sábado, 16 de octubre de 2010

Masonería femenina. historia de una heterodoxia.

Infokrisis.- El "Libro de las Constituciones", escrito por el pastor presbiteriano Anderson, publicado en 1723 -"año de la masonería 5.723"- contiene las orientaciones fundamentales de la masonería moderna; en él no se habla para nada de mujeres; es más, implícitamente se les niega el derecho a ser iniciadas cuando se considera imprescindible que el masón sea "libre"; en la época del pastor Anderson, no se consideraba "libre" a la mujer, sino dependiente de su marido o de sus hijos. Más adelante proclamaba que los candidatos a ingresar en las logias debían ser "hombres de bien y leales".
Sin embargo, ya desde el origen, la mujer quiso penetrar en el secreto de las logias. Primero por curiosidad, atraidas por lo ocultos, luego porque algunas feministas consideraron que los principios de libertad e igualdad que figuraban en el lema de la masonería, debían aplicarse a la lucha reivindicativa por los derechos de la mujer, el caso es que, poco a poco, las féminas ha ido integrándose en las logias.

Las resistencias que aun existen en nombre de la tradición, pierden progresivamente vigor. Esta es la crónica de un viejo combate...

LA MUJER EN LAS CORPORACIONES

Durante la Edad Media la mujer estuvo casi completamente ausente del mundo gremial. Las viejas tradiciones de los masones operativos -esto es, que ejercen el oficio de la construcción- solo aluden a Sabina de Steinbach, hija de un maestro de obras y esposa del maestro artesano Bernard de Sünder, la cual tallaría algunas de las estatuas de las catedrales de Magdeburgo y Estrasburgo. Pero se trata de una excepción, acaso legendaria. Estrasburgo fue en la edad media, centro de uno de los gremios de constructores, foco del que emanaron todo tipo de tradiciones y leyendas; su misma catedral es un receptáculo sublime de símbolos herméticos, gremiales y católicos.
Un poco más tarde, en los gremios franceses -movimiento conocido genéricamente como "Compagnonnage"- aparece la figura femenina con singular realce. Cada logia, o "cayene", debía elegir una "Madre" entre las mujeres "de buenas costumbres, casadas, preferentemente hijas o esposas de maestros del gremio". Admitida en logia, "según los ritos", la "Madre" tenía importantes atribuciones; era ella quien recibía a los aprendices procedentes de otros lugares de Francia, quien les ayudaba en sus problemas, cuidaba a los artesanos accidentados o enfermos, visitaba y confortaba a quien habían sido encarcelados, saldaba las deudas que algunos habían podido contraer y, en algunas logias operativas, incluso estaba al cuidado de los archivos y encargada de quemarlos la noche de san Silvestre, según exigían las leyes gremiales.

En el "Livre des Métiers de Paris" (1268) y en los estatutos de la Guilda de Carpinteros de Norwich (1375) resulta evidente que, al menos en estas logias, se iniciaba a mujeres en el oficio. En 1693 un manuscrito de la Logia de York nº 236, al describirse un rito de admisión, se prescribe que "uno de los ancianos toma el Libro; aquel o aquella que debe ser convertido en masón pone las manos sobre este Libro". Este texto induce a pensar que algunas logias del período de "transición" (aquel en el que la masonería operativa pierde fuerza y van ganando terreno dentro de las logias aquellos afiliados -"masones aceptados"- que no ejercen el oficio, hasta alumbrar el nacimiento de la masonería especulativa, en 1717) admitían la presencia de mujeres. Con la reforma de Anderson esta situación debía cambiar.

