Info|krisis.- Lo sucedido en Grecia en los últimos diez días demuestra muchas cosas:
la “pasta” de la que está hecha la “nueva izquierda” helénica en primer lugar;
el carácter de la UE como “cobrador del frac” y, finalmente, dónde está la
última esperanza: porque, guste o no guste, hoy, si los griegos quieren
revelarse contra la miseria que tienen ante la vista, solamente pueden recurrir
a… Amanecer Dorado. ¿Y la conclusión?
Muy simple: que actualmente ser de derechas o de izquierdas es definirse en
relación a la nada, lo que cuenta es situarse ante la única realidad: por la
globalización o contra la globalización.
Poniendo las cosas en su lugar, llamando a las cosas por su nombre
Ilias Kasiriadis, portavoz de Amanecer Dorado en el Parlamento
Helénico lo dijo en voz alta y de manera suficientemente clara para que todo el
país lo supiera: “Syriza forma parte del
basurero de la historia griega”. Kasiriadis acompañaba estas palabras
rompiendo el pliego de exigencias que la Unión Europea ha formulado a Grecia.
Todo esto ocurría en la sesión
del parlamento helénico en la que Tsipras y su gobierno explicaban los motivos
por los que aceptaban, finalmente, las exigencias de la Troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Comisión
Europea). En un clima excepcionalmente crispado en el que, incluso el grupo
parlamentario de Syriza evidenció una
fractura interior insuperable, y mientras en las calles se sucedían los
incidentes, Kasiriadis reprochó a Alexis Tsipras: “Usted ha venido aquí a decirnos que aceptan la venta íntegra de
Grecia. Y lo hacen después de haber destruido en pocos meses la economías
griega, con miles de personas despedidas y especialmente después de un NO
rotundo en el referéndum que ustedes mismos convocaron”. Pero sus reproches
alcanzaron el clímax cuando en medio
del silencio sepulcral del parlamento la voz de Kasiriadis volvió a tronar:
“Nos han entregado un texto despreciable, escrito en un mal inglés, que
alude a un fondo de 50.000 millones de euros, confiscados de la propiedad
pública. ¿De dónde son estos 50.000 millones de euros? ¿Qué vais a vender? ¿La
sede nacional de Syriza? Claro que no… Estos 50.000 millones de euros son los
hidrocarburos, propiedad nacional de Grecia, el gas natural que los alemanes
ambicionan”.
Por su parte, Ilias Panagiotaros,
diputado del grupo parlamentario de Amanecer
Dorado, intervino también en la sesión dando en el clavo al valorar la
importancia del acuerdo: “Cuando Tsipras
dijo que evitaremos el Grexit, mentía
nuevamente: sólo se ha evitado por unos meses: nadie va a sobrevivir a este
acuerdo”. Y concluyó su alocución: “Syriza:
ustedes son sinónimo de mentira y de estafa política”… La sombra de nuevas
elecciones va a planear sobre Grecia en las próximas semanas, e incluso en los
próximos días.
Ambas intervenciones fueron
solamente aplaudidas por los diputados de Amanecer
Dorado, pero sin duda, otros muchos, de todos los partidos políticos,
debieron contenerse. Panagiotaros y Kasiriadis dijeron justo lo que opinaba la
mayoría del pueblo griego.
Syriza el mayor fraude de la historia griega desde el Caballo de Troya…
¿Qué ha ocurrido en los últimos
15 días en Grecia? Algo muy simple de explicar: Syriza se ha visto rebasada por
unas presiones que, en principio, no creía tan fuertes por parte de la “troika”
y, finalmente, ha dado su brazo a torcer renunciando a sus propuestas
electorales, renunciando a seguir la voluntad popular expresada en el
referéndum del pasado 5 de junio y, renunciando a defender la soberanía y el
bienestar de la población. Demasiadas renuncias que hubieran inducido a un
partido que conociera el sentido de la palabra DIGNIDAD a seguir detentando un poder que, día a día, a partir de
ahora, se les irá escapando de las manos. A partir de ahora, Syriza, más que
ninguna otra fuerza política que haya gobernado en Grecia, si quiere seguir
dirigiendo el país deberá hacerlo utilizando la represión, el gas pimienta y
las cargas policiales. E incluso así, habrá que ver lo que queda de Syriza en
los próximos meses. De momento, la coalición está rota y completamente
descompuesta.
