Infokrisis.- La situación creada a partir del miércoles por la tarde, en la que el gobierno, ante las muestras de rechazo de la opinión pública (expresadas a través de los diarios digitales, dato importante) dio marcha atrás en su proyecto de modificar la normativa para las cotizaciones en vistas a la jubilación) dio marcha atrás, tuvieron como primera consecuencia un desplome de 5 puntos en la bolsa y una reacción inmediata de las agencias de rating internacional que desde hace meses tienden a ser reticentes con la calificación de la solvencia de España para afrontar los pagos de su deuda pública. El jueves 4 de febrero, cuando Zapatero estaba realizando su “oración” en EEUU, la tormenta del día anterior se había transformado en temporal y lo que debía haber sido un acto tendente a promocionar la imagen del presidente agnóstico que “rezaba”, se volvió en contra. No solamente no pudo nada más que saludar a Obama, sino que en esos mismos momentos, las bolsas españolas, literalmente, se desplomaba e incluso los sindicatos, hasta ahora garantes del [des]orden económico de ZP empezaban a mostrarse excepcionalmente duros con la gestión del gobierno. Ya se sabe, al perro enfermo todo se le antojan pulgas.
PREVISIONES QUE SE CUMPLEN
La previsión que realizábamos en el Documento de la Junta Nacional de España 2000 publicado a finales de 2008 preveía que la crisis económica se iría transformando progresivamente en crisis social y ésta, de persistir en el tiempo, pasaría a ser crisis política que, finalmente, colocaría al borde del abismo al sistema surgido de los equilibrios de fuerzas de 1978. Aquella previsión se está cumpliendo implacablemente. Si la crisis social no ha estallado todavía en toda s virulencia ha sido porque los sindicatos han sido en estos meses un corsé para la protesta de los trabajadores y especialmente de los parados.
El zapaterismo ha tratado de inyectar en la sociedad española “esperanza”: esperanza en sobrevivir con el paro, luego con el subsidio de desempleo, más tarde con los 470 euros durante seis meses más, siempre con la promesa de “brotes verdes”. Hoy todo eso se ha esfumado o está a punto de hacerlo. El desencadenante ha sido la crisis de las pensiones: hará falta cotizar más y por más tiempo para percibir menos… La crisis social en este momento es imparable porque las esperanzas se van diluyendo y cada vez más españoles empiezan a darse cuenta de que el gobierno carece completamente de respuestas para salir de la crisis y nadie –absolutamente nadie y mucho menos el PP- es capaz de percibir en dónde, en qué sectores económicos, podrían salir los 3.000.000 de puestos de trabajo que precisa el mercado laboral…
MOVIMIENTOS EN EUROPA
En las últimas semanas ya no se habla del grupo PIGS (“cerdos” en inglés) que reunía a Portugal, Italia, Grecia y España, sino del grupo STUPID (“idiotas” en inglés) formado por España, Turquía, Reino Unido, Portugal y Dubái, verdaderamente martirizados por el aumento asindótico de la deuda exterior.
Tal como habíamos expuesto en varios artículos anteriores publicados en la segunda mitad de 2009, el drama de la economía española excede con mucho las dimensiones de nuestro país: estamos lastrando la economía europea. Los bancos y las cajas de ahorro españolas han trabajado con un dinero que no pertenecía a sus depósitos sino que han sido capitales procedentes de inversores franceses y especialmente alemanes los que han alimentado la burbuja inmobiliaria con fondos canalizados a través de bancos y cajas españolas. Hasta ahora solamente han salido a la superficie el 50% de las pérdidas de los bancos que han sido cubiertos por dinero público, pero el otro 50% que irá saliendo a la superficie en los próximos dos años, ya no podrá ser cubierto por Estados absolutamente endeudados y dependientes de los pagos de intereses, especialmente como en el caso de España en donde la deuda aumenta de hora en hora y la calificación de su solvencia financiera va bajando de semana en semana. Cuando se genera una deuda incobrable –como en el caso de la deuda inmobiliaria española- uno sufre por que no puede pagar y otro sufre más aún porque no puede cobrar. Esto último es lo que está pasando en Europa y, por eso decíamos hace unos meses, que la economía española supone hoy un lastre para la economía europea.
