Querido Diario:
Llevo varias semanas sin ver
programación de TV. Prefiero informarme a través de Internet. Buscando con un
poco de criterio selectivo, se encuentra todo e incluso distintas versiones de
un mismo hecho, lo que permite hacernos una idea más exacta de cuál es la
realidad. Por otra parte, cuando se está en un país extranjero lo primero es
conocerlo. Es lo que estoy haciendo. Pero también el ocio tiene su momento. Netflix es una buena alternativa. Mejor
sin duda que la TV convencional y el cable. Tienes a tu alcance documentales,
series, películas antiguas y modernas. Entre esta plataforma y youTube, hay posibilidades de ocio
suficientes como para llenar varias reencarnaciones. Hay dos series que he visto últimamente y que
recomiendo (para los que no utilicen Netflix
les sugiero que se las bajen a través de programas tipo Emule o Torrent).
La primera es El club de los cuervos, primera
temporada que deja sueltos varios cabos. Se trata de una serie mexicana
extremadamente amena, nada que ver con los culebrones que se producen a destajo
en aquellas latitudes. Estamos hablando de una serie con un casting excelente
(casi diríamos, insuperable), una fotografía que justifica que hayamos pagado
el plasma para ver las escenas en todo su esplendor, un guión dinámico y sin
tiempos muertos y un lenguaje narrativo ágil. Gustará a los que les guste el
fútbol (todo gira en torno al equipo de fútbol Los Cuervos de Nuevo Toledo) y los que odien el futbol tendrán más
argumentos para odiarlo (en realidad la película es una crítica al derrotero
que eta siguiendo el fútbol espectáculo y la sobredosis de gilipollas que lo
pueblan).
La otra serie es The Killing (a no confundir con Killer que sería su adaptación norteamericana). La serie es danesa
y puede decirse lo mismo en cuanto a sus cualidades narrativas, interpretación,
guionización y fotografía. Se trata de una serie de género negro que consigue
mantener hasta el último momento la tensión y en donde lo inesperado sucede de
manera trepidante a lo improbable.
Al ver ambas series me confirma
en varios extremos: el primero, que segundas potencias cinematográficas como México y Dinamarca, están en
condiciones hoy de realizar series extremadamente competitivas orientadas hacia
la exportación. Lo segundo que, a la vista de la última serie que vi
antes de salir de España (Olmos y Robles: mal interpretada, pobremente
ambientada, con un guión rayano en la indigencia narrativa), puedo afirmar que nuestro país está perdiendo la
ocasión de realizar buenas series televisivas y que nuestra industria del
espectáculo parece tener un cuello de botella que impide que sea competitiva.
Lo tercero que el ocio es
necesario y lo único que debería estar prohibido es elegir malas opciones. El
tiempo es oro: no podemos perder el tiempo con series de mala calidad.
Esta semana, aprovechando el 1º
de noviembre he aprovechado para ver aquella histórica representación del Don Juan Tenorio realizada en Estudio
1 allá a finales de los años 60. Desde entonces, otras televisiones
que apenas eran capaces de ofrecernos El
enmascarado de plata, Cantinflas
y Pipi Calzaslargas, han ido
recuperando el terreno perdido y ahora pueden competir son Hollywood en el
terreno de las series televisivas. En nuestro país, sin embargo, se ha producido un empobrecimiento del
medio televisivo. Faltan ideas, falta imaginación, falta capacidad para
realizar series como Estudio 1, Historias
para no dormir, etc. Los versos del tenorio tienen fuerza no
solamente por haber sido escritos por Zorrilla sino cuando son representados
por actores de fuste. Y nuestro
país se está quedando atrás en la calidad de sus producciones. Es triste porque
en otros tiempos con medios infinitamente menores se lograban calidades
excepcionalmente altas. Ahora no somos capaces ni de realizar una serie sobre
la Guardia Civil cuyos protagonistas tengan un mínimo de credibilidad.