Syriza ha demostrado que más allá de la socialdemocracia no hay
espacio político posible para una opción que, en el fondo, es incapaz de
imaginar que fuera de la ingenua idea de “armonizar capitalismo y socialismo”
pueda existir otra opción. Falta energía, falta convicción, falta valor,
falta autoridad, falta fuerza… y, por supuesto, a esta “nueva izquierda
helénica”, le sobran ambiciones, honestidad y desfachatez.
De Syriza a Podemos
Recordemos brevemente lo que ha
ocurrido en Grecia: durante 40 años se han alternado en el gobierno dos
partidos (Pasok y Nueva Democracia). Ambos partidos son
los responsables de la situación de desgobierno y caos económico interior del
país. Han gobernado, como se suele hacer en partidocracia, mediante mentiras y clientelismo… hasta que la
crisis económica de 2007 pasó factura y todo se derrumbó. ¿Debe el pueblo
griego pagar los desmanes y las tropelías realizadas por su clase política?
¿Debe renunciar a su soberanía nacional simplemente porque las instituciones
financieras internacionales dejaron que la situación se pudriera para comprar
áreas enteras de la economía griega? A partir de 2009, nuevas formaciones
políticas, surgidas del nacionalismo (Amanecer
Dorado) y de la izquierda “anticapitalista” (Syriza) irrumpieron ante en descrédito de los partidos
tradicionales. Pero los últimos diez
días han demostrado que esta izquierda estaba hecha de la misma materia de la
que están construidas las ambiciones del Pasok
y de Nueva Democracia. De mierda
moral, para ser más claro.
Es indudable que este giro de Syriza afectará en una medida aún no
cuantificable en Podemos. Esta
formación política se enfrenta a un primer problema surgido después de las
elecciones municipales y autonómicas: su izquierdismo de manual, rancio y fuera
de lugar aquí y ahora, diferente del de la “nueva-vieja izquierda” de los años
60-70 sólo por el aroma a porro que destilan muchos de sus cargos electos y la
mediocridad de los historiales profesionales de buena parte de sus altos cargos
(de los que “el Kichy y su churri”
son el paradigma, pero en absoluto casos aislados), unidos al nepotismo puesto
de manifiesto desde la primera semana de gobierno (que no tiene nada que
envidiar al de la “antigua banda de los cuatro”, PP+PSOE+PNV+CiU) y olvidada el
primer gesto demagógico de “bajarse los
sueldos” (que fue sólo titular de un día y que al día siguiente se olvidó
entre moqueta, coche oficial y prebendas abusivas propias de la clase política
que gobierna en las últimas décadas), todo esto, sumado, es preocupante y permite suponer que Podemos no se sitúa al mismo nivel que Syriza, sino en una cota muy inferior sin más luces que el “flash”
momentáneo que puede dar una calada de haschisch…
¿Ser “de derechas” o “de izquierdas”?
Pero el “caso griego” y Syriza en concreto demuestra algo que en
España dista mucho de estar claro pero que conviene repetir una y mil veces:
que hoy el problema no es definirse “de derechas” o “de izquierdas”, porque, tanto desde la derecha como de la izquierda
solamente puede aspirarse a seguir las únicas políticas posibles, dictadas por
el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Comisión Europea. Es
decir, políticas injustas. De hecho, el “caso griego” demuestra lo absurdo de
convocar elecciones cada cuatro años: total, quien va a gobernar es aquel que
acepte comer de la mano del capital financiero y especulador y de sus
organismos internacionales. No otro.
Valdría más que Pasok, Nueva Democracia, Syriza,
pactaran un gobierno de coalición y de “sometimiento nacional” antes de que
siguieran engañando a tirios y troyanos (o a atenienses y espartanos) afirmando
que tal partido es diferente de tal otro: todos son iguales. El portavoz de Amanecer Dorado lo expresó con claridad
meridiana: “Todos son unos mentirosos y
unos estafadores políticos”. ¿Alguien se atrevería hoy a decir lo
contrario?
Hoy, la referencia ya no es
“derechas” o “izquierdas”. Hoy lo que define verdaderamente un espacio político
de otro, es el dilema: POR LA
GLOBALIZACIÓN o CONTRA LA GLOBALIZACIÓN.
Y no hay términos medios. No hay “altermundialismos” babosos y blandurrios, fofos
como las boñigas de vaca y con pretensiones de snobismo, de izquierda caviar o de cejijuntos canosos y recortados.
