jueves, 14 de octubre de 2010

Un texto escrito hace 12 años: Comentarios a La Tentación Neoascista de Xavier Casals (I de II)

Infokrisis.- Por pura casualidad, hoy alguien que tiene que presentar una comunicación en unas próximas jornadas sobre la transición a celebrar en la Universidad de La Rioja, me ha pedido algunas especificaciones sobre un texto que yacía olvidado en Disidencias online|press, mi primera web hará algo así como 12 o 14 años, casi en la prehistoria de Internet. He recuperado el texto, he corregido algunas faltas de ortografía y de expresión, sin cambiarlo apenas, introduciendo algunos comentarios entre corchetes. Lo añado en el tema "ultramemorias" porque es es, en el fondo, este artículo



COMENTARIOS A "LA TENTACION NEOFASCISTA EN ESPAÑA" de Javier Casals

Sumario

1. SOBRE LA INFLUENCIA DE DEGRELLE EN EL NEOFASCISMO ESPAÑOL
2. SOBRE LA INFLUENCIA DE CODREANU EN EL NEOFASCISMO ESPAÑOL
3. LA MATRIZ IDEOLOGICA DEL PIÑARISMO
4. SOBRE LA MODERNIZACION DE LA EXTREMA-DERECHA ESPAÑOLA
5. LA "AUTENTICA": EL AUTENTICO FRACASO
6. CEDADE: NAZISMO EN DISNEYWORLD
7. LOS NACIONAL-BOLCHEVIQUES: MADURAD, MUCHACHOS, MADURAD
8. VIOLENCIA DE EXTREMA-DERECHA
9. LA VIOLENCIA DE FUERZA NUEVA Y SU RESPONSABLE
10. EL 23-F Y LA TRAMA CIVIL. ANTONIO IZQUIERDO
11. EL PAPEL DE LA CIA, JAMAS CONTADO...
12. SOBRE LAS CONCEPCIONES GOLPISTAS DE LA EXTREMA- DERECHA
13. SOBRE EL 23-F Y LA INTELIGENCIA QUE ESTUVO DETRAS
14. CONTEXTO DEL 23-F
15. OBJETIVO DEL 23-F
16. CENTRO POLITICO GOLPISTA
17. ESTRATEGIA GOLPISTA Y ANTIGOLPISTA
18. MAPA GOLPISTA
19. TACTICAS GOLPISTAS Y ANTIGOLPISTAS
20. EL MITO CHILENO
21. ...Y OTRA HISTORIA MÁS: LA NUEVA DERECHA
22. LA NUEVA DERECHA POLITICA: DE JJ.EE. A DN
23. BALANCE FINAL



1. SOBRE LA INFLUENCIA DE DEGRELLE EN EL NEOFASCISMO ESPAÑOL

Contrariamente a la tesis del Sr. Xavier Casals, en nuestra opinión, ni el Rex de Degrelle, ni la Guardia de Hierro tuvieron un papel preponderante en la conformación de la extrema derecha española del postfranquismo, sino muy secundario e incluso mínimo en un partido relativamente similar a ellos como fue Fuerza Nueva. Es en este punto donde el Sr. Casals ha complicado algo que en principio era simple y se ha dejado seducir por unos cuantos documentos escritos que apenas tuvieron importancia en el desarrollo de los distintos grupos de extrema-derecha.

Ciertamente muchos eran los militantes neofascistas que visitaban a Degrelle en su residencia española. Y él los recibía a todos. Ciertamente, la hija de Degrelle se casó con Servando Balaguer, durante un tiempo jefe de Fuerza Joven. Ciertamente, Degrelle era católico antes que cualquier otra cosa. Ciertamente, por último, Degrelle fue un soldado heroico pluricondecorado antes que un criminal de guerra. Pero también es cierto que Degrelle nunca participó en la postguerra en operaciones de reconstrucción de lo que podríamos llamar "internacionales negras", ni siquiera sus compañeros de exilio, con los cuales mantuvo relaciones de cordial amistad -Skorzeny, Borghese, etc.- pensaron en incorporarlo a los proyectos políticos que impulsaron hasta que murieron. El motivo es que Degrelle era "poco práctico". Quienes lo conocieron saben que era capaz de hablar hasta altas horas de la madrugada de la defensa de tal o cual cota en el frente ruso, y de divagar: pero jamás fue capaz, ni estuvo en condiciones, ni probablemente quiso en la postguerra, hacer política, asesorar a las generaciones posteriores, ni hacer otra cosa que reconstruir sus memorias y deleitarse en episodios bélicos.

El hecho de que grupos como CEDADE difundieran alguna de sus obras, o que la prensa se preocupara frecuentemente de él, o quizás diera alguna conferencia en el Aula de Fuerza Nueva (no lo podríamos asegurar), o que distintos boletines neofascistas le dedicaran artículos, no implica que su influencia fuera mucho más allá. He conocido simpatizantes de extrema-derecha de toda Europa que alardeaban de haber conocido a Degrelle; yo mismo lo conocí casualmente en una fecha tardía y por casualidad hacia 1985. En general, quienes iban a ver a Degrelle eran jóvenes admiradores del fascismo y del nazismo; nostálgicos más que militantes políticos, más apasionados por las condecoraciones y la literatura bélica sobre la segunda guerra mundial que por la acción política.

Aparte de esto hay que tener en cuenta otro elemento que va en contra de la tesis del Sr. Casals. Blas Piñar era (y es, naturalmente) católico y, dato importante, anti-nazi. Se ha recordado su papel en la fundación de la Amistad Judeo-Cristiana y su catolicismo propio del "converso". Como para muchos católicos conservadores, para Blas, el nazismo era una forma de neopaganismo, y no existía nada fundamental que diferenciara la revolución comunista de la revolución nacional-socialista. El catolicismo de Degrelle era sensiblemente diferente: Degrelle estaba más cerca del nacionalsocialismo en lo político y en lo personal las simpatías de Degrelle hacia el Führer lo hacían sospechoso a ojos del catolicismo de Piñar. Y este elemento es capital para limitar extraordinariamente la influencia de Degrelle en la extrema derecha española: simplemente no existió.