Mientras Zapatero “rezaba” en EEUU, en Europa se reunían Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy, las dos “locomotoras” europeas, demostrando lo poco que sirve la “presidencia española”. El resultado de esta reunión no se ha hecho público todavía, pero lo que se ha filtrado es extremadamente preocupante: posibilidad de que Francia y Alemania generen una “zona europea” de primera división con condiciones diferentes al resto de Europa e incluso con una tercera zona, en la que estaría España y que reuniría a las economías más problemáticas: especialmente la de Grecia, Portugal, Irlanda y, naturalmente, España. Se ha llegado a hablar de que el eje franco-alemán podría llegar incluso a abandonar la zona Euro.
No creemos que se llegue hasta ese punto, pero sí que entre marzo y abril, los servicios económicos de la UE “intervengan” la economía española e impongan reformar consideradas como necesarias en Europa: resolver el asunto de las pensiones, descender el salario a los funcionarios, revisar las cuentas de bancos y cajas de ahorro, aumentar impuestos y garantizar que España pagará las sumas crecientes de intereses que se van acumulando en la deuda externa. Desde el punto de vista de la ortodoxia económica, las salidas son pocas e inevitables: contención del gasto público, austeridad presupuestaria, reforma del mercado laboral (con despido libre sin indemnización), subidas generalizadas de impuestos y reformas en el sistema de las pensiones y de la seguridad social.
Ya que niel PP, ni el PSOE se atreven a dar esos pasos –por que su intención de voto caería inmediatamente en picado- será la UE quien asuma la responsabilidad de resolver el embrollo. A nadie se le escapa que el trauma que va a causar esta intervención va a convulsionar a la sociedad española de arriba a bajo. Las medidas se reducirán a “más presión, menos perspectivas”, en efecto, porque al aumento del sacrificio de la sociedad española, no existe la contrapartida de cómo generar empleo, ni siquiera a partir de qué sectores se podría generar.
Lo que implica que, aun dando respuestas a como generar una nueva estructura económica que no dependa del turismo y de la construcción en el día de hoy, todavía faltarían cinco años para que el nuevo modelo económico se pusiera en marcha y repercutiera favorablemente en el mercado laboral. Dentro de cinco años, inevitablemente, la crisis social ya habrá pasado a ser crisis política y la situación del panorama político se habrá convertido en extremadamente inestable y turbulenta.
EL CANTO DEL CISNE DEL ZAPATERISMO
Al conocerse los resultados de las elecciones de marzo de 2008 realizamos en la misma noche un análisis de urgencia para infoKrisis en el que afirmábamos: Zapatero ha ganado, a él lo tocará gestionar la crisis económica (cuya existencia seguía negando) y esa crisis terminará con él. En febrero de 2010 podemos decir que este análisis era exacto y que al peor presidente de la historia reciente de España le ha correspondido lidiar con el toro más peligroso que, naturalmente, lo ha corneado.
El individuo que se subió al atril en la Jornada de Oración era un cadáver político maloliente e irrecuperable, discutido incluso dentro de su propio partido… y que, dramáticamente para el PSOE, ya no tiene reemplazo. Rubalcaba es demasiado atacable para sucederle, Leyre Pajín y Pepinho Blanco, literalmente, demasiado tontos. Solana es, sin duda, en quien confluyen muchas muradas, si bien el fantasma de los cadáveres serbios bombardeados por la OTAN mientras él era secretario general de la alianza, le garantizan el peor de los fracasos. Por que, a fin de cuentas, Solana no puede ser calificado más que de “asesino telefonista” (asesino por ordenar los bombardeos injustificables de Serbia durante más de un mes y telefonista porque se limitó a transmitir a la OTAN las órdenes que recibía por teléfono de Bill Clinton, mientras la Levinsky le hacía una limpieza de bajos).
