Info|Krisis.- Escritos sobre antisemitismo, subtitulado Realidad y ficción sobre la “cuestión judía”, es un volumen de 418
páginas que recoge nueve ensayos publicados por la Revista de Historia del Fascismo sobre este tema. Estos nueve
ensayos están precedidos por una introducción que resume el contenido, vamos a
reproducirla para realizar luego una pequeña entrevista sobre esta temática al
autor y terminar ofreciendo el sumario de la obra.
Introducción
Reunimos en
este volumen siete textos que han ido apareciendo en la Revista de Historia del Fascismo entre 2011 y 2013 y que
solamente han sido objeto de leves modificaciones que han afectado a la forma
más que al fondo.
El título
deja traslucir el contenido de la obra: en efecto, todos estos artículos tienen
como eje central, episodios del antisemitismo. Esta es una obra que no aspira a
dar una interpretación sobre el fenómeno antisemita, sino simplemente a aclarar
una serie de episodios históricos vinculados a esa corriente.
El autor no
es antisemita (como se deducirá por la lectura de los distintos capítulos) sino
que simplemente aspira a interpretar, encontrar, razonar y aclarar episodios en
los que ha estado implicado el pueblo judío. Así pues, lo que el lector tiene
entre las manos es un libro de historia, un volumen que le ayudará a comprender
(y en ocasiones a rectificar) sus opiniones sobre la materia tratada.
No creemos
en la existencia de una “conspiración judía”, pero sí en que a lo largo de la
historia ha existido un “problema judío” basado seguramente en su aspiración
bíblica a considerarse como “pueblo elegido”, a su peculiar habilidad en el
manejo del interés, y también a la noción de pecado aparecida en el mundo
cristiano que frecuentemente impulsa a los sujetos a sublimar ese complejo de
culpabilidad en alguien al que se le considera “más culpable”, el judío. De
todas formas, en estos artículos no se pretende encontrar una explicación a un
fenómeno tan complejo y poliédrico como el antisemitismo, sino aclarar algunos
episodios históricos concretos.
En el primer
capítulo realizaremos una excursión por una serie de falsos mesías que
aparecieron en Europa del Este y cuyos discípulos asumieron actitudes
deletéreas, caóticas y milenaristas cuya impronta llegó hasta la Revolución
Francesa. Ayudará a comprender algunos problemas del mesianismo hebreo y el
porqué de su carácter disolvente y subversivo.
Le tocará
luego a Los Protocolos de los Sabios de Sion, el documento falso que se
situó en el centro de las hipótesis conspiranoicas y antisemitas del siglo XX,
el ser analizado en profundidad. El capítulo nos permitirá entrar en la
falsificación, en su contexto, en cómo se hizo, en quienes la urdieron y por
qué. Y vale la pena realizar esta excusión, porque todavía hoy existen
antisemitas que dan como cierto el contenido de esa obra de pura mixtificación.
En el tercer
y en el cuarto capítulo examinaremos respectivamente el antisemitismo francés
de finales del siglo XIX y principios del XX y el antisemitismo español del
siglo XX. Nos sorprenderá, seguramente, el saber que en Francia, en esa época
el antisemitismo era una tendencia muy extendida en la sociedad, incluso en el
movimiento obrero. Por su parte, en España, lo esencial del antisemitismo gira
en torno a la idea de “filosefarditismo”. Personajes como Franco (e incluso su
discípulo de facto Blas Piñar) fueron filosefarditas. Sorprenderá conocer los
argumentos de esta corriente que, en buena medida, era también (y
paradójicamente) antisemitas (o, más bien, anti-askenazíes).
El quinto capítulo está dedicado a estudiar la doctrina de Julius Evola
sobre la raza y sobre el antisemitismo. Lo que hace Evola es destruir algunos
mitos del antisemitismo histórico del siglo XIX y tratar de establecer las
bases de una interpretación de la historia que, necesariamente, tenía que
integrar el antisemitismo. También aquí vale la pena recordar que Evola no es
un autor antisemita, sino alguien que conoce perfectamente las razones del
antisemitismo convencional y aspiró a realizar una crítica al mismo,
construyendo un intento de interpretación que insertar en su cosmovisión
tradicionalista.