2. SOBRE LA INFLUENCIA DE CODREANU EN EL NEOFASCISMO ESPAÑOL

Con Codreanu las cosas se plantean de otra forma. En 1976 asistí al Primer Congreso de Fuerza Nueva como ponente de organización. La cosa tuvo gracia. Normalmente un congreso - incluso de un partido de extrema-derecha- se convoca cuando ya se han difundido unos textos de base que son discutidos previamente. A los congresos asisten delegados de pleno derecho y delegados elegidos por las bases, se procura -como en cualquier otro partido- que todos los elementos representativos estén presentes en el Congreso que es, en el fondo, quien marca la dirección estratégica del partido. Pues bien, un buen día recibo una carta de Blas que me encarga preparar la ponencia de organización. Como es natural, yo tenía ideas propias que antes hubiera sido necesario contrastar con la dirección del partido, porque en realidad no coincidían con aquellas por las que se regía el partido. Nadie pensó en eso. Simplemente, aterricé en Madrid, fui a la sede del partido, entré en la sala justo en el momento que me tocaba hablar y, así, parachutado, me encontré delante de unas cincuenta personas que constituían el "congreso" del partido. En realidad aquello no pasaba de ser una reunión de delegados provinciales de Fuerza Nueva, elegidos todos ellos, a dedo por Blas. Inicié mi alocución y, en cierto momento, abordé la organización de la Guardia de Hierro rumana, como modelo organizativo. Poco después de abordar este tema, reparé en un caballero, menudo, de unos setenta años, situado en la segunda fila: era Horia Sima. La presencia de Sima y mi intervención contribuirían a afianzar la idea de que el exotismo de la Guardia de Hierro, pesó en Fuerza Nueva. Contrariamente a la tesis del Sr. Casals, no es así. Se trata sólo de un espejismo basado en pruebas circunstanciales.

También, como en el caso de Degrelle, buscando, existe mucha información documental, revistas, artículos, unos pocos libros, sobre la Guardia de Hierro, que demostrarían el interés del neofascismo español por este movimiento. Espejismo.

Vamos a ver: las revistas de los grupos neofascistas de todo el mundo se escriben en base a revistas anteriores ya desaparecidas. Es frecuente encontrar en cualquier revista cultural neofascista de los años 60, 70 y 80, de España y Francia, de Australia o Argentina, artículos sobre Drieu la Rochelle, Celine, Brasillach, Codreanu y las Flechas Cruzadas húngaras. Se trata de temas recurrentes. Y la presencia del artículo no implica nada más.

Puedo conceder que Sima y el ejemplo de Codreanu confirmaran a Blas en su forma de ver las cosas: Blas encontraba en el legionarismo rumano y en su catolicismo militante una confirmación de su ultramontanismo y de la justeza de llevarlo al plano político. Nada más. Blas jamás tuvo en cuenta ningún otro extremo de la -por otra parte, muy rica- doctrina legionaria: ni el antisemitismo, ni sus tesis racistas -perfectamente explicadas por el propio Codreanu a Julius Evola- ni la organización en "cuibs" (nidos); para Blas, la Guardia de Hierro y la muerte de Ion Motta y Basile Marin en Majadahonda, constituían un recurso oratorio más, un alarde retórico, sincero y emocionado, pero sin prolongaciones.

En los primeros años 70, gracias a Claudio Mutti, entre otros, la Guardia de Hierro rumana y los Flechas Cruzadas húngaros, tuvieron mucha repercusión en los estratos jóvenes de la militancia neofascista. Y no se quedó solo en teoría: la organización de los Campos Hobbit en Italia respondía al descubrimiento de la riqueza de la Guardia de Hierro: incluso las células del Fronte della Giuventú empezaron a llamarse "cuibs" al modo rumano. En 1979, existía la intención de crear una "Legión" de carácter operativo y solo para la acción directa, entre militantes neofascistas de media docena de países europeos. De hecho, en las crónicas judiciales de los Nuclei Armati Rivoluzionari, ya aparecen alusiones a "la Legione", sin que los investigadores insistieran mucho en esa dirección y sin que pudieran entrever la dimensión europea del proyecto. No fue por casualidad que se eligió ese nombre: era en recuerdo de Codreanu y de sus hombres. En aquella época estábamos experimentando el mismo estilo de vida: núcleos cerrados, haciendo vida comunitaria, compartiendo bienes, dispuestos a luchar cómo fuera y en el marco geográfico que fuera. Nada de esto se dio en el entorno de Blas Piñar. Ni siquiera Horia Sima dio cursillos entre la militancia joven, apenas participó en la vida del partido, nunca ejerció funciones de dirigentes. Todo su papel, y el de otros rumanos exiliados no pasó de una relación de amistad con la persona de Blas Piñar, más que con el partido en sí. Y nunca se trató de un intercambio ideológico o doctrinario en profundidad, pues, como ya he comentado, los temas esenciales del movimiento rumano permanecieron siempre ausentes del ideario fuerzanuevista.

Ciertamente Fuerza Nueva Editorial le publicó varios libros que evidenciaron solo que Horia Sima -persona por la que sentí en su momento y aun siento, una gran admiración y simpatía- se había quedado anticuado. Su libro "¿Qué es el comunismo?" es cualquier cosa menos la respuesta a la pregunta que plantea: el comunismo es una conspiración, concluye. Nosotros recibimos del SEDEC un buen paquete de libros que intentamos utilizar en algunos cursillos: en aquella época -principios de los años setenta- el comunismo que describía Sima era complemente diferente al comunismo real que encontrábamos en la Universidad y en los foros intelectuales. El libro de Sima nos fue completamente inútil para alimentar nuestro arsenal teórico anticomunista. Resulta significativo que Fuerza Nueva Editorial no publicara otras obras procedentes del ambiente rumano mucho más útiles: El libro del jefe del Cuib, ni que reeditara las canciones de la guardia de hierra en formato disco o casette, o que simplemente procurara popularizar mediante posters, folletos y proliferación de artículos, la trayectoria de Codreanu y de la Guardia de Hierro. Por lo que recuerdo el Director de Ediciones Acervo que por entonces (1971) había editado la biografía de Codreanu escrita por Sburlati, se quejaba de que Fuerza Nueva había hecho oídos sordos a su oferta de que adquiriera una cantidad de ejemplares. Cuando las obras de Codreanu estaban publicadas en Francia, Italia y Alemania, Fuerza Nueva no se había tomado la molestia de traducir ni un solo libro o biografía de Codreanu. !Menuda prueba sobre el interés de Blas por el fenómeno rumano! Cuando en París, Munich y Lombardía se publicaban noticias sobre la resistencia anticomunista en Rumania, cuando se apoyaban redes de apoyo que falsificaban pasaportes, recibían exiliados, se buscaban fondos, se editaban boletines mensuales de noticias, etc. en las páginas de Fuerza Nueva apenas aparecía otra noticia sobre Rumania que el acto anual de Majadahonda. Inútilmente buscaríamos otras noticias ni otras muestras, más prácticas, más actuales, más "políticas", de la identificación entre Fuerza Nueva y la Guardia de Hierro.