ZP es agua pasada. Su “baraka” se ha esfumado. De hecho, nunca debió estar en La Moncloa y si lleva seis años es gracias a unas bombas misteriosas que todavía nadie sabe quien colocó y gracias a la mentira de que no existía crisis económica.
Nadie duda que cuando se convoquen elecciones anticipadas, Rajoy pasará a ser el inquilino de la Moncloa y todo el misterio será saber si el PSOE cae o simplemente se desploma y si a última hora, Rosa Díez y su UDyP consiguen arrasar en Madrid y en algunas provincias. Quedará también por saber si el PSOE andaluz pasa a la oposición. Pero todo esto son elementos segundarios porque el elemento principal a tener en cuenta es cuándo se convocarán elecciones.
LA URGENCIA DE ELECCIONES ANTICIPADAS
Los seis años de zapaterismo han sido una crisis permanente y a lo largo de todo ese tiempo ha dado la sensación de que no había nadie en el timón como no fuera para imprimir siempre el giro más inesperado orientado siempre hacia el choque con los arrecifes: en el tema de la inmigración con la regularización masiva de 2005 y con la reforma de la Ley de Extranjería de 2009, en el tema de ETA con el “proceso de paz”, en el tema estatutario con las reformas de los estatutos de segunda generación, en el tema internacional con el envío de más tropas a Afganistán, en el tema económico con las medidas más deslavazadas para salir de la crisis que han terminado agotando los recursos del Estado sin generar empleo de calidad y duración, en las ensoñaciones de “economía sostenible” que desde mayo no se concretan en nada…
Todo esto ha llegado a su fin: Zapatero es un político amortizado y en las próximas semanas la gravedad de la crisis va a alcanzar tal relieve –cuando se produzca la intervención de la economía española- que solamente hay una salida: moción de confianza en el parlamento por parte de ZP, moción de censura por parte del PP, gobierno de concentración o bien celebración de elecciones anticipadas. Veamos cada opción.
Parece difícil que ZP se atreva a presentar una moción de confianza. Para ello debería de exponer una política económica realista y responder a esta pregunta: ¿cómo salir de la crisis? No tiene respuesta, luego no puede presentar una moción que tan sólo serviría para que ante todo el país su política quedara ridiculizada y todos los grupos de la oposición pasaran revista a sus errores durante seis años.
En cuanto al PP ha optado por la vía más fácil: dejar que el zapaterismo se hunda para vencer en las próximas elecciones, no tanto por méritos propios como por los errores del propio Zapatero. Por lo demás, a nadie le gusta presentar una moción de censura… para perderla. A Rajoy le basta solamente para ser presidente dejar pasar el tiempo, nada más.
Algunas voces de dentro del PSOE han empezado a proponer a mediados de esta semana la creación de un gobierno de “concentración nacional” (Zapatero lleva meses “trabajando” a Durán i Lleida de UDC, instándole a que se sume al gobierno para “pacificar” a las fuerzas políticas catalanas tras la publicación de la sentencia del Estatut). Hipótesis gratuita porque el PP solo tiene que esperar y no se va a arriesgar a ser presentado como cómplice del destrozo económico generado, ni va a compartir momentáneamente un poder del que puede disponer en exclusiva. Esta opción es el clavo ardiendo al que se agarran algunos segundones socialistas que en otro tiempo se arrimaron al poder. Opción de desesperados donde las haya.
La última solución es la única viable: convocatoria de elecciones anticipadas, pero hay un problema. España en estos momentos ocupa la presidencia europea y en estas condiciones es imposible articular una campaña electoral. Así que habría que esperar hasta que acabara el “semestre español”, lo que ocurriría en junio. Pero hay otro problema: las elecciones catalanas. Como se sabe la legislación española establece que ningún proceso electoral puede estar distanciado menos de 90 días.