En una
segunda parte de esta obra (capítulos quinto, sexto y séptimo) estudiaremos
algunos de los episodios que se produjeron durante el Tercer Reich y que fueron
protagonizados por judíos. Examinaremos el curioso episodio del intento de
deportación de los judíos europeos a la isla de Madagascar, intentado por el
gobierno del Reich pero que tenía precedentes en otros gobiernos europeos.
Veremos que esta iniciativa se abandonó solamente en 1942, cuando la isla fue
ocupada por los ingleses y quedó claro que técnicamente era imposible y que las
negociaciones que el gobierno alemán había abordado con las autoridades
francesas de Vichy no consiguieron progresar.
A
continuación, estudiaremos detenidamente el episodio conocido como “la noche de
los cristales rotos” desencadenada a raíz del asesinato en París del
diplomático alemán Vom Rath por un joven judío polaco. Tanto en este capítulo
como en el anterior, percibiremos que en Polonia existió un antisemitismo mucho
más feroz que en cualquier otro lugar de Europa, hasta el punto de que muchos
judíos polacos prefirieron cruzar la frontera y residir en el Tercer Reich. El
episodio nos pondrá también en contacto con el aparato de propaganda que, desde
los EEUU y desde Moscú, había declarado la guerra a Alemania.
Finalmente
tendremos todos los datos necesarios para adentrarnos en otro episodio
histórico extremadamente silenciado en la postguerra: las negociaciones entre
las SS y las autoridades sionistas para la evacuación de judíos de Alemania. El
episodio es interesante porque abarca hasta los últimos días de agosto de 1939
y demuestra que las SS facilitaron la llegada al Reich de funcionarios
sionistas para que pudieran moverse libremente y acometieran la migración del
grueso del judaísmo alemán a Palestina... una negociación en la que todas las
partes ganaban: los judíos conseguían reforzar la presencia judía en la zona y
las SS conseguían desembarazarse de manera pacífica de la presencia judía en
Alemania.
Hemos
decidido, finalmente, colocar un Anexo a estos artículos dedicado a las novelas
y a las películas anti-nazis que aparecieron a partir de 1962 en Israel primero
y en todo el mundo diez años después: las “novelas stalag” y el
subgénero cinematográfico llamado “de Nazi-explotation”. Ambos temas
estaban tratados en el mismo artículo y si lo hemos traído aquí a colación es
precisamente porque la existencia de las “novelas stalag” demuestra la
existencia de unos increíbles relatos pornográficos de naturaleza odiosamente
antisemita, escritas por judíos y difundidos... en el propio Estado de Israel
durante los meses del “proceso Eichmann”.
Al terminar
la lectura de esta obra, el lector podrá juzgar con mejor conocimiento el
fenómeno del antisemitismo y nos alegrará haber contribuido a aumentar sus
conocimientos y su capacidad crítica sobre la materia.
Entrevista
con el autor:
¿Tienes usted algo contra los judíos?
No tengo
prejuicios de este tipo. Dejando aparte que el libro se titula Escritos sobre el Antisemitismo y el
término “antisemita” excede con mucho a los judíos, no albergo prejuicios
contra unos u otros.
Así pues ¿este no es un libro antisemita?
No, es un
libro sobre la “cuestión judía” y sobre el antisemitismo. No contra los judíos.
Se intenta poner los puntos sobre las íes sobre muchos temas. El antisemitismo
moderno, a fuerza de repetir viejos tópicos e historias que no respondían a la
realidad, ha terminado por no comprender ni siquiera sus propios límites, ni
entender determinados fenómenos históricos.
¿Cuénteme alguna de esas historias?
La más
habitual es la consideración de que el judaísmo creó al comunismo, simplemente
por el hecho de que Carlos Marx fuera judío de raza. Algunos autores incluso
para adornar esta tesis añaden que Marx era hijo de una vieja familia de
rabinos, cuando lo que caracterizaba a Marx era precisamente que pertenecía a
una familia que había abandonado la sinagoga, sus padres eran laicos y él fue
educado como laico.