De otro lado, incluso los propios neofascistas ignoraron en los años 60 y 70 cómo había nacido y a qué influencias obedecía la creación de la Guardia de Hierro, quién era su inspirador "místico", del que Codreanu sería su portavoz. Hemos tenido que esperar a leer el Dossier Reyor, precisamente en Internet, para conocer las rápidas alusiones que su autor hace a la figura de Michel Valsân, diplomático rumano miembro de la Guardia de Hierro, posteriormente llegado al Islam sufí y dirigente de una tariqah, todavía en actividad. Fue en el curso de los años 30, cuando Valsân llegó a París, ingresó en los círculos guenonianos, y relató a Reyor la historia "del Viejo", especie de profeta que habría inspirado la creación del partido de Codreanu. Esta veta está todavía por explotar y pertenece a la nueva generación rumana trabajar en esa dirección. No hay que olvidar que tras la caída del Muro de Berlín, en los primeros momentos del hundimiento del régimen de Ceaucescu, aparecieron guenonianos en lugares capitales. Jerzsy Voyjkan (excúsenos la ortografía), fue uno de ellos y estuvo presente en el juicio contra Ceaucescu y en su posterior ejecución que consideró como un "sacrificio expiatorio". En fin, esta es otra historia, apasionante, pero que no afecta al contenido del libro que comentamos.

Hay un error capital en esta parte del libro, por cierto. Alude a la Tacuara. Conocimos personalmente a varios Tacuaras, así que podemos hablar con conocimiento de causa. La Tacuara (planta local, que se utilizó para confeccionar lanzar en los conflictos civiles argentinos del siglo pasado) fue una organización nacionalista argentina -no peronista- que surgió en los años sesenta, junto con la Acción Restauradora Nacionalista. Sufrió distintas visicitudes y derivó hacia la acción directa, sufriendo, consiguientemente, redadas, persecuciones y no pocas bajas. Tacuara nunca jamás, y somos tajantes en esto, tuvo la más mínima relación con el legionarismo rumano. Por lo demás, no toda la Tacuara era católica. Impulsado por los acontecimientos siguió una deriva similar a la de la Falange Auténtica: un sector fue corriéndose hacia lo que podríamos llamar "izquierda nacional". Una parte de los tacuaras, Joe Baxter, entre ellos, ingresaron en el Secretariado Latinoamericano de la IV Internacional y formaron el núcleo originario del Partido Revolucionario de los Trabajadores. Baxter murió en accidente aéreo cuando acudía a Bruselas -si no recordamos mal- para asistir a una reunión de la Internacional trostkysta. Es curioso constatar como una parte de la Tacuara, derivo hacia posiciones troskystas y tuvo arte y parte en la constitución del Ejército Revolucionario del Pueblo, en el seno del cual los antiguos militantes antisemitas encontraron su "media naranja", en las numerosas mujeres de origen judío incorporados a la guerrilla. Los Tacuara nacionalistas participaron, igualmente, en los primeros pasos del Movimiento "Tupamaro" uruguayo, hasta que Raúl Sendic logró hacerse con el control del mismo y derivarlo hacia posiciones marxistas y castristas.

Niego rotundamente, contrariamente a lo afirma el Sr. Casals, que los "carapintadas" de Aldo Rido, Seineldin y demás, tuvieran la más mínima influencia de la Legión de Codreanu y otro tanto vale para la Triple A que no fue sino una emanación personal de López Rega para deshacerse, no solo de lo más molesto de la guerrilla (no olvidar que en Argentina, además de desaparecidos, hubo una guerra civil de baja cota iniciada por los distintos grupos guerrilleros que desencadenaron una espiral de violencia que luego terminó arrasándolos) sino de sus propios adversarios políticos (incluidos los de su propio partido). La cuestión de qué referentes ideológicas tenían los "carapintadas" es sencilla. En los años, el Ejército Argentino, cuidó por la preparación ideológica de sus cuadros. Doctrinalmente los militantes argentinos han sido siempre en los años 60, 70 y 80, nacionalistas, antiperonistas y, finalmente, han sido formados en las doctrinas católicas militantes de la "Cité Catholique". Ni Codreanu, ni Degrelle tuvieron absolutamente nada que ver en la formación de las opiniones ideológicas de los carapintadas. Solo el nacionalismo y la "Cité Catholique".

3. LA MATRIZ IDEOLOGICA DEL PIÑARISMO

El franquismo no fue otra cosa que una forma de pragmatismo. La España atrasada y rural de los años 30, con unas instituciones republicanas fracasadas, precisó cuarenta años de "dictadura" -es decir, de mando único, dirigismo, control estatal sobre muchos sectores de la producción- para recuperar el retraso. La estructura política se adecuó a las necesidades económicas, hasta que, entraron en contradicción: entonces, para alcanzar nuevos y saludables estados de evolución económica, hizo falta una adecuación política del Estado. Eso coincidió con la muerte de Franco, la transición, la incorporación a Europa, una incorporación que no podía hacerse manteniendo un marco político "orgánico" y rechazando el sistema de partidos.

No es nuestra intención juzgar al franquismo, solo situarlo como una forma de pragmatismo: aun hoy resulta difícil establecer cuáles eran sus ideas políticas, en el caso de que las tuviera. Si lo tenemos que comparar con algo, lo haríamos con la ideología del Mariscal Petain y del gobierno de Vichy. Pero esta es otra historia.

La cuestión es que las fuentes ideológicas de Blas Piñar son dos: la primera una forma de franquismo, el nacionalcatolicismo. No la única, ni siquiera la última, solo una forma más de pragmatismo franquista. La segunda es más importante. Antes aludíamos a que el Sr. Casals había complicado algo que en lo personal siempre hemos considerado simple: Blas era un católico integrista y un franquista... nada más. Ni nada menos.

