domingo, 4 de octubre de 2015

Diario de la Desesperanza (XXIV)


Querido Diario:

El mar ruge en la costa. Cielo encapotado y gris. Día otoñal donde los haya. Voy marcando rayas en la libreta descontando los días que me quedan en España. Y, sin embargo, este es un país encantador. El problema es que las élites políticas lo han echado a perder. ¿Desde cuándo? No sabría decir, pero lo que sí sé es que finales de los 80 hay algo enfermizo en España y la degradación del país se nota cada vez más. Los que tenemos que viajar al extranjero con bastante frecuencia por motivos de trabajo y residir durante largos períodos en otras latitudes, podemos afirmar con conocimiento de causa, que la degradación de la sociedad española, de las costumbres, de la educación, de la cultura e incluso de la propia vida, son muy superiores a las de cualquier otro país. Hace un año hablando en Canadá con un francés y un quebecois, llegamos a la conclusión de que en todos los países del mundo existen los mismos problemas (corrupción, inseguridad, inmigración masiva y crisis económica) pero en algunos están mucho más acusados que en otros. Y puedo asegurar que en España es donde más se percibe. Ahora se entiende mejor aquello de que “amamos a España porque no nos gusta”. No podía ser de otra manera: mal asunto si estuviéramos “orgullosos” de ser españoles en este momento histórico. Abochornados deberíamos estar, más bien, ante la deriva que hace décadas ha tomado nuestro país. Lo que ya no está tan claro es si vale la pena realizar esfuerzos para que algo cambie en este país o, simplemente, hay que darlo por perdido y a otra cosa… Es la ventaja que tiene los que en la estela de Evola pensamos que “la patria está allí donde se combate por la idea”.

BRILLANTES ESTRATEGIAS DEL “PROCESO” A NINGUNA PARTE. EL SOBERANISMO MÁS FRACTURADO QUE EN NINGÚN MOMENTO DE SU HISTORIA

Artur Mas anda todavía echando cuentas de lo que le ha ocurrido a su partido y todavía no parece haber reconocido que es un político amortizado. CDC (porque CiU hace meses que dejó de existir y sus dirigentes solamente se reencontrarán en los juzgados) ha perdido 20 diputados 20 en las pasadas elecciones. Tal es el resultado de la “genial estrategia” que abordó tras el seudo-referéndum del 9-N. La estrategia consistía en captar votos de ERC apelando a una “lista plebiscitaria” en la que Mas lideraría el “procés” hacia la independencia. Dado que CDC ya no podía captar más votos moderados, había que buscar un nuevo caladero en el nacionalismo más radical. De ahí salió la idea del “frente unido independentista”,  junto a asociaciones (Omnium, ANC) amamantadas por la Generalitat (esto es, por Mas), para ganar los votos de ERC. Lo sorprendente fue que ERC aceptara dicho frente en un momento en el que las encuestas le daban como virtual partido mayoritario del soberanismo. Junqueras quizás creyó que a través de esa vía la independencia era posible y accedió. Así pues, el fracaso ha sido doble: ERC no ha logrado que la lista soberanista tuviera mayoría absoluta en diputados y el plebiscito ha salido negativo. CDC, por su parte, ha perdido un tercio de los diputados que tenía. Pero hay algo todavía peor: se ha comprobado los límites del “procés”, el soberanismo se ha presentado como un “frente único”, pero la imposibilidad de avanzar en esa dirección hará que en los próximos meses, estalle y, en definitiva, el frente soberanista está más fragmentado que nunca. Lo peor de alguien que está acabado es que no se quiera enterar

LA INESTABILIDAD ES LO QUE TENEMOS POR DELANTE Y POR TIEMPO INDEFINIDO, ASÍ QUE EMPEZAD A HABITUAROS
Cada vez son más comentaristas que anuncian un largo período de inestabilidad política para España (en lo personal vendo año y medio repitiéndolo) desconocido en democracia y que nos remitiría a los tiempos de la Segunda República o a los últimos años de la Restauración: las elecciones catalanas han demostrado que nadie tiene mayoría suficiente para reformar nada de lo que existe (ni en las autonomías ni en el Estado), pero todos reconocen que las estructuras políticas son ineficaces. Todos se dicen reformistas, pero nadie es capaz de abordar una reforma, ni siquiera de definir cómo se hará, ni los contenidos de la misma. La palabra “consenso” ha desaparecido del vocabulario político español. Sólo quedan las promesas electorales. El “cortoplacismo” se ha instalado en todos los partidos, tanto en la “vieja banda de los 4” (PP+PSOE+CDC+PNV) como en la “nueva banda de los 4” (Cs+Podemos+ERC+Bildu). La diferencia es que antes eran cuatro los actores políticos y ahora serán ocho… Y ya sabe lo que dice uno de los corolarios del “principio de Murphy”: “cuantas más partes tienes un mecanismo, más tendencia tiene a averiarse”. Pregunta: ¿Cuál es el problema de fondo? Respuesta: que ninguna fuerza política tiene, ni puede tener  “fuerza social” suficiente para abordar reformas.

