jueves, 22 de febrero de 2024

LAS NOVEDADES POLÍTICAS A 21-F (AYER FUE UN DÍA INTENSO)

Todo induce a pensar que las cosas se están acelerando en la política española. El miércoles 21 de febrero pudimos ver distintos episodios que así lo confirman. Por este orden:

1) La protesta de los agricultores que es bastante más que una protesta por la crisis del campo.

2) El viaje de Sánchez a Marruecos sin justificación ni explicación (confesable).

3) La detención de Koldo García, brazo derecho de Ávalos, por corrupción.

4) La llegada de pateras a Formentera e Ibiza.

En realidad, ninguno de estos episodios es nuevo:

- La protesta de los agricultores se prolonga ya dos semanas

- Las relaciones de Sánchez con Marruecos figuran ya entre los misterios más insondables de la democracia española.

- Las detenciones por corrupción -hoy relacionadas con el Covid- ya son tradición en el PSOE.

- El goteo de inmigrantes es diario en Canarias y por goteo en Baleares.

Ahora bien, en otras ocasiones, el pedrosanchismo ha podido alardear de algún “triunfo” en materia económica capaz de anular el efecto negativo de noticias de este tipo. Pero, ahora, estas noticias llegan después del desastre sufrido por el gobierno (PSOE+Sumar) en Galicia y en un momento en el que todavía está vivo el asesinado de dos Guardias Civiles en Barbate que ha revelado algo que el gobierno se preocupaba por ocultar: que aquella es “zona de cárteles” de la droga y que, Marlaska, cumpliendo órdenes de Sánchez, no solamente no ha dotado a la Guardia Civil del Estrecho de medios para combatir el narcotráfico, sino -lo que es aún más sospechoso- ha disuelto unidades de probada eficacia y escatimado fondos.

GOBIERNO A LA DESESPERADA

En estas condiciones -con la polémica sobre la amnistía inconclusa, con “aliados” que, a la vista de la desesperación socialista tras las elecciones gallegas, van a tratar de obtener, más y más beneficios de su apoyo en cada votación parlamentaria, con una perspectiva económica muy complicada por la recesión económica en Alemania- parece cada día más difícil que Sánchez pueda mantenerse mucho tiempo más en La Moncloa. Y mucho menos se entiende el porqué de una resistencia numantina que ya está resultando perjudicial para la supervivencia de su propio partido (salvo que atendamos a motivaciones psicopatológicas).

La situación recuerda extraordinariamente los últimos meses de agonía del zapaterismo, que parecieron interminables para la sociedad española justo en el momento en que la crisis económica era más grave y un gobierno inoperante y desnortado era incapaz de adoptar medidas resueltas para paliarla. Esa situación se está repitiendo en estas semanas y todos, absolutamente todos, salvo quizás algún socialista, saben cómo va a terminar. Ministros como Marlaska, de probada inutilidad desde el día uno de tomar posesión, y otros como Luis Planas (que, probablemente, es el único que conoce a fondo la problemática de su ministerio, agricultura, pero que no puede hacer nada más que “seguir órdenes superiores” de Sánchez y de la UE) o Margarita Robles (suficientemente inteligente como para saber que el camino del pedrosanchismo está concluido), están literalmente “abrasados” y, especialmente Marlaska, es incomprensible que siga en su cargo.

Pensar que, en junio, las elecciones europeas supondrán un balón de oxígeno para el PSOE es como creer en Papa Nöel: lo más probable y lo que, de momento, indican las encuestas, no es solamente que el PSOE va a recibir un nuevo varapalo, acaso tan demoledor como el gallego, sino que toda la izquierda europea va a retroceder y el propio panorama de la UE puede alterarse en profundidad.

Por otra parte, está por ver el resultado de las elecciones regionales vascas y catalanas. Y también en ambas comunidades pueden producirse trasvases de votos significativos y pérdidas para el PSOE, especialmente en Cataluña, en donde las encuestas indican que una cuarta parte de los votantes del PSC se oponen a la amnistía a Puigdemont y a sus tsunamis. También en el País Vasco, la mano tendida a Bildu genera náuseas en buena parte del electorado socialista.