La cuestión es a qué catolicismo respondía Blas. Tridentino, sin duda. Preconciliar, naturalmente. Pero aquí cometeríamos otro error si simplificáramos las cosas. El sector ultramontano de la Iglesia, tras el Concilio Vaticano II, lejos de ser uniforme, era un conjunto de tendencias, frecuentemente en polémica unas con otras. Y, por lo demás, consideramos que la tendencia católica a la que se refiere Piñar es anterior al concilio. Esta es la cuestión. Es en el seno del "aparicionismo" mariano del siglo pasado en donde se gestan las ideas básicas del integrismo europeo. Todo empieza en las apariciones de La Salette. Por primera vez la manifestación de la Virgen alude al clero: lo ataca, explica a dos niños que la crisis de la Iglesia es la crisis de sus pastores, que la Iglesia está en peligro porque la jerarquía y el clero se han corrompido. La Virgen de La Salette hace un llamamiento a los "Apóstoles de los Últimos Días" para que formen un conjunto de combatientes por Cristo... aun que sea al margen de Roma donde en el futuro calará también la corrupción. No es extraño que la Iglesia aceptara difícilmente las apariciones de La Salette y que se reconfortara con las de Lourdes, mucho más tranquilizadoras...

A esto hay que unir otras concepciones que aparecieron, más o menos en la misma época: la idea de que los regímenes republicanos -novedad en el siglo pasado- habían cometido iniquidades y degradado la moral pública, hizo que la iglesia promoviera la creación de "templos expiatorios" que contribuyeran a aplacar la ira de Dios por los pecados de su pueblo y expiaran las culpas de la humanidad de la época. En Cataluña algún historiador ha seguido las huellas del integrismo regional en el siglo pasado que culmina precisamente en dos templos expiatorios: el del Tibidabo y el de la Sagrada Familia. El templo del Sacré Coeur de Montmartre obedece al mismo designio ideológico.

Pues bien, esta idea de "los Apóstoles de los Últimos Tiempos" se convirtió en una constante en el catolicismo conservador europeo del siglo XX, progresivamente recluido en un ghetto, a medida que la Iglesia se "aggiornaba". Y llegamos a mediados de los años sesenta: el catolicismo integrista estaba desorientado por los resultados del Concilio; justo en ese momento empiezan a ser conocidas las apariciones marianas de Garabandal, en territorio español, pero que alcanzarían fama entre el catolicismo integrista mundial. La última aparición de la Virgen en Garabandal -tampoco aquí han sido reconocidas por la Iglesia- se produjo en 1965, a partir de entonces la polémica se fue enconando.

Existía en aquel momento cuatro publicaciones integristas en España que se vendían en la calle: Cruzado Español, ¿Qué Pasa?, Iglesia Mundo y Fuerza Nueva. Las dos primeras aceptaron las apariciones de Garabandal de una manera extremadamente militante. No hay que olvidar tampoco que el nombre de "Guerrilleros de Cristo Rey" surge, no en el ambiente fuerzanuevista por asimilación con el Rex belga o con los legionarios rumanos, sino en el ambiente de ¿Qué pasa? que nada tenía que ver con el neofascismo europeo. Repásense los números atrasados de aquella revista, dirigida por el otrora diputado radical-socialista, Pérez Madrigal, y se tendrá una nueva visión de todo esto. Creemos que esta es la principal carencia del texto del Sr. Casals: que ha ignorado la explicación más simple que, a la postre, siempre suele ser la verdadera. Fuerza Nueva fue como fue, por que era un partido hecho a imagen y semejanza de su líder y éste era solo una católico ultramontano criado al abrigo de Acción Católica y de la Asociación Católica de Popagandistas, no de la Falange y para el que el Rex o la Guardia de Hierra eran apenas un par de fotos en el despacho y la posibilidad de tener asegurado un discurso al año en Majadahonda.

Hay otro dato fundamental para valorar lo que hemos dicho hasta ahora. Entre 1976 y 1981, un rumor corría por las altas esferas del partido piñarista en Madrid: Blas Piñar era llamado "el Caudillo del Tajo"... el dato no está carente de interés y tiene su explicación. Un personaje sevillano lo suficientemente conocido luego, en uno de sus éxtasis místicos, "recibió" un mensaje de Cristo en persona: "!Ay España! Pobre de ti el día que Franco termine de gobernar en España !Ay España! Cuánta desolación vendrá sobre España... Los españoles dirán: !Señor Trae a otro Franco a España, porque así nos hundimos! Y entonces yo os traeré al gran caudillo del Tajo, el segundo Franco. Ya veis cómo os amo"... El personaje sevillano no es otro que Clemente Domínguez, vidente -o seudovidente- del Palmar de Troya y hoy autocoronado Papa... [fallecido ya cuando realizamos la corrección de este artículo]

Lo que ocurría era que desde 1968 Clemente Domínguez aseguraba tener estas visiones. En aquel tiempo los sectores católicos integristas ignoraban la evolución posterior de Clemente, lo tenían por un vidente, acaso inspirado por Dios, cuyos Carmelitas de la Santa Faz, aun no habían entrado en disidencia con la Iglesia. Existía entonces una ósmosis entre el catolicismo integrista de Fuerza Nueva y el catolicismo integrista de los primeros adeptos del Palmar de Troya. Estos, a su vez, atrajeron temporalmente el interés, no solo de quienes rechazaron el Concilio, sino también de aquellos otros que habían asumido las profecías sobre los "Apóstoles de los Últimos Tiempos".

Con el tiempo, las posiciones se fueron matizando: Lefevre emergió como la respuesta más elaborada al Vaticano II, luego los "sedevacantistas" se hicieron con otro espacio más crítico, finalmente, surgió toda una serie de antipapas de los que Clemente Domínguez es, sin duda, el que tiene menos fundamento. De otra parte, la actitud de la Iglesia en relación a Lefevre hizo que muchos fuerzanuevistas de la cúpula se retiraran del partido cuando Blas autorizó a que Monseñor Lefevre diera una misa tridentina en el local de Fuerza Nueva. Este sector, estaba contra las innovaciones doctrinales del Vaticano, pero aceptaron someterse al Papa y, aun compartiendo las posiciones doctrinales de Lefevre, prefirieron no seguirle en su tarea pastoral.

Por caminos que, en su momento no nos interesó elucidar y que actualmente, a decir verdad, nos siguen trayendo sin cuidado, la profecía del "caudillo del Tajo" se extendió como una mancha de aceite entre la militancia de Fuerza Nueva, especialmente en el partido, más que entre la juventud, y más en Madrid y Andalucía que en cualquier otro lugar. Pero esa profecía contribuía a otorgar a Blas Piñar una misión cósmica y divina. Blas no podía ignorar la existencia de esa profecía: nunca se refirió en público a ella, ni nosotros tuvimos la ocasión de preguntarle directamente qué opinaba al respecto. Fuimos expulsados del partido por haber contraído matrimonio civil en agosto de 1977. Este gesto que nos afectó en su momento, lo hemos mencionado solo porque es significativo del talante de Blas: catolicismo ante todo, catolicismo sobre todo, catolicismo por encima de todo, nada más que catolicismo; y nosotros, que hemos tenido ocasión de trabajar políticamente con antiguos cuadros de la Guardia de Hierro, con antiguos miembros de unidades comandadas por Degrelle, jamás encontramos el más mínimo problema. Con Blas, en cambio, sí, ¿por qué? por que las fuentes ideológicas de Blas no eran ni Degrelle, ni Codreanu, sólo una interpretación fragmentaria de Franco a la luz del catolicismo preconciliar.