En principio, las elecciones autonómicas catalanas se celebrarán como máximo en noviembre. La cuestión es si el gobierno montilla llegará hasta noviembre o preferirá convocar elecciones anticipadas. Excusa no faltará: en el momento en el que se publique la sentencia sobre el Estatut por parte del Tribunal Constitucional (marzo-abril), en Catalunya puede producirse un verdadero estallido inducido por la carrera demagógica emprendida por todos los partidos (con declaraciones altisonantes y llamamientos a la revuelta cívica si se toca “una coma” del Estatut… de un Estatut que se estableció sin que existiera demanda popular y que fue aprobado por una minoría de apenas el 30% del cuerpo electoral.).
Montilla es el más interesado en convocar elecciones anticipadas. Ahora todavía está a tiempo de frenar el avance de Laporta cuya candidatura demagógico-populista-independentista corre el riesgo de convertirse en cuarta fuerza del parlamento catalán, rascando votos de ERC, de CiU y, especialmente, votos jóvenes. También puede evitar que Rosa Díez robe al PSC miles de votos de castellano-hablantes. E incluso que la PxC convierta las elecciones en un referéndum contra el empadronamiento de ilegales en tiempo de crisis. Nadie duda de que en el momento en que se publique la sentencia del Estatut, el tripartito saltará por los aires y cada partido jugará a ser más crítico y radical…
Si son ciertas las informaciones publicadas en las últimas semanas en los medios, la sentencia caerá en marzo. Así pues, podría haber elecciones en Catalunya en mayo-junio, o como máximo, en noviembre. Dado que las nacionales no podrían tener lugar hasta cuando acabara el semestre español al frente de la UE (junio) las elecciones generales no podrían celebrarse, bien hasta octubre (en caso de que las catalanas fueran antes del verano) o bien hasta febrero del 2011 (en caso de que las catalanas fueran en noviembre). El optimismo antropológico de Zapatero le puede inducir a esta segunda opción, esperando que en un año pueda disponer de mejores cifras macroeconómicas que ofrecer (algo en lo que prácticamente nadie cree…). Pero también aquí hay un problema… Esto daría la posibilidad de que las elecciones municipales se celebraran imperativamente en mayo de 2010 sin que existiera superposición de plazos.
De lo que apenas cabe duda es que las elecciones anticipadas son inevitables en las actuales circunstancias, tanto en Catalunya como en todo el Estado. Y ese es el escenario en el que vamos a tener que trabajar, nos guste o no…
(c) Ernesto Milá - infokrisis - infokrisis@yahoo.es - http://infokrisis.blogia.com - Prohibida la reproducción de este texto sin citar origen.
PREVISIONES QUE SE CUMPLEN
La previsión que realizábamos en el Documento de la Junta Nacional de España 2000 publicado a finales de 2008 preveía que la crisis económica se iría transformando progresivamente en crisis social y ésta, de persistir en el tiempo, pasaría a ser crisis política que, finalmente, colocaría al borde del abismo al sistema surgido de los equilibrios de fuerzas de 1978. Aquella previsión se está cumpliendo implacablemente. Si la crisis social no ha estallado todavía en toda s virulencia ha sido porque los sindicatos han sido en estos meses un corsé para la protesta de los trabajadores y especialmente de los parados.
El zapaterismo ha tratado de inyectar en la sociedad española “esperanza”: esperanza en sobrevivir con el paro, luego con el subsidio de desempleo, más tarde con los 470 euros durante seis meses más, siempre con la promesa de “brotes verdes”. Hoy todo eso se ha esfumado o está a punto de hacerlo. El desencadenante ha sido la crisis de las pensiones: hará falta cotizar más y por más tiempo para percibir menos… La crisis social en este momento es imparable porque las esperanzas se van diluyendo y cada vez más españoles empiezan a darse cuenta de que el gobierno carece completamente de respuestas para salir de la crisis y nadie –absolutamente nadie y mucho menos el PP- es capaz de percibir en dónde, en qué sectores económicos, podrían salir los 3.000.000 de puestos de trabajo que precisa el mercado laboral…
MOVIMIENTOS EN EUROPA
En las últimas semanas ya no se habla del grupo PIGS (“cerdos” en inglés) que reunía a Portugal, Italia, Grecia y España, sino del grupo STUPID (“idiotas” en inglés) formado por España, Turquía, Reino Unido, Portugal y Dubái, verdaderamente martirizados por el aumento asindótico de la deuda exterior.