Sin embargo, la primera generación
bolchevique tenía un número anómalo de judíos…
Sí, todos
los textos antisemitas incluyen una relación de 1918 de comisarios del pueblo
que eran judíos; eran la mayoría, efectivamente, pero hay que tener en cuenta
dos elementos: de un lado que la mayoría de judíos rusos eran pobres y asumían
el programa del Partido Comunista como un medio de liberación de su condición
social. El hecho de que los bolcheviques no fueran antisemitas les daba
razonables expectativas para colaborar en la revolución de octubre. La prensa
zarista atribuía las derrotas que se habían experimentado en la guerra a los
judíos, estimulando pogromos. Era normal que reaccionaran alineándose con los
bolcheviques. Se olvida también que los judíos acomodados que colaboraron con
el zarismo fueron reprimidos y asesinados ya bajo Lenin. Luego, el mismo Stalin
purgó el partido de judíos. En 1918, en Rusia un 1,8% de la población era de
origen judío, pero el 52% de los comisarios del pueblo eran judíos; los
antisemitas hacen una lectura unilateral de este dato: si el zarismo no hubiera
mantenido posiciones antisemitas y los judíos rusos hubieran pertenecido a la
clase media, sin duda no se hubiera dado este porcentaje.
Así pues, su tesis sobre la relación entre
judíos y bolcheviques ¿cuál es?
Muy simple:
el judío fiel a la sinagoga, el judío religioso está ausente por completo de
los partidos bolcheviques. Más aún: el materialismo marxista es contrario a
cualquier forma de religiosidad, incluido el judaísmo. Los judíos que militaron
en el bolchevismo, como en la extrema-izquierda de los años 60, eran judíos que
habían abandonado la sinagoga, completamente laicizados, ateos, sin tradición.
Esa falta de tradición les impulsaba a ser hostiles a cualquier tradición. Y
destructivos. Las circunstancias sociales de la Rusia zarista explican por sí
mismas la abundancia de judíos en las filas bolcheviques, como explican la
abundancia de judíos laicizados entre los cómico más ácidos (incluidos Krusty el payaso, los hermanos Marx, Mel
Brooks, Woody Allen, Larry David y tantos otros), o de judíos entre la
intelectualidad anarquista, la falta de tradición propia lleva a una tendencia
a atacar a cualquier tradición.
Pero el judaísmo ha dejado su huella en el
simbolismo masónico ¿me va a decir que no existe ninguna relación entre
judaísmo y masonería?
Es cierto
que las leyendas fundacionales de la masonería tienen resonancias judías, pero
hay que hacer un matiz. Los primeros masones eran miembros de las corporaciones
inglesas compuestas por católicos. En los primeros años, la masonería inglesa
prohibía a los judíos y a los anglicanos ser aceptados como miembros. En cuanto
a los símbolos judíos hay que decir que no fueron introducidos por los judíos…
sino que estaban extraídos de leyendas bíblicas. Cuando a finales del siglo
XVIII y durante el siglo XIX algunas obediencias masónicas sufrieron
influencias ocultistas, algunos ritos incorporaron temas que derivaban del
judaísmo cabalístico, pero también estaban presentes símbolos pitagóricos,
católicos (especialmente en el Rito Escocés), egipcios, rosacrucianos,
graélicos, etc.
Si no hay conspiración judeo-masónica-bolchevique
¿qué es lo que hay?
No, es
imposible demostrar la existencia de una conspiración
judeo-masónica-bolchevique porque cada uno de los términos no tiene nada que
ver con los otros dos. El judaísmo es algo multiforme con distintos “modelos”
(el judío sefardita, el judío askenazíes, el judío sionista, el judío no
sionista, el judío religioso, el judío laico, el judío proletario, el burgués,
la aristocracia económica, etc.), la masonería no es más que el motor
ideológico y la punta de lanza de las revoluciones burguesas y el bolchevique
equivale a lo mismo para las revoluciones proletarias del siglo XX. Sólo
mediante una casuística abusiva y en ocasiones errónea, se ha conseguido
unificar los tres elementos en una sola “conspiración”. Tres elementos que, insisto,
tienen muy poco que ver: hay judíos en la masonería como hay españoles y desde
el IV Congreso de la Internacional Comunista estuvo prohibida para los miembros
del partido comunista la militancia en la masonería.
Según usted ¿existe una “conspiración judía”?
No,
rotundamente no. Lo que existe es una acumulación de capital en manos de
determinados judíos (una ínfima minoría dentro de su grupo étnico) que tienden
a actuar en forma de trust. El por qué y el cómo se forma esta acumulación es
algo sabido: al estar la usura prohibida tanto para los católicos como para los
musulmanes, la actividad económica, especialmente ya en tiempos de la
destrucción del templarismo (1314), quedó en manos judías. Esto generó el que
determinadas capas del judaísmo desarrollaran una psicología y una habilidad
especial en materia económica. Personalmente estoy contra las grandes
acumulaciones de capital y los trusts económicos, pero reconozco que, aun
existiendo entre ellos gran acumulación de apellidos judíos, y teniendo presente
que también existen entre ellos “gentiles”, lo esencial no es su origen étnico,
sino que es intolerable que la economía y el destino de la humanidad sea
controlado por un número tan exiguo de dinastías económicas sean de la raza que
sean.
