domingo, 17 de octubre de 2010

Aullidos (III). La debilidad sigue matando: 19 muertos más en el Estrecho

Publicado: Viernes, 11 de Julio de 2008 01:11
Infokrisis.- A menos de una semana después de que ZP se haya negado a comprometerse a no realizar más regularizaciones masivas, 19 personas han muerto en unas de los más trágicos episodios de la inmigración masiva que ha costado incluso la vida a nueve bebés. Pero hay que decirlo bien alto: si esta masacre tiene a un “autor intelectual”, éste es ZP: como decíamos hace tres años, “la debilidad mata”. De hecho, la debilidad y la estupidez siguen matando.

La pobreza no genera inmigración
A poco de conocerse la noticia, ZP ha expresado con su más compungida cara de circunstancias, su “dolor” y su idea reiterativa de que la inmigración está fomentada por la pobreza. Ni siente “dolor”, ni la pobreza está detrás de la inmigración. Esta idea reiterativa ya se ha demostrado falsa en muchas ocasiones. Recordamos, sin ir más lejos, cuando en plena crisis de las vallas de Ceuta y Melilla, Jesús Caldera explicó que los que intentaban vulnerar nuestra soberanía e imponer su presencia por la vía del hecho consumado, no se podían contener porque “el salto de las vallas es un problema de pobreza”… Bastó que el comisario europeo Franco Frattini “aflojara” 40 millones de Euros al sátrapa marroquí, para que Mohamed VI al día siguiente la “pobreza” pareciera desaparecer completamente de África a la vista de que, desde entonces, no se han vuelto a producir saltos masivos. Era evidente que esos saltos estaban permitidos por la policía marroquí y, por tanto, por el Mohamed VI para obligar a los “bobos europeos” a que se rascaran los bolsillos.
Ahora la situación se repite de nuevo. Zapatero tiene que ir esta misma semana a Marruecos. En las semanas previas, Mohamed VI ya ha “preparado” el viaje. Primero fueron las avanlanchas de subsaharianos en las aduanas de Ceuta y Melilla, luego el paso franco a las pateras que nuevamente, aprovechando el buen tiempo, volvían a cruzar el Estrecho, ahora ha sido una patera tripulada casi exclusivamente por mujeres y por sus hijos recién nacidos la que va a planear sobre la entrevista Mohamed VI-ZP: “Si tu no me pagas más… los dramas seguirán produciéndose”…
Y Zapatero pagará. Claro que pagará. Pagará en forma de ayuda al desarrollo, pagará en forma de subvenciones a ONGs que enviarán alimentos gratuitos a Marruecos que, una vez llegados, desaparecerán de los circuitos de la beneficencia y reaparecerán en mercados y a la venta, pagará en forma de “acuerdos culturales”, pagará en forma de proyectos de “cooperación”, pagará… es decir, pagaremos todos, pero las comisiones de estas ayudas –¡ah! ¿pero no sabían que todos estos créditos blancos, ayudas y subsidios se firman cuando ya está claro las comisiones que se desvían para todas las partes que las han negociado? ¿acaso creían que los presidentes de gobierno entran por la puerta de La Moncloa con apenas unos ahorrillos y salen cuatro años después convertidos en multimillonarios porque han sabido gestionar sus 5.500 euros mensuales de sueldo?...-
Zapatero lo ignora todo sobre África (de hecho parece ignorarlo todo sobre cualquier cosa, manteniendo un déficit cultural y humano verdaderamente bochornoso para quien ostenta la presidencia del gobierno). Ignora que si bien es cierto que existe hambre en algunas zonas de África, los contingentes migratorios que llegan a Europa ¡no proceden de las zonas hambrientas, sino de las zonas más prósperas! ¿o es que saben de algún tripulante de patera que proceda de Darfur o de los campos de refugiados del Zaire…? No, de hecho, lo que sorprende, es que quienes sobreviven tienen aspecto de estar bien alimentados y de haber podido pagar los 2.500 euros que cuesta la travesía y que incluyen un completo servicio de orientación cuando logran alcanzar la península en todo lo relativo a abogados, derechos, repartos gratuitos de bocadillos, centros de asistencia social, ONGs de apoyo, etc.
