jueves, 14 de octubre de 2010

Magia financiera o estafa a la ciudadanía. La banca española viciada por el “carry trade”

Infokrisis.- El gobierno emite deuda porque sabe que la banca la comprará, pero ese recurso se está acabando. Los problemas de la economía española son completamente diferentes a los de Europa, sin embargo la política monetaria en la UE está onopolizada por el consorcio franco–alemán: las soluciones buenas para el resto de Europa pueden ser extremadamente negativas para España… y en particular para la Banca española. Si suben los tipos de interés en los próximos meses puede producirse otro estallido: el del carry trade. Ahora entenderá el por qué 2010 va a ser un año difícil para la banca española

En 2008 nos mintieron: el dinero entregado por el gobierno a la banca, nunca iba a ir destinado a reabrir la espita del crédito para la pequeña y mediana empresa y, por tanto, no contribuiría a crear ni empleos, ni a volver a poner en marcha la maquinaria económica. Lo sabían tanto la banca que recibía como el gobierno que daba. Simplemente se trataba de evitar que la Banca española no pudiera afrontar los pagos el 31 de diciembre de 2008 debía realizar a entidades de crédito europeas y al Banco Central Europeo. La banca española quedó a la recíproca y, favor por favor, se comprometió a comprar deuda pública emitida por el Estado. Toma y daca entre el Estado y la Banca. ¿Y la ciudadanía? Engañada, por supuesto.

En apenas un año de agosto de 2008 a agosto de 2009 las entidades financieras españolas han comprado masivamente deuda pública. Hoy tienen un 75% más que hace un año, en cifras absolutas unos 70.000 millones de dólares. De entre todos los sistemas financieros del mundo, el español es el más decidido a comprar deuda del Estado. Del total de deuda pública adquirida por la Banca Europea en 2008–2009 (245.000 millones de euros, un 19% más de lo que tenían), la Banca Española ha adquirido ella sola, algo más del 30% del total europeo. Algo a todas luces desmesurado y que, por sí mismo, denota la existencia de un acuerdo suscrito a espaldas de la ciudadanía entre el Estado y la Banca.

El negocio de la banca en 2009

No es una técnica bursátil nueva, de hecho, en tiempos de vacas gordas, e incluso cuando la economía ha estado a medio gas siempre se ha utilizado la técnica del “carry trade”. Se suele utilizar en operaciones de especulación con divisas, pero hoy es un sistema monopolizado prácticamente por la banca. Es muy simple: pido un crédito a un interés X e invierto ese dinero en bolsa obteniendo unos beneficios Y. Si yo pago el dinero a un interés del 3% y obtengo unos beneficios bursátiles del 7%, estaré ganando aproximadamente un 4%, podré afrontar mi deuda con el banco y obtener, de paso, un jugoso beneficio con un dinero que, a fin de cuentas, no es mío. Esa técnica se suele utilizar en períodos de auge bursátil y, especialmente, cuando las tasas de interés son bajas.

Eso es precisamente lo que ha estado haciendo la banca española a lo largo del año 2009 aprovechando que las tasas de interés eran extremadamente bajas y el dinero prácticamente salía gratis. El problema ha sido que la banca española ha utilizado, en connivencia con el Estado, un sistema perverso: ha solicitado créditos constantemente al Banco de España al 1% y con ese dinero ha comprado masivamente deuda pública emitida por el Estado que renta un beneficio medio del 3%... La operación le ha valido un 2% de beneficios, sin absolutamente ningún riesgo.

A lo largo de todo el año 2009, la política de la banca ha consistido en retraer al máximo los préstamos personales y a las PYMES, exigiendo garantías estrictas que contrastaban con la ligereza utilizada sólo 18 meses antes a la hora de conceder hipotecas multimillonarias. En lugar de realizar una tarea social e incentivar el mecanismo de producción y consumo, la banca lo que ha hecho a lo largo de todo el año 2009 ha sido simplemente lucrarse sin riesgo y sin esfuerzos obteniendo un 2% de intereses limpios de polvo, paja e impuestos, procedente de un Estado gestionado por una banda de manirrotos que administran un dinero que no es suyo que se permiten dilapidar en decenas de caprichos.