O POR LA GLOBALIZACIÓN INCLINANDO LA CERVIZ ANTE EL CAPITAL FINANCIERO Y
ESPECULADOR INTERNACIONAL, O CONTRA LA GLOBALIZACIÓN POR LA SOBERANÍA DE LOS
PUEBLOS Y POR LOS ESPACIOS ECONÓMICOS HOMOGÉNEOS Y COHERENTES.
No olvidar nunca lo que es la globalización
Nos hemos olvidado de cuál es el
origen de los problemas. “La globalización es la libre competencia”, nos dicen…
No, una y mil veces no. La globalización es la peor de las estafas porque para
que exista “libre competencia” debe existir IGUALDAD DE POSICIONES. Cualquier
persona medianamente inteligente y que no coma de la mano del capital
financiero y especulador internacional, podía intuir desde 1989 cómo terminaría
la producción industrial si se daba vía libre a las deslocalizaciones, habida
cuenta de que los salarios en Europa son diez veces más altos que en algunas
zonas del Tercer Mundo. Si algún político como Aznar, Zapatero o Rajoy, creyeron
que podía “ganarse competitividad” rebajando el valor de los salarios
permitiendo la entrada de 8.000.000 de inmigrantes en 20 años, cabe decir que
la democracia española o bien eligió a tontos de baba como presidentes o bien
que no eran más que los perros de presa del capital financiero y especulador
internacional, los “delegados” encargados de hacer el trabajo sucio y legislar
SOLAMENTE a favor de los señores del dinero.
El verdadero error de Syriza no ha sido traicionar su
programa, mostrar dosis increíbles de desfachatez y de falta de dignidad, ser
desaprensivos en la ejecución de su programa, traicionar a sus electores y a la
voluntad del pueblo griego, sino, además y sobre todo, olvidar lo que está en
juego: LA LUCHA CONTRA LA GLOBALIZACIÓN. Les ha faltado convicción en la lucha
contra la globalización. No podemos reprochárselo, a fin de cuentas son
“internacionalistas” y como buenos izquierdistas, las fronteras son para ellos
engorros y residuos decimonónicos mucho más que ESPACIOS DE SOBERANÍA NACIONAL.
Son parecidos a aquel Zapatero que, de tanto despreciar las fronteras, le
terminó dando igual que se creasen fronteras interiores en Cataluña y el País
Vasco. De hecho, esa “nueva izquierda”, prefiere llamarse, no tanto
anti-globalización, sino “altermundialista”. Los editoriales ingenuo-felizotes
de Ignacio Ramonet en la última década de Le
Monde Diplomatique están ahí para definir ese nuevo “internacionalismo” de
la izquierda-caviar.
No hay salida dentro de la globalización
Si bien es cierto que las
naciones están obligadas a cooperar cada vez más estrechamente a la vista de la
actual complejidad de las relaciones sociales y económicas, no es menos cierto
que tal cooperación SOLAMENTE PUEDE REALIZARSE DENTRO DE GRANDES ESPACIOS
ECONÓMICOS HOMOGÉNEOS (y que tiendan a homogeneizarse cada vez más). Pero eso
supondría algo que es detestable para los “señores del dinero”: que la POLÍTICA
(es decir, el destino y el bienestar de los pueblos) ESTÉ POR ENCIMA DE LA
ECONOMÍA (y, concretamente, del neoliberalismo que fatalmente tiende siempre a
concentrar el capital cada vez en menos manos).
Cuando alguien os pregunte “sois de derechas o de izquierdas”,
contestad: esta cuestión pertenece al
siglo XX y murió con el siglo XX. Hoy lo
que define a un Hombre y a su Dignidad es situarse en relación a la
globalización. Syriza ha basado
bajo las horcas caudinas de la “troika”. Por eso Syriza pertenece al “viejo orden”, el orden que cobró forma a
partir de 1945. Definitivamente, ni la libertad, ni la dignidad, ni el
bienestar pasan por esos caminos.
PARA SABER MÁS SOBRE LA GLOBALIZACIÓN TEORIA DEL MUNDO CÚBICO
PARA SABER MÁS SOBRE LA GLOBALIZACIÓN TEORIA DEL MUNDO CÚBICO
© Ernesto Milà – http://info-krisis.blogspot.com –
ernesto.mila-rodri@gmail.com