Infokrisis.- La existencia de la Sala de la Meditación no relaciona directamente Buena Voluntad Mundial ni el resto d grupos fundador por Alice Ann Bailey con la Sala de la Meditación. Es cierto que, inicialmente, se respira un aroma muy similar, pero no parece existir una relación directa. La cosa varía cuando se examina de cerca la documentación de buena Voluntad Mundial y cuando se leen algunos textos de la propia Alice Ann Bailey. Por otra parte, B.V.M. es una de las pocas organizaciones reconocidas oficialmente por NNUU. Vamos ahora a ver por qué Alice Ann Bailey estaba tan interesada en el desarrollo de un embrión de gobierno mundial, por qué sus discípulos siguen tan de cerca las vicisitudes de NNUU y por qué esta organización internacional ha reconocido a B.V.M. El objetivo de este capítulo es pues establecer los nexos de unión entre el pensamiento universalista de Alice Ann Bailey y los objetivos de NNUU. Esto nos permitirá, posteriormente, recalcar que el interés que Zapatero tiene por NNUU es mucho más deudor de las ideas expuestas por Ann Bailey que de la misma función del organismo internacional.
1. Entrando en la edad planetaria
Lamentablemente los folletos distribuidos por Lucis Trust no tienen ni pie de imprenta ni depósito legal, ni, por supuesto, fecha de edición. Hace falta leerlos con detenimiento para advertir algún dato que permita instalarlos en una franja de tiempo con relativa seguridad. El folleto firmado por Buena Voluntad Mundial, número 15 de la colección y titulado Las Naciones Unidas entrando en la edad planetaria, debió escribirse entre 1975 y 1985 y, en sí mismo, es suficientemente elocuente para demostrar el interés que este grupo tiene en el organismo internacional.
El título del folleto es, en realidad, un paradigma del contenido: alude a una “edad planetaria” (Nueva Era para unos, New Age para los snobs y Era de Acuario para los ocultistas) en la que NNUU jugará un papel relevante. El folleto trata de explicarnos cuál será ese papel. Nos equivocaríamos si pensáramos que en sus 40 páginas (una extensión desusada para una colección en la que la mayoría de folletos apenas pasan de 18 páginas) vamos a encontrar las habituales locuras ocultistas. En absoluto, se trata de un folleto que traspira un pensamiento “blando” y “light”, lo que Gustavo Bueno llamó el “pensamiento de Alicia” refiriéndose a la protagonista del cuento infantil y que encarno en José Luis Rodríguez Zapatero. Por pura casualidad, ese pensamiento corresponde exactamente con los puntos de vista “exotéricos” de otra Alicia, Alice Ann Bailey.
El folleto empieza explicándonos la historia de las NNUU y de la idea que acompañó su fundación desde la Sociedad de Naciones. Los hitos que señala son significativos: “Las NNUU no brotaron repentinamente y de golpe en la Conferencia de San Francisco. Hubo muchos años de trabajo en preparación de esta histórica ocasión. Los ocho puntos de la Carta Atlántica, presentada al mundo por el Presidente Roosevelt y el Primer ministro Británico Winston Churchill el 14 de agosto de 1941, delineaba los principios para un nuevo orden mundial”. La alusión al Nuevo Orden Mundial no puede tomarse a la ligera, especialmente en un momento en el que los EEUU eran oficialmente neutrales y se estaban preparando para provocar al Japón y entrar en la guerra. En ese momento la “neutralidad” americana era cualquier cosa menos neutralidad. Roosevelt estaba apoyando el esfuerzo bélico de Inglaterra que dependía exclusivamente de los suministros llegados del otro lado del Atlántico y en menos medida de la rústica resistencia de los rusos ante las puertas de Moscú.