¿Cuál es el problema de este sistema? Hay muchos, a parte de lo cuestionable de un Banco de España que es una parte del Estado, emite un dinero que entrega a los bancos comprometidos a comprar deuda del mismo Estado, operación en la que la Banca obtiene un 2% de beneficios que… lógicamente procederá de los impuestos pagados por todos nosotros. El principal problema es que el Estado, poniendo a la venta cantidades ingentes de deuda se convierte en una máquina aspiradora de dinero. La seguridad que da la deuda pública hace que el 60% del dinero disponible para créditos sea absorbido por el Estado y solamente un 40% esté destinado al crédito familiar y a las PYMES. De ahí que pueda decirse sin exagerar que el Estado gestionado por Zapatero es el primer responsable de que las empresas y las familias se vean asfixiadas.

Los bancos no es que hayan cerrado completamente la espita del crédito para las familias y las PYMES, es que han aumentado las exigencias, los avales y… los intereses. Si usted presenta todos los avales en regla, el banco le cobrará un 12% de interés, sin embargo pero aceptará el 3–4% que como máximo le paga el Estado. El desfase es de ¡8 puntos! Una vez más el trabajo bancario y la usura –el préstamo con interés abusivo– van de la mano. Y el Estado transige en tanto que beneficiario del sistema.

Imaginemos lo que ocurriría si el Banco de España concediera créditos a las familias para comprar deuda pública… A fin de cuentas, no perdería nada, el 2% de beneficios repercutiría en la población. ¿Y por qué no hacer algo mejor? No emitir deuda… y ahorrarse ese 2% de interés, simplemente rebajando impuestos. Sin embargo, el Estado y la Banca, compinchados, trabajan en beneficio mutuo de espaldas a la población. No es demagogia, es lógica pura y simple.

El riesgo del proceso


Hasta aquí la práctica bancaria del “carry trade”. Ese sistema no puede realizarse siempre. Solamente es viable cuando los tipos de interés son bajos… como ahora. Pero ¿qué ocurre cuando los tipos de interés empieza a subir? También es simple entender lo que puede ocurrir. La Banca X compra deuda pública a un interés del 3% con dinero que recibe del Banco de España al 1%. Eso implica que el precio del dinero es de un 1%, pero si bruscamente los tipos de interés empiezan a subir puede ocurrir que se sitúes por encima del 3% con lo que tener deuda al 3% supondría limitar los ingresos y, a la postre, obtener pérdidas porque seguramente otros productos financieros y bursátiles ofrecerían intereses más elevados. Cuando se produzca ese supuesto se dirá que “ha estallado la burbuja del carry trade”… ¿puede ocurrir?

Vale la pena recordar dos factores. Uno de ellos es que la crisis económica española es muy diferente de la de cualquier otro país europeo. En ningún país europeo las dos columnas sobre las que se había sostenido el crecimiento económico español en los últimos quince años (construcción y hostelería) se han hundido y han generado unas tasas tan extraordinarios de paro imposibles de compensar por otros sectores. Lo que es peor: ambos sectores nunca jamás, nunca, volverán a alcanzar los niveles de desarrollo que tuvieron en 2004–2007. En otros países estos sectores han tenido un impacto muy secundario en su estructura económica, sólo en España han sido sectores clave del crecimiento.

De ahí que exista un desfase entre la “recuperación” en la Zona Euro y la “recuperación” en España. El gran problema es que al estar dentro de la Zona Euro el gobierno español no es dueño de la política monetaria europea que depende del Bancos Central Europeo que se rige fundamentalmente con criterios franco–alemanes. Lo que puede ser bueno para la economía franco–alemana puede ser nefasto para la economía española.

El Banco Central Europeo siempre ha practicado una política monetarista centrada en contener la inflación e impedir el recalentamiento de la economía y en este momento se vuelve a empezar a aludir a las subidas de tipos de interés. El pasado 13 de noviembre, por ejemplo, se supo que la “eurozona” creció en el tercer trimestre del año un 0’4% y que en conjunto de la UE lo hizo un 0,2%. Eran las primeras cifras positivas en los últimos cinco trimestres. Francia y Alemania están en estos momentos en cabeza de la reactivación, mientras que España y Grecia son los “farolillos rojos”. Claude Trichet explicó textualmente, por si había dudas, que el hecho de que haya "países en crecimiento negativo y positivo no excluye una situación de subida de tipos”.