Me alegro de estar fuera de España y espero que cuando vuelta, la serie Olmos y Robles haya sido suspendida. Parece
hecha por becarios poco aventajados. Seguramente es el resultado del proceso de decadencia en todos los
terrenos que está siguiendo inexorablemente nuestro país. Pena y desolación.
Oscuridad y olvido.
¿POR QUÉ NUESTRO PAÍS ESTA A LA COLA DE EUROPA EN MATERIA EDUCATIVA?
¿LA CULPA ES SOLAMENTE DEL PROFESORADO?
El Mundo publica hoy un artículo sobre Los cinco grandes problemas del profesorado español. Su lectura
parece sugerir que todos los problemas de la enseñanza tienen que ver con el
profesorado. Se abre el artículo con una encuesta por cuyo rigor no pondríamos la
mano en el fuego: ¿Está
satisfecho con el sistema educativo de su país? El 78% de los españoles
responde que no, mientras que en Francia –país en el que la educación
también se ha desplomado- solamente el 42% opina negativamente. Solamente China se sitúa por
encima de España en descontento por su sistema educativo. Mal empezamos.
Los cinco hándicaps del
profesorado son, para El Mundo: 1) una mala selección que no otorga las plazas
a “los mejores” (“deciden ser profesores los alumnos más ramplones a falta de
otra ocupación mejor”). 2) La formación de los profesores está completamente
desfasada. 3) Los incentivos (el profesorado español tiene la sensación de que
no es tratado con respeto y dignidad y en esto vamos en cabeza). 4) El
aislamiento (las clases se dan a puerta cerrada sin que otros profesores vean y
juzguen como actúan sus colegas y no puedan percibir errores, ni rectificarlos,
no existe nada parecido a “comunidades de aprendizaje”, ni “redes educadoras”)
y 5) El liderazgo: solo una minoría ha recibido formación para ejercer el
puesto de director en un centro de enseñanza.
Ni creemos que estos sean los problemas verdaderos de
nuestro sistema de enseñanza, ni que estos sean los problemas más importantes
que debe afrontar el profesorado. Empecemos diciendo que el eslabón más
débil de la cadena educativa es el profesorado y si bien es cierto que un
profesorado capacitado puede sobreponerse a la peor ley de educación, no es
menos cierto que el
profesorado es solamente responsable en una mínima parte del descalabro
educativo. Hay otros factores mucho más importantes:
Las teorías educativas en función de las cuales se forman
a los profesores en las Escuelas Normales. Si estas son erróneas (y lo
son desde hace décadas) la enseñanza nunca llegará a buen puerto. Desde hace décadas, en lugar de rectificar y
volver sobre sus pasos, el PSOE siempre ha propuesto una permanente fuga hacia
adelante… fuga en la que al PSOE le cabe la principal responsabilidad al
considerar que la enseñanza es su campo irrenunciable para ejercer ingeniería
social.
La decadencia de la institución familiar y la falta de
solidez y de eficacia de los “nuevos modelos familiares” para abordar la
educación de los hijos, algo que se une a la falta de criterios para
educar a los hijos de buena parte de las familias que confían al colegio la
tarea educativa ignorando que esa es solamente una tarea secundaria de la
Escuela y que ellos, los padres, deben de poner –si pueden, si son capaces, si
saben hacerlo- algo e su parte en la educación de los hijos.
La falta de criterios político-sociales en la enseñanza.
España carece de modelo económico, más allá del monocultivo turístico. Al
carecer de modelo económico, tampoco sabemos hacia dónde hay que orientar la
formación de los jóvenes, ni hacia dónde encauzar la formación de las nuevas
generaciones: la multidivisión del bachillerado en cuatro ramas y se obligue a
los adolescentes a elegir a una edad en la que la inmensa mayoría de ellos
carecen de “vocación” definida, hace que se orienten hacia las formas
consideradas como más fáciles de bachillerato, al mayor número de alumnos…
olvidando que no hay posibilidades de encajar en el mercado laboral a la
sobredosis de abogados, psicólogos, periodistas, licenciados en geografía e
historia, etc. En cuanto a los universitarios que culminan sus carreras de
ciencias, buena parte, malviven con salarios que les impiden incluso formar una
familia o bien son obligados a irse al extranjero.
