Hoy estoy más
harto que otros días con esta crisis generada por la acción combinada de un
virus procedente de los gustos culinarios chinos (murciélagos al ajillo) y de
un gobierno de ineptos presidido por el que ya hoy puede considerarse en rigor
como el peor presidente de la democracia, superando incluso los niveles que
parecían insuperables del zapatarismo y de su malhadada “alianza de
civilizaciones”. El motivo no es el que llevemos casi 50 días de aislamiento
(servidor ha vivido en clandestinidad y sabe lo que es pasarse bastante más
tiempo sin salir de una habitación, así que ¿qué me van a contar?) sino el que
hoy es el Día del Libro y de la Rosa ¡sin libros y sin rosas!
Para colmo, hoy
he tenido que ir a Correos para enviar unos cuántos paquetes ¡de libros! Los
precios -oíganlo bien- son TRES VECES MÁS CAROS QUE HACE DOS MESES (y para
algunos destinos, incluso CUATRO VECES). Los motivos que me han dado son
relativamente comprensibles: que si hay menos vuelos y, el mejor de todos, que
los libros ¡no se consideran material de primera necesidad!
Pues bien, hoy
he recibido un estuche de herramientas de precisión para electrónica que pedí
hace tres días a AMAZON (Estados Unidos) y anteayer recibí un envío de material
electrónico y mecánico comprado hace una semana en BANGGOOD (empresa china)…
HAN LLEGADO PUNTUALMENTE, AL PRECIO HABITUAL… Pruebo a realizar los envíos mediante
CORREOS EXPRESS, empresa privada producto de la privatización creciente de Correos
de España, asociada a ella. Intento contactar con ellos por teléfono, imposible.
Lo hago mediante Web: doy todos los datos e incluso me cobran 17 € por un envío
que vendrán a buscar a casa. Luego nada. Imposible comunicar por ellos por
teléfono y sin respuesta por email. Veo en Twiter cientos de personas con el
mismo problema y las mismas reclamaciones a la misma empresa… Empresas de otros países funcionan. Estamos ante el primer caso en que
un gobierno de una nación desarrollada ha decidido hacer el hará-kiri a su
economía.
El país ha
dejado de funcionar. Pero, OTROS PAÍSES SIGUEN FUNCIONANDO. Algunos lloran por
los muertos. Los muertos lo que necesitan es respeto. Otros lloramos por los
vivos y por la España que va a quedar (o, mejor, por lo que va a quedar de
España) de aquí a seis meses.
Y que no se diga
que el virus es mortal. Lo es, como puede serlo una gripe a cierta edad. Los
veintitantos mil muertos de 2020 no son cualitativamente superiores a los 15.000
muertos anónimos que generó la gripe de 2018 (y, personalmente, que tuve que
pasar una noche con mi suegra en Urgencias, vi entonces enfermos en los
pasillos y urgencias sobresaturadas). Y no recuerdo que entonces se generara
una alarma como la actual.
Medidas de
excepción que llegaron tarde (milagro que no se decrete el final del
confinamiento el 30 de abril para que los sindicatos puedan celebrar su 1º de
mayo y recordarnos que, en algún lugar recóndito siguen existiendo y cobrando) y
que me temo que han servido para muy poco… ¿La prueba? ¡Que somos país
líder mundial en porcentaje de muertes por el virus! Salidas al confinamiento
que evidencian la imprevisión-improvisación de quienes lo programaron, sus
dudas, vacilaciones, sus errores y carencias de otra cosa que no sea tener el
poder para pillar de lleno… y ahí queda eso. Y aplausos por las tardes,
incluso a los muertos ¡que los muertos precisan respeto, los enfermos test que
funcionen, los sanos mascarillas, el país seguridades y futuro! ¡y nada de eso
es capaz de darnos el gobierno!
Estaba
escribiendo estas líneas dedicados al día del Libro no enviado ni leído y a la
rosa marchita, cuando me llega la enésima muestra de que este país se ha vuelto
loco y el de gilipollas y de gilipollos. Véase la ilustración: es la felicitación
de la red de supers BON PREU para el día de hoy. Traduzco para aquellos
raros seres humanos que no han mostrado interés por aprender el catalán: “Y
CUANDO EL DRAGÓN DESAPARECIÓ, TODOS SALIERON DE SUS CASAS PARA ABRAZARSE CON
MÁS FUERZA QUE NUNCA” (y, seguramente para contagiarse, aprovechando la
ocasión). Y la felicitación: “BUEN DÍA DE SAN JORGE Y DE SANTA GEORGINA”
¿santa Georgina? Efectivamente, existe una
Santa Georgia que se celebra el
15 de febrero. Lo poco que hubiera costado “Buen día a todos los Jorges y
Georgias”, pero desde que aquella ministra paleta dijera lo de “jóvenes y jóvenes”,
lo políticamente correcto ha arrasado con lo poco que quedaba de cordura en el
país.
Lo dicho: el 23
de abril de 2020, yo, que me gano la vida como escritor y editor, lo recordaré
como el día de la rosa seca, del libro no enviado ni leído, y de la estupidez
galopante. Y no creáis que esto termina con el final del confinamiento…