Y, en cuanto al otro partido de la coalición de gobierno, su situación no es menos angustiosa. Sumar, simplemente, se ha desmoronado y, lo que queda de “Unidas Podemos” es aún más minúsculo. En conjunto, es un sector residual.

LO QUE EVIDENCIA LA MOVILIZACIÓN DE AGRICULTORES

Ni siquiera los informativos de TVE, ni de la Sexta fueron capaces de ocultarlo: 500 tractores, en cinco columnas, convergieron en Madrid. A pesar de las molestias que causaron, lo cierto es que los agricultores recibieron continuas y reiteradas muestras de apoyo popular. La violencia con que Marlaska ordenó a la policía contener las concentraciones, ha recibido una censura unánime: una violencia desmedida, odiosa, desesperada, incluso. Y esto, cuando las protestas ante la “cueva de Ferraz” se prolongan por más de 100 días. La retransmisión de TVE sobre los hechos, resulta igualmente repugnante: se realizó mostrando la sede del PP en segundo plano, sugiriendo subliminalmente que el responsable de la agonía del campo es este partido.

Lo importante es que la lucha de los agricultores es lógica, racional y legítima: entre la Unión Europea y la Agenda 2030, simplemente, están asesinando al agro europeo… mientras, de manera incomprensible, se trenzan acuerdos con países extraeuropeos para aumentar las importaciones de productos a los que sólo les falta el marchamo de “peligro veneno”, mientras que a los agricultores europeos se les exige (y cumplen) con la “trazabilidad”.


Por si quedara alguna duda: la Agenda 2030, no es intocable...

Ni siquiera los agricultores son completamente conscientes de lo que implica su protesta: están protestando contra un programa elaborado por los funcionarios de Naciones Unidas (y que, el pedrosanchismo, ha tomado como de “obligado cumplimiento” a pesar de lo mal concebido, lo ambiguo, lo nulo y lo suicida que es) y de las iniciativas de Unión Europea (a la que pertenece España y cuyos gobiernos -socialistas y de derechas- podrían haber ejercido en tantas ocasiones el derecho de veto a acuerdos con terceros, y no lo han hecho por razones injustificables e inexplicables).

Cuando una federación como la UE parece no entender que la autonomía alimentaria es fundamental para su viabilidad y soberanía, es que sus funcionarios están al servicio de otros intereses y no de los de la población a la que deberían representar. Hasta ahora, los funcionarios de la UE han creído que bastaba con habilitar subvenciones para acallar a los descontentos. Pero las cosas han llegado al límite: la UE, es evidente que está haciendo todo lo posible para ASESINAR la agricultura y la ganadería europea (con la excusa, extraída de la Agenda 2030 del “cambio climático” o de la “descarbonización”). Y las cosas han llegado demasiado lejos como para que no se reaccione. Las protestas de la agricultura no son solo españolas. Antes, han estado precedidas por las protestas de agricultores de toda Europa.

EL VIAJE DE SÁNCHEZ A MARRUECOS

La conspiranoia no es la mejor forma de estudiar la historia, pero, muy frecuentemente, la conspiranoia rellena huecos que los protagonistas de la historia se niegan a explicar y justificar. No se entiende, nunca se ha entendido, el motivo de todos los giros copernicanos de la política exterior del pedrosanchismo en relación a Marruecos. Ni en la cuestión del Sáhara. Ni en la cuestión de la lucha contra el narcotráfico (que, no lo olvidemos, en Marruecos es una de las actividades del “majzén”, la estructura ligara a la casa real y, más en concreto, a la hermana de Mohamed VI), ni en la cuestión de la inmigración, ni los constantes envíos de créditos y de materiales a un país que cualquier estratega sabe que solamente puede ser considerado como “el enemigo del sur” y del cual hay que protegerse, o los constantes elogios -más allá de toda medida y tradición diplomática- por parte de los portavoces del pedrosanchismo de que es objeto un déspota como Mohamed VI. Y no hay explicaciones oficiales satisfactorias a ninguno de estas cuestiones. De ahí que vaya ganando fuerza y credibilidad lo que hasta ahora era la “versión conspiranoica”, pero que se está convirtiendo en la más lógica y coherente, ganando cada vez más aceptación por parte de los ciudadanos.

