Tenía decidido quedarme una temporada en España, intentar resolver el problemilla legal de la manifestación ilícita de junio de 1980 y esperar órdenes. Pasar una frontera tras otra con media docena de pasaportes arreglados era incómodo y peligroso. En cierta ocasión en aeropuerto de El Prat de Llobregat varios policías se pasaron uno a otro mi pasaporte. Me veía detenido, sin embargo, todo el problema estribaba en que ese mismo día vencía el visado. Afortunadamente no repararon en que la falsificación y era torpe y el sello de caucho impreso sobre la foto tenía forma apepinada en lugar de formar un círculo perfecto.

http://eminves.blogspot.com/
La continuación de éste texto se encuentra en el libro de Ultramemorias