¿Cuál es el papel del sionismo?
El sionismo
aparece en un monumento de eclosión de los nacionalismos. Italia y Alemania se
han unificado y existe en la época un fuerte impulso nacionalista que incluso
hace que en España aparezca esta ideología en Cataluña y en el País Vasco. El “principio
de las nacionalidades” sostiene que un grupo humano que posee una lengua propia
constituye una “nación” y, por eso mismo, tiene derecho a disponer de un Estado
independiente. El sionismo no es más que la expresión del nacionalismo judío,
promovido como cualquier otro nacionalismo, por sectores adinerados del
judaísmo mundial que buscan tener un Estado propio. ¿Dónde? En Palestina. El
sionismo aspiraba a que los judíos abandonaran la Diáspora y se concentraran de
nuevo en el lugar del que habían salido. Ni aspiraba al dominio mundial, ni
quería realizar una “gran conspiración”, ni detrás existían “Sabios de Sion”,
ni nada parecido.
Lograron sus objetivos con suma facilidad…
La historia
de la independencia del Estado de Israel demuestra que aquello no fue fácil. Se
vio beneficiado, sin duda, por el desenlace de la Segunda Guerra Mundial, pero,
incluso después existieron resistencias por parte del Reino Unido y de ahí que se
produjera una oleada de terrorismo contra la presencia británica en la zona. Es
quizás más importante recordar que el problema era que la Diáspora se había
producido 2000 años antes y que en ese tiempo otros pueblos poblaban la zona de
Palestina. Israel podía reivindicar “derechos históricos”, pero los habitantes
de Palestina tenían también derechos propios para habitar en aquellas zonas. El
sionismo, hasta los años 30, aceptaba otros emplazamientos para el Estado de
Israel, no necesariamente Palestina. Pero cualquier otro emplazamiento generaba
problemas. Incluso el Tercer Reich no vio mal que los judíos se fueran de
Alemania y se concentraran en Palestina e hizo todo lo posible hasta 1939 para
que así ocurriera. Fue solo tras el desencadenamiento de la guerra cuando el
Reich tomó partido por el Gran Muftí de Jerusalén y los movimientos de
liberación árabes precisamente para apoyar las luchas anticolonialistas contra
los británicos.
La cuestión es que ahora el conflicto entre
Israel y Palestina sigue vivo y activo…
Sí, y dura
ya 80 años. A lo largo de ese tiempo las brechas, los resentimientos y los
resquemores entre ambas partes no han cesado de aumentar. Han concurrido otros
muchos elementos que sería largo enumerar: los EEUU, por ejemplo, consideran a
Israel como el aliado preferencial en la zona. A ello contribuyen los
fundamentalistas religiosos norteamericanos afirmando que los EEUU son “el
pueblo elegido de la modernidad”, mientras que los judíos son “el pueblo
elegido de la antigüedad”, sugiriendo que esto justifica una alianza entre
ambos… A esto se une el peso del dinero judío en la economía de los EEUU, el
concepto de “seguridad nacional” desplegado por el Pentágono y otros elementos
de carácter geopolítico. En mi opinión: el error de judíos y palestinos
consiste en no sentarse a negociar de una vez por todas y a dividir aquel
territorio en enclaves estables, y hacerlo sin influencias exteriores ajenas a
ellos. Ahora bien, si ellos mismos son incapaces de negociar su futuro, lo que
ocurra allí les compete solamente a ellos y tomar partido por unos o por otros
tiene poco sentido a la vista de que ya es imposible establecer quién disparó
primero y cómo se originó el conflicto en los años 30…
Dedicas un amplio capítulo a los Protocolos de los Sabios de Sion ¿falsos
o auténticos?
Hoy se sabe
con bastante exactitud que los Protocolos son un documento completamente falso
construido por la OKRANA en París a principios de siglo y difundidos en Rusia
por un fanático religioso. Es un documento falso construido a efectos de
estimular el antisemitismo en Rusia para conseguir desplazar a determinados
ministros en la corte zarista. Nada más. No hay ni un solo testimonio histórico
que confirme la realidad de esos documentos.
