lunes, 12 de octubre de 2015

Dario de la Desesperanza (XXXII)


Querido Diario:
Decía un conocido que el romanticismo alemán sería incomprensible sin la cerveza. Tenía toda la razón salvo por el hecho de que el romanticismo ya no existe y la cerveza se consume como nunca. Otra cosa sorprendente de Alemania: en los años 20 y 30 los grandes mítines se realizaban en cervecerías y mientras los oradores arengaban, el público seguía bebiendo. Luego pasaba lo que pasaba. Inimaginable la escena con la que se inició el pustch de Munich: el público adormecido por el efecto combinado de las jarras de cerveza y del discurso del líder del gobierno bávaro, von Kahr; Hitler en una esquina con su impermeable amarillo y una jarra de cerveza en la mano (para contradecir a aquellos que piensan que fue vegetariano toda su vida). En un momento dado, Hitler bebe el último sorbo, arroja la jarra de un litro contra el suelo, el cristal estalla, el público despierta por ese ruido y por el disparo que Hitler realiza con su pistola; el pustch ha comenzado. Las mismas cervecerías siguen estando en las mismas calles; pero sin nadie que arroje jarras al suelo; los mismos misterios siguen planeando en las calles sin que nadie ose plantearlos en voz alta (¿de qué diablos se harán las salchichas?). Una visión de conjunto indica que sigue quedando identidad alemana en medio de guetos turcos inintegrables. ¿Qué hará Europa con todas estas bolsas de inmigración que, dentro de 50 años, se habrán multiplicado mientras la población europea se contrae? A la vista de lo visto, me temo que en apenas 50 años, las cervecerías alemanas serán como zonas francas, enclaves identitarios para consumo turístico en las que se podrá seguir consumiendo cerveza prohibida fuera de ellos. ¿O es que acaso creéis que cuando los islamistas sean el 51% de la población europea todo va a seguir igual? Tic-tac, tic-tac, cada vez va quedando menos tiempo. Tic-tac, tic-tac. Español: en este 12 de octubre ve pensando que peligra tu jamón de Jabugo y tu morcón, tus morcillas, tus pies de ministro y tu carn-d’olla, cachopos, la sangría, el cava y la sidra; incluso algunos tratadistas islámicos consideran con desconfianza el marisco. Hacer las maletas o luchar por mantener vuestra identidad. Cualquier otra actitud ya no tiene sentido.


RENTA PER CAPITA ESTANCADA, NIVEL DE EMPLEO COMO EN LOS PEORES MOMENTOS DE LA TRANSICIÓN, EL PAIS AL BORDE DE OTRA RECESIÓN. ESPAÑA VA MAL
No es quizás la mejor noticia para abrir los comentarios un 12 de octubre, pero es, al menos, la más realista. La renta per cápita se obtiene dividiendo el PIB –movimiento económico global– por el número de habitantes. El Banco de España nos dice que está en los mismos niveles que en 2003. Sólo que, desde entonces, el país ha contabilizado cinco millones más de habitantes (los inmigrantes que han llegado desde entonces ). Esto ha hecho que esa mentira estadística que es la renta per cápita haya bajado. Ahora bien, la renta per cápita es otra de esas cifras ilusorias. Veamos: en ella se suman los salarios más altos, incluso los desmesuradamente altos y se intenta establecer una media con los mínimos. De ahí que sea una mentira estadística y aunque el PIB haya aumentado mucho, la renta per cápita se mantenga a niveles de 2003 cuando debería ser muy inferior si la calculamos sin las grandes fortunas. Por ello es imposible extraer conclusiones “sociales” (aquellas que nos dirían si una sociedad en su conjunto vive mejor o peor). Estas solamente pueden extraerse de las cifras del paro. Si recurrimos a estas sabremos que desde 1975 el paro se ha situado entre el 7,9% y el 26%. Raras veces ha sido inferior al 10%. Ese ha sido el gran logro de este período histórico en el que España ha realizado el postdesarrollista “gran salto adelante hacia Europa”. No es como para echar cohetes, al menos no es para que la mayoría de la sociedad los eche. Sin olvidar la pérdida de poder adquisitivo real de los salarios, el hecho de que aumentara la presión fiscal sobre las rentas procedentes del trabajo y descendiera sobre el capital, etc, etc. No “España no va bien” y hace ya demasiado tiempo que no funciona. Será bueno que este 12 de octubre no lo olvidemos.