Esta versión sostiene que, a través del espionaje de su teléfono (el asunto Pegasus), los servicios de inteligencia marroquíes tienen cogido por los testículos a Pedro Sánchez. Algún medio español ha ironizado sobre esto justificando así la visita de Sánchez a Mohamed VI: “Devuélveme mi teléfono”. Quizás por algún tema de corrupción mayor o quizás por algún escándalo sexual inconfesable, Sánchez sería objeto de un chantaje que le ha obligado a adoptar todas las iniciativas que, de una forma u otra, benefician a la monarquía marroquí y a los intereses del “majzén. Se alude a la “orientación sexual” de algunos ministros, a las tres “saunas sexuales” (dos gays y una hétero) de Sabianiano Gómez Serrano, suegro de Sánchez, (asunto sobre el cuál existe numerosa documentación, véase GOOGLE) y, donde, si creemos al comisario Villarejo, se grababa ilegalmente a los clientes… Todo lo cual ofrece un panorama demoledor sobre la moralidad del “entorno social del presidente” que permite hacer creíble la interpretación del “chantaje”.

La política pedrosanchista en Marruecos proyecta sobre él la sombra de la traición

Pero, lo cierto es que resulta inexplicable el giro en la cuestión del Sáhara y el evidente desinterés en reforzar el control del Estrecho frente al narcotráfico. En realidad, en la primera cuestión se ha tratado de una política completamente opuesta a la tradicional mantenida por todos los gobiernos anteriores en los últimos 45 años y en el segundo no puede evitarse la sospecha de complicidad con el narcotráfico (reforzada por la noticia no desmentida del envío de policías a “parlamentar” con los narcos para encontrar “trapos sucios” a la OCON que justificasen su disolución, o con la detención de un escolta de Marlaska implicado en una red de narcos).

¿Qué va a hacer ahora Sánchez a Marruecos? Lo sabremos por las iniciativas que tomará en los próximos meses. La primera impresión es que ha ido a implorar medidas para rebajar la tensión: una menor cuota de narcolanchas, tratar de pactar los apresamientos para que no perjudiquen ni los intereses del “majzén” ni los de la Casa Real marroquí, disminuir el número de pateras, todo ello para acallar la protesta popular hasta que pasen las elecciones europeas Y TODO ESO TIENE UN PRECIO QUE SÁNCHEZ PARAGARÁ CON EL DINERO DE TODOS.

 ¿Conspiranoia? ¿Anticipación? Lo sabremos en los próximos meses. De momento, la noticia de que España va a enviar 45.000 millones a Marruecos para el “desarrollo de sus infraestructuras” y la declaración de Sánchez de que su gobierno está “contento” con las acciones marroquíes contra el narcotráfico (¡!) y la inmigración (¡!), son elocuentes y refuerzan aún más la tesis del “chantaje” y de que Mohamed VI está en posesión de un secreto inconfesable que hundiría al gobierno español… Ya no se trata de tener o no pruebas, sino de que no existe ninguna explicación razonable para tantas concesiones en tan poco tiempo (todas posteriores al descubrimiento del espionaje telefónico…)