El pueblo americano ha sido habitualmente aislacionista. No le ha gustado intervenir en conflictos exteriores que siempre, a fin de cuentas, suponían una sangría para la juventud norteamericana. Esto no ha sido óbice para que, desde la entrada de los EEUU en la Primera Guerra Mundial a través del hundimiento de un buque de pasajeros que trasportaba armamento hasta el extraño atentado de las Torres Gemelas y del Pentágono, la administración siempre se las haya arreglado para condicionar a la opinión pública y obligarle a rectificar su punto de vista pacifista y aislacionista mediante una acción traumática que, inevitablemente, “merecía respuesta”: fue el hundimiento trasatlántico Lusitania en la I Guerra Mundial, fue la provocación al Japón que desencadenó el ataque a Peral Harbour y la entrada en guerra de EEUU, no solo con Japón sino también con Alemania; fue el “incidente de Tonkin” que permitió iniciar al guerra del Vietnam y los bombardeos de Hanoi; y fue, finalmente, lo que se ha calificado como “la gran mentira” de los ataques del 11 de septiembre de 2001 que permitió justificar ante la opinión pública norteamericana las invasiones de Afganistán y de Irak. No es nada raro si tenemos en cuenta que el primer episodio de la independencia norteamericana, el Motín del Té de Bostón, tuvo como protagonistas a los miembros de la logia masónica de esa ciudad, dirigidos por su Venerable Maestre, Joseph Warren, que asaltaron un mercante inglés arrojando todas las cajas de té al mar… disfrazados de indios. Desde entonces la historia de los EEUU ha sido una pura provocación: cuando la población es renuente a entrar en un conflicto, simplemente se asesina a algunos ciudadanos y se señala al “enemigo” como “autor”. La población –nacionalista y poco dada a dejarse avasallar- reclama entonces venganza. A este esquema respondió, por supuesto, la voladura del Maine que justificó la entrada en guerra contra España que, hasta ese momento, solamente propagaba Randolph Hearst y su grupo mediático. ¿Hay que recordar que el yate de Hearst atracó en la rada de La Habana, justo al lado del Maine, sólo unos días antes de su voladura?[1].
Todo esto no es óbice para que B.V.M. parte de la fundación de la Sociedad de Naciones para identificar el origen del proyecto de gobierno mundial: “(…) la planificación y el idealismo condujeron a formar la Sociedad de Naciones. Incluso, aunque la Sociedad fracasase, sus principios estaban profundamente incrustados en la conciencia de aquellos cuya visión era la de un mundo de paz y unidad (…) Estaban convencidos de la necesidad de una organización universal de gobiernos cuyo propósito debería ser la paz mundial.
Ya en 1921, Émile Flourens, ministro de Asuntos Exteriores de Francia, escribió una copiosa obra denunciando que la creación de la Sociedad de Naciones responde a los intereses de la masonería internacional[2]. Flourens partía de la idea de que el derecho internacional estaba reemplazando al derecho a la libre determinación de los pueblos, gracias al trabajo de la masonería. Así mismo, Flourens fue el primero en advertir que determinadas influencias que él identificaba como masónicas aspiraban a crear una gobierno mundial, una justicia mundial (basada en el dercho internacional) y una religión mundial. Su teoría implicaba que los organismos internacionales de justicia deberían permanecen de forma arbitral y no judicial, pues de ocurrir así –como de hecho así ha ocurrido- imperaría la “ley del más fuerte” y se reemplazaría el derecho por la fuerza. Desde Nuremberg solamente quienes son vencidos se sientan el banquillo de los acusados… Los “crímenes de guerra” solamente, al parecer, los cometen los derrotados: Hitler, Milosevich, Noriega, etc.
B.V.M. ignorando el peso de las sociedades secretas y de los poderes ocultos en la formación de la Sociedad de Naciones, establece un hilo conductor entre este organismo frustrado y el siguiente intento, Naciones Unidas. Lo menos que se puede decir es que B.V.M. apoya entusiásticamente a este organismo: “La Carta de las Naciones Unidas es uno de los mayores logros de la Humanidad. Permanecerá como un faro para todas las futuras generaciones el que a mitad del siglo XX las naciones del mundo resolvieran poner fin al “azote de la guerra” y asegurar un mundo de justicia, paz y progreso para todos”[3].
