viernes, 8 de marzo de 2019

365 QUEJÍOS (288) – LA QUE SE HA LIADO EN CANET DE MAR


En Canet están hartos de los 50 MENAS que han tenido la desgracia de recibir “por imperativo de la gencat”. Y esto llega antes de las elecciones municipales. Por tanto, no puede extrañar que la coalición ERC-PSC que gobierna allí, diga que la convivencia “es normal” y que la oposición está compuesta por “xenófobos y racistas”. Y hete aquí lo más sorprendente: que el partido más independentista, el que dice velar más por las esencias de Cataluña es el que defiende con más énfasis a estos MENAS marroquíes. Curioso este partido “nacionalista e independentista” que acepta que la identidad catalana sea desfigurada por legiones de magrebíes, pero que no está dispuesto a reconocer la identidad española en la región.

Hay que reírse de los mentores del proceso soberanista: siempre hemos dicho que la secesión de Cataluña era imposible por muchos factores, pero uno de ellos, es que una Cataluña independiente sería acogida con más facilidad en la Liga Árabe que en la Unión Europea. Y lo más sorprendente es que los “grandes defensores de la catalanidad” sean los que permanecen de espaldas a la realidad: que la convivencia en la región se está deteriorando desde hace veinte años por la presencia cada vez mayor de inmigración magrebí traída por la derecha (catalana CiU y española PP) y por las políticas de “integración” de la izquierda (ERC y PSOE).

En lo que casi constituye el límite norte de Tabarnia, se encuentra Canet de Mar. Está gestionado por ERC en coalición con grupos menores y con el PSC. Estando en la oposición PP, CiU y CUP. La alcaldesa, claro está, es de ERC. En la población, de 15.000 habitantes, se anuncian 10 abogados especializados en “inmigración” (ver enlace). Desde 1996, el número de habitantes de la población se ha duplicado por dos fenómenos divergentes: ciudadanos españoles que huyen de Barcelona y llegada masiva de inmigración. Estos últimos suponen entre el 12 y el 15% del total oficial, si bien llegan al 20% teniendo en cuenta que muchos de ellos tienen hijos nacidos en España pero que están más próximos a la cultura de sus países de origen que a la española. De estos, el 21’2% son marroquíes (que llegan, en la práctica, casi al 30% contando su descendencia). Dato sociológico importante: a pesar de que la población inmigrante sea de un 20%, el saldo demográfico es, desde 1996, negativo. Solo en 2017 hubo 121 fallecimientos más que nacimientos. Dicho de otra manera: la población autóctona envejece, y de los 96 nacimientos que hubo ese año, la mayoría fueron hijos de extranjeros.

A 4 km del club náutico de Arenys de Mar se encuentra Can Brugarolas, en la parte alta de Canet. Es, aparentemente, una Casa de Colonias, pero es mucho más que eso. Allí están albergados 50 MENAS, todos ellos de origen marroquí. Como suele ocurrir en partidocracia, cuando el que gobierna adopta una resolución (en este caso albergar a los 50 menores tutelados por la Generalitat) se produce la protesta automática de la oposición, sea la que sea. En este caso fueron el PP y CiU los que pusieron el grito en el cielo por algo… que, si ellos hubieran estado gobernando, seguramente habrían hecho sin el menor empacho. ¿O es que vamos a olvidar que Pujol y Aznar fueron los que abrieron las puertas a la inmigración?

Lo que opinen los partidos es lo de menos. Lo que realmente importa es cómo vive la población la presencia de estos MENAS. Simplemente, no los soportan. ¿Por racismo? En absoluto, por su comportamiento. Ni se trata de 50 niños marroquíes inofensivos que “busquen salir adelante”, como dice la alcaldesa de ERC, sino de un grupo unitario que crea problemas en la población. Los robos en los comercios han aumentado y todos los comerciantes están en guardia. Dado que hay comercios propiedad de pakistaníes, estos no están dispuestos a soportar los hurtos reiterados. La población se queja de que los MENAS se sitúan en lugares céntricos de la pequeña población y molestan a las chicas. Anteayer se produjo un incidente no explicado ni por el consistorio y ante el que los medios prefirieron no indagar mucho, pero que es fácilmente explicable: un individuo, harto, persiguió a uno de los MENAS que le había robado algo y penetró en el edificio de Can Brugarolas provisto de una navaja. Durmió en comisaría y ha sido imputado. En el juicio se sabrá quién y por qué.

Lo innegable es que los delitos han ido en ascenso en la población desde que Can Brugarolas se convirtió en un centro de acogida de MENAS y todos, salvo el ayuntamiento, consideran a los 50 MENAS allí residentes como principales responsables de la oleada de robos. Por algún motivo, pienso ahora en la actitud de Aznar en el año 2000, cuando no reconocía que en El Ejido se había producido un aumento asindótico de la delincuencia protagonizado por los recién llegados magrebíes, hasta que se produjeron dos asesinatos de ciudadanos españoles y todo estalló…

En el mes de enero, ya se produjeron protestas en Canet de Mar: 50 vecinos, hartos de la oleada de robos, hurtos y agresiones protestaron ante el ayuntamiento y constituyeron una plataforma vecinal para buscar soluciones. Hay una que no se le escapa a ningún vecino: cerrar el centro y enviar a los menores a su lugar de origen, junto a sus padres. La Vanguardia publicó el pasado 29 de enero una primera noticia sobre la inquietud en la población: “Los hemos visto saltar de jardín en jardín”, “Los acosan, nos siguen hasta casa mientras nos acechan”, “rodean a los vecinos para robarles el móvil”, “hemos presentado hasta tres denuncias por acoso sexual sobre nuestras hijas, pero las denuncias acaban en nada”… podía leerse en el citado artículo. Desde entonces, en el mes y medio que ha seguido, las cosas han ido a peor. La alcaldesa, por supuesto, se limitó a decir: “Son menores que viven en Canet”… eso fue toda su declaración. Ninguna referencia a su origen, ni a los reproches que les deparan sus vecinos.

En lo que va de año, solamente en Cataluña han llegado 428 extranjeros menores de edad sin compañía de sus padres. Todos son de nacionalidad marroquí. Dado que nadie puede discutir que el lugar de un menor es junto a sus padres, lo normal sería acompañar de la mano al menor marroquí hasta el consulado de su país, dejarlo allí, con el mensaje: “Llevarlo con sus padres”. En lugar de eso, los gobiernos europeos “asumen la tutela” de estos menores hasta su mayoría de edad. Desde luego todo cambiaría si se hiciera a la Generalitat o al Estado, responsable civil subsidiario de todos los delitos que comente esos MENAS antes y después de su mayoría de edad.

Por la cuenta que les trae, los MENAS evitan dar su nombre, nacionalidad y la dirección de sus padres, así pues, desde que llegan están a pan y cuchillo del Estado Español o de sus organismos periféricos de gobierno.

Creedme: es más probable que en Cataluña se dé una intifada del sector magrebí que reaparezca Terra Lliure o que los indepes lleguen más lejos de dónde han llegado en sus ensoñaciones. Si los tontos hacen tonterías, no sé, decididamente, que es más tonto, si el proceso soberanista en sí mismo o la actitud del “progresismo” de ERC ante la inmigración masiva. Que lo pagarán está claro, el problema es cuándo lo pagarán.