EL ENÉSIMO CASO DE CORRUPCIÓN SOCIALISTA

El ciudadano tiene memoria corta. Ha olvidado lo que pasó durante el COVID, y todo lo que implicó la distribución masiva de vacunas -de casi obligado cumplimiento- que ni siquiera eran vacunas y que no estaban suficientemente testeadas. Desde el zapaterismo no se hacen censos en España, así que no sabemos el Estado actual de la sociedad española y el aumento de “muertes súbitas” que ha seguido desde entonces. Dando por sentado que todavía queda mucho que decir y que investigar sobre aquella campaña de terror masivo, aprovechando la aparición de un virus cuyo origen nunca ha quedado del todo claro, lo cierto es que sirvió de excusa para que “espabilados” trataran de dar “pelotazos” y alcanzar “enriquecimientos súbitos”. Fue una ocasión ideal para ello, mientras la población aprendía a lavarse las manos como un cirujano o aceptaba las más abracadabrantes e inútiles medidas para “evitar la difusión del virus”, se le confinaba, se le aseguraba que las mascarillas solucionarían todo o que las vacunas eran “seguras”, e incluso hasta el primer trimestre de 2023 se le obligó a llevar mascarilla en determinadas circunstancias…

Muchos se lucraron aprovechando el miedo sembrado previamente entre la población. Las sospechas acompañarán siempre al ministro de sanidad de la época, hoy mandamás del socialismo catalán, alguien que jamás tuvo la más remota idea de sanidad, ni de lo que era el covid, pero cuyo nombre quedará unido a una compra de 200 millones de mascarillas que tardaron diez meses en llegar (véase la noticia). Ahora, la UCO ha realizado una redada contra otra red de corrupción, uno de cuyos detenidos es Koldo Aguirre, brazo derecho del ex ministro de transportes pedrosanchista José Luis Ávalos. Al parecer consiguieron hacerse con 10 millones de euros mediante el cobro de comisiones ilegales por venta de mascarillas. De momento se han producido 20 detenciones. Veremos hasta dónde llega la investigación.



Otro caso de "enriquecimiento súbito" socialista a la sombra del ex ministro de transportes y hombre de confianza de Sánchez. Aprovechando la pandemia...

Muchos se lucraron aprovechando el miedo sembrado previamente entre la población. Las sospechas acompañarán siempre al ministro de sanidad de la época, hoy mandamás del socialismo catalán, alguien que jamás tuvo la más remota idea de sanidad, ni de lo que era el covid, pero cuyo nombre quedará unido a una compra de 200 millones de mascarillas que tardaron diez meses en llegar (véase la noticia). Ahora, la UCO ha realizado una redada contra otra red de corrupción, uno de cuyos detenidos es Koldo Aguirre, brazo derecho del ex ministro de transportes pedrosanchista José Luis Ávalos. Al parecer consiguieron hacerse con 10 millones de euros mediante el cobro de comisiones ilegales por venta de mascarillas. De momento se han producido 20 detenciones. Veremos hasta dónde llega la investigación.

Koldo era un segurata antes de convertirse en brazo derecho de Ávalos. Había integrado la plataforma “Stop Desaucios” y, en un abrir y cerrar de ojos, pasó a ser “consejero de RENFE” gracias a la munificencia del ministro. Su esposa también fue promocionada a la misma velocidad. Se ve que no les bastó el sueldo y optaron -¿por iniciativa propia? Es lo que ha declarado su exjefe…- por el negocio de las comisiones, aprovechando el miedo artificialmente creado y ensanchado hacia el Covid. 

Nada nuevo bajo el sol, que confirma lo justo de la insistencia en rebautizar a la sede socialista madrileña como “la cueva de Ferraz”. Aquello, en efecto, parece la sede de una banda de salteadores. Y el nuevo escándalo llega en un momento de abatimiento y derrota para el PSOE. Recordemos que uno de los motivos que produjeron el descalabro socialista en las municipales y autonómicas de 2023 fue el “Caso Tito Berni”, diputado socialista canario, más conocido como “el Mediador”, hoy a la espera de juicio. Y, aunque todos nos hayamos habituado a la corrupción política, no deja de ser significativo el que, aunque se dé en todos los partidos, en el socialista haya un repunte muy superior al resto (con permiso de la extinta CDC pujoliana). El caso es que la investigación promete ser larga y la figura de Ávalos está, de nuevo, en el candelero. Tampoco se entiende, por cierto, el porqué de su destitución y no así la de Marlaska a la que también ha afectado el mismo escándalo.