El sueño aficano
Si no es la pobreza ¿qué es lo que impulsa a los subsaharianos hacia Europa? Hay varios motivos. África –lo hemos dicho frecuentemente- muere de SIDA, hambrunas cíclicas, desgobierno, dictaduras, epidemias y guerras civiles. ‘Africa es el continente desestructrado por excelencia. Nada funciona buen en África. Y, por supuesto, ni hay asistencia social, ni mucho menos sanidad digna de tal nombre. De hecho, no hay ni siquiera gobiernos que merezcan este nombre y, por no haber, tampoco hay “Estados”. Hay dictadores y tribus, que no es lo mismo.
El modelo “africano” es Samuel Etóo: un tipo que rompe cada mes un Mercedes nuevo o un Porsche y que ha logrado ser respetado por los “blancos” y aplaudido con sólo dar patadas a un balón. Zidane y Etóo son los dos grandes ídolos africanos. Todos los jóvenes quieren ser como ellos. Y sus madres están dispuestas a ponerlos en la recta de ese sueño africano, llevándolos a Europa.
En África el nivel de SIDA es insoportable y en una generación habrá mermado el continente. Aún así, en Sudáfrica no solamente no se adoptan medidas para paliar una epidemia que alcanza al 17% de la población (en Malí es el doble) e incluso se desaconsejan los preservativos para mantener relaciones sexuales. Y no lo desaconseja el brujo de la tribu… sino el ministro de sanidad. Así pues, la crisis sanitaria es irremediable en toda África. Las ONGs europeas ni tienen suficientes voluntarios, ni es el caso, como para tener cerca de todas las parejas que hagan el amor a un “observador” dispuesto a colocarles el preservativo… Ellos deberían poner también algo de su parte.
En África han comprobado además algo que los magrebíes conocen desde hace cuarenta años: los beneficios de la victimización. Saben que en Europa hay gente lo suficientemente boba como para darles todo aquello que pidan sin exigirles nada a cambio. Y eso no es desprendimiento, es, lo repetimos, estupidez. Contra más des, más vendrán en busca del cargo-cult en forma de progre y humanitarista europeo. Vienen a trabajar, claro, pero también a buscar la sopa boba. Y en ello incluimos a las pobres madres que han perdido a su hijo en la patera de Málaga.
Sí, ellas también son culpables. Saben –y lo saben porque las mafias de la inmigración se lo han dicho y, en esto, no les han mentido- que si llegan a Europa con un niño menor de edad, es absolutamente imposible que las expulsen. Repito: absolutamente imposible. Lo lógico sería lo contrario: repatriarlas en las mejores condiciones posibles para evitar que otras mujeres –y en África hay millones de madres como éstas- se decidan a lanzarse a la aventura. Contra más se lancen –es un problema matemático- más morirán en el Estrecho, ellas y/o sus hijos.
Zapatero autor intelectual de la masacre
Pero hay algo más. Todo esta sucesión de muertes absurdas en el Estrecho tiene a un responsable intelectual: el que ha elaborado la teoría que sensibiliza los corazones de los europeos y que no tienen nada que ver con la realidad. El autor intelectual y gran responsable de las muertes en el Estrecho es José Luís Rodríguez Zapatero.
Como todo progre europeo, Zapatero siente una especie de complejo de superioridad respecto a África y a los africanos. Piensa que el destino de estos es vivir como europeos, según los estándares europeos. Si no, la situación de los africanos es “injusta” y de “pobreza”. Pero África no es Europa. El África interior vive en unas condiciones más parecidas al neolítico que a la modernidad. En las zonas de costa, se ha intentado transplantar los estándares de vida occidentales. He visto en cabañas de Lobito y en chozas de Nuachkot, televisores con antena parabólica colocados en el único mueble del habitáculo: una mesa que más parecía ser un altar sobre el que se rendía culto a la TV.
En África, por lo demás, no existe la familia, sino la tribu. La promiscuidad habitual en las relaciones sexuales hace que cada varón tenga relaciones con un cierto número de mujeres que, a su vez, desconocen a ciencia cierta quien es el padre de sus hijos. No será el padre el que los eduque, sino que esta educación es asumida por la tribu. Además, al tratarse en buena medida de zunas rurales, existe una facilidad para acceder a los alimentos básicos. El estilo de vida africano es diferente al europeo y solamente un progre ignorante como ZP puede pensar que para los africanos el mejor estilo de vida no es el suyo… sino el occidental. En esto demuestra su “occidentalocentrismo” y su desprecio por las tradiciones culturales y antropológicas africanas.