2. Las dos vías del mundialismo
Más adelante especifican en qué consiste el objetivo final de NNUU: “Las grandes potencias deben aprender que el status quo no puede ser mantenido y que ya no pueden controlar la situación internacional. El verdadero propósito de NNUU y sus Agencias especializadas, es edificar un nuevo orden internacional, y para hacer esto, las naciones deben abandonar voluntariamente algo de su querida soberanía nacional”[4]. Todo esto se presta a alguna confusión. El “nuevo orden internacional” del que habla B.V.M., no es exactamente lo mismo que el “nuevo orden internacional” edificado con la globalización a partir de la caída del Muro de Berlín y de la Segunda Guerra del Golfo (invasión de Kuwait por Iraq). Las palabras no deben dejar pie a la confusión. Cuando B.V.M. recupera los textos de NNUU nos habla de la construcción de un “nuevo orden” en base a unos principios universalistas y a la aplicación de un derecho internacional implícito en la Carta de las Naciones Unidas. Se trata de un planteamiento “idealista” Pero este planteamiento tiene poco que ver con lo que podemos llamar el “nuevo orden mundial”, en absoluto idealista, sino mucho más radical y duro: el nuevo orden querido por las multinacionales y vinculado a la hegemonía mundial de los EEUU. Y no es lo mismo. Quizás el objetivo final se parezca hasta cierto punto (la idea de que es precisa una unificación mundial, restando soberanía a los Estados Nacionales), pero el trasfondo doctrinal y anímico es completamente diferente. Es cierto, además, que en ambos proyectos aparecen los mismos nombres: la dinastía Rockefeller, por ejemplo, financió parte de la construcción del edificio de NNUU y apoyo la construcción de la Sala de la Meditación y de los círculos creados en torno suyo, pero también ha sido uno de los beneficiarios del “nuevo orden mundial” promovido por las multinacionales. Universalismo “idealista” y universalismo “duro”, tales son las dos actitudes vitales: en la primera opción se sitúan NNUU, sus agencias periféricas y grupos de apoyo como B.V.M., en el otro, la alta finanza internacional, las multinacionales y los neo-con que han gobernado EEUU entre 2000 y 2008. Las fricciones entre ambos grupos son frecuentes. No es cierto que ambos respondan a la misma estrategia. Lo vimos cuando los observadores de NNUU negaban la existencia de armas de destrucción masiva en Iraq y cuando el Pentágono y la Casa Blanca afirmaban la realidad de estos medios bélicos. Pero B.M.V. también nos da algunas precisiones al respecto.
En el folleto titulado “La Unidad Internacional”, publicado por Lucis Trust[5] se contienen algunas reflexiones interesantes. Incluso para los más idealistas era evidente que NNUU apenas cumplía con la finalidad para la que había sido creada. Así pues era preciso dar una explicación de por qué se producían reiterados fracasos en la acción internacional de este organismo. En este folleto la dan:
“Con el cese de la guerra (1945), llegó la oportunidad de inaugurar una nueva y mejor forma de vida, estableciendo la paz y la seguridad que todo el mundo anhela. Tres grupos negativos aparecieron inmediatamente en el mundo: 1) Grupos poderosos, reaccionarios y conservadores que deseaban mantener las estructuras del pasado. Aunque carecen de visión, tienen mucho poder, 2) Los ideólogos fanáticos de todos los países: comunistas, demócratas y socialistas, 3) Las masas inmovilistas en todas las naciones, las cuales, ignorantes o indiferentes en su mayor parte, deseaban sólo la paz después de la tormenta y la seguridad en vez del desastre económico”[6]. Y más adelante añaden: “Todos estos factores producen los desequilibrios actuales y condicionan las decisiones de las NNUU”, concluyendo: “Es esencial para la futura felicidad y progreso humano que se encuentren nuevas maneras de manejar los asuntos políticos, religiosos y económicos”[7].
Dicho de otra manera: para los partidarios del “nuevo orden mundial” existen dos días. Una de ellas es NNUU, la vía idealista, otra la vía dura vinculada a grupos económicos y a sectores “ideológicos”. Cuando B.V.M. escribía las líneas que hemos citado aludía a “comunistas”, hoy cabría aludir a grupos neoconservadores norteamericanos. No hace falta realizar un análisis pormenorizado de la política española para advertir que, en su jerga, en sus idas, en sus filias y en sus fobias, Zapatero ha optado por la primera vía. Aznar, por el contrario, hubo, en su momento, optado por la segunda… pero ¿realmente es necesario un nuevo orden mundial? ¿es viable en un mundo en permanente cambio? ¿Son el mundialismo y la globalización, inevitablemente, nuestro destino?