Tal como habíamos expuesto en varios artículos anteriores publicados en la segunda mitad de 2009, el drama de la economía española excede con mucho las dimensiones de nuestro país: estamos lastrando la economía europea. Los bancos y las cajas de ahorro españolas han trabajado con un dinero que no pertenecía a sus depósitos sino que han sido capitales procedentes de inversores franceses y especialmente alemanes los que han alimentado la burbuja inmobiliaria con fondos canalizados a través de bancos y cajas españolas. Hasta ahora solamente han salido a la superficie el 50% de las pérdidas de los bancos que han sido cubiertos por dinero público, pero el otro 50% que irá saliendo a la superficie en los próximos dos años, ya no podrá ser cubierto por Estados absolutamente endeudados y dependientes de los pagos de intereses, especialmente como en el caso de España en donde la deuda aumenta de hora en hora y la calificación de su solvencia financiera va bajando de semana en semana. Cuando se genera una deuda incobrable –como en el caso de la deuda inmobiliaria española- uno sufre por que no puede pagar y otro sufre más aún porque no puede cobrar. Esto último es lo que está pasando en Europa y, por eso decíamos hace unos meses, que la economía española supone hoy un lastre para la economía europea.
Mientras Zapatero “rezaba” en EEUU, en Europa se reunían Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy, las dos “locomotoras” europeas, demostrando lo poco que sirve la “presidencia española”. El resultado de esta reunión no se ha hecho público todavía, pero lo que se ha filtrado es extremadamente preocupante: posibilidad de que Francia y Alemania generen una “zona europea” de primera división con condiciones diferentes al resto de Europa e incluso con una tercera zona, en la que estaría España y que reuniría a las economías más problemáticas: especialmente la de Grecia, Portugal, Irlanda y, naturalmente, España. Se ha llegado a hablar de que el eje franco-alemán podría llegar incluso a abandonar la zona Euro.
No creemos que se llegue hasta ese punto, pero sí que entre marzo y abril, los servicios económicos de la UE “intervengan” la economía española e impongan reformar consideradas como necesarias en Europa: resolver el asunto de las pensiones, descender el salario a los funcionarios, revisar las cuentas de bancos y cajas de ahorro, aumentar impuestos y garantizar que España pagará las sumas crecientes de intereses que se van acumulando en la deuda externa. Desde el punto de vista de la ortodoxia económica, las salidas son pocas e inevitables: contención del gasto público, austeridad presupuestaria, reforma del mercado laboral (con despido libre sin indemnización), subidas generalizadas de impuestos y reformas en el sistema de las pensiones y de la seguridad social.
Ya que niel PP, ni el PSOE se atreven a dar esos pasos –por que su intención de voto caería inmediatamente en picado- será la UE quien asuma la responsabilidad de resolver el embrollo. A nadie se le escapa que el trauma que va a causar esta intervención va a convulsionar a la sociedad española de arriba a bajo. Las medidas se reducirán a “más presión, menos perspectivas”, en efecto, porque al aumento del sacrificio de la sociedad española, no existe la contrapartida de cómo generar empleo, ni siquiera a partir de qué sectores se podría generar.
Lo que implica que, aun dando respuestas a como generar una nueva estructura económica que no dependa del turismo y de la construcción en el día de hoy, todavía faltarían cinco años para que el nuevo modelo económico se pusiera en marcha y repercutiera favorablemente en el mercado laboral. Dentro de cinco años, inevitablemente, la crisis social ya habrá pasado a ser crisis política y la situación del panorama político se habrá convertido en extremadamente inestable y turbulenta.