LA LLEGADA DE PATERAS A IBIZA Y FORMENTERA

Desde la tragedia de Barbate, la inmigración ha disminuido en la zona del Estrecho. Lo que no quiere decir que haya descendido globalmente: solo se ha trasladado a otras zonas geográficas menos “quemadas”. Concretamente a las Baleares. Solamente ayer 20 de febrero, llegaron tres pateras a las costas de estas islas, algo bastante infrecuente.

Llevamos 25 años con goteo diario de pateras, así que la noticia no es nueva. Pero también aquí hay cambios. Hace 25 años, solamente unos pocos “iluminados” denunciábamos la colonización de Europa por parte de la inmigración y preveíamos lo que iba a ocurrir (véase nuestro trabajo publicado en 2003 El libro negro de la inmigración, firmado con el seudónimo de “León Klein”). Ahora las cosas han cambiado: algo más de 3 de cada 4 ciudadanos, opina que “está llegando demasiada inmigración”. Así como hace 25 años se decía que venían a trabajar y que eso contribuiría a garantizar las “pensiones de los abuelos”, hoy se tiene la certidumbre de que, no solamente no contribuyen a eso, sino que constituyen una losa para nuestra economia.

La opacidad del gobierno hace imposible conocer el volumen total de subvenciones que se dirige a garantizar la paz étnica y social. El problema se agrava porque tampoco se sabe con exactitud la cifra de “nuevos españoles” que han recibido el DNI, pero que siguen sin estar integrados en España. Las cifras más probables sitúan a estos “nuevos españoles” entre 6 y 7.000.000, una bolsa de votos que el PSOE cultiva y al que pertenece una parte sustancial de sus votantes. Hoy, ya, algo más de una cuarta parte de los habitantes del Estado Español, han nacido en el extranjero o son hijos de extranjeros.


Saturado el Estrecho por el asesinato de dos Guardias Civiles y con Canarias a rebosar de inmigración (y de delincuencia), las mafias de la inmigración apuntan ahora a Baleares


En 1998 se tenía la presunción de que venían a trabajar. Pero siguieron viniendo en los momentos más duros de la crisis económica de 2008-2011, cuando en todo el mundo se sabía que en España las cosas iban algo peor que en otros países europeos. Y la riada prosigue todavía hoy, cuando no hay esperanzas de que, más allá de unas semanas trabajando como barrenderos municipales gracias a los ayuntamientos), los recién llegados obtengan un trabajo.
Sus cualificaciones profesionales son cero o próximas al cero absoluto. En algunos sus ganas de trabajar están a la misma temperatura. Y otros, simplemente, han venido, además de por las jugosas subvenciones repartidas, por la permisividad y la posibilidad de un sistema jurídico pensado para situaciones de “normalidad”, pero cuya permisividad y lasitud constituyen un atractivo para las mafias de los cinco continentes. Sin olvidar que, todos los que llegan, inmediatamente reciben subvenciones, se convierten en prácticamente inexpulsables y muy pocos -cada vez menos- se integran definitivamente en el mercado laboral. No han venido a trabajar: han venido por el efecto llamada: “Aquí dan subvenciones por llegar y estar y aquí se puede hacer cualquier cosa y no pasa nada”. Pero esto no es lo peor.