La falta de convicción del profesorado en la tarea que la
sociedad le ha encomendado. Buena parte del profesorado es perfectamente
consciente de la crisis del sistema educativo, pero el Ministerio y las Comunidades
Autónomas les exigen sumisión y silencio… Cualquier profesor que exteriorice
su protesta corre el riesgo de ser enviado al curso siguiente a los peores
colegios públicos como represalia. Por otra parte, la normativa interior de las
escuelas que dilata los plazos para que los alumnos sean sancionados, los
límites para que el profesorado puede ejercer autoridad y disciplina, pesan
como una losa sobre su trabajo, pero no son un problema generado por el
profesorado, sino que el profesorado sufre.
El fracaso sucesivo de las
distintas reformas de la enseñanza, empezando con la que tuvo lugar en el
tardo-franquismo con la Ley General de Educación de Villar Palasí. Las reformas
que han sucedido, siempre, han supuesto una fuga hacia adelante, y no el
retorno al viejo bachillerato que dada al alumno un bagaje de conocimientos suficientemente
amplio como para poder desenvolverse por la vida. La desaparición completa del
aprendizaje memorístico ha rebajado el nivel de esfuerzos de los alumnos,
especialmente en la primaria, a niveles mínimos.
El principio de la igualdad en la escuela ha terminado
siendo el origen de todos los males: no existe “igualdad” entre
enseñante y enseñado, existe una transferencia del saber “de arriba” hacia “abajo”,
es decir, no regido por el plano de la “igualdad”, sino por la “jerarquía”.
Cuando se admite la “igualdad” entre maestro y alumno se evidencia que las
autoridades del ministerio no han entendido la función de la educación ni los
canales a través de los que se desarrolla el proceso educativo.
Sin hacer referencia, por
supuesto, a que los
contenidos de algunas asignaturas difunden conocimientos “ideológicos” completamente
tendenciosos y erróneos especialmente en determinadas Comunidades
Autónomas, llegando en comunidades como Cataluña a la irrisión especialmente en
materia de historia regional.
Tales son algunos de los
problemas de la enseñanza en España. Estos problemas tienen un impacto muy
superior al papel que se le puede atribuir al profesorado en el hundimiento de
la educación en España.
RELACIONES GENERALITAT-ESTADO: ALGO SE ESTÁ PREPANDO Y NO PARECE QUE
VAYA A SER NADA BUENO PARA ARTUR MAS
Apostaríamos a que antes del 20-D el “problema catalán”
va a entrar en su fase “caliente-caliente”. Hay signos para ello: el
primero de todos es que se han interrumpido los contactos entre el Gobierno
central y la Generalitat. Ya no hay, ni línea abierta, si mucho menos política
de manos tendidas, como había hasta hace poco por parte del gobierno de la
nación que siempre alegaba estar dispuesto a negociar “dentro de la
constitución”. La palabra negociación ha desaparecido del vocabulario político
de los partidos del “frente antisoberanista”.
Por otra parte, las dificultades que va a tener
Artur Mas para salir elegido como nuevo presidente, indican que ni siquiera en
el frente soberanista las posiciones son las mismas. Ya no se trata de
que la CUP vote o no a Mas, ni de que ceda temporalmente a Mas los diputados
que le faltarían para completar la mayoría absoluta y revalidar la presidencia.
Mucho más grave que la
declaración independentista del parlament
es la división que ha generado en su
propio gobierno. A medida que pasan los días, la posición de Mas se va
precarizando hasta el punto de que no hay que excluir ni siquiera unas nuevas
elecciones en el primer trimestre del año 2016.
El 20-D sabremos lo que queda de
CDC en unas elecciones en la que esta opción se presentará en solitario.