Los masones -de ayer y de hoy- han sostenido distintas teorías para contener el acceso de la mujer en las logias. Para algunos el motivo fundamental es la tradición gremial que excluía la presencia de mujeres (ya hemos visto hasta qué punto todo esto es relativo: sin estar generalizada, dicha presencia existía). Algunos complementan esta tesis sosteniendo que la tradición clásica facilita al hombre tres tipos de iniciación (sacerdotal, guerrera y corporativa, adaptada a las tres castas en que se estructuró la sociedad medieval), y a la mujer dos: como madre y como amante. Otros, recurren a argumentos más banales: la mujer sería incapaz de mantener el juramento de secreto requerido en las reuniones de logia y en los ritos. Otros aún presentan argumentos de menor calado: la presencia de la mujer puede contribuir a que hombres, ligados por un juramento de fraternidad, disputen en defensa de sus mujeres.

A decir verdad, muchas obediencias defienden la exclusión de la mujer en las logias por motivos absolutamente banales; dado que las afiliadas serían, presumiblemente las propias esposas de los masones, no era cuestión que asistieran a los "ágapes" buena parte de los cuales concluían en francachelas y excesos alcohólicos...

PRIMERAS INCORPORACIONES: MASONERIA DE ADOPCION

El historiador masónico T.F.Clavel, afirma que "hacia 1730 se instituyó la francmasonería femenina. Ignórase quién fuera su inventor, más, lo que sí consta es que su primera aparición tuvo lugar en Francia y, por tanto, debe atribuirse a uno de esta nación". Clavel no amplía la información, ni nosotros hemos encontrado ningúna referencia que corrobore el dato. A partir de 1760 las noticias se vuelven mas fiables. Esa año se instituyó la masonería femenina, llamada "Rito de Adopción", que solo fue reconocido por el Gran Oriente de Francia el 10 de junio de 1774.

Esta masonería estaba estructurada en cuatro grados (aprendiza, compañera, maestra y maestra perfecta). La logia "Candour" añadió en 1775 el de "Sublime Escocesa" de carácter administrativo. Los varones solo podían asistir a las "tenidas" femeninas a partir del grado de Maestro y cada logia femenina debía depender de una logia regular. En 1776 se fundó la logia de adopción "La Felicidad" en Dieppe; otra logia de adopción dependió de "Las Nueve Hermanas", famosa logia constituida por Helvetius y en la que fueron iniciados grandes enciclopedistas, Voltaire entre otros.

El éxito de este "Rito de Adopción" fue inmediato. En el período anterior a la revolución francesa, fueron muchas las mujeres de franc-masones notables, recibidas, a su vez, en las logias femeninas. El duque de Chartres, Gran Maestre del Gran Oriente de Francia, introdujo a su mujer y hermana en la logia "Temple de l’Humanité"; ésta, la duquesa de Bourbon, se convirtió en Gran Maestra de las Logias de Adopción. Gentes próximas a la familia real, como la princesa de Lamballe, gran amiga de la reina, se afiliaron a las logias y es posible que incluso la propia María Antonieta hubiera tenido relación con la masonería femenina. La mujer de Napoleón, la emperatriz Josefina, reconstruyó las logias de adopción desarticuladas por las convulsiones de la revolución. Josefina presidió la "Logia Imperial de Adopción de los Francos Caballeros", de Estrasburgo.

En 1775 una logia de adopción celebró una recepción a aprendizas. Al igual que en la masonería masculina, las fórmulas rituales implicaban amenazas y palabras terribles en caso de romperse los juramentos; previamente a la entrada en logia, en la "cámara de meditación", el ambiente era tétrico: paredes negras, calavera en la mesa, esqueleto colgado, puñales de venganza, obligatoriedad de escribir de puño y letra un "testamento masónico", etc. Una de las mujeres quedó ondamente impresionada por todo esto que, en el fondo, no es sino una formalidad ritual y falleció. El Rey de Nápoles ordenó la interdicción de las logias.