No pretendemos haberlo demostrado en las líneas que preceden, pero sí haber marcado líneas por donde debería discurrir la investigación histórica (puesto que de historia se trata). Por lo demás, lo que hemos pretendido hacer, no es criticar la obra del Sr. Casals que apreciamos en su totalidad, sino construir una hipótesis contraria capaz de medirse con ella. Y en este sentido, creemos que el Sr. Casals en su afán investigador ha agotado todo el material en defensa de su hipótesis, mientras que nosotros apenas hemos apelado a otra cosa que a nuestros recuerdos. Pero es que nosotros no somos historiadores... en realidad, lamentamos haber sido protagonistas de algunos eventos.

4. SOBRE LA MODERNIZACION DE LA EXTREMA-DERECHA ESPAÑOLA

En algún lugar de su libro el Sr. Casals destaca una frase que escribimos en algún opúsculo: "Las fuerzas nacionales precisan renovación". Esas líneas debieron escribirse en 1981 ó 1982. Si hoy continuáramos la militancia política no la habríamos escrito así sino de esta otra forma, en estilo "marxiano": "Tras treinta años de dura lucha la extrema-derecha ha llegado desde la nada a la más absoluta miseria; la renovación es imposible".

En efecto, si atendemos en lo que se han convertido los distintos sectores de extrema-derecha que han intentado la renovación, hubiera sido mejor que todo se hubiera quedado como antes. No es la extrema-derecha el único sector cuyas renovaciones han constituido una auténtica metida de pata: el trotskysmo ha seguido idéntica deriva. Recordamos un ex-trotskysta que después de veinte años de "renovación", hablando con un miembro de CEDADE le dijo: "No toquéis nada del nazismo histórico, fijaos en nosotros cuando se nos ocurrió cuestionar que la URSS fuera un Estado Socialista, el caos que creamos fue tal que desaparecimos". Aparte de lo surrealista que supone el que un ex-trotzkysta diera consejos sinceros a un militante de CEDADE, certificamos que la frase es auténtica.

5. LA "AUTENTICA": EL AUTENTICO FRACASO

Y ya que estamos con lo auténtico. El gran error político de la transición y de la extrema-derecha fue Falange Española de las JONS (Auténtica). Sabemos que esto no hará gracia a sus exmilitantes que, con el tiempo, han ido idealizando sus recuerdos de juventud y convirtiéndolos en el único referente político de sus vidas. De hecho, cuando Gustavo Morales y unos pocos más ex-miembros de la Auténtica, se hacen con el poder en FE-JONS en 1996, lo hacen provistos de cierto espíritu revanchista: "por fin hemos triunfado, por fin el espíritu de la Auténtica imbuye a toda la Falange". Incluso incluyen algunos de sus tópicos en la nueva formación: la imagen del Ché Guevara con yugo y flechas en la boina, no es sólo una incoherencia, es una muestra de incultura política. No es raro que dos años después de aquella aventura, Morales se retirara, constatando el empantanamiento del partido y la imposibilidad de construir una estrategia. Hay vías que pueden fracasar, pero cuyo fracaso se advierte solo cuando el camino ya se ha emprendido. Otras vías están llamadas a fracasar de partido. La "Auténtica" pertenecía a este segundo tipo.

En este punto coincido con lo escrito por el Sr. Casals en su libro y agradecemos que uno de sus libros de referencia a la hora de construir algunas partes de este capítulo haya sigo nuestro Falange, Años Oscuros, escrito en 1983. Lamentablemente, el Sr. Casals desconocía un artículo nuestro que apareció en 1978 en la revista Fuerza Nueva y que se titulaba "Tres tesis sobre la Falange Auténtica". En el libro en cuestión nos limitábamos a abordar las vicisitudes de los distintos grupos políticos, en el artículo, abordábamos las causas primeras que determinaban que esa historia hubiera sido así y no de otra manera.

Decíamos en ese artículo:

Primera Tesis.- José Antonio, Ramiro y Onésimo se vieron obligados a crear Falange en un momento extremadamente difícil: combates callejeros, organización del partido, situación extremadamente dramática a nivel de calle, etc. En esas condiciones no lograron construir un sistema ideológico completo, sino extremadamente incompleto y en evolución.
Segunda Tesis.- Es imposible intuir hacia donde hubiera evolucionado el pensamiento y la organización falangista de no haberse producido la guerra civil. Con posterioridad a la guerra, no existieron intentos serios de "cerrar" el pensamiento falangista. Los intentos que hubo de completar el pensamiento joseantoniano fueron parciales, nunca sistemáticos y nunca realizados por gentes con capacidad de síntesis.
Tercera Tesis.- Desde sus orígenes Falange -incluso con José Antonio- ha ido confundiendo ideología y estrategia. Ha situado como cuestiones ideológicas de primer orden, aquellas que no eran más que estratégicas e incluso, en ocasiones, tácticas. La Auténtica en esto fue maestra: la posición en relación al franquismo o a la monarquía no dejan de ser posiciones estratégicas que no deberían de afectar al núcleo ideológico. No fue así: la gesticulación táctica de la Auténtica afectó a la propia ideología. Bruscamente vimos una falange republicana, guevarista, partidaria de la ruptura democrática, sindicalista en la voluntad y anárquica en el comportamiento.

En algún lugar del artículo incluíamos lo que luego comentamos al Sr. Casals y él recogió en su libro: la Auténtica no era más que el producto de un complejo de inferioridad de algunos jóvenes falangista en relación a la izquierda. No aportó nada más a los jóvenes que ingresaron en sus filas que las emociones fuertes de toda iniciación tribal; la mayoría luego la olvidaron y jamás volvieron a interesarse por la falange. Sólo para algunos fue algo realmente importante en sus vidas y siempre la recordarán como ligada a los mejores años de su vida.