Veremos si la suma de votos de ERC y CDC da los mismos votos que los que
obtuvieron el 27-S juntos o la cifra –como prevemos- será inferior o muy
inferior. Pero, en cualquier caso, lo importante es destacar que hace un año, ante el ascenso de ERC y el
protagonismo creciente de Oriol Junqueras, Artur Mas se configuraba para el
gobierno Rajoy como la opción más “segura”: mejor negociar con él que con un
soberanista radical de pocas luces y mucha víscera. Hoy, otro síntoma
inequívoco de que se está “preparando algo” (y nos tememos que será
contundente): Rajoy no lanza ni un solo cable nuevo para salvar a Artur Mas de
lo que se prevé una larga agonía. Rajoy ha decidido por dejar morir
políticamente a Mas asfixiado por el caos que él mismo ha generado.
No es que Rajoy crea que Junqueras o ningún otro sean
mejores opciones para negociar, es que, simplemente, ya no va a haber
negociación con el nacionalismo. Tal es el consejo de los socios de la Unión
Europea: “al soberanismo, ni agua;
si no tienen mayoría absoluta, búscate otros apoyos, no los de quienes quieren
destruir tu Estado”. Se ha cerrado una época. En realidad, lo que ha
ocurrido es que los compañeros de viaje de Mas se le han subido a la parra y lo
han arrastrado, tanto o más que el empantanamientos de los procesos contra las
cúpulas históricas de CDC y, seguramente, contra el mismo, por el odioso caso
del 3-5%. Rajoy, con el visto bueno de la UE está procediendo a la ofensiva
contra los soberanismos. Dada la situación de las cuentas en Cataluña (de los impagos a
farmacias constituyen solamente el caso del que más se habla, pero no el
único), Mas no resistirá mucho tiempo sin precisar más y más balones de
oxígeno. Ya no puede emitir más deuda pública: el bono catalán ha sido situado
por Standard&Poors al nivel de “bono
basura sin tendencia a la recuperación”, la calificación más negativa previa a
la de “bono quebrado”. Acosado por procesos, acosado por una tendencia al reforzamiento
de los partidos que proponen la “unidad del Estado”, con un partido roto y un “govern”
dividido, sin mayoría para salir elegido “president” o debiéndole el cargo a
los borrokas de la CUP, casi
aseguraríamos que a Mas le quedan apenas 10 días para recular de su radicalismo
y, aun así, será difícil que se haga perdonar por los partidos estatalistas.
Mientras, la defensa de Pujol ante las acusaciones de
financiación ilegal, cohecho, cobro de comisiones irregulares, etc, etc, se
vuelve cada vez más esperpéntica a medida que avanzan los plazos judiciales.
La Vanguardia lo cuenta así: “Pujol Ferrusola
le hace un truculento encargo al ejecutivo andorrano. Pallerola "recibirá la visita de su esposa, Mercé Gironés, y le tendrá que confirmar la
versión que le ha transmitido: que los fondos de esa cuenta son en realidad de
su padre [Jordi Pujol Soley]. Para reforzar esta versión interesada, le ruega
que reciba y custodie un documento manuscrito que le proporcionará, generado ex
professo para ser exhibido a la señora Gironés con esta única función".
Todos los documentos "debían ser destruidos" una vez se hubiesen
agitado, tentando su credulidad, ante los ojos de Mercè Gironés”. La defensa de Pujol se basa en mezquindades de este tipo, lo
que demuestra, una vez más, no solamente su catadura moral, sino la de toda su
familia. Por cierto, el banco andorrano no destruyó las cartas que ahora han
salido a la superficie…
Bochornoso, miserable, mezquino y rastrero.
No es raro que Pilar Rahola, siempre predispuesta al enésimo ataque de nervios,
percibiendo que la independencia se aleja más y más por cada hora que pasa, ha
tronado reconociendo que “Cataluña” está haciendo el ridículo ante todo el
mundo… ¿Por qué atribuirá
a “Cataluña” un ridículo que sólo corresponde a Artur Mas y a su corte de
irresponsables?
http://www.lavanguardia.com/politica/20151103/54438556213/tercera-carta-jordi-pujol.html