LA MUJER EN LA "MASONERIA EGIPCIA"

Giusepe Balsamo, conocido, entre otros, por el seudónico de "Conde de Cagliostro", palermitano de origen, inició pronto su carrera de aventurero. Ordenado masón en lnglaterra, tardó poco en romper con la disciplina de su logia y fundó su propio rito, conocido como "Rito Egipcio". Declaró que lo esencial de la inspiración la había tomado de unos documentos elaborados por un tal George Cofton que unían conceptos y prácticas supersticiosas con leyendas y ceremonias de inspiración masónica. El objetivo del "Gran Copto", título que adoptó Cagliostro, era la reintegración del adepto en el "estado edénico primordial", concebido como un estado de perfección físico y moral.
Para ello estableció una escalada por los tres grados clásicos que iban acompañados del adjetivo "egipcio": "aprendiz egipcio", "compañero egipcio" y "maestros egipcio". Esta masonería era mixta, pero hombres y mujeres sen iniciaban por separado. Lorenza Feliciani, amante y colaboradora del "Gran Copto" ostentaba el título de "maestra operadora" e impartía iniciaciones a las mujeres utilizando el título de "Reina de Saba". Las 12 maestras más antiguas eran las "Síbilas". En la iniciación femenina se purificaba a la aspirante con laurel, incienso y mirra. Se le entrega un cordón, mandil y guantes y la ceremonia concluía cuando la gran maestra colocaba en las sienes de la recipiendaria una corona de rosas. Los masones "egipcios" podían asistir a la iniciación de las féminas sin participar,  en calidad de "hermanos visitadores".

Cagliostro en 1786 publicó anuncios en el "Morning Herald" invitando a "los verdaderos masones a reunirse en nombre de Jehova", la asamblea tuvo éxito y quedó formada la Logia Egipcia de Londres, pero al poco tiempo Cagliostro debió abandonar la ciudad perseguido por los acreedores. Recaló en Roma después de muchas peripecias -la más notoria fue sin duda el llamado "asunto del collar" en la corte francesa- y allí, acuciado por la necesidad económica, entró en contacto con la masonería clandestina. Se ofreció a comunicar a dos "compañeros" de la orden los "secretos" de su Rito Egipcio a cambio de cincuenta escudos. Una vez realizado el ceremonial de recepción, los dos desconocidos resultaron ser policías y Cagliostro terminó con sus huesos en el castillo de Sant’Angelo. El 7 de abril de 1791 fue condenado por la inquisición a cadena perpetua y su libro "Masonería Egipcia" decretado herético y condenado a ser quemado públicamente. Moriría poco después.

EL RITO DE MESPHIS-MISRAIM

Durante unas décadas el rito de Cagliostro pareció olvidado hasta que en 1805 un masón vienés Pollack fundó el Rito de Misraïm, nombre egipcio de Israel. Compuesto por 90 grados divididos en cuatro series (simbólica, filosófica, mistica y cabalística), constituía un híbrido de los distintos ritos ya existentes a los que se añadieron algunos elementos tipo mágico. Fundado en Milán por masones que no habían sido admitidos en la cúspide del Rito Escocés, se extendió sin dificultad por Italia. Los hermanos Bedarride lo introdujeron en Francia y luego saltó a Bélgica, Holanda y Suiza. Pero fue sin duda en Italia y Francia donde tuvo mayor repercusión siempre en connivencia con sectores socialistas utópicos, carbonarios o revolucionarios.

Tanto en este rito como en el de Menfis, las mujeres eran admitidas sin apenas restricciones. Fundado en 1838 por Marconis de Negre en Montauban, el Rito de Menphis (nombre egipcio de la tierra de los faraones), superó al de Misraïm en floración de grados: 94. Ambos ritos se fusionaron en 1899 y a principios de siglo eligieron como Gran Maestre al famoso ocultista Gerard d’Encausse, más conocido como "Papus".