Lo peor es que las cifras de delincuencia se han disparado. No se publican, por supuesto, con la excusa de que pueden alentar racismo y xenofobia (lo que podría ser aceptable). Pero tampoco se habilitan medidas para paliar el problema (lo que resulta mucho menos digerible para los ciudadanos). Y ahora nos enteramos por un funcionario de prisiones que el 75% de los encarcelados en prisiones españolas son “extranjeros”, sin que el otro 25% nadie asegure que no sean extranjeros que han recibido la nacionalidad española. Paralelamente, un comisario de policía explica que cuando detienen a un español bromean con él: “no deberíamos llevarte a la cárcel sino a una reserva de especies protegidas”, confirmando que la INMENSA MAYORÍA de detenidos son de origen extranjero. Fue, inmediatamente, destituido.

Pero, aunque entre funcionarios policiales impere la ley del silencio, so pena de degradación y destitución, lo cierto es que es un secreto a voces. Y esa delincuencia empieza a resultar insoportable para la población, especialmente en zonas como Cataluña en las que, además de la masificación de la inmigración, se une el que los Mossos d’esquadra están desbordados e incapacitados para luchar contra la delincuencia (y los consellers de interior más preocupados por los derechos humanos de los delincuentes que por la seguridad ciudadana) y que la gencat todavía “somnia truïtes” (sueña imposibles) pensando que con un “certificado de catalán”, los dos millones de inmigrantes instalados en esa comunidad, ya “están integrados”. Entre eso y una locutora de origen africano en TV3, el problema está resuelto. ¿No habló Carod-Rovira hace 15 años del “islam catalá”? Pero la realidad es muy distinta: Barcelona ya figura como una de las ciudades más peligrosas de Europa y, antes o después, el turismo terminará resintiéndose. Y, por lo mismo, el gobierno de la gencat, es uno de los más débiles de Europa, con su permisividad, su falta de autoridad, incluso su falta de interés en cualquier cosa que no sea “soberanismo”.


El ayuntamiento de Barcelona en 2019: "Bienvenidos refugiados". Iniciativas como esta han convertido a Barcelona en uno de las ciudades más inseguras de Europa.

En Cataluña, como en el resto de España, se extiende como una mancha de aceite la impresión de que todo esto ha ido demasiado lejos. Las agresiones sexuales han crecido en Canarias al mismo ritmo que la inmigración ilegal; los ferrocarriles metropolitanos se han convertido en focos de actividad para la delincuencia; entre algo más de la mitad y dos terceras partes de la “violencia doméstica” es protagonizada por inmigrantes, la enseñanza primaria y el sistema de salud se resienten de la llegada masiva de inmigrantes, etc, etc, etc. Cada vez son más las voces, incluso de izquierdas, que piden repatriaciones masivas y que cese el flujo de inmigración: ¡pero la UE y, en especial Ursula Von der Leyen, hacen todo lo posible para evitar medidas que corten el flujo de emigración ilegal y hace imposible la repatriación!

Y este será el elemento decisivo en las elecciones de junio. Junto a la von der Leyen, solamente Sánchez sigue manteniendo la posición de que “son refugiados”, “ningún ser humano es ilegal” y “Europa es tierra de asilo”Y lo pagaran -electoralmente- caro o muy caro.

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Así están las cosas. La pregunta a plantear es ¿por qué se obstina Pedro Sánchez en aferrarse al poder? No se le puede escapar que, para él la situación es, cada día que pasa, más insostenible y que no solamente está destrozando su propio futuro en algún organismo internacional, sino que está acabando con las posibilidades futuras de propio partido que, en Galicia, ha emprendiendo el camino de la marginación. Parece muy difícil que “después de Sánchez”, al PSOE le quede un futuro. A fin de cuentas, tanto el partido socialista italiano, como el francés, antaño partidos de gobierno, están hoy completamente gropuscularizados. Tal es la vía a la que conduce el pedrosanchismo.

Como hemos señalado en el post en el que comentábamos las elecciones gallegas, la nueva realidad política española, ya no es de “bloque de las derechas” contra “bloque de las izquierdas”, sino, antes bien, “bloque de las derechas” contra “bloque independentista”. ¿Y el PSOE? En la cueva de Ferraz y apurando sus últimas semanas en el poder…