EL CANTO DEL CISNE DEL ZAPATERISMO
Al conocerse los resultados de las elecciones de marzo de 2008 realizamos en la misma noche un análisis de urgencia para infoKrisis en el que afirmábamos: Zapatero ha ganado, a él lo tocará gestionar la crisis económica (cuya existencia seguía negando) y esa crisis terminará con él. En febrero de 2010 podemos decir que este análisis era exacto y que al peor presidente de la historia reciente de España le ha correspondido lidiar con el toro más peligroso que, naturalmente, lo ha corneado.
El individuo que se subió al atril en la Jornada de Oración era un cadáver político maloliente e irrecuperable, discutido incluso dentro de su propio partido… y que, dramáticamente para el PSOE, ya no tiene reemplazo. Rubalcaba es demasiado atacable para sucederle, Leyre Pajín y Pepinho Blanco, literalmente, demasiado tontos. Solana es, sin duda, en quien confluyen muchas muradas, si bien el fantasma de los cadáveres serbios bombardeados por la OTAN mientras él era secretario general de la alianza, le garantizan el peor de los fracasos. Por que, a fin de cuentas, Solana no puede ser calificado más que de “asesino telefonista” (asesino por ordenar los bombardeos injustificables de Serbia durante más de un mes y telefonista porque se limitó a transmitir a la OTAN las órdenes que recibía por teléfono de Bill Clinton, mientras la Levinsky le hacía una limpieza de bajos).
ZP es agua pasada. Su “baraka” se ha esfumado. De hecho, nunca debió estar en La Moncloa y si lleva seis años es gracias a unas bombas misteriosas que todavía nadie sabe quien colocó y gracias a la mentira de que no existía crisis económica.
Nadie duda que cuando se convoquen elecciones anticipadas, Rajoy pasará a ser el inquilino de la Moncloa y todo el misterio será saber si el PSOE cae o simplemente se desploma y si a última hora, Rosa Díez y su UDyP consiguen arrasar en Madrid y en algunas provincias. Quedará también por saber si el PSOE andaluz pasa a la oposición. Pero todo esto son elementos segundarios porque el elemento principal a tener en cuenta es cuándo se convocarán elecciones.
LA URGENCIA DE ELECCIONES ANTICIPADAS
Los seis años de zapaterismo han sido una crisis permanente y a lo largo de todo ese tiempo ha dado la sensación de que no había nadie en el timón como no fuera para imprimir siempre el giro más inesperado orientado siempre hacia el choque con los arrecifes: en el tema de la inmigración con la regularización masiva de 2005 y con la reforma de la Ley de Extranjería de 2009, en el tema de ETA con el “proceso de paz”, en el tema estatutario con las reformas de los estatutos de segunda generación, en el tema internacional con el envío de más tropas a Afganistán, en el tema económico con las medidas más deslavazadas para salir de la crisis que han terminado agotando los recursos del Estado sin generar empleo de calidad y duración, en las ensoñaciones de “economía sostenible” que desde mayo no se concretan en nada…
Todo esto ha llegado a su fin: Zapatero es un político amortizado y en las próximas semanas la gravedad de la crisis va a alcanzar tal relieve –cuando se produzca la intervención de la economía española- que solamente hay una salida: moción de confianza en el parlamento por parte de ZP, moción de censura por parte del PP, gobierno de concentración o bien celebración de elecciones anticipadas. Veamos cada opción.
Parece difícil que ZP se atreva a presentar una moción de confianza. Para ello debería de exponer una política económica realista y responder a esta pregunta: ¿cómo salir de la crisis? No tiene respuesta, luego no puede presentar una moción que tan sólo serviría para que ante todo el país su política quedara ridiculizada y todos los grupos de la oposición pasaran revista a sus errores durante seis años.