Esos mismos años constituyeron el período áureo de otro movimiento fundado y dirigido por dos mujeres, Helena Petrovna Blavatsky y su sucesora Annie Bessant. En efecto, la "Sociedad Teosófica", contó siempre con una alta presencia femenina y aun tratándose de una sociedad ocultista más que masónica, la Blavatsky había sido iniciada en la masonería y alcanzó el grado de "Princesa Coronada" del Rito de Menfis y Misraïm. Por lo demás, fueron muchos los franc-masones que ingresaron en la sociedad teosófica.
La Besant, por su parte, había sido iniciada en el "Derecho Humano" e impulsó su rama inglesa con el nombre de "Co-Masonería"  que actuó con cierta independencia en las islas Británicas. En 1902 la Besant fundó la logia "Human Duty nº 6". Naturalmente se trataba de una masonería tan irregular como mixta como veremos a continuación. Sin embargo los teóricos de la teosofía se preocuparon por crearle una "regularidad iniciática" enlazando la co-masonería con las "Logias Simbólicas Escocesas de Francia": en el folleto "Universal Co-Masonry, What is it?" se explica que "deriva de los Soberanos Grandes Inspectores Generales del grado 33 de ciertos hermanos pertenecientes al Supremo Consejo de Francia, fundado por el conde De Grasse Tilly en 1804".

En 1908 se produjo la primera escisión que tomó el nombre de "The Honourable Fraternity of Antient Masonry", que pasó a llamarse en 1958 "The Order of Women Freemasons" de la que los hombres quedaban completamente excluidos.
Cuando en los años veinte la Sociedad Teosófica entre en crisis, ello implicó también un desmantelamiento de la Co-Masonería que siguió existiendo mal que bien, sufriendo distintas escisiones que dieron origen a la "Order of Ancient Free and Accepted Masonry for Men and Women".

EL DERECHO HUMANO Y MARIE DERAISMES

Algunas feministas radicales, a mediados del siglo XIX  no  estaban dispuestas a permitir que sus maridos deliberaran por separado y se sentían discriminadas por su situación en las logias de los ritos mayoritarios; no querían seguir siendo "masones adoptados", sino gozar  de idénticos  derechos que los varones.

Una de estas mujeres, Marie Deraismes, excepcionalmente culta y activa, fue iniciada como "aprendiza" en la logia francesa "Los Libres Pensadores" de Pecq (pequeño pueblo de Seine-Oise) en 1882, avalada por el diputado Georges Martin. Nacida en 1828, fue bajo el Segundo Imperio una activista de los derechos de la mujer.

La iniciación de Marie Deraismes fue considerada ilegal por el Gran Oriente que disolvió la logia. Ella y Georges Martin, en respuesta, se declararon independientes y el 4 de abril de 1893 constituyeron la nueva obediencia con el nombre oficial de "Derecho Humano  - Gran Logia Simbólica Escocesa de Francia". Pronto contaron con una organización internacional a la que se afiliaron 40 federaciones nacionales. La obediencia se extendió fundamentalmente en Alemania, Bélgica, Países Bajos y Países Nórdicos y en América del Sur. Como hemos,  la teósofa Annie Besant  se inició en esta obediencia.

Cuando falleció Marie Deraismes le sucedió su amiga íntima Marie Martín hasta su dimisión en 1914. En 1973 sufrió una escisión en Francia (donde cuenta con 266 logias y casi 10.000 miembros) constituyéndose la "Gran Logia Mixta Universal".

El "Derecho Humano" está en la tradición de las logias ateas, progresistas, librepensadoras, anticatólicas y positivistas del siglo pasado, para las que el bagaje ritual es una pesada superestructura en la que es mejor no hacer mucho énfasis. Tal espíritu de transgresión estuvo presente desde los primeros momentos de su fundación.

En el frontis de la logia de esta obediencia -sita en el número 5 de la calle Jules Breton de París- existe una inscripción que resume sus aspiraciones: "En la humanidad, la mujer tienen los mismos derechos que el hombre. Debe tener los mismos derechos en la familia y en la sociedad".