Además ZP es un fanático del “mestizaje”, del “multiculturalismo” y de la “sociedad multiétnica”, así que necesita más y más inmigración para seguir poniendo en práctica su magna obra de “ingeniería social”. Es incluso probable que como algunos descerebrados, piense que la mezcla étnica terminará creando una “raza humana mestiza” (lo que algún pensador mexicano llamaba “raza cósmica”) que erradicará por completo la existencia del racismo y de las desigualdades étnicas, conservando lo mejor de cada raza. Esto recuerda aquel chiste contado sobre Bernard Shaw cuando una dama hermosa pero limitada en su intelecto le pidió tener relaciones sexuales para poder alumbrar un hijo “con mi belleza y su talento”, a lo que Shaw repuso: “¿Y qué ocurriría si sale con mi belleza y su talento?”. El chiste es aplicable a las concepciones que ZP se debe forjar sobre etnología y cultura. Por algún motivo, el mestizaje siempre termina resaltando los valores más negativos de los grupos étnicos originarios.
La debilidad mata
El drama –y es un drama en cuanto que muere gente- es que ZP intelectualmente es un cero a la izquierda. Los conceptos que maneja en todos los órdenes (salvo quizás como profesor de derecho) son extremadamente rudimentarios y toscos, así que no hay esperanzas de que entienda la naturaleza del problema. Y el problema es que la debilidad mata.
Si hace cinco años ZP hubiera repatriado por vía de urgencia a todo inmigrante ilegal que arribase a nuestras costas, haría ya cinco años que el problema de la inmigración suicida mediante pateras y caducos se habría terminado. En lugar de eso, ha preferido pontificar como progre buenista que es, sobre la pobreza, sobre el hambre en África, sobre los derechos humanos… y así el “efecto llamada” de 2005, en lugar de disiparse, se ha centuplicado. Es evidente que en ningún poblado africano, nadie pagaría 2.500 euros a las mafias para emprender una aventura que inevitablemente costaría la muerte o la repatriación. Pero, dado que dos terceras partes de los ilegales llegados en cayuco, logran su objetivo y se establecen en suelo español, la aventura suicida prosigue (las mafias evitan hablar de los muertos en el mar) y cada vez más africanos vienen en busca de su sopa boba o dispuestos a transformar a sus hijos recién nacidos en Ronaldinhos, Etóos o Zinades.
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Es con una mezcla de dolor y náusea que escribimos estas líneas. Dolor porque ningún ser humano puede permanecer insensible ante una tragedia que se lleva 19 vidas de las que 9 corresponden a bebés. Y náusea porque se trata de muertos tan inútiles como evitables. Se ignora cuánta gente se ha ahogado en estas aventuras. Hace tres años la Guardia Civil aludió a 3.000, mientras que otras fuentes añaden un cero a la cifra. Es posible. Pero aunque fueran 300 la cosa no cambiaría mucho: ninguno de los supervivientes logrará jamás insertarse en el mercado de trabajo español (en el supuesto de que hayan venido con esa intención y no con la mucho más simple de tener la convicción de que en España atan los perros con longaniza y el Estado lo subsidia todo), en estos tiempos de crisis, los supervivientes lograrán sobrevivir a costa de sobrecargar más y más nuestro gasto social que ya, desde hace una década, va a parar casi íntegramente a la inmigración. Pero también aquí hay pobres y también aquí hay necesitados autóctonos que parecen ser pobres de segunda división. Y ahora, con la crisis a cuestas ¿los proyectos de ingeniería social de ZP son viables? Ni son viables, ni tienen interés racional, son simplemente ensoñaciones de un bobalicón con cuatro ideas progresistas mal aprendidas y peor engarzadas, pero lo suficientemente fanático e inconsciente como para ponerlas en práctica. A pesar de que lo de “intelectual” le cuadre poco a ZP, lo cierto es que él es el único “autor intelectual” de las muertes en el Estrecho. 

© Ernesto Milá – Infokrisis – Infokrisis@yahoo.es  http://infokrisis.blogia.com