En cuanto al PP ha optado por la vía más fácil: dejar que el zapaterismo se hunda para vencer en las próximas elecciones, no tanto por méritos propios como por los errores del propio Zapatero. Por lo demás, a nadie le gusta presentar una moción de censura… para perderla. A Rajoy le basta solamente para ser presidente dejar pasar el tiempo, nada más.
Algunas voces de dentro del PSOE han empezado a proponer a mediados de esta semana la creación de un gobierno de “concentración nacional” (Zapatero lleva meses “trabajando” a Durán i Lleida de UDC, instándole a que se sume al gobierno para “pacificar” a las fuerzas políticas catalanas tras la publicación de la sentencia del Estatut). Hipótesis gratuita porque el PP solo tiene que esperar y no se va a arriesgar a ser presentado como cómplice del destrozo económico generado, ni va a compartir momentáneamente un poder del que puede disponer en exclusiva. Esta opción es el clavo ardiendo al que se agarran algunos segundones socialistas que en otro tiempo se arrimaron al poder. Opción de desesperados donde las haya.
La última solución es la única viable: convocatoria de elecciones anticipadas, pero hay un problema. España en estos momentos ocupa la presidencia europea y en estas condiciones es imposible articular una campaña electoral. Así que habría que esperar hasta que acabara el “semestre español”, lo que ocurriría en junio. Pero hay otro problema: las elecciones catalanas. Como se sabe la legislación española establece que ningún proceso electoral puede estar distanciado menos de 90 días.
En principio, las elecciones autonómicas catalanas se celebrarán como máximo en noviembre. La cuestión es si el gobierno montilla llegará hasta noviembre o preferirá convocar elecciones anticipadas. Excusa no faltará: en el momento en el que se publique la sentencia sobre el Estatut por parte del Tribunal Constitucional (marzo-abril), en Catalunya puede producirse un verdadero estallido inducido por la carrera demagógica emprendida por todos los partidos (con declaraciones altisonantes y llamamientos a la revuelta cívica si se toca “una coma” del Estatut… de un Estatut que se estableció sin que existiera demanda popular y que fue aprobado por una minoría de apenas el 30% del cuerpo electoral.).
Montilla es el más interesado en convocar elecciones anticipadas. Ahora todavía está a tiempo de frenar el avance de Laporta cuya candidatura demagógico-populista-independentista corre el riesgo de convertirse en cuarta fuerza del parlamento catalán, rascando votos de ERC, de CiU y, especialmente, votos jóvenes. También puede evitar que Rosa Díez robe al PSC miles de votos de castellano-hablantes. E incluso que la PxC convierta las elecciones en un referéndum contra el empadronamiento de ilegales en tiempo de crisis. Nadie duda de que en el momento en que se publique la sentencia del Estatut, el tripartito saltará por los aires y cada partido jugará a ser más crítico y radical…
Si son ciertas las informaciones publicadas en las últimas semanas en los medios, la sentencia caerá en marzo. Así pues, podría haber elecciones en Catalunya en mayo-junio, o como máximo, en noviembre. Dado que las nacionales no podrían tener lugar hasta cuando acabara el semestre español al frente de la UE (junio) las elecciones generales no podrían celebrarse, bien hasta octubre (en caso de que las catalanas fueran antes del verano) o bien hasta febrero del 2011 (en caso de que las catalanas fueran en noviembre). El optimismo antropológico de Zapatero le puede inducir a esta segunda opción, esperando que en un año pueda disponer de mejores cifras macroeconómicas que ofrecer (algo en lo que prácticamente nadie cree…). Pero también aquí hay un problema… Esto daría la posibilidad de que las elecciones municipales se celebraran imperativamente en mayo de 2010 sin que existiera superposición de plazos.
De lo que apenas cabe duda es que las elecciones anticipadas son inevitables en las actuales circunstancias, tanto en Catalunya como en todo el Estado. Y ese es el escenario en el que vamos a tener que trabajar, nos guste o no…
(c) Ernesto Milá - infokrisis - infokrisis@yahoo.es - http://infokrisis.blogia.com - Prohibida la reproducción de este texto sin citar origen.