Marie Deraisme, solamente recibió la iniciación regular como "aprendiza". La logia "Los librepensadores" fue suspendida; al ser de nuevo autorizada, la mayoría de sus antiguos miembros se reintegraron en la Gran Logia Simbólica de la que dependían inicialmente. El venerable que presidió la iniciación de Marie Deraismes, el H.•. Houbron, fue excluido de la masonería al ser considerado responsable de la desaparición del "Libro de arquitectura" de la logia en el que se relataba la ceremonia de iniciación de Marie Deraismes. Poco después la logia "abatió columnas", esto es, se disolvió...

El Derecho Humano ha sobrevivido hasta nuestros días como una de las obediencias masónicas más anticlericales e izquierdistas en lo político. Dado que entre los fundadores no existía ningún Grado 33º, Marie Deraismes, copió los rituales de este grado de... un libro antimasónico publicado por la "Asociación Antimasónica de Francia". No es raro que Sir Alec Mellor, haya escrito que el Derecho Humano supuso la concretización del "aspero sentimiento de un puñado de revoltosos que acababa de cometer, masónicamente hablando, la más sacrílega profanación".

MASONERIA FEMENINA EN ESPAÑA

Al producirse la invasión napoleónica, los ejércitos franceses establecieron una sólida red de logias militares. Algunas mujeres de estos oficiales pertenecían a logias femeninas y fueron estas quienes en 1809 constituyeron en Orense la logia "Caballeros y Damas Philocoreitas",  esto es "amantes del placer"

Los "philocoreitas" llamaban "círculos" a sus orgías y cada caballero y dama tenían un nombre iniciático relativo a sus cualidades amatorias. Los ritos estaban extraidos de las prácticas de la antigua caballería y los juramentos y ceremonias lograron mantenerse en secreto. Los historiadores masónicos coinciden en afirmar que los "philocoreitas" tuvieron su origen en el ejército de ocupación de España, extendiéndose a las tropas acantodadas en otros lugares de Europa; jamás contó con una logia estable en París y hacia el final del imperio napoleónico ya había desaparecido. Se trata de pura anécdota.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, conocidas republicanas, federalistas y librepensadoras, fueron, a la vez, masonas: los casos de Angeles López de Ayala, Isabel de Zwonar y Clotilde Cerdá, sin ser muy frecuentes, no fueron en absoluto únicos. Angels López de Ayala, escritora y poetisa española, fundó la revista "El Progreso" y escribió varias novelas de arrebatada temática feminista y fue iniciada una logia sevillana. Ya en Barcelona pasó a ser la más enérgica impulsora del movimiento feminista en el período finisecular. Afiliada a la logia de adopción "Amantes del Progreso" y luego en "Hijas de los Pobres". Participó en decenas de mítines manifestaciones y asambleas feministas junto con Amalia Domingo Soler, jefa de filas de las femeninas espiritistas barcelonesas. En cuanto a Clotilde Cerdá, de nombre artístico "Esmeraldina Cervantes" e iniciático "Esther", hija del urbanista Ildefonso Cerdá, fue iniciada en 1880 en el capítulo de mujeres de la Logia Lealtad y actuó como solista de arpa en muchas reuniones de beneficencia organizadas por su logia en beneficio de masones represaliados.

Isabel de Zwonar -de nombre iniciático "Fraternidad"- participó, por su parte, en actividades masónicas junto a su marido; italianos ambos, fueron recibidos, primero en la "Logia Concordia" y más tarde en la "Integridad nº 100". Fue traductora al italiano de las obras del también masón y cronista de la ciudad de Barcelona, Víctor Balaguer.

En su conjunto las masonas españolas estuvieron ligados a los sectores más progresistas de la masonería. Esta tendencia subsistió en los primeros años del siglo XX y durante la República Española. Los intentos de reconstrucción de la franc-masonería durante la transición no vieron a mujeres en primera fila, salvo en la Gran Logia Simbólica.

