Cuanto más
lejano es un marco antropológico y cultural, más exóticas resultan las
características del fascismo que allí prendió. El Líbano, es desde la
antigüedad, un cruce de caminos y una de las puertas de Oriente. Pierre
Gemayel, fundador de las Falanges Libanesas (Kataeb, utilizaremos
indistintamente ambos nombres en francés y árabe para referirnos a este
movimiento) lo definió acertadamente como “un país, dos culturas”. Hacía
alusión a la cultura cristiana y a la cultura árabe. De hecho, si hay un país
en el que se demuestran las dificultades de convivencia entre ambas culturas,
ese país es el Líbano. La guerra civil de los años 70, así lo evidencia.
De hecho, en la tierra del Líbano
florecieron, no uno, sino dos fascismos: el de matriz cristiana encarnado por
las Falanges y el generado por sectores panarabistas, representado por el
Partido Socialista Nacional Sirio. Ambas formaciones siguen existiendo en la
actualidad y hasta no hace mucho eran enemigas irreconciliables.
Sin embargo, los primeros militantes de las
Falanges se pusieron en marcha con dos objetivos: la unidad del país, por
encima de las confesiones religiosas y la independecia nacional como entidad
específica en Oriente Medio. Pero, desde muy temprano no pudieron evitar
convertirse en la expresión política de la comunidad cristiana libanesa.
Y lo pagaron con sangre en las cuatro etapas en la vida y evolución de este
movimiento:
- En los años fundacionales y de lucha por la
independencia.
- Durante los
años en los que el partido se desarrollo como fuerza mayoritaria de la
comunidad cristiana a pesar de competir con el Partido Nacional-Liberal.
- Con cientos de
muertos durante la guerra civil desde mediados de los 70 hasta bien entrados
los 80.
- El período de
postguerra hasta nuestros días, caracterizado por una creciente pérdida de
influencia especialmente, lo que no ha impedido el asesinato de líderes
falangistas.
Pierre Gemayel, fundador de las Falanges
Libanesas, había conocido los fascismos europeos durante su visita a Alemania e
Italia en 1936, y no fue por casualidad que adoptó el nombre del partido que en
esos momentos estaba todos los días en primera plana de la prensa mundial:
Falange Española. Adaptó esas ideas a su país y emprendió un combate político
que ha costado muchas vidas entre los miembros de su familia (el hijo menor y
un nieto de Gemayel fueron asesinados en atentados). Al igual que otras
“falanges”, tras la guerra, la derrota de los fascismos operó un cambio y
reforzó la identidad cristiana del Kataeb, en detrimento de los rasgos
fascistizantes.
Esta es la historia del Kataeb. Es una
variante nacional del fascismo genérico que durante más de medio siglo supo ser
la punta de lanza de la comunidad cristiana libanesa.
Contenido
> Introducción 9
> Apuntes sobre la historia del Líbano 10
> La Iglesia Maronita, origen y personalidad 19
> Oriente Medio en los años 30 26
> El “fenicismo” o “fenicianismo” 38
> Un nuevo movimiento de juventudes: el Kataeb 42
> Pierre Gemayel, el fundador, el jefe, el camarada 61
> La doctrina de las Falanges Libanesas 81
> Los primeros pasos del Kataeb 92
> Afrontando la primera disolución 104
> Antes y después del 21 de noviembre de 1937 112
> Del inicio de la Segunda Guerra Mundial a la independencia 120
> La guerra llega al Líbano 131
> Independencia, última fase 145
> Las Falanges Libanesas de la independencia a la guerra civil 156
> Camille Chamoun, el Partido Nacional Liberal y los Tigres del Líbano 174
> Las Fuerzas de la Resistencia Libanesa 184
> El Kataeb tras la guerra civil y en el siglo XXI 212
ANEXO
> El extraño Ejército del Sur del Líbano (1984-2000) 227
DOCUMENTOS 234
Características de la publicación:
Tamaño: 15x23 cm
Páginas: 244
Impresa en papel de 80 grms.
Portada en cuatricomía, peliculada y con solapas
Abundantemente ilustrada.
Precio venta al público: 20,00 (+gastos de envío)
Pedidos superiores a 9 ejemplares 50% de descuento
Pedidos: eminves@gmail.com