… y sin embargo Los Protocolos se cumplen…
En realidad, no. Solamente se cumplen de manera muy general y con matices. Los Protocolos son un ejercicio
intelectual de prospectiva que ni siquiera sorprende por su agudeza: no hay
referencias apenas al futuro de la ciencia, a la globalización, a la ingeniería
financiera, a los paraísos fiscales, a la posibilidad de caída del bolchevismo,
ni al mundialismo. Su lectura en ocasiones demuestra la simplicidad de los
redactores y sus intenciones de atribuir cualquier desajuste a los judíos. El
mundo en su actual configuración se parece tanto al descrito en los Protocolos como un huevo a una
castaña.
Así pues rechaza el bloque las tesis
antisemitas…
El
antisemitismo lleva a un callejón sin salida: según el antisemitismo, los
comunistas que controlaban una parte del mundo son judíos; los capitalistas
controlan la otra parte y también son judíos… sus enfrentamientos,
contradicciones y luchas son una farsa, una especie de combate de boxeo con tongo. Tal es
la teoría antisemita que lleva a un callejón sin salida: los judíos mandan pero
son lo suficientemente malvados como para ocultar incluso que mandan… Si las
teorías antisemitas se cumplieran hace tiempo que los “Sabios de Sion” deberían
haber nombrado al “Rey de Israel”, rey del mundo. Francamente, dudo incluso que
todas estas teorías valgan la pena tratar de rebatirlas por excesivamente
simples, mal definidas e incapaces de explicar e integrar los principales
aspectos de la modernidad.
Entonces ¿para qué ha escrito estos ensayos
sobre antisemitismo?
Me interesa
la historia y la historia de los movimientos aparecidos en los años 20-30, en
especial de los fascismos. Como se sabe, en estos movimientos el antisemitismo
era una componente más destacada en algunos (nacional-socialismo alemán,
Guardia de Hierro rumana) y menos en otros (fascismo italiano, Falange Española). En algunos de
estos movimientos el antisemitismo estaba presente como remanente del
antisemitismo religioso de otra época (en España). Me ha interesado, por
ejemplo, el filosefarditismo español que aparece en los años 20 y que tiene
como partidarios, entre otros, a Francisco Franco o a Blas Piñar siendo una
especie de antisemitismo religioso reconducido que tuvo una importancia
extraordinaria y que, en la actualidad, parece olvidado, pero del cual hay
abundantes rastros documentales. Me ha interesado particularmente la formación
del antisemitismo moderno y sus despuntes en Alemania y Francia, en donde llegó
a ser un movimiento popular presente en los parlamentos de principios de siglo.
Me ha interesado realizar alguna excursión en los falsos mesías que aparecieron
en los siglos XVII y XVIII en el Este Europeo y que condicionaron la vida y la
psicología de las comunidades judías predisponiéndolas hacia opciones de tipo
revolucionario. Me interesa la psicología del pueblo judío, sin duda, la más
compleja que pueda existir, cómo se ha formado y sus rasgos.
La obra tiene un apéndice sobre las “novelas stalag” y el cine porno
antinazi
Si, a eso me
refería. Parece increíble que en los años 60 aparecieran en el Estado de Israel
unas novelas baratas de las que se vendieron cientos de miles de ejemplares
ambientadas en campos de concentración: los prisioneros judíos eran torturados
por exuberantes mujeres de las SS. Tuvieron un éxito increíble durante el
Proceso Eichmann. A partir de ahí nació lo que se ha llamado cine de “nazi-explotation”. El tema me parece lo
suficientemente curioso como para dedicarle unas páginas. A veces, la historia
tiene que ver también con anécdotas como esta que evidencian formas
psicológicas desviadas de erotómanos. Son aspectos reales, tangibles,
fácilmente comprobables, irrefutables, sobre el judaísmo que dicen muy mucho
sobre su psicología particularmente complicada y que están completamente
ausentes en la literatura antisemita.
¿Cuál es el origen de esta psicología
especial?