Sin embargo en 1985 Gran Logia Femenina de España, dependiente de su homóloga francesa. En 1945 se creó en Francia la "Unión Masónica Femenina de Francia" apoyada por la Gran Logia de Francia. El 21 de octubre de ese año tuvo lugar la primera asamblea y logró estabilizar "cámaras" en todo el territorio francés. En 1952 estas logias cambiaron el nombre por el de "Gran Logia Femenina de Francia" que adoptó el antiguo rito femenino de cuatro grados más uno honorario. Hoy cuentan con casi 100 logias y aproximadamente 5.000 hermanas. En el año 1995, la G.L.F.E. celebró simultáneamente su 10º Aniversario y el 50º Aniversario de la primera masonería femenina regular.

[R E C U A D R O S  F U E R A  D E  T E X T O]

MADRILEÑAS CON MANDIL

En el último cuarto del siglo XIX el feminismo, la masonería, el librepensamiento y los positivistas, los krausistas de la Institución Libre de Enseñanza, el espiritismo y la masonería constituían un sector sociocultural del que era difícil establecer sus fronteras interiores, frecuentemente existía ósmosis entre todas estas tendencias que, por lo demás, tenían respuestas comunes ante los mismos estímulos.

La madrileña calle Concepción Arenal hace honores a la eminente escritora y penalista ferrolana. No consta que se iniciara en logia alguna, sin embargo, es cierto que permaneció siempre próxima a la masonería y la temática de sus obras se corresponde perfectamente con el espíritu masónico y con sus ideales filantrópicos. Como miembro de la dirección del Ateneo Artístico y Literario de Señoras, había sido una de las impulsoras de la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, relacionada con los krausistas de la Institución Libre de Enseñanza. La presencia de notorios masones en estas asociaciones no deja lugar a dudas sobre su filiación ideológica.

Rosario de Acuña y Villanueva era el prototipo de estas corrientes. Iniciada en la masonería simbólica en 1887 fue una de las impulsoras de la logia femenina "Hijas del Progreso". Sus ideales pedagógicos y educativos coincidían con los krausistas, pero también había destacado como librepensadora en multitud de artículos y ensayos. Había loado al tribuno romano Cola de Rienzi, cantado en esos mismos años por Wagner; como poeta había demostrado su sensibilidad en "Ecos del Alma". Tanto su prosa como su poesía eran fuertes y vigorosas.

En la última década del siglo pasado buena parte de las logias madrileñas contaban con mujeres entre sus miembros: la "Comuneros de Castilla" llegó a tener hasta 12, la logia "Unión y Fuerza" cuatro que finalmente desembocaron en la creación de una "logia de adopción", "Fuerza Unida"; las logias "Fraternidad Ibérica", "Hijos de Riego", "Federación", "Los Puritanos" y "5 de Abril", contaron todas con menos de 3 mujeres iniciadas. En 1892 la logia "Acacia nº 170", de Alcalá la Real tenía 13 mujeres de las que 5 eran menores de 20 años. La logia "El Porvenir" de Linares contaba con 7 mujeres menores de 21 años a las que tomaban bajo su protección y les sufragaban los gastos de educación.

LA "INICIACION VARONIL" DE LA CONDESA DE APRATXIN

Es curioso como algunos Gran Maestres y Venerables de Logias salvaban la prohibición de iniciar a mujeres. Existe el caso atípico, pero suficientemente documentado, de la ceremonia de iniciación masónica de Dª Julia de Rubio y Guillén, "en los Vallles de Mantua Carpetana a los 14 días del mes de Thamuz (junio) de 5880, 153 de la Orden en España (es decir el 14 de junio de 1880)". Entre miembros de la logia "Fraternidad Ibérica" y visitantes de otras logias, asisitieron setenta franc-masones cuyos nombres iniciáticos figuran al margen en el acta; véase una muestra de los asistentes: "Saulo", "Pelayo 2º", "Abdherramán", "Roldán", "Marco Polo", "Hipócrates", dos "Viriatos", "Murillo", "Avicena", dos "Sócrates", "Washington", "Moltke", "Lamartine", "David", "Colón", "Churruca", "Américo", "Calvino", Servet", "Trajano", "Licurgo", otro "Viriato", "Galeno", "Aristóteles"... la condesa de Apratxin podía sentirse bien arropada en su iniciación. Ella misma, tras ser proclamada aprendiz escogió el nombre simbólico de "Buda".