3. B.V.M. y NNUU: Robert Muller, nexo de unión
En varios de sus folletos, B.V.M. explica cómo funcionan NNUU, su estructura interna y su sistema de trabajo, enumeran sus organismos periféricos y las agencias auxiliares y sus principios rectores[8] y lo hacen sin alterar una coma, lo que implica el reconocimiento de que B.V.M. se identifica en un 100% con los objetivos de NNUU. Esta identificación llega hasta glosar incluso la actividad de instituciones cuestionables y de dudosa eficacia como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional[9]. De hecho, el empobrecimiento y el endeudamiento creciente del Tercer Mundo se ha debido, en buena medida, a la acción de estos organismos que han concedido créditos a Estados que luego no han tenido posibilidades de devolver. Sin embargo, B.V.M. elude formular la más mínima crítica a estos organismos que, a fin de cuentas, no son más que el nexo de unión entre los dos sectores del mundialismo, el “idealista” y el “duro”: principios idealistas, gestores duros.
Robert Muller, Secretario General Adjunto de NNUU, durante 40 años
Robert Muller es uno de esos cerebros grises que habitualmente son desconocidos en la política internacional y que, sin embargo, tienen un peso y una influencia que ejercen entre bastidores. Muller es superviviente de la primera generación de funcionarios de NNUU. No era un cualquiera: fue durante mucho tiempo secretario general adjunto de NNUU. Los Ban Ki-Moon, los U’thant, los López de Cuellas, los Kurt Waldheim, etc., pasaron, pero Robert Muller ha permanecido siempre en NNUU, al menos ha estado durante 40 años en la dirección del organismo desde 1948, “para trabajar por la paz, para que sus hijos y sus nietos no conocieran los horrores vividos durante la segunda guerra mundial”. Los años en los que Muller estuvo al frente de NNUU como adjunto al Secretario General y verdadero hombre fuerte “interior” de la organización, se crearon 32 agencias especializadas y participando directamente en la creación 11. Se retiró en 1986 pasando a Canciller Emérito de la Universidad de la Paz que NNUU tiene en Costa Rica, en donde todavía sigue. En 1989 fue premiado por la UNESCO –que él mismo había impulsado y contribuido a fundar- con el Premio de la Paz. Redacto un “Programa de Educación para la Juventud” y, por eso se le conoce como “padre de la educación global”. Ha recibido el premio Albert Schewitzer a las humanidades (1993) y el premio Eleanor Roosevelt al “Hombre de Visión” (1994). Actualmente dedica su tiempo a las NNUU en Nueva York y a la Universidad de la Paz.
Las ideas de Muller han sido siempre muy simples: gobierno mundial, paz mundial y espiritualidad. A él se ha debido que NNUU diera más importancia a las regiones. Se le ha conocido como “el filósofo de NNUU”. Desde muy joven se interesó por todos estos temas[10]. Tras la II Guerra Mundial realizó su doctorado en Derecho en la Universidad de Estrasburgo sobre “La forma de gobernar el mundo”.
Pero las ideas de Robert Muller, ni en educación, ni en gobernabilidad mundial son propias. Todas ellas –sin excepción- se basan en las enseñanzas de Alice Ann Bailey y de su presunto inspirador Djwahl Khul, “El Tibetano”[11]. Muller es, en definitiva, el eslabón de enlace entre la escuela de pensamiento de A.A.B., su Lucis Trust y las organizaciones anexas y NNUU. Ahora ya podemos entender por qué en NNUU existen lugares anómalos como la Sala de la Meditación que conducen directamente a A.A.B. y por qué los partidarios de ésta consideran a NNUU como una parte de su estrategia. Por eso cuando exponíamos en un capítulo anterior las ideas de A.A.B. y afirmábamos que tenían una influencia internacional cierta, nos preguntábamos si existían bases objetivas para esta demostración. Y la respuesta era Sí. Muller, de hecho, el eterno funcionario de NNUU, el “filósofo” de NNU, es la respuesta.