OLIVER STONE: “LA HISTORIA DE LOS EEUU ES UNA PELÍCULA DE TERROR” (INCLUSO MUY SUPERIOR A LO QUE TE IMAGINAN, OLIVER…)
Lo ha dicho Oliver Stone en el Festival de Sitges. Aquel festival, inicialmente, fue solamente de “cine de terror”, la mala prensa de ese cine hizo que sus directivos cambiaran la orientación y añadieran lo de “cine fantástico”. Nada mejor que un festival de terror para presentar un libro sobre los EEUU. En esta edición, celebrada estos días ha aparecido Oliver Stone presentando su libro La historia silenciada de EEUU. Cuando después de los atentados del 11-S escribimos La gran mentira ya incluimos un apresurado repaso por la historia norteamericana: nos enteramos así de que el primer acto de la guerra de la independencia de los EEUU fue el “motín del té de Bostón” y ya entonces los miembros de la logia masónica local practicaron una operación “false flag” disfrazándose de indios. Luego vino toda la mitología de El Alamo (con su película y el remake de hace poco)… un fuerte colonial que podía no haber sido salvado de la masacre, solamente con que el ejército norteamericano se moviera apenas 80 km: pero se prefirió, como en Pearl Harbour, dejar caer una pieza para poder intervenir a gran escala. Hoy sabemos que el torpedeo del Lusitania por un submarino alemán fue legítimo porque transportaba armas para los ingleses y estaba artillado, sin embargo, fue la excusa para que EEUU entrara en la Primera Guerra Mundial. Del “incidente de Tonkin” no vale la pena hablar: no existió nunca, pero fue el detonante para que EEUU se zambullera en la guerra del Vietnam. ¿Y sobre el 11-S? Sobre el 11-S lo menos que puede decirse es que, fuera lo que fuera lo que ocurrió allí, nunca jamás encaja con la “versión oficial”. Pero, eso sí, sirvió para desencadenar la “estrategia del caos” en Oriente Medio. Así pues, ¿qué nos vas a enseñar Oliver que no sepamos?

WILLY TOLEDO: LO PEOR NO ES QUE SEA PROGRE, NI SIQUIERA ZAFIO, ES SIMPLEMENTE QUE ES UN POBRE FREAKY DE LA POSTMODERNIDAD ESPAÑOLA
Rara es la semana que Willy Toledo no aparece en algún medio con algún exabrupto o algún juicio desenfocado, alguna estupidez de manual progre, un panfleto parlante autosituado más allá de IU. La derecha tiene ese día un espantajo al que poner verde y la izquierda afirmar aquello de “dice verdades como puños”. No, en realidad, es un pobre actor, cuyas horas de gloria, si las tuvo, hace tiempo que han pasado y que ha encontrado un hueco en el elenco nacional del freakysmo, en sus primeras posiciones. Sobre lo que ha dicho sobre el 12 de octubre, la monarquía y la Virgen del Pilar, no vale la pena ni mencionarlo. Pero el payaso este da la excusa para poder decir algo: los actores, son sólo actores, nada más que actores, como los futbolistas son tipos que van con pantaloncito corto, de un sitio a otro detrás de un balón. ¿A alguien se le ocurriría a Messi que hiciera otra cosa que dar patadas a un balón? Ni siquiera TV3 le ha pedido su opinión sobre el soberanismo. La frase, zapatero a tus zapatos es aplicable aquí: un profesional de alguna rama debe procurar centrarse en esa, ilustrar a los ciudadanos sobre aquello que conoce. No creo que Toledo haya leído a Piscator o a Brecht, pero es lo menos que podía hacer dado que son de su profesión y podría mejorar su criterio sin abandonar esa progresía a la que se siente tan apegado. Es posible incluso que así adquiriera la “conciencia social” de la que alardea, pero que no es más que una pose tópicamente progre. El problema de estos progres de ahora es que ni siquiera tienen la cultura de la que alardeaban los de antes, es que son tontos de baba y se obstinan en demostrarlo cada día a todo un país destrozado por los fracasos de las últimas seis reformas educativas.

¿A QUÉ SE HA REDUCIDO EL PATRIOTISMO? LO MÁS PREOCUPANTE DEL 12-O ES QUE SE HA CONVERTIDO EN UNA JORNADA DE MINORÍAS CON UN DESFILE MILITAR
El patriotismo es algo que siente una minoría con excepcional intensidad y que les da fuerzas para construir una patria o guiarla por la procelosa senda de la Historia… Nada parecido a lo que existe hoy: de la “esfera patriótica”, sin duda, la parte más importante corresponde al “patriotismo futbolero” que alcanza las más altas cumbres cuando la selección española alcanza un título internacional. Ese patriotismo es, pura y simplemente, un cero a la izquierda. Dura lo que dura ese título y lo que tarda la selección en perder un partido. Por otra parte, no es creativo, es simplemente recreativo. Luego está el patriota de bandera en ristre que se cree que su concepción de la patria, ultramontana, de postguerra, es la única concebible. Para él, todo lo demás es traición y anti-España. Convoca una manifestación en Montjuich y le van 200 personas de toda España. Unas docenas de skins, algún superviviente de Fuerza Nueva, poco más. Nada importante, nada significativo: una posibilidad de que el organizador “sise” unos pocos miles de euros a los generosos mecenas que pagan la broma, gracias a los cuales puede resistir el resto del año. Miserias de la extrema-derecha. Irrelevante. Si esto es lo que queda de patriotismo, apaga y vámonos; lo milagroso sería explicar como España sigue existiendo. Lo hemos dicho en alguna ocasión: el patriotismo hoy necesita ser creativo, dar soluciones nuevas a problemas de hoy, reformular algunas de sus tesis enunciadas a finales del XIX y tratar de proyectarse sobre una sociedad completamente diferente en estos comienzos del tercer milenio. Para ello hacen falta esfuerzos intelectuales que vayan más allá de lo que llegó Maeztu o Ledesma. La lectura del Ensayo sobre el nacionalismo de José Antonio Primo de Rivera es un buen punto de partida, pero en absoluto el punto de llegada. Y lo mismo cabe decir de Discurso a las Juventudes de España: puntos de partida, no de llegada. Estamos en el siglo XXI, el futuro tiene poco que ver con lo que conoció la generación del 98 o los doctrinarios de los años 30.