La autorización para la ceremonia había sido dada por el Gran Maestre del Gran Oriente Nacional de España, Seoane,  "... en atención a su servicio varonil en el ejército francés, probado en el diploma de Oficial", por lo cual "... pláceme acordársele [el grado de aprendiz] no en clase de adopción que no está establecida en nuestra orden, sino en el carácter varonil". Caballero Puga cita otro testimonio de Seoane: "[a Dº Julia Apratxin] le he concedido más de lo que puedo, más que lo que puede conceder un Parlamento Inglés, de quien dicen que es omnipotente, menos para hacer de una mujer un hombre". Es evidente que si Julia Apratxin fue iniciada en las logias lo fue a costa de ser "masculinizada", gracias a sus servicios "varoniles", eludiendo la problemática cuestión objetiva de su sexo.

SOCIEDADES PARALELAS

La prohibición de pertenecer a la masonería en igualdad de derechos hizo que algunos espíritus inquietos y de imaginación fértil constituyeran asociaciones calcadas de la masonería aunque desprovistas de toda tradición: la "Orden de la Felicidad", los "Caballeros del Ancla" y los "Caballeros de la Rosa", de carácter mixto.

La "Orden de la Felicidad", utilizaba un vocabulario náutico: las "hermanas" hacian un viaje iniciático en busca de la "Isla de la Felicidad". Los grados eran cinco: grumete, patrón, jefe de escuadra y vicealmirante; el Gran Maestre recibía el título de Gran Almirante. Se hacía jurar a los varones no "fondear en ningún otro puerto donde no se encontrara ya anclado algún buque de la orden" y a la mujer "no recibir ningún buque extranjero en su puerto, en tanto no estuviera anclado en él alguno de la orden", lo cual, probablemente, aludiera a la prohibición de galanteos con gentes no pertenecientes a la secta. En 1745 se produjo una escisión constituyéndose la "Orden de los Caballeros y Damas del Ancla", ambas desaparecieron durante la revolución francesa y constituyeron solo una atracción para nobles ociosos, sino libidinosos...

En 1747 un desaprensivo, el caballero Beauchaine, instituyó la "Orden de los Leñadores", inspirada en las corporaciones forestales de carboneros y leñadores. La orden era mixta; la única logia que tuvo, instalada en una taberna el "Sol de Oro" de la calle de San Víctor, estaba decorada con instrumentos propios de leñadores y recibía el nombre de "cantera". Beauchaine, por seis francos iniciaba en una sola sesión y en toda la jerarquía de grados a quien tuviera el suficiente patrimonio para sufragarse la ceremonia. Acaso por esto, los hermanos y hermanas eran llamados "primos" y "primas".

Desaparecida esta sociedad se fundaron otras de similar cariz: la "Orden del Hacha", la "Hermandad de la Soga y la de la Fidelidad". Pero sin duda, la que alcanzó más notoriedad fue la "Orden de los Mopses" (del alemán "mops" = carlina), presidida por la duquesa Wilhelmine von Anspach und Bayreuth, hermana de Federico II. El encomiable objetivo de esta hermandad vienesa era la exaltación de todo vínculo de fidelidad: al emperador, entre esposos... Existe un curioso grabado de un acto de recepción de esta orden, depositado en la Biblioteca Nacional de París en la que pueden verso los símbolos de la hermandad: dentro de un gráfico alusivo a la cuadratura del círculo, 12 corazones, las dos columnas propias del templo de Salomón y un perro, imagen de la fidelidad, símbolos, salvo este último, propios de la masonería.