Sin duda, la
religiosidad hebrea. Resulta imposible considerarse “pueblo elegido” y realizar
una vida normal entre gentiles. Aquel pueblo que cree tener una relación
particular con Dios, pero cuya historia tiene mucho de tragedia, y aun así
sigue pensando en la llegada del Mesías, una y otra vez decepcionada,
probablemente hubiera sido solamente un pueblo irrelevante de Oriente Medio,
situado entre otros muchos con un patrimonio literario particular, que le
proporcionaría cierto sentido de identidad, pero nada más. Fue en el momento en
el que se produjo la diáspora cuando los rabinos convirtieron la religión en el
único polo de agregación de un pueblo dividido en pequeñas comunidades
esparcidas por todo el mundo. Era muy difícil convivir con “gentiles”,
insistiendo una y otra vez en que el único Dios les había elegido a ellos como
“su pueblo”. Máxime cuando al producirse el triunfo del cristianismo, al
judaísmo le acompañó la maldición de “pueblo deicida”… El hecho de que los
judíos se especializaran en la usura prohibida para cristianos y musulmanes
hizo lo demás. Por ello, el judaísmo religioso fue odiado por todos aquellos
pueblos que tenían otras concepciones teológicas y por eso mismo los judíos
laicizados y que habían vuelto la espalda a la sinagoga se convirtieron en
excepcionalmente críticos para cualquier tradición, empezando por la suya
propia. Hace falta leer a Freud para ver como uno de estos judíos, él mismo, interpreta
un cerebro torturado. Nadie mejor que un judío podría crear el psicoanálisis,
porque nadie mejor que un judío portaba un alma interiormente sometida a
presiones psicológicas, conflictos y contradicciones entre lo que le habían
dicho que era (un elegido) y lo que era en realidad (un cúmulo de complejos) en
medio de un ambiente general de hostilidad, acusaciones de deicidio, odio por
su predisposición hacia las finanzas (lo que entrañaba la pobreza de muchos y
constituía una fuente de resentimiento).
¿Has tenido relaciones personales con judíos?
Sí, claro.
Recuerdo que el primer judío que conocí era el secretario de prensa de la
presidencia del gobierno boliviano en 1980. Tenía gracia porque él sabía cuál
era nuestra familia política y evitaba polémicas. Pero no podíamos evitar
bromear con él: siempre que aparecía un tema económico, por algún motivo, él
tenía algo que decir; el hecho de que se ausentara a la hora de pagar no es
privativo de judíos, pero lo utilizábamos como fuente de bromas amistosas con él. En
Montreal he conocido muchos judíos y he frecuentado establecimientos judíos por
pura curiosidad. Recuerdo que las peores galletas que he comido en Canadá las
compré en un supermercado judío, estaban fabricadas en Israel y etiquetadas
como kosher y, francamente, eran
vomitivas. Me llamó mucho la atención que los judíos vendieran a judíos comida
de muy mala calidad. Y eso me recordó que Bernard Madoff, estafador de etnia
judía, no dudó en robar a asociaciones caritativas judías y a miembros de su
propia comunidad, casi de manera preferente. Cuando las Legiones de Tito,
asediaban Jerusalén, en el interior de las murallas, las distintas fracciones
judías andaban a la greña unas con otras. Inevitable recordar el ambiente
pintado por los Monty Pithon en la Vida de Brian… Recuerdo que cuando
vivía exiliado en París, aprovechando el atentado de rue Copernic contra la
sinagoga judía, un marido judío mató contra su mujer intentando ocultar su responsabilidad en el crimen haciéndolo pasar como una
“acción antisemita”. He conocido en Canadá a abuelos judíos presos en los campos
de concentración de los años cuarenta, avergonzados de haber sobrevivido. Para
conocer la mentalidad judía norteamericana recomendaría ver la serie televisiva
de Larry David (el creador de Seinfield)
titulada Courb your enthusiasm de la
HBO. Esta serie (que puede encontrarse subtitulada en castellano en Emule o en cualquier programa peer to peer) de humor tiene la
particularidad de que está interpretada casi exclusivamente por judíos, la
mayoría de situaciones y temas tienen que ver con el judaísmo norteamericano, y
muestran situaciones absurdas, creencias ridículas, atavismos, tópicos y
realidades, etc. Para terminar, he comentado con algún judío todo el tema de la
“conspiración”, un estudiante centroamericano, después de exponer las razones
utilizadas por los antisemitas me decía: “No sé qué pensar pero te aseguro que
yo no tengo ni un dólar de la tal conspiración…”. Es cierto que los miembros de
sectas jasiditas (cada vez más
extendidas) procuran minimizar su convivencia con gentiles y mantienen incluso
desconfianza hacia todo lo que no pertenece a su grupo religioso (incluidas
otras facciones judías). Es ciertamente complicado convivir con ellos, incluso
tener relaciones normales: no puedes evitar –a mí me ha pasado- que te miren
con cierta sensación de… repulsión, tal es la palabra. Su concepto de "pureza" y
su rigorismo es tal que el mero hecho de no nacer en su comunidad ya crea
barreras infranqueables con miembros de estas sectas. Más que de antisemitismo
deberíamos hablar aquí de anti-goims…
¿Y los conversos…?
