus parejas trabajan y cumplen, en su lugar, los requisitos económicos para permanecer en España… por supuesto no ha explicado de que “requisitos” se trata. Lo ha dicho “Markus”: “se trata de facilitar las renovaciones automáticas”.  
- La segunda medida es todavía peor: es la reforma del arraigo social para que los extranjeros en situación irregular puedan obtener un primer permiso de residencia tras probar que han pasado dos -y no tres años, como ahora- en España

En otras ocasiones ya hemos insistido suficientemente en que la figura del “arraigo social” es absolutamente incomprensible y consiste en premiar las situaciones de ilegalidad con una regularización sin preocuparse de nada más. Pensemos otra vez en lo que supone la figura del “arraigo social” ideado por ese lerdo de Jesús Caldera: un inmigrante entra ilegalmente en España, vive de no se sabe qué durante treinta y seis meses, al cabo de los cuales, el gobierno premia estos tres años de presencia milagrosa, con la regularización. Pues bien: esta reforma pretende reducir de tres a dos años la estancia ilegal para recibir los papeles.

Premiar las situaciones de ilegalidad
 
¿Qué deben pensar los inmigrantes que, según la ley de extranjería, solicitan en los consulados españoles más próximos a su lugar de residencia, permiso para entrar en España? Deben pensar que éste es un país en el que no vale la pena respetar la legislación vigente y que es mejor forzar su presencia aquí entrando ilegalmente.

Para colmo ¿y los cuerpos de seguridad del Estado? ¿Para qué van a pasar el día pidiendo papeles en la calle a boleo y fastidiar a un ilegal que lleve ya 23 meses en España? Total para que el ilegal reciba una carta en la que se le dice que abandone el territorio nacional…

Todo esto es una secuela del “optimismo antropológico” de un enfermo mental: de Zapatero, cuya obsesión, desde que presentó su candidatura a la secretaría general del PSOE ha sido la inmigración (ya en el “programa” que presentó en la ejecutiva de León del PSOE para avalar su candidatura, podía en el número 1 –no en el 2 o en el 3, sino en el 1- de su programa: “Solidarizarse con la inmigración”… cuando en León en ese momento no había más de 100 inmigrantes en toda la provincia), un hombre que ya no sabe qué hacer para conseguir que vengan más y más inmigrantes a nuestro país.

Cuanto más inmigrantes, más deficit
 
A ninguno de los incapaces de nuestro gobierno se le ha ocurrido preguntar qué harán esos inmigrantes regularizados rápidamente: porque aquí resulta evidente que en los cuatro próximos años vamos a seguir sufriendo el azote del paro, no está de ninguna manera claro cómo vamos a salir de esta crisis y cada vez más economistas están convencidos de que hasta 2020 no acabaremos de salir. ¿Cómo vamos a poder mantener a todos este peso muerto de inmigrantes y más inmigrantes en paro, sin preparación profesional y sin posibilidades de encontrar empleo en el sector de la construcción nunca jamás (porque nunca más se volverán a alcanzar las cifras de construcción de hace tres años) y con un sector turístico declinante en calidad y en cantidad de visitantes?

Este peso muerto lo vamos a mantener nosotros con nuestros impuestos. Y no hay absolutamente ninguna duda de que Rajoy no es partidario de las repatriaciones masivas y del cerrojazo total a la entrada de nuevos inmigrantes.

¿Por qué estas actitudes? Muy sencillo: cada inmigrante que llega es un consumidor que genera más movimiento económico. Por tanto, el PIB tiende a subir cuando sube el número de inmigrantes presentes en un país. Así se engaña al PIB: de un 0’1 arriba o abajo depende de que estemos o no técnicamente en recesión.

Pero no debemos de olvidar que la lógica dice que un inmigrante de más es un poco más de presión fiscal sobre todos nosotros y un puesta de trabajo menos para nuestra gente.

Las cifras de la tragedia que está viviendo este país ante la pasividad de su población
 
El resto de puntos mencionados por El Mundo son casi un chiste: que la Generalitat de Cataluña ofrece cursos de 135 horas de catalán para extranjeros no  es por “patriotismo” y antiespañolismo, tanto como por desvío de fondos públicos: en Catalunya a los amigos se les da para que organicen cualquier tipo de cursos. Así se quema presupuesto con cursos para un público no exigente, interesado solamente por el certificado de asistencia (¡como que un moro o un pakistaní van a hablar catalán después de 135 horas!)

La información que recogía hace unos días La Gaceta indica que uno de cada tres inmigrantes han perdido su empleo y más de 600.000, los que obtuvieron sus papeles en 2005, deberán solicitar su tarjeta permanente –que se consigue a los cinco años– en los próximos meses y muchos de ellos no podrán acreditar un empleo. En teoría se tendría que ir ya: pero Zapatero acude al rescate justo en el peor momento para nuestra economía y en el peor momento para nuestro pueblo.

Pero hay más: si hay 6.000.000 de inmigrantes entre legales e ilegales empadronados (nadie sabe cuántos cientos de miles de ilegales no empadronados residen en España, ni mucho menos de qué viven) y solamente cotizan a la Seguridad Social 1.400.000 ¿de qué vive el resto? El día en que el gobierno nos lo explique habrá que brindar con cava.

¿Pero solamente hay 6.000.000 de inmigrantes? Sí, pero, en realidad hay más: algo más de un millón ya han recibido la nacionalidad española, aun cuando tengan de españoles solamente un papel en el que se acredita. Y, tal como informa La Gaceta, en estos momentos 1.200.000 más estén esperando como agua de mayo la nacionalidad.

Conclusiones
 
En definitiva:

1) Estamos ante una regularización masiva discreta

2) Esta regularización obedece a la acumulación de ilegales (algo más de 1.000.000)

3) Tiene como objetivo reavivar el efecto llamada, ligeramente apagado desde que estalló la crisis.

4) Uno de los objetivos es lograr que entre más población extranjera para garantizar la subida de unas décimas del PIB y poder alardear que “hemos salido de la recesión”.

5) Hasta 2004, como mínimo, la masa de inmigrantes en paro la seguiremos manteniendo nosotros con nuevas subidas fiscales, subidas

6) Cada puesto de trabajo al que aspira un inmigrante es un puesto de trabajo quitado a un español.

7) La preparación profesional de los inmigrantes se adapta solamente a situaciones de auge del turismo y de la construcción… sectores que nunca más, absolutamente nunca más, volverán a tener el desarrollo que tuvieron hasta 2007.

8) El zapaterismo ha evidenciado el cáncer de la sociedad española: la falta de sentido común de nuestra clase política y el silencio de Rajoy indica que en el otro lado tampoco se anda muy sobrado de este sentido, aunque sobren ambiciones.

En definitiva y resumiendo: Este país no tiene remedio porque tiene una clase política  irremediablemente inútil, ciega e incapaz. Ya va siendo hora de alojar la papeleta de voto de los dos grandes partidos al basurero en lugar de en la urna y de pensar opciones nuevas.

© Ernest Milà – Infokrisis – Infokrisis@yahoo.eshttp://infokrisis.blogia.com – Prohibida la reproducción de este texto sin indicar origen.