viernes, 17 de noviembre de 2023

NÁUSEA Y REPUGNANCIA POR EL GOBIERNO DE LOS DERROTADOS

Alguien puede extrañarse de que no haya dicho nada sobre lo que ocurrió ayer en el parlamento, ni sobre las manifestaciones ante la sede de Ferraz. Creo que es tan evidente lo que opinamos, tanto sobre el "gobierno de los derrotados" (porque no hay que olvidar que el PP fue el partido más votado en las pasadas elecciones y que los partidos socialista, independentistas y la galaxia podemos-sumar, perdieron millones de votos), que nadie puede dudar de que, en nuestra independencia, estamos -¡faltaría más!- con todos los que protestan, pacíficamente y/o a gritos en las calles contra este gobierno miserable.

Por lo que recuerda mi particular memoria histórica, España no ha vivido momento más miserable que aquel otro que entre diciembre de 1975 y junio de 1977, constituyó un cambio de camisa generalizado y la llegada de un PSOE inventado por la socialdemocracia alemana y la Fundación Ebert. Desde entonces, cuando el oportunismo se hizo política cotidiana, nunca he podido asumir aquello de "orgulloso de ser español". De hecho, en aquel momento pedí el "pasaporte de apátrida" (que, por supuesto, el organismo correspondiente de la ONU, me negó). Hoy ni siquiera me tomo la molestia: me considero -y no creo que sea el único- un "exiliado interior" que siente náusea y repugnancia, por el gobierno de los nauseabundos y repugnantes, esto es por el gobierno Frankenstein 2.0