jueves, 14 de octubre de 2010

Inflación de Grupos G. Muchas Gs para tan pocas nueces

Infokrisis.- Desde el G-2 hasta el G-192 existen una veintena de “grupos de países” para debatir las cuestiones internacionales. Pero las reuniones casi continuas de todos estos grupos no parecen haber resuelto hasta ahora ningún problema político, ni mucho menos económico. Y sin embargo, los mandatarios de todo el mundo siguen practicando  el turismo político. Zapatero se ha sumado al baile. Históricamente, desde Adolfo Suárez, todos los presidentes de gobierno han aspirado a redimir sus fracasos en política interior con apretones de manos en los foros internacionales. Mucho ruido y pocas nueces. Así están Grupos G…

La ONU ha sido la madre de todos los Grupos G. ¿Qué es la ONU sino el G-192? Siendo el origen de todas las formas de cooperación internacional, la ONU constituye también un gran fracaso. Su tamaño y el hecho de que entre unos países y otros existan desigualdades en peso y recursos, pero que oficialmente todos pesen lo mismo en la Asamblea General, selló su ineficacia para prevenir conflictos.

En aras del realismo, los distintos bloques pasaron a constituir en los años 50 al margen de la ONU foros más pequeños: la Conferencia de Países no Alineados, la Organización de la Unidad Africana, la Unión Árabe, etc. Se trataba de grupos políticos. Antes habían surgido los foros de cooperación militar (OTAN, SEATO, CENTO, Pacto de Varsovia…) y luego surgieron las primeras iniciativas económicas de las que solamente logró asentarse el Mercado Común, reconvertido en Union Europea. Faltaba algo: reconocer la realidad.

En los años 60 cristalizan las grandes multinacionales que llegan a hacer con las riendas de la economía de muchos Estados. El capitalismo, inicialmente artesanal, luego industrial, finalmente, se convierte en multinacional. Los consorcios económicos influyen como nunca antes en la historia sobre las políticas de los Estados. Pronto aparecen las primeras estructuras internacionales que unen economía (representados por los presidentes de los grandes consorcios industriales, financieros y bancarios), política (líderes políticos del poder y de la oposición) y comunicación (grandes empresarios mediáticos). Aparece primero el Club Bildelberg y luego a principios de los 70, la Comisión Trilateral que une a representantes de estos poderes en Europa, EEUU y Japón.

La historia avanza rápidamente y en la segunda mitad de los 80, con la caída del comunismo y en 1989 del muro de Berlín, es preciso reorganizar el mundo. Es entonces cuando aparece la fiebre de los Grupos G.

Del G-77 al G-7

El primero de todos ellos fue el G-77 surgido indirectamente de la Conferencia de Bandung de Países no Alineados. Hasta hace poco se le conocía simplemente como “Conferencia de los Países en Vías de Desarrollo”, pero la moda de los “Gs” popularizó el nombre de G-77 (el número de países fundadores) que hoy debería ser el G-130 a raíz de las nuevas incorporaciones. Desde el punto de vista geopolítico agrupa a los países del Sur, antiguos países colonizados que alcanzaron la independencia en los años 50-70 y naciones iberoamericanas asfixiadas por la presión de los EEUU. Jamás han actuado como unidad política y frecuentemente, sus reuniones anuales, ni siquiera merecen el interés de los medios…

…Algo que no ocurre con el G-7, reconvertido en G-8 que aspiraba a ser el “guardián del nuevo orden económico internacional”, esto es, la apisonadora de la globalización. Formado en 1973, inicialmente por Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido, se formó en plena Guerra Fría en nombre del libremercado y de la defensa de la democracia. Sus integrantes, no son ni los países más industrializados, ni los de mayor poder militar, ni los de un PIB más elevado… sino simplemente el núcleo duro del mundo capitalista. El análisis de la situación política y económica es su principal tarea, así como la aplicación de medidas para salvaguardar la estabilidad política internacional.

En 1998 se sumó Rusia, conociéndose popularmente como G-8 o más frecuentemente como G-7+1, como indicando que Rusia no tendría exactamente el mismo modelo democrático que el resto de países y al no pertenecer a la Organización Mundial del Comercio (otra “G” de 149 países…).

En realidad el proceso de toma de decisiones es diferente: en el Club Bildelberg y en la Comisión Trilateral se analizan en profundidad las coyunturas económicas y políticas y de ahí emergen líneas de actuación concretas… que son elevadas al G-7 siendo inevitablemente aprobadas. En la reunión de la Comisión Trilateral que tuvo lugar en Tokio el 25 y 26 de abril de 2009, se aceptó como inevitable e incluso saludable para la economía norteamericana una devaluación del dólar, de la misma forma que un año antes, en la reunión de Washington del 25 al 28 de abril de 2008 se había aprobado que los Estados ayudaran a la Banca privada a salir de la crisis. Puntualmente, estas medidas fueron adoptadas por el G-7.  

Algunas reuniones del G-7 suscitaron violentas manifestaciones en contra, llegando al clímax en la reunión de Génova de 2001. Sin embargo, cuando el G-7 volvió a reunirse ocho años después en tierra italiana, en la ciudad de L’Aquila, los “altermundialistas” apenas estuvieron en condiciones de convocar movilizaciones. En esa ocasión, el G-7 invitó al G-5 (formado por China, India, Sudáfrica, Brasil y México, potencias regionales). Era inevitable.