La noticia supuso un jarro de agua fría para Zapatero y la banca española. Ésta última estaría ya en números rojos si los bancos anotaran en su contabilidad el valor real de los inmuebles en su poder procedentes de ejecuciones de hipotecas. En lugar de eso siguen anotando el valor de las tasaciones… realizadas por empresas controladas por esos mismos bancos. Esto implica hinchar –fraudulentamente, no se olvide– el propio activo, mientras la autoridad bancaria (MAFO) hace la vista gorda. Pero en el caso de que subieran los tipos de interés, la mayor fuente de ingresos de la banca en este momento –el “carry trade”– saltaría por los aires: si se sitúan en el 2% los ingresos por esta técnica disminuirían a la mitad y si se sitúan en el 3% el beneficio sería cero. Con unos tipos de interés superiores, ya estaríamos hablando de pérdidas.

En esa hipótesis la banca eludirá el interés de sus créditos, los hinchará para compensar así el 4,5% de créditos fallidos (14,5% entre inmigrantes) y las familias seguirán teniendo problemas para pagar sus hipotecas, mientras las PYMES trabajarán a destajo solamente para devolver los créditos que puedan obtener tras aportar avales y garantías personales. En cuando a los préstamos personales y a determinados servicios bancarios básicos, irán aumentando los intereses y las cantidades a pagar.

¿Qué será de la deuda?

Existen distintos tipos de deuda. Las Letras del Tesoro, por ejemplo, se firman por espacios inferiores a un año, habitualmente se utilizan para compensar el déficit de caja y cubrir las necesidades urgentes de tesorería del Estado. Salvo en un escenario catastrófico, sería difícil que la economía europea se recalentara tanto que obligara al Banco Central Europeo a subir los tipos de interés más allá del 2,5% en 2010, pero, aun así, los beneficios de la banca española quedarían excepcionalmente recortados. Mucho más grave lo tiene la deuda a medio plazo –los Bonos del Tesoro– que sí pueden vencer después de que el BCE haya subido los tipos de interés y, por supuesto, la deuda a largo plazo –las Obligaciones del Tesoro– que hará perder dinero a los bancos casi necesariamente. El 75% de deuda adquirida por los bancos es a medio plazo, entre tres y cinco años… peligroso.

Ha bastado que se propagase el rumor de elevación de los tipos de interés por parte del BCE para que al día siguiente distintos editoriales de la prensa económica alertaran de que a partir del segundo trimestre del 2010, el Estado empezará a tener dificultades para colocar los distintos productos de deuda pública.

Si hasta ahora Zapatero ha conseguido mantener un déficit de cuentas del Estado desmesurado ha sido gracias a su facilidad para emitir y vender deuda, especialmente a la banca. La Comisión Europea ha considerado desde el mes de junio que el déficit actual es insostenible, pero Zapatero no ha hecho el más mínimo gesto para contener el gasto público (sino todo lo contrario), pensando en su ignorancia en materia económica que los bajos tipos de interés serían permanentes… y, lo que es peor, que la economía española saldría prácticamente de la crisis con unos pocos meses de diferencia del eje franco–alemán. Ensoñaciones.

A lo largo de octubre y noviembre se produjeron los primeros avisos de que el camino abordado en 2009 para financiar el déficit del Estado no podría mantenerse en el 2010. El primer aviso vino por parte del gabinete de estudios del Barclays Bank que preveía que los bancos reducirían las compras masivas de deuda pública especialmente a partir de junio de 2010. Para Barklays no existe absolutamente ninguna duda de que el Estado se verá imposibilitado de colocar antes de esa fecha las casi 215.000 millones de euros que Zapatero aspira a emitir según se deduce de los Presupuestos Generales del Estado.

Ese estudio confirmó también que los bancos han sido los primeros compradores de deuda pública de los Estados, siempre con el sistema de “carry trade”… solamente en EEUU, UE y Japón, estas compras se han elevado a la astronómica cifra sin precedentes de ¡4,6 billones –con “b”– de dólares!