Muller expresó siempre sus ideas con mucha prudencia, de la misma forma que la obra de A.A.B. tiene una doble vertiente, ocultista para teósofos impenitentes y siempre en la misma línea excéntrica del seudo-espiritualismo de finales del XIX y otra vertiente esotérica, fácilmente asumible y comprensible que es la que ha dado origen a toda esta corriente mundialista. En muy escasas ocasiones estas dos vertientes se entremezclan. En uno de sus libros A.A.B. escribe: “"La prueba del desarrollo del intelecto humano de acuerdo con las líneas receptivas necesarias [para la preparación de la nueva era] se puede ver en el ’planeamiento’ multi-nacional y en los esfuerzos de las Naciones Unidas para formular un plan mundial. En las Naciones Unidas se encuentra el germen y la semilla de un gran grupo de reflexión y meditación internacional, un grupo de hombres y mujeres pensadores en cuyas manos reposa el destino de la humanidad. Esto está en gran medida bajo el control de varios discípulos del cuarto rayo -si tan sólo pudieran percatarse de esto- y el lugar de su foco meditativo está en el plano intuicional o búdico, el plano sobre el cual se encuentra hoy en día toda la actividad de la jerarquía.” La mezcla entre conceptos ocultistas (el “cuarto rayo”, el “plano búdico”, la “actividad de la jerarquía [planetaria]”, etc. Y conceptos sociológicos o políticos (“planteamiento multinacional”, “esfuerzos de NNUU”) es inextricable. Hace falta estar iniciado en la Escuela Arcana para entender exactamente a qué se está refiriendo. Parece increíble que este pensamiento abstruso, difuso y confuso pudiera permeabilizar a un alto funcionario de NNUU (del que no cuesta mucho trabajo inferir que si ha permanecido desde su juventud hasta nuestros días en el límite de su vida biológica en el mismo cargo o en puestos de dirección del organismo internacional, se debe, tanto a su prestigio como a que ha sabido colocar a otros miembros –“tapados”- de su corriente dentro de la jerarquía funcionarial de NNUU), pero así ha ocurrido.
Por otra parte, tanto Daj Hammarksjold (secretario general de NNUU entre 1953-1961) como U’Thant (secretario general de NNUU entre 1961-1973) pertenecieron a la masonería y, por tanto, se situaban en un clima espiritual similar. No hemos podido averiguar ni las logias ni las obediencias a las que pertenecieron ambos secretarios generales de NNUU, pero es evidente que respiraban con Muller un aroma similar. En un libro de recopilación de textos sobre Teilhard de Chardin dirigido por Robert Muller, éste explica que "Dag Hammarskjold, el economista nórdico racional, sostuvo al final de su vida que la espiritualidad era la clave última para nuestro destino terrenal en el tiempo y en el espacio". No en vano Hammarshjold fue, con Trygve Lye (primer secretario general de NNUU, 1948-1953), el gran promotor de la Sala de la Meditación. Pero hablar de “espiritualidad” es algo muy vago. A fin de cuentas todos somos, más o menos, “espirituales”. ¿A qué tipo de espiritualidad se refiere Muller? Sabemos lo que él entendía por “espiritualidad”: la corriente teosófica encabezada por Alice Ann Bailey que canalizaba mensajes por clariaudiencia de entidades que componían la “jerarquía planetaria” o los “mahatmas” de la Blavatsky. Para Muller que, a fin de cuentas es quien nos habla de las concepciones de Hammarshjold a quien conoció bien y del que fue su primer y más estrecho colaborador, esta es la “espiritualidad” que cuenta.
A.A.B. desea –y pronostica- el advenimiento del anti-Cristo, pero no se trata, en su criterio, de ninguna opción satánica, sino del advenimiento de la era de la humandidad. El anti-Cristo sería el “ante Cristo”, es decir lo que precede a la segunda venida de Cristo, la Humanidad. Dice A.A.B.: "El actual orden mundial (que es en gran medida un desorden) puede ser modificado y cambiado de tal manera que gradualmente aparezca un nuevo orden mundial y una nueva raza de hombres. Dentro de la Asamblea de las Naciones Unidas, aunque no dentro del Consejo de Seguridad, Él [el anti-Cristo] está generando un deseo de unidad que va creciendo lentamente". Como puede percibirse, éste orden de ideas no se aleja mucho del pensamiento de Teilhard de Chardin para el que la especie humana sigue evolucionando. El “plan divino” no termina con la transformación del primate en homínido, sino que va más allá. Teilhard nos dice que el objetivo final de la evolución es la aparición del “Cristo Cósmico” que sería la “humanidad espiritualizada”. Este proceso se operaría mediante la abolición progresiva de las fronteras y los rasgos diferenciales y “materiales” que “dividen” a los seres humanos. Se entiende que Robert Muller se interesara extraordinariamente por la obra de Teilhard hasta el punto de incluir referencias suyas en varios de sus obras[12].
