miércoles, 14 de abril de 2021

CRÓNICA DESDE MI RETRETE: EL CASO DE LOS “TRES JÓVENES ESPAÑOLES DETENIDOS” EN BARCELONA

Y luego se quejan los medios de que la gente se ha “vuelto conspiranoica”. ¿Cómo podría ser de otra manera si los encargados de informar cada vez convierten en más opacas sus noticias? La “conspiranoia” no nace por casualidad, sino por el hueco dejado por los medios de comunicación que huyen de la verdad si ésta les puede restar subvenciones y si está opuesta a la corrección política. Hay noticias que nos quedan muy lejos (¿tiene Alzheimer Joe Biden o solamente es un pasmao?), pero, sobre lo que ocurre en nuestro entorno sí podemos conocerlo a poco que nos asomemos a la calle. Todo esto viene a cuenta de una oleada de robos con violencia extrema que se han producido en Barcelona en los últimos días. Finalmente, la policía ha detenido a “tres jóvenes de nacionalidad española”

Primera norma para considerar las noticias en tiempos de “post-verdad”: la nacionalidad de un delincuente no se dice, salvo cuando sea “española”.

Primera norma que debe utilizar el buen desencriptador de noticias: hoy la nacionalidad ya no es indicativa de nada, porque desde hace veinte años está tan depreciada que se entrega incluso a personas que ni siquiera hablan castellano (el examen que se hace para otorgarla es casi simbólico).

Segunda norma a utilizar por el buen desencriptador: cuando se dice que el delincuente es “de nacionalidad española” hay que fijarse en su apellido. Éste sugerirá su origen: no es lo mismo llamarse José María o Adolfo que Mohamed, Cha-Lao, Putachenko o Walter Claudio. Los dos primeros podrían ser “castellanos viejos”, sobre los otros tres no nos puede caber la menor duda que son recién nacionalizados, esto es, de una “españolidad administrativa”, pero no antropológica.

En ocasiones, la prensa miente sobre la nacionalidad. Y lo hace con descaro. Sobre los tres jóvenes delincuentes detenidos en Barcelona, por ejemplo, el digital barcelonaaldía reconoce que los tres detenidos de 19, 20 y 21 años, “son marroquíes” (si bien no menciona sus nombres) e incluso enumera sus hazañas: ¡una veintena de antecedentes relacionados con robos con violencia en apenas año y medio”! Vivian de okupas.

Sin embargo, la noticia, tal como está redactada por EuropaPress no menciona la nacionalidad y se limita a decir edades y a señalar su multirreincidencia. No mienten, tan solo eluden la verdad. Pero hay actitudes todavía peores: la mentira, por ejemplo.

Mentir es lo que hace el digital crónicaglobal, inadmisible aún más porque añaden datos que otros medios no registran. Este digital, por ejemplo, dice que no son tres sino cinco los detenidos, e incluso da las nacionalidades de todos ellos: “tres son de nacionalidad española, con edades de 18 y 19 años. Un cuarto originario de Brasil de 18 años y el quinto de nacionalidad rumana y 15 años”. Los marroquíes han dejado de serlo. Incluso habla de un sexto de “nacionalidad hondureña que ya se encuentra en un centro de menores”. El Periódico, registra la misma noticia con los mismos datos entre aludes de publicidad que animan solo a leer el encabezamiento y la introducción. Insisten en la “nacionalidad española”. La Vanguardia repite, con menos publicidad, la misma noticia insistiendo en la “nacionalidad española”. El único dato nuevo sorprende: ¡los detenidos fueron puestos en libertad “con cargos” en el mismo día de su detención! Y, al final de la noticia, en caracteres destacados vuelven a recordar que “son de nacionalidad española”. El ABC de Madrid, sin duda, porque todo esto le cae lejos, repiten al dedillo la monserga, demostrando además que conservadores y progres están de acuerdo en adulterar la verdad.

Gracias a un amigo me facilita la notica tal como la ve elcaso.elnacional.cat que también insiste en dos ocasiones en la nacionalidad para terminar dando los nombres de los tres detenidos “españoles”. Helos aquí: “Anass T., Maruan M. y Abdellah R., de 22, 20 y 19 años y los tres de nacionalidad española”.

Así pues, ¿son marroquíes? ¿son “de nacionalidad española”? ¿Es cierto que son MENAS que han estado “tutelados por el Estado” desde que llegaron (y, por lo que parece, el “tutelaje” no ha alcanzado su objetivo de hacer de ellos “españoles honestos”)?

A la vista de esto, no puede extrañar el descrédito de los medios de comunicación, ni el que la gente se eche al monte adoptando interpretaciones conspiranoicas.

En lo personal, no creo que haya ninguna “conspiración”; se trata solamente de que la estupidez humana está muy repartida y asumida por la “corrección política”.

Pero lo que sí creo es que el periodismo digno y no el alimentario, debe seguir fiel a los elementos básicos que debe contener una noticia: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? Si falta alguno de estos elementos, no os quepa la menor duda de que se trata de información averiada. Así que cada vez que consultéis ese medio, recordar que está ahí para intoxicar. ¡Fuera con él!