viernes, 8 de marzo de 2024

TITULARES DEL DÍA (V): VERGÜENZA Y BOCHORNO PARA TODAS LAS PARTES

Vergüenza para los votantes y afiliados al PSOE que ven que por siete votos su gobierno traiciona a todo un país.

Vergüenza para los amnistiados que deben el perdón al gobierno más corrupto y miserable de la historia reciente de España.

Vergüenza para los ciudadanos que tuvimos que sufrir desde 2004, primero la coña del “nou estatut” (que nadie pedía), luego el “procés” (que todos sabíamos era inviable) y, finalmente, dos meses de guerrilla urbana, meses y meses de incertidumbres y alarma social.

Vergüenza para quienes creen en el “imperio de la ley” y en la “gran constitución” que nos gobierna y que ya deberían saber que, en esta democracia, “la ley es como el timón, hacia donde se le da, gira” (Lao-Tsé).

Vergüenza para el Rey Felipe VI que deberá firmar una ley que le repugna y le asquea.

Vergüenza para todos los que tenemos entendimiento y entendemos, cerebro y lo utilizamos y sabemos que la ley de amnistía sólo se ha aprobado para mantener a un corrupto en el poder unos meses más.

Vergüenza para los últimos mohicanos que creen que la ley de amnistía es un poner el contador a cero y que será una mano tendida que hará recapacitar a los independentistas de futuras aventuras.

Vergüenza para todos los jueces y funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado que se han dejado la piel tratando de que se cumpliera la misma ley que ahora una banda de maleantes interpreta a su antojo.

Vergüenza para los ciudadanos que exigimos seguridad jurídica y vemos como salen del parlamento leyes aprobadas por individuos sospechosos y situados ya fuera de la ley.

Vergüenza para quienes creen, visto lo visto, que esta democracia tiene remedio.

Vergüenza y execración hasta el fin de sus días para unos diputados que han votado a favor de una ley que convierte la traición, la irresponsabilidad, el choriceo y la estupidez en norma de convivencia.

Vergüenza para los periodistas, los políticos y los tertulianos que buscan argumentos para justificar lo injustificable.

Vergüenza para un país que se está cayendo a pedazos y que padece ya décadas de atonía y de parálisis y en el que ya nada funciona, ni puede funcionar con normalidad, ni existen esperanzas en el futuro.

Vergüenza, una y mil veces vergüenza a amnistiados, amnistiadores, espectadores pasivos y votantes socialistas.

En este día, creo sobran las palabras. Creo que los únicos que están defendiendo la dignidad de España y de los españoles son aquellos que cada día, con frío y con lluvia, una y mil veces, gritan ante la sede de Ferraz:
“AHÍ ESTÁ, LA CUEVA DE ALI-BABA”.