4. La Nueva Era es la Era de Acuario, la Era del Gobierno Mundial
Cuando Hammarskhjold se estrelló en el Congo en un extraño accidente le sustituyó U’Thant, del que también se dijo que era masón, pero sin especificar ni obediencia ni rito. U’Thant impulsó la creación de la organización Planetary Citizen (Ciudadanos Planetarios), en la misma línea de que B.V.M. en el año 1973.
Muller llegó a rescribir el primer capítulo del libro bíblico del Génesis para insertar una referencia a NNUU. El primer versículo de su Nuevo Génesis dice textualmente: "Y vio Dios que todas las naciones de la Tierra, negras y blancas, pobres y ricas, del Norte y del Sur, del Oriente y del Occidente, de todos los credos, enviaban sus emisarios a un gran edificio de cristal [es decir, la sede central de las Naciones Unidas] a orillas del río del Sol Naciente, en la isla de Manhattan, para estar juntos, pensar juntos y juntos cuidar del mundo y de todos sus pueblos. Y dijo Dios: "Eso es bueno". Y fue el primer día de la Nueva Era de la Tierra". Muller reconoce que lo único que le quedó pendiente en su gestión al frente de NNUU fue la proclamación de una “carta de leyes espirituales”. Habitualmente, cuando se comenta la vida de Muller y sus ideas se suele aludir al “sincretismo religioso” y se establecen paralelismos con las opiniones de Daj Hammarskhjold que sostendría análogos criterios sincréticos y cuya cristalización sería la Sala de la Meditación. Pero esto es decir poco. Ambos lo que aspiraban era conseguir no un sincretismo absoluto sino la fundación de una nueva religión mundial. En Decide to Be [Decídete a Ser], Muller escribía: "Decídete a abrirte a Dios, al Universo, a todos tus hermanos y hermanas, a tu ser interno, al potencial de la raza humana, a la infinitud de tu ser interno, y te convertirás en el universo, te volverás infinito, y será en último término tu ser real, divino, estupendo". No se trata del panteísmo conocido hasta ese momento, sino de una forma de panteísmo extremo en que el ser humano evoluciona hasta la divinidad. Casi parece que fuera Teilhard de Chardin que nos estuviera hablando de su “Cristo Cósmico”.
Todas estas ideas no se han quedado en mera palabrería. NNUU se ha convertido en uno de los núcleos difusores del pensamiento New Age y sí es reconocido por todos los grupos que se reclaman de esta tendencia. La página web de Planetary Citizens[13], la asociación que contribuyó a fundar U’Thant es, propiamente un director de grupos newagers. Por lo demás, en toda la obra de A.A.B., la nueva era y las NNUU ocupan un lugar destacado y correlativo: la NNUU es el embrión de gobierno mundial para la “nueva era” (no concebida como una red terapéutica y una tendencia intelectual, sino como un ciclo de tiempo, la Nueva Era de Acuario que sustituye a la era de Piscis, la cual sustituyó a la era de Aries.
Desde los años 80, NNUU ha promovido la creación de días de “Meditación sobre la Paz” liderados por celebridades mundiles vinculadas a la new age. Estos dos días de Meditación sobre la Paz se diseñaron para servir de marco a la ’Primera Carrera Mundial’ de las Naciones Unidas que empezó el 16 de setiembre de 1986 con una antorcha flameante que se pasó de mano en mano alrededor del mundo, culminando el 31 de diciembre de 1986, cuando la antorcha prendió una ’llama eterna’ en la sede central de las Naciones Unidas en Nueva York. La primera meditación sobre la paz se denominó ’el Millón de Minutos del Llamado a la Paz’, mientras que la segunda se llamó ’el Instante Mundial de la Cooperación’[14]. Entre los muchos auspiciadotes y patrocinadores de estos actos estuvieron el Dalai Lama, James Callaghan, Yehudi Menuhin, Richard Leakey, Terry Waite, el Dr. Linus Pauling, la Madre Teresa, el Dr. Robert Muller, el compositor Philip Glass, el comediante Dudley Moore, el actor Ben Kingsley (la estrella de la película Gandhi), Paul McCartney, el fabricante de papel Bowater Scott, la Universidad Espiritual Mundial Brama Kumaris, el Instituto de la Unidad Humana, Ciudadanos Planetarios, la Fundación Gandhi, UNA y Oxfam.