Pero ¿qué es la Falange? ¿qué podía ser? Como siempre vimos la luz gracias a una frase inspirada. Volvíamos del Primer Congreso Nacional Sindicalista (1976), realmente compungidos: se había votado en la ponencia ideológica si el hombre era portador o no de valores eternos. Resultó que sí pero por apretado margen mínimo de votos. En la ponencia internacional, se negaba lo que la geografía y la historia afirmaban -Europa- en beneficio de la Hispanidad -de la que nos separan 14.000 km, apenas-. Nuestro camarada de la época J.H.(a) "el boinas", catalán muy sensato y cabal respondió a nuestra pregunta de por qué se procuraba en cualquiera de las falanges que los nuevos programas aprobados tuvieran "26 puntos" nos desveló el secreto de la Falange: "Falange son los 26 puntos fundacionales, Falange es la camisa azul, una serie de flechas, el Cara al Sol, el yugo y las flechas y poco más. Si se altera alguno de estos elementos la falange se queda en nada". La frase tiene mucho más valor en la medida en que "el boinas" llevaba muchos más años de militancia que nosotros. Fue tras ese malhadado Congreso cuando decidimos ingresar en Fuerza Nueva. Estaba claro que la mayoría de los que ingresábamos en FN en aquellas fechas estábamos en contra de la línea del partido, pero había esperanzas de modificarla y, por lo demás, era un reto. En Falange estaba claro que no había nada que hacer en 1976. Cuando escribimos "La Ofensiva Neofascista" en 1977 preveíamos que la Auténtica se partiría en dos (como así ocurrió dos años después) y que los raimundistas entrarían en la órbita de FN o desaparecerían. En 1979, FE-JONS de Fernández Cuesta vivió su momento álgido... junto a Blas Piñas y, desde el momento en que quisieron volar completamente solos, iniciaron su ocaso que aun dura (y nos cuesta escribir estas palabras cuando tenemos a muchos amigos en la dirección de Falange, pero "nobleza obliga").

6. CEDADE: NACIONAL-SOCIALISMO EN DISNEYWORLD

Peor fueron los intentos de renovación que realizaron otros sectores de extrema-derecha. Suponiendo que podamos hablar de renovación y no de obsesiones que unos u otros impusieron a sus más que menguadas huestes. CEDADE mientras existió, "renovó" en nacional-socialismo... Es rigurosamente cierto que CEDADE idealizó el nazismo y lo convirtió en algo parecido al ecologismo moderado. La primera novedad de CEDADE consistió en incorporar Walt Disney, Wagner y el vegetarianismo al nacional-socialismo y en querer demostrar lo indemostrable: que Hitler fue cristiano... Lo que pudo salir de aquí era previsible.

Ahora bien, CEDADE tuvo una virtud: fue un receptáculo de militantes en busca de iniciación tribal -una vez más; para quien quiera interesarse por este concepto, lea nuestro artículo sobre los Skin Heads, en DisidenciaS onLines/Press- luego la militancia se autidividía en tres: los que se iban a casa (los más), los que permanecían en CEDADE (los menos) y los que pasaban a otras formaciones (algunos). Pasar por CEDADE tenía algo positivo para la militancia de extrema-derecha: en lugar de entrar en FN, encorsetada en el nacional-catolicismo, sin posibilidades de recibir otro tipo de formación, en lugar de ingresar en el caos ideológico de Falange, los cedadianos de la época lo hacían en una organización que estaba regularmente en contacto con todos los grupos extranjeros de extrema-derecha, se recibían muchas revistas y una pequeña minoría de la dirección, culturalmente, tenían una formación completa. No es raro que los intentos más ambiciosos de la extrema-derecha, desde el punto de vista cultural, hayan sido protagonizados siempre por ex- militantes de CEDADE. Recordamos El Martillo, recordamos Graal, recordamos Fundamentos, recordamos Punto y Coma, etc. revistas que, en su contenido remitieron a un núcleo cultural que era más propio de la Nueva Derecha francesa que de CEDADE. También es innegable que estas iniciativas provocaron tensiones y rupturas dentro de CEDADE.

[quitaría ese título, deliberadamente provocativo e insolente y por el que pido disculpas a quien pueda ofender, pero no así el contenido de los dos párrafos anteriores. El nacional-socialismo que difundió CEDADE era una idealización de este movimiento que aumento introduciendo elementos que respondían a las características y gustos personales de algunos de sus fundadores. Y, cierta sigue siendo que CEDADE fue una especie de semillero que fructificó en todos los sectores de la extrema-derecha hasta principios del nuevo milenio]

7. LOS NACIONAL-BOLCHEVIQUES: MADURAD, MUCHACHOS, MADURAD

Queda otro sector "renovador" del que vale la pena escribir un par de líneas. Son los "nacional-bolcheviques". Desde mediados de los ochenta, un núcleo reducidísimo de militantes muy jóvenes se empeñaron en hacer algo que la Auténtica ya había hecho: imitar a la extrema-izquierda. La diferencia era que la Auténtica lo hizo con unos cuantos cientos de militantes detrás y conquistando con mucho esfuerzo militante un cierto protagonismo en la calle, mientras de estos "nacional-bolcheviques" lo repitieron con no más de dos decenas de militantes. Cuando se es joven las equivocaciones son comprensibles, la falta de criterio político es habitual, las vísceras y las obsesiones personales, tiran mucho más que el análisis y la ideología. Casi quince años después del inicio de actividades del núcleo "nacional- bolchevique" aquellos jóvenes de 20 años, tienen 35 y... siguen como ayer. Llama la atención que estos grupos contra más pequeños son, más aumentan su volumen de correspondencia y sus pactos con grupos extranjeros y más grandilocuentes son sus siglas, más provocadores son sus mensajes y más verbalismo izquierdista -no del "mayo blanco", precisamente, sino del otro...- utilizan en sus publicaciones.

Quizás éste sea uno de los aspectos criticables del libro del Sr. Casals. Aceptando el Sr. Casals que "lo pequeño es hermoso", dedica unas páginas a algo que, en sí, no tuvo ni importancia teórica, ni entidad numérica, ni protagonizó ninguna "justa" política o ideológica; todo su trabajo político ha consistido en dedicar interminables horas muertas a colocar pegatinas en las farolas como muestra pristina de talante "revolucionario" y editar revistas de mínima tirada. El Sr. Casals tuvo, hace unos años, la enorme habilidad de escribir 500 largas páginas sobre un fenómeno a poco inexistente. Nos referimos a su Neonazis en Cataluña. En realidad apenas han existido neonazis en Cataluña. Y mucho menos neonazis separatistas. Una cosa es la anécdota, otra la historia. La minuciosidad y seriedad con la que el Sr. Casals suele trabajar es digna de mejores causas que dedicar 500 páginas a los 5-7 militantes de "Nosaltres Sols", a los 25-50 de CEDADE en Barcelona en sus mejores tiempos y a una cifra análoga que tuvo el PENS hacia principios de los 70. Y otro tanto puede aplicarse a este otro libro. Junto a Tejero, Blas Piñar, la Falange, el Frente de la Juventud aparecen otros grupos como La Alcantarilla o los "nacional-bolcheviques".