También he
conocido. Y si he de ser sincero, me han parecido todavía más extraños. Se
trata de seres que son perfectamente conscientes de su origen, que tienen muy
presente que los católicos les han considerado hasta hace poco “pueblo
deicida”, así pues, tienen un complejo de culpabilidad latente que el bautismo
no ha logrado disipar en absoluto. Por eso, históricamente, el converso tiende
siempre a ser un fanático religioso para eliminar toda sospecha de hipocresía.
He conocido, por cierto, a algún judío bautizado que se negaba a admitir su origen. Al igual que existe un cierto tipo de gay que no ha salido del armario y que oculta sus preferencias
sexuales enmascarándolas mediante frases machistas y gesticulaciones sexistas,
existe también un judío que se niega a revelar su origen y su condición. En
ambos casos, el sujeto que actúa así sufre otra forma de rotura interior entre
lo que se es realmente y cómo uno se quiere presentar públicamente. A la
psicología (y más que a la psicología, a la psiquiatría) le correspondería analizar estos casos.
¿Es posible elaborar un retrato robot del
antisemita?
Hasta cierto
punto. Cuando alguien se opone con excesivo énfasis a un grupo, sea del tipo
que sea (antifascismo, anticomunismo, antisemitismo, etc) y va más allá de lo
razonable para convertirse en una obsesión reduccionista, hay que ver en ello
la existencia de un complejo de culpabilidad latente que se sublima mediante la
búsqueda de alguien más culpable. Por ejemplo, siguiendo una aplicación estricta
de la moral católica es frecuente pecar, sino de obra, si al menos de palabra o
de pensamiento. Determinadas construcciones mentales de católicos intentan
olvidar ese complejo de culpabilidad, identificando en los judíos al “culpable
absoluto”, en tanto que “pueblo deicida”. Es en ese punto en el que aparece el
fanatismo. Pero un antifascista responde al mismo esquema. Es imposible que los
viejos republicanos hayan olvidado las masacres que se cometieron desde las
primeras quemas de conventos, poco después de la proclamación de la República,
o Paracuellos, las chekas o las sacas en las prisiones… es mucho más fácil
sublimar estos recuerdos queriendo ver en el “fascismo” al mal absoluto, la
maldad extrema, metafísica, la encarnación misma del diablo… Así se tranquilizan
las conciencias. Es un proceso muy estudiado por la psicología.
¿Para qué va a servir este libro?
Lo digo en
la introducción: en primer lugar para informarse (es bueno tener distintas
fuentes de información, ampliar horizontes y conocer los porqués y los cómo),
en segundo lugar para entretener (reencontrar el placer de leer, de aprender
datos poco o nada conocidos, planteamiento inéditos expuestos al margen de lo
políticamente correcto y del pensamiento único) y, finalmente, formarse (para
poder opinar sobre este tema con criterio). No hay más intención.
Ficha
técnica:
Páginas: 418
Formato: 15 x 23 cm
Portada:
cuatricomía, plastificada, con solapas
Impreso en: papel
ahuesado de 80 gm.
PVP: 23,00
euros + 4,00 euros de gastos de envío
Pedidos superiores a 5 ejemplares: 50%
descuento.
Contacto:
eminves@gmail.com
Sumario de
la obra:
Introducción
Capítulo I
Sobre el origen del antisemitismo Sabettai Zevi y Jakob Frank 7
La azarosa historia de Sabbetai
Zevi........................... 7
Las pervivencias neosabbetianas.............................. 16
La apoteosis sabbetiana: Jacob
Frank ....................... 19
Algunas conclusiones................................................ 24
Capítulo II
Un siglo de los “Protocolos de los Sabios de Sion”
Un clásico del antisemitismo.............................................. 29
Introducción: disipando equívocos............................ 29
Las fuentes de los Protocolos.................................... 34
Personajes (I) Maurice Joly....................................... 41
Personajes (II) Matvei V.