* * *
Así pues, esta excursión nos ha permitido establecer un vínculo entre B.V.M. y NNUU especialmente a través de Robert Muller y de la documentación emanada de los grupos vinculados a Lucis Trust. Finalmente hemos establecido que un sector de funcionarios de NNUU aspiran a convertir la organización en un embrión de gobierno mundial y que a ese gobierno mundial debería corresponder una “nueva religión mundial” tal como ha sido definido en el entorno de la New Age por ideólogos como Theilard de Chardin y la propia A.A.B.
Así mismo hemos concluido que existen dos vías para alcanzar el “nuevo orden mundial”: la “idealista” (quizás se le podría decir también “neo-espiritualista”) y la línea “dura” vinculada a la hegemonía de un país concreto (los EEUU) y de la constelación de multinacionales y alta finanza internacional.
Tal es pues el panorama que hemos descrito. A nadie que siga las declaraciones del presidente Zapatero se le escapa que el “nuevo orden mundial”, en su vertiente idealista se parece extraordinariamente a las ideas que profesa: alusiones constantes a la “paz mundial”, a la “cooperación internacional”, a la “tolerancia”, a un nuevo sistema educativo y de valores finalistas, a la primacía de NNUU en política internacional, a la igualación –nivelación- absoluta de pueblos, razas, personas, sexos, todo esto que constituyen los tópicos comunes del zapaterismo, que hoy no comparte ningún dirigente relevante del “primer mundo”, forman parte del escuálido patrimonio doctrinal zapaterista. No hay mas ideas fuera de estas. En su vertiente exotérica, todas estas ideas están presentes en el patrimonio ideológico de Alice Ann Bailey y del sector mundialista en el que formaron sus partidarios tras su muerte: la mundialización “espiritualista”.
No hemos logrado identificar un nexo de unión personal y tangible entre Zapatero y estas corrientes mundialistas, pero sí eran demostrado la existencia de una identidad total entre ambos criterios doctrinales. Es evidente que el zapaterismo habría tomado prestados de estas corrientes, más antiguas, las fuentes de su inspiración. De ahí y no de otro lugar en la medida en que todo lo que afirma Zapatero está implícito en el pensamiento de A.A.B. y de Muller. Pensamiento soft, pensamiento de Alicia, pensamiento débil…
¡Claro que es débil! Ese tipo de pensamiento solamente adquiere cuerpo y encuentra su razón final de ser en el entramado esotérico-ocultista que maneja el círculo interior de Lucis Trust y que difunde a través de sus grupos (Escuela Arcana, Buena Voluntad Mundial, Grupos de Meditación, Triángulos, etc.). Ese pensamiento es complejo, abstruso, confuso y difuso. No es un pensamiento para irlo proclamando. Ni siquiera Muller en sus intervenciones públicas aludió jamás a él, a pesar de lo identificado que estaba con el pensamiento de su mentora A.A.B.
La New Age sería otra forma de exoterismo no comprometido con las disquisiciones esotérico-ocultistas de la Bailey o de la Blavatsky. Sin embargo, en contenido de la mayoría de conceptos de esta tendencia tienen que ver con el pensamiento mágico. La Nuez Age es la Nueva Era de Acuario que debería iniciarse en 1945 y que durará 21.125 años, un ciclo en el que los temas que dominarán serán los propios que caracterizan a este signo astrológico: humanidad, juventud, ambigüedad, fluidez. Al menos tal como lo presentan los ideólogos de este movimiento.
Se ha dicho que Zapatero era la quintaesencia del político de la globalización, ya que no creía fronteras, no le importaba que los nacionalistas generaran fronteras interiores (total, las fronteras estaban a punto de desaparecer…). Pero es algo más que eso. Decir “globalización” es aludir a algo extremadamente ambiguo. La globalización es sobre todo económica. Y Zapatero quiere algo más. Mientras que la globalización se queda en el terreno de los intercambios comerciales y supone un liberalismo económico a escala planetaria, la mundialización es un concepto más amplio: no se trata sólo de globalizar la economía, sino la cultura, la religión, el mismo gobierno, etc. Zapatero se inscribe en esta corriente. No en otra.
En la próxima entrega intentaremos seguir las líneas de evolución y las iniciativas de esta corriente.