Estamos en el terreno de la pura anécdota. Y ya que de anécdotas se trata vamos a revelar una suficientemente significativa del estado de inanición en que se han encontrado estos grupos. Resulta que un militante de estos grupos, sospechoso desde hacia más de cinco años de pasar datos a algún servicio de información, asiste a un reunión. En un momento dado se levanta y va al lavabo. Los otros aprovechan para mirarle la carpeta y las notas y encuentran, oh maravilla, una relación de asistentes a una reunión anterior: evidentemente se trataba de la confirmación a las sospechas que desde siempre habían existido sobre este militante. Sin embargo, optan por no decirle nada. Expulsarlo o hablar francamente con él, hubiera supuesto la posibilidad de perder un 20% de los efectivos... Únase a esto lo pobre de la teorización política y se tendrá un cuadro exacto del pomposamente llamado "nacional- bolchevismo", o la extrema-derecha en su fase más infantil.
Madurad, muchachos, madurad.

[je..., pues no, no han madurado, y es curioso, porque precisamente hoy he colocado un post en un foro en el que se hablaba del último avatar de estos nacional-bolcheviques de 1998: Corto y pego, sin añadir ni quitar nada:

Ese grupo (el MSR, avatar de los nacional-bolcheviques), el problema que tiene es que vive en un estado de confusión permanente:
1) Confusión en torno a lo qué es una "ideología"
2) Confusión entre lo que es una "ideología" y lo que es un "programa"
3) Confusión entre lo que es "imagen" y lo que es "estrategia"
4) Confusión entre lo que es "estrategia" y lo que es "táctica".
En apenas diez años han pasado por todo tipo de "fiebres ideológicas": nacional-bolchevismo, nacionalismo-revolucionario, fascismo y neo-fascismo, izquierda nacional, identitarismo, federalismo, socialismo, y seguramente me olvido alguno. No es, desde luego, la mejor trayectoria para hablar de "purismo ideológico", sino más bien de "bandazos".
El grupo se adapta a los que llegan... no los que llegan se adaptan a la "ideología" del grupo.
Esto sitúa al MSR como un grupo INESTABLE.
Y todo esto les ha repercutido:
- Interiormente: en una conflictividad cíclica y permanente (fundadores del grupos que se ausentan sin dejar señas, identitarios que se van, izquierda nacional que se va, militantes que son hoy "jefes" y mañana desaparecen)
- Exteriormente: en unas alianzas siempre breves y que terminan en ruptura (con la misma PxC, con el Partit per Catalunya, con el Tripartito, con asociaciones ecologistas, con Izquierda Republicana y ecologistas en las anteriores municipales, con el Tripartito...)

Si el problema es que, más que "purismo ideologico", de lo que conviene hablar cuando nos referimos a este grupo es de "rarezas ideológicas y políticas".

Les conté en cierta ocasión un chiste que creo que no entendieron:

"Dos caníbales se están comiendo a uno del MSR. Y uno le dice al otro: oye, esto sabe raro".

Y este es el problema: que aquello ha terminado siendo un grupo de gente rara en lo personal, en lo psicológico, en lo político, en lo "ideológico", en sus relaciones con otros grupos, en lo dicen, en lo que hacen, en lo que son, etc, etc, etc.
Fin de la cita y del añadida el 9.10.10].

8. VIOLENCIA DE EXTREMA-DERECHA

Existió violencia de extrema-derecha, eso es innegable. Como hoy existe violencia de los hooligans. Creemos que en un 90% la violencia de extrema-derecha que vagó por España entre mediados de los 70 y principios de los 80 era una violencia tribal de jóvenes en busca iniciación a la pubertad. Nada más. En el otro lado del espectro político ocurría exactamente lo mismo. Y el hecho de que las cúpulas de extrema-izquierda teorizaran la violencia y la justificaran como "defensa antifascistas" o "gimnasia revolucionaria" para preparar la "guerra popular prolongada" o la "insurrección armada de masas", no implica más que confirmar la vocación de plastas intelectuales de la izquierda. En la extrema-derecha los plastas intelectuales hemos sido menos. Y aquí me incluyo pretenciosamente.

En lo personal siempre he sido contrario a la violencia. Ayer y hoy. No necesité violencia para sentir que había abandonado la infancia y me había convertido en hombre. Me bastó con emociones fuertes de muchos tipos. Nadie me puede acusar de haberle agredido, ni en política, ni fuera de la política. Eso no implica que sea pacifista. El hecho de que no me guste la violencia no me arroja necesariamente en manos del humanismo pacifista de lo "políticamente correcto". Lo que ocurre es que en política algunos efectos no pueden conseguirse sino es a través de la violencia. Al menos yo pensaba eso en 1977; lo que pienso hoy al respecto carece de interés dado que hace muchos años concluía mi militancia política en la extrema-derecha. En 1977 no se trataba para nosotros de ser "maquiavélicos", considerábamos ayer que cualquier fin no justificaba no importa que medios. Pero nosotros teníamos entonces un “Fin” -así, con mayúsculas- que justificaba la utilización limitada de algunos medios. La violencia de baja cota era uno de ellos. Nosotros intentamos tensionar la situación a nivel de calle. Esto no implicaba necesariamente enfrentamientos callejeros, ni violencia: suponía solo una presencia militante en la calle, una ocupación de la calle, la interrupción del tráfico, la dislocación de la normalidad ciudadana que demostraba a las masas algo que para nosotros resultaba evidente: que las cosas no iban bien y no podían funcionar bien. En aquella época hicimos cientos de pequeñas manifestaciones, cortamos el tráfico durante horas en las grandes ciudades, nos manifestamos una y otra vez en las calles, unas veces cientos de miles, otras veces decenas; en algunas ocasiones surgieron choques. Por nuestra parte pagamos nuestra cuota de sangre, de exilio y de cárcel. Hemos tenido muchos camaradas caídos. Recuerdo más de una docena de rostros de mis camaradas a los que no veré nunca más. Fueron asesinados, unos por policías de distintos Estados, otros por grupos terroristas de izquierda. Muchos de los asesinados, tras serlo, han sido calumniados. Hoy no milito políticamente, pero no me pidan que los olvide.