Golovinsky ........................ 44
Personajes (III). Serge Nilus. .................................... 50
Notas a pie de página............................................... 68
Capítulo III
Cuando Francia era antisemita. 1880–1906 ........................ 85
Antisemitismo y boulangismo................................... 85
Maurice Barrès, un “socialista
nacional” antisemita…. 89
El Caso Dreyfus. Eclosión
antisemita.......................... 91
Drumont y La Libre Parole......................................... 106
Las ligas antisemitas.................................................. 113
Los carniceros de La Villete y
los agitadores de Argel.. 118
Capítulo IV
Antisemitismo españolen el siglo XX................................. 127
Breve recorrido histórico por el
antisemitismo español.............................................. 129
De 1898 a la Dictadura: el
filosefardismo.................... 139
Antisemitismo y Segunda República
......................... 145
Una mención específica al padre
Tusquets................ 151
Franco: ¿antisemita o filosemita?.............................. 158
Antisemitismo durante el
franquismo....................... 164
Otros despuntes antisemitas
durante el franquismo. 174
Y llegó la transición................................................... 186
¿Antisemitismo en democracia?............................... 188
Conclusión............................................................... 193
Capítulo V
Julius Evola y el antisemitismo
Disipando equívocos, penetrando
entre claroscuros .............................................................. 199
La doctrina de la raza y el
estudio del “alma hebrea”.. 200
Los Protocolos de los Sabios de
Sión:
“conjura sin plan”..................................................... 214
Capítulo VI
Israel: capital Tananarive
El Plan Rademarcher y sus precedentes.............................. 225
Una vieja idea alemana............................................. 227
El antisemitismo polaco y la
“solución Madagascar”... 230
La “opción Madagascar” en Rumania......................... 237
Madagascar en el antisemitismo
inglés...................... 238
Cruzando el Canal en dirección al
Reich..................... 240
Conclusiones: un plan no tan
descabellado................ 249
Notas a pie de página:.............................................. 251
Capítulo VII
La noche de los cristales rotos
¿Qué ocurrió en realidad? ................................................. 261
¿Por qué se produjo la “Noche del
Cristal”? .............. 264
La víctima: Ernst Eduard Vom Rath............................ 264
El asesino: Herschel Grynszpan................................. 266
Las circunstancias de la época................................... 269
El asesinato de Vom Rath.......................................... 272
¿Hubo conspiración en el crimen?............................. 274
Los incidentes y sus dimensiones
reales.................... 281
La extensión real del progrom................................... 287
La noticia en la prensa española: operaciones psicológicas...... 291
Margaret Thomsom, la pieza
olvidada en el caso Grynszpan.... 297
El asunto de la “defensa
homosexual”...................... 302
¿Qué fue de Grynszpan?.......................................... 309
Capítulo
VIII
Cuando las SS negociaban con el sionismo…...................... 313
El esquema de los organismo de
seguridad en el III Reich..... 314
Distintas percepciones de la
“cuestión judía” en el NSDAP..... 316
Las oscilaciones de la política
del III Reich en relación a los judíos.. 320
El “Plan Mildenstein”................................................ 324
Cuando el SD descubre a Haganá.............................. 330
Complicaciones imprevistas y
tensiones insuperables.... 334
El último intento de estimular la
emigración sionista.. 337
Algunas conclusiones................................................ 339
Anexo
Un subgénero cinematográfico
De los “stalags”
judíos a lapornografía antinazi.................. 343
Tres directores “de prestigio”
abriendo paso al porno antinazi..... 345
Nazi-exploitation, situación y
rasgos de un subgénero ..... 350
Los arquetipos del subgénero (I).
Ilsa, la loba de las SS ..... 357
Los arquetipos del género (II). Salón Kitty de Tinto Bras.... 363
Los subproductos del género (III) Salón Kitty.................... 368
Los subproductos del género (IV) Ilse, la loba
de las SS......... 372
Cuando el doctor loco es oficial
de las SS… y mujer.... 377
Muerto el cine de
Naziexploitation, viene el cine de Jewsploitation... 384
El origen de la literatura judía
sobre el “holocausto”.. 385
Los relatos stalag o la
pornografía judía de los 60....... 388
Hacia una interpretación
psicológica.......................... 400