© Ernesto Milà – Infokrisis – Infokrisis@yahoo.es – http://infokrisis.blogia.com
[1] Todos estos episodios historicos fueron tocados en mi libro “11-S: la Gran Mentira”, firmado con el seudónimo de “León Klein”. Editorial PYRE, Barcelona 2002. El libro contiene un capítulo exclusivamente dedicado a estos precedentes.
[2] Un fiasco maçonnique à l’aurore du vingtième siècle de l’ère chrétienne, (1912). El libro puede leerse on line en la página de Wikipedia dedicada al autor : http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89mile_Flourens
[3] Folleto “Las NNUU entrando en la nueva era planetaria”, op. cit., pág. 1-2.
[4] op. cit., pág. 2.
[5] La Unidad Internacional – Asociación Lucis Trust – Ginebra, sin indicación de fecha de impresión. 12 páginas. Por el contenido del texto se deduce que debió ser escrito en la segunda mitad de los años 70.
[6] Op. cit., pág. 3.
[7] Op. cit., pág. 4.
[8] Estos principios serían: “particar la tolerancia y convivir en paz como buenos vecinos; unir nuestras fuerzas para el mantenimiento de la paz y la seguridad internaciones, asegurar, mediante la aceptación de principios y la adopción de métodos, que no se usará la fuerza armada sino en servicio del interés común; y emplear un mecanismo internacional para promover el progreso económico y social de todos los pueblos” (folleto Las Naciones Unidad: entrando en la edad planetaria, op. cit., pág. 10)
[9] Cf. Op. cit., pág. 26-27
[10] En el folleto “NNUU: entrando en la edad planetaria”, se incluye un artículo de Roberto Muller titulado “Mi profesión de fe en las Naciones Unidas, escrito cuando era Secretario del Consejo Económico y Social. (Op. cit., pág. 29-33). Es significativo que el artículo vaya precedido a modo de introducción por el fragmento de Alice A. Beiley, extraída de su obra Discipulado de la Nueva Era, v. II: “Por primera vez en la historia humana, las líneas de demarcación entre lo que es justo desde el punto de vista de los valores espirituales (la libertad esencial del espíritu humano) y o que es falso (el encarcelamiento del espíritu humano por las condiciones materialistas) son claramente percibidos pro la mayoría de naciones del planeta. Las NNUU contienen el germen y la semilla de un gran grupo internacional de meditación y reflexión –un grupo compuesto de hombres y mujeres que reflexionan y son informados y en cuyas manos se encuentra el destino de la humanidad”. En cuanto al texto de Muller define en el texto de su artículo a NNUU como “el primer instrumento universal que la humanidad ha tenido”, “el lugar donde se están desarrollando los nuevos valores éticos para las naciones y la raza humana”, “el templo de la información mundial”, “un mecanismo internacinal listo para ser utilizado en el preciso momento en que la humanidad está llegando a ser una unidad compleja e interdependiente desde todos los puntos de vista. Tal será su mayor oportunidad histórica de éxito y utilidad para la raza humana” (op. cit., pág 30-31),. Luego afirma que los “pueblos deberían (…) ayudar a la cración de grupos de voluntarios o asociaciones para la ONU a fin de obtener una mejor información sobre los esfuerzos hechos por las NNUU” (op. cit., pág. 32). El artículo termina afirmando que en los últimos 100 años, el episodio histórico más importante ha sido la firma de la Carta de las Naciones Unidas en San Francisco el 24 de octubre de 1945. (op. cit., pág. 33). Muller, por lo demás, se interesó por la filosofía de Teilhard de Chardin, considerado como uno de los ideólogos de la Nueva Era.
[11] Cf. http://en.wikipedia.org/wiki/Robert_Muller
[12] Muller escribió sobre Teilhard: “Teilhard [de Chardin] siempre vio a las Naciones Unidas como la progresiva encarnación institucional de su filosofía” y así era, efectivamente. Teilhard había escrito en su obra The Future of Man [El Futuro del Hombre]: "Aunque la forma aún no sea discernible, la humanidad despertará mañana a un mundo ’pan-organizado’".
[13] http://www.experiencefestival.com/a/Planetary_Citizens/id/191320
[14] Cr. http://antipachamamistasenaccion.blogspot.com/2007/10/la-poltica-del-esoterismo-las-naciones.html