Nuestro error consistió, fundamentalmente, en enfrentarnos a la Bestia -los Estados modernos- y a sus lacayos -marxistas en la época y liberales de todos los pelajes- y creer que existía una posibilidad de vencerla. Olimos su fétido aliento, nos cubrió con su baba ardiente y nos barrió. Durante años fuimos apestados. Bastaba que alguien recordara que habíamos militado en la extrema-derecha para que se justificara cualquier marginación. El año pasado, un periódico, El País, se creyó en la obligación de recordar nuestra pasada afiliación a la extrema-derecha solo para torpedear al periódico de la competencia con el que colaboraba. Nos enfrentamos a la Bestia y perdimos; en realidad, no teníamos ninguna posibilidad de vencer. Para algunos de nosotros, el combate valió la pena: tuvimos experiencias humanas de una intensidad inigualable y comprendimos algunas frases de Jünger en Tempestades de Acero o de Evola en Cabalgar el Tigre. Dado que militábamos en lugares extremos, parte de la militancia que acudía era también extrema: conocimos seres de una bajeza y vileza infame, pero también y sobre todo, tuvimos la suerte de relacionarnos con monumentos de austeridad y valor, heroísmo y entrega. Los años de lucha política nos transformaron como el crisol y el atanor transformaban la materia prima de los alquimistas. Gracias a los años de militancia encontramos nuestra verdadera vocación que nada tenía que ver con la política.

9. LA VIOLENCIA DE FUERZA NUEVA Y SU RESPONSABLE

Volvamos a la violencia. Salvo en el Frente de la Juventud que conscientemente inició en 1978 una estrategia de movilización y presencia directa en la calle. El resto de organizaciones que, posiblemente se vieran más implicados en episodios de violencia callejera, no tenían estrategias similares: solamente el descontrol de la militancia provocó tales episodios.

Es ineludible hablar del papel de Blas Piñar en este tema. Blas no fue jamás un personaje ni violento, ni que enviara a otros a practicar una violencia de la que él siempre huía. Pero Fuerza Nueva, más que cualquier otra organización, vio a su militancia implicada en episodios de violencia. Y en esto Blas tuvo responsabilidad. Recuerdo sus mítines: asistían cientos de jóvenes y oían extasiados aquellas proclamas de Blas en sus discursos, lanzadas con toda la gesticulación y pasión del gran orador que era. Y Blas les decía que la Patria estaba en peligro, que había que salvarla, que la situación era grave y sólo ellos podían hacer algo ante la desidia general... Luego, acabado el mitin, los jóvenes salían a la calle con el cerebro hirviendo: solo que carecían de consignas, Blas les había pintado una situación dramática, pero no les había dicho lo que tenían que hacer (o no le habían entendido en ese punto). Y ellos, esos cientos de jóvenes, lo interpretaron en su clave tribal: unos se fueron al Retiro y batearon el cráneo de un pobre joven que nada tenía que ver con la militancia. Otros se vieron implicados en la muerte de Yolanda González, otros en el acuchillamiento de un joven en la Gran Vía, muchos asaltaron la Facultad de Derecho de Madrid, etc. Todas estas acciones no eran justificables desde ningún punto de vista, sin embargo, la responsabilidad de estos crímenes no pertenecía solo a sus ejecutores: se había instaurado en la sociedad un clima que guetizaba a la extrema-derecha y, finalmente, la organización en la que militaban -Fuerza Nueva- carecía de estrategia y tácticas. En esto es significativo que la organización más radical y extremista, el Frente de la Juventud, cuyos comandos operativos realizaron atracos, estaban armados hasta los dientes y poseían una capacidad de acción que ninguna otra organización de extrema- derecha tuvo jamás, hasta el punto de ser considerados por el Ministro del Interior Juan José Rosón como la organización más peligrosa después de ETA, es significativo, decíamos que el Frente de la Juventud se viera implicada en mucho menos episodios de violencia que Fuerza Nueva. Al existir estrategia y tácticas, la violencia estaba encauzada y limitada.

Tras el asesinato del Secretario General del Frente de la Juventud, nuestro amigo Juan Ignacio González, existió un conato descontrolado de represalia. Es en ese contexto en el que hay que encuadrar el intento de atentado contra Peces-Barba, uno de los padres de la Constitución. El Sr. Casals narra el episodio correctamente, si bien con algún elemento de redacción equívoco. Da la sensación al leer sus líneas sobre este tema, que fuera yo quien di la orden del atentado. No fue así. Tras producirse el asesinato de Juan Ignacio –yo estaba en aquel momento en el exilio- llamé a mi contacto en Madrid con el Frente, una chica de la Dirección. Fue el último contacto con la dirección y sólo a título informativo; a partir de ese momento, las mutuas medidas de seguridad y prudencia hicieron que no hubiera más posibilidades de relación y que no estuviera en condiciones de dar ninguna orden. Por lo demás, yo me encontraba en aquel momento extremadamente lejos de España -no en el país en el que, sin duda por un malentendido, dice el Sr. Casals, pero lejos, a fin de cuentas- y las comunicaciones no eran tan sencillas como en la actualidad. A las pocas semanas de la muerte de Juan Ignacio estaba previsto el atentado, pero la policía lo evitó "providencialmente", deteniendo a una treintena de militantes (si no recuerdo mal, en algún momento estaban detenidos casi 60, solo que no todos entraron en la cárcel) y recuperando buena parte del armamento. Y si quieren mi opinión yo jamás habría dado la orden de atentar contra Peces Barba. Su participación en la elaboración de la "constitución" bastará por sí misma para arrojarlo a la cloaca de la historia... esa constitución cuya ambigüedad será en el próximo futuro germen de discordias civiles. Sólo deseamos que el Sr. Peces Barba y los demás "padres de la constitución" vivan lo suficiente para sentir vergüenza y abominar de su obra.

A estas alturas, como decimos, el Frente había visto roto su estrategia, su estructura organizativa, su dirección y era previsible que las bases y, sobre todo, los comandos de acción se descontrolaran. Hay que decir en esto, que el Frente de la Juventud pagó caro su voluntad de enfrentamiento al Estado: muchos militantes pasaron largas temporadas en la cárcel y en el exilio, e incluso algunos fueron detenidos, torturados y encarcelados en prisiones de otros países.

Sobre la violencia de nuestros camaradas italianos de los que el Sr. Casals apenas habla en su libro, remito a mi reciente comunicación a las "Primeras Jornadas sobre el Movimiento Social Italiano" celebradas a finales de septiembre de 1998 y a las que fui invitado, excusando mi asistencia por causa de fuerza mayor.

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