El G-20 o el Estado Mayor de la Globalización

La globalización ha hecho que la distancia entre el G-5 y el G-7 se fuera acortando y que, en la práctica, ambos hayan sido sustituidos por el G-20, sin duda el “Grupo G” con más peso de los actualmente existentes. De ahí el interés de Zapatero en asistir a las reuniones como invitado, no sólo por la altura de las decisiones sino por la calidad de los asistentes.

El G-20 está formado por el G-7+1, once países de reciente industrialización (Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Corea, Sudáfrica y Turquía) y la Unión Europea como bloque representados por el presidente rotativo. Las funciones del G-20 son estrictamente económicas. Sin embargo, en las tres reuniones celebradas hasta ahora (Washington en noviembre de 2008, Londres en abril de 2009 y Pittsburg en septiembre) han sido decepcionantes: declaraciones farragosas y negativa a entrar en el fondo de la cuestión de cómo salir de la crisis o cómo eliminar los paraísos fiscales; de hecho, tan solo han sido capaces de tomar decisiones sobre temas no vinculantes en lo relativo a los emolumentos de los directivos bancarios.

El G-20 es hoy el fuelle del sistema económico liberal y globalizado. Para el G-20 no hay vida económica posible fuera de la globalización, a pesar de que es la globalización lo que ha generado la actual crisis...

El Grupo más influyente es el más virtual

Oficialmente no existe, pero en la práctica es el núcleo duro del G-20. Es el G-2. Está formado por China y los EEUU. Algunos bromistas lo llaman “Chinamérica”. Se reúnen con la excusa del realizar un “diálogo económico y estratégico”. La última reunión bilateral conocida tuvo lugar el pasado 27 y 28 de julio en Washington. Junto al secretario del Tesoro norteamericano asistió la secretaria de Estado, Hillary Clinton: Economía, sí, pero también “estrategia”.

Siendo realistas, el G-2 es el núcleo central de la economía globalizada y el G-20 seguirá al pie de la letra las instrucciones emanadas de los dos grandes de la economía y del poder militar mundial. Para los EEUU, la cooperación con China es fundamental dentro del contexto de la globalización: China es un mercado, pero también el principal comprador de dólares, lo que contribuye a apuntalar la economía de los EEUU. Por otra parte, China precisa tiempo para reforzarse militarmente. Sabe que mientras la globalización sea incuestionable, el tiempo juega a su favor: los EEUU cada vez más endeudados y con el mayor déficit fiscal no lograrán durante muchos años mantener la hegemonía militar que, en gran medida, depende del gasto público. China no tiene nada más que esperar sentado para ver pasar el cadáver de su enemigo. Los achaques del dólar parecen indicar que no tendrá que esperar mucho tiempo.

Lo más paradójico es que sea un gobierno comunista que conserva todavía una estructura de poder centralizada y controlada por el “partido”, sea el que lleve la bandera de la globalización. En China, la vanguardia del capitalismo (la globalización) ha confluido con el modelo marxista de organización del Estado y parece construir el futuro y dar la razón a George Orwell y a su 1984: un poder fuertemente centralizado con una despersonalización absoluta de las masas y una distancia abismal entre la élite político-económica y la población a la que se da solamente la posibilidad de trabajar por un salario limitado que garantiza únicamente la subsistencia.

El baile de las Gs

Grupos        Integrantes

G-2        “Chinamérica”, virtual, China + EEUU
G-3        Francia, Alemania, Reino Unido
G-3 (bis) México, Colombia, Venezuela
G-4        Brasil, India, Japón, Alemania
G-5        Brasil, México, Sudáfrica, India, China
G-7        EEUU, Canadá, Italia, Japón, Francia, Alemania, Reino Unido
G-7+1     EEUU, Canadá, Italia, Japón, Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia
G-8+5     G-5 + G-7+1
G-10       Bélgica, Canadá, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido, EEUU, Alemania, Suecia
G-12       Paradójicamente con 13 países: G-10 + España, Australia, Suiza.
G-14       G-7+1 + G+5 + Unión Europea.
G-20       G-14 + Argentina, Arabia Saudí, Australia, Corea, Indonesia, Turquía
G-22       G-8 + países industrializados y emergentes        
G-23       Evolución del G-20, del G-21 y del G-22 a medida que se van sumando países
G-24      Argentina, Argelia, Brasil, Colombia, Congo, Costa de Marfil, Egipto, Etiopía, Gabón, Ghana, Guatemala, India, Irán, Líbano, México, Nigeria, Pakistán, Perú, Filipinas, Sudáfrica, Sri Lanka, Siria, Trinidad/Tobago, Venezuela
G-33    Argentina, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, China, Costa de Marfil, Egipto, Francia, Alemania, Hong Kong, India, Indonesia, Italia, Japón, Malasia, México, Marruecos, Holanda, Polonia, Rusia, Arabia Saudí, Singapur, Sudáfrica, Corea, España, Suecia, Suiza, Tailandia, Turquía, Reino Unido, EEUU.
G-77       Países no-alineados
G-130     Evolución del G-77 a medida que se han ido sumando más países.
G-192     Conjunto de países de la ONU

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