Barclays Bank fue el primero en alertar sobre la posibilidad de que los tipos de interés subirían, en primer lugar en el Banco de Inglaterra (el Reino Unido está fuera de la zona euro) a partir del primer trimestre de 2010, la Reserva Federal hará otro tanto y el BCE se verá obligado a lo mismo según el mismo informe. En menos de cinco/seis meses se habrá terminado la “financiación barata”, soporte de esa técnica… y empezarán las pérdidas en las carteras de deuda.

Al día siguiente de publicarse esta noticia, el Banco de Sabadell entró en pánico y se deshizo de todos los bonos del Estado que había comprado en meses anteriores. Se trataba de deuda a 10 años  así pretendían eliminar el riesgo de subida de tipos. El Sabadell ganó con la operación 40 millones de euros (al haber subido el precio de la deuda en los últimos meses). Tomás Varela, director financiero del Sabadell, explica que "anticipamos una posible caída de los precios y por eso decidimos eliminar totalmente la exposición a bonos a 10 años, ni españoles ni de ningún otro país". Decisión significativa.

En el momento de escribir estas líneas da la sensación de que los bancos españoles empiezan a deshacerse discretamente de la deuda en su poder. Es todo un aviso. A partir de ahora si el Estado quiere emitir deuda (y lo tendrá necesariamente que hacer) deberá hacerla más suculenta y ofrecer más rentabilidad… que se traducirá, de nuevo, en más impuestos sobre el ciudadano. Por otra parte, contra más deuda circula, más se devalúa y es necesario prometer el pago de más intereses a sus tenedores.

Cuando el déficit de cuentas del Estado ya se aproxima al peligroso 6% y las alarmas de la UE están a punto de sonar, la política económico–social de Zapatero ha entrado en una peligrosa dinámica: más deuda, más interés, más impuestos, menos inversión, menso trabajo, menos consumo, más paro. Efectivamente, la luz al final del túnel es otro convoy que viaja a velocidad de vértigo en dirección contraria y por la misma vía.

[recuadro fuera de texto]

El termómetro interbancario a cero grados

Hoy, los bancos siguen sin fiarse entre ellos. Les consta que hay entidades todavía contaminadas por las hipotecas subprime que llegaron de los EEUU, pero cada banco prefiere callar sobre su nivel de contaminación. A esto, los bancos españoles y las cajas de ahorro, unen unas tasas de morosidad hipotecaria que corren el riesgo de traducirse en pérdida muy reales por alto que sea el maquillaje que cada uno realiza de sus balances a fuerza de exagerar el activo y disimular el pasivo.

La muestra de que la crisis sigue es que los préstamos interbancarios se han reducido prácticamente a cero. El préstamo interbancario es una práctica habitual hasta antes de la crisis: los bancos se prestan dinero unos a otros a un interés mínimo para garantizar su liquidez en todo momento.

Cuando en julio, el BCE insertó una inyección liquidez en el sistema bancario europeo (exactamente 442.200 millones de euros a doce meses), las entidades sí adquirieron ese dinero… pero no para realizar préstamos interbancarios como en otro tiempo, sino para conservar el grueso de esa cantidad (236.000 millones de euros) en las arcas del propio BCE, a pesar que éste solamente ofrecía un 0’25% de interés y de el precio del dinero en el mercado interbancario está a un 1,5%, esto es ¡seis veces más! Pero los bancos, ante la duda de qué entidades están contaminadas y se desplomarán en 2010, prefieren actuar con prudencia, militar sus beneficios y eliminar la posibilidad de pérdidas.

Si la salud del sistema bancaria da una muestra de la salud de la economía hay que convenir que ésta dista mucho de haberse normalizado, incluso en los países europeas que antes han salido de la crisis. Esto no ha terminado –y los bancos los saben– todo terremoto tiene “réplicas” o sacudidas secundarias.

© Ernest Milà – infoKrisis – infoKrisis@yahoo.es – http://infokrisis.blogia.com – Prohibida la reproducción de este texto sin indicar origen