Las finalidades de esta orden eran caritativas y moralizadoras. Otro tanto ocurría con la "Orden de las Damas Escocesas del Hospicio del Monte Tabor", la última de estas sectas en aparecer. Fundada en París el año 1810, tuvo por Gran Maestra a Mme. de Carondelet. Dedicada a "suministrar alimento y trabajo a las personas de buena conducta del sexo femenino", Clavel explica en su "Histoire Pittoresque de la Franc-maçonnerie" que la sociedad desapareció hacia el fin de la restauración, cuando las logias afectas a los Ritos de Menphis y Misraïm ya estaban en plena actividad; en ellos las mujeres eran tratadas en plano de igualdad.

FUENTES:

"Historia Pintoresca de la Franc-masonería" - T.B.Clavel - Edicomunicación SA - Barcelona 1988 / "Histoire Generale de la Franc-maçonnerie" - Paul Naudon - Office du Livre - París 1981 / "Historia Secreta de la masonería" - C.W. Leadbeater - Edicomunicación SA - Barcelona 1993 /  "La Masonería" - Alec Mellor - AHR - Barcelona 1976 / "Historia General de la Masonería" - Oscar Rodrigo -  Editorial Mitre  - Barcelona 1985 / "La Franc-Maçoneria a Cataluna" - Pere Sánchez - Ediciones 62  - Barcelona 1990 /  Daniel Ligou - "Dictionnaire Universel de la Franc-Maçonnerie" - Ed. du Prisme - París 1974.

Nots a pie de página    

1. Y que no se piense que estos excesos aparecen en un período de degradación de las costumbres, antes bien, aparecen ya en los primeros años de actividad de la masonería especulativa.  F.T.B. Clavel en su libro  "Histoire Pittoresque de la Franc-maçonnerie" -libro, por lo demás favorable a las logias, a las que pertenecía su autor- explica que en 1722 la Gran Logia de Londres eligió como Gran Maestre al Duque de Montagu y convocó un gran banquete; sigamos la descripción de Clavel: "Estando ya en los postres y por consiguiente cuando ya las cabezas estaban algo acaloradas con los vapores del vino, que se había servido con profusión, los partidarios de Warton, tomando a un tiepo la palabra, atacaron vivamente la reeleccion del Duque de Montagu". En tiempos posteriores episodios de este tipo se repetirían con cierta frecuencia. Se comprende por que buena parte de los masones no querían tener a sus esposas y compañeras como testigos...

2. C.W. Leadbeater, miembro prominente de la teosofía e historiador de la masonería escribe al respecto: "[con la o-masonería] no se introduce ninguna innovación en el cuerpo de la masonería, sino que se restaura una de las tradiciones importantes que se habían olvidado durante la época de confusión de los misterios con la Masonería operativa de la Edad Media. Tanto en Egipto como en Grecia, se admitían a las mujeres en los Misterios". Más adelante añade: "No hay ninguna diferencia entre el ego o alma de un hombre y el de una mujer" ("Historia Secreta de la Franc-masonería", p´çag. 265-66, Edicomunicación, Barccelona 1986). Opiniones completamente heterodoxas en relación a la corriente tradicional de la masonería.

3. Leadbeater da su particular versión: "La Sra. Besant, pensando que un Movimiento Masónico abierto a hombres y mujeres por igual podría constituir una gran fuerza benéfica para el mundo y a quien le había ofrecido iniciarla la señorita Deraismes, supo de la continuidad de la Orden por la misma señorita Arundale y pidió ser iniciada en París. Después se le nombró vicepresidenta Gran Maestra del Supremo Consejo y Diputada para la Gran Bretaña y sus dependencias. La primera Logia Mixta consagrada en Londres se llamo "Human Duty nº 6".

(c) Ernesto Milá - infokrisis - infokrisis@yahoo.es - http://infokrisis.blogia.com - prohibida su reproducción sin citar procedencia.