ANCIANA DE TODA LA VIDA, RESENTIDA DE SIEMPRE, INCAPAZ DE BARRER LA CASA DE PAPÁ Y MAMÁ. ESA ES CARMENA
Ayer un querido amigo que conoce a Manuela Carmena desde la universidad nos comentaba que su aspecto avejentado y deprimente no es de ahora, sino que ya era así en su juventud, que careció siempre de algo que pudiera ser alegría de vivir e impulso joven, y lo más bueno de todo: que ni siquiera era capaz de barrer en casa de sus padres… Bueno, puesta esta comunista-amargada (si la cara es el espejo del alma, casi hay que sentir conmiseración por el alma de Carmena), esta anciana de toda la vida, es la que pide a los jóvenes que barran las calles… En su universo mental cerrado, la lucha de clases (entendida como odio al mundo de papá y mamá) tiene todavía un eco en sus resentimientos atávicos y en sus oportunismos de vieja pirata:  de ahí que después de la mala acogida de su idea de “estudiantes para barrer las calles”, la haya emprendido contra las terrazas del Barrio de Salamanca.  Así, de paso, mientras que resuelve sus obsesiones de joven (luchar por el proletariado, contra la burguesía), intenta encontrar un tema con verdadero eco popular: es cierto que las terrazas del barrio son caras y que no hay bolsillo que aguante un vermú y una tapa allí todos los días… pero también aquí se ha equivocado: en todos los barrios de Madrid hay bares, discotecas, locales nocturnos que molestan al vecindario, con ruidos, pelas, vibraciones, estruendo de bafles, etc. Puestos a hacer algo “populista” podría emprenderlo contra aquello que molesta a más vecinos… Pero la anciana de toda la vida, ha optado por la vía más fácil: sancionar a unos pocos para que todo siga igual. Porque en Madrid todo seguirá igual: esto es deslizándose por la pendiente de la decadencia y siempre a veocidad creciente.

CON O SIN ALBIOL, EL PP SE HA TERMINADO EN CATALUÑA. Y NO ES, PRECISAMENTE GLORIA LO QUE LE HA ACOMPAÑADO
Realmente Javier García Albiol no ha sido el responsable del desastre del PP en Cataluña: lo ha sido la dirección del partido en los últimos diez años. Ese fracaso tiene un rostro que, por sí mismo, es la advertencia más clara que puede tener una mujer de los riesgos de inyectarse bótox a espuertas. Pero esta es otra historia y allá se las componga la Sánchez-Camacho con su estilista. La cuestión es que García Albiol pasa por ser el “ultra” del PP, la línea “anti-inmigración”. Hay que vivir en Cataluña para comprender por qué esto es así. Y en Badalona, donde fue alcalde las cosas andan quizás peor: hay acumulación de inmigración masiva, presente de manera absoluta en las colas de la asistencia social, recogidas de alimentos, listas del paro, hospitales y juzgados de guardia… Mas que en ningún otro lugar de España. La posición de Albiol en este terreno es correcta, pero su pequeño problema es que olvida que está en el PP y que fue éste partido –y Aznar en concreto–  quien abrió las puertas a la inmigración masiva (con la aportación de CiU prefiriendo inmigración magrebí en Cataluña). Este “pequeño detalle” descalifica la presencia de Albiol en el PP y su sinceridad política. Si fuera consecuente estaría en cualquier otro partido o él mismo encabezaría una lista anti-inmigracionista. Acabada la campaña electoral es cuando empiezan los problemas. Lo primero es negar el fracaso de su candidatura: “Miles de catalanes quieren votar al PP, pero no lo saben”… en realidad es justo lo contrario: “Miles de catalanes ya saben lo que es votar al PP, por tanto, no van a repetirlo”. Lo segundo es culpar a alguien y la emprende –ahora– con Aznar, consciente de que su postura se ha visto muy debilitada en el partido por las elecciones catalanas.  Pregunta: ¿Hacia dónde quiere ir Albiol? Respuesta: en un “gran partido” uno aprende pronto a ser un oportunista y Albiol no va a ser menos, aspira a dirigir el PP catalán. Decididamente, algunos  se empeñan en querer ser cola de ratón (a tenor de la pérdida del peso de su partido en Cataluña). Claro que todavía se puede aspirar a ser excremento de rata.