jueves, 17 de octubre de 2019

Crónicas desde mi retrete (32) – ESTA MAÑANA, EL INDEPENDENTISMO RADICAL SE HA QUEDADO SOLO EN EL PARLAMENT DE CATALUNYA


Lunes, martes, miércoles, jueves, cuatro días preparando la “huelga de país” de mañana. Como si la situación de la sociedad catalana no estuviera suficientemente crispada, ese individuo, digno representante de los que le han precedido (Puigdemont, Mas, Montilla, Maragall, Pujol…) se le había ocurrido convocar un pleno en el parlament para reforzar su postura de cara a la negociación que cree que puede forzar con el gobierno en funciones del Estado. Le ha salido el tiro por la culata. Otro fracaso que se acumula a las espaldas de los indepes y que demuestra, una vez más, que ese camino es una vía cerrada por tres motivos:
1) Por imposibilidad legal, una vez más reconocida en la sentencia que condena al “núcleo promotor” del 1-O.
2) Por carecer de fuerza social suficiente para llevar a la región hasta la independencia.
3) Por descomposición del propio “procés” que, desde el 1-O, lejos de haber avanzado ha ido perdiendo, peso, iniciativa y apoyos.
Pues bien, estas cosas, que están a la vista de cualquier observador atento, se le escapan al que oficia de “molt honorable presidente de la generalitat de catalunya”.

¿Qué ha propuesto Torra?
Sorpréndanse ¡una nueva convocatoria de referéndum! ¡Como si del lunes a hoy hubiera cambiado algo la situación legal en España y fuera posible un marco legal para esa propuesta! Además, ni siquiera la propuesta es suya, sino del jefe indio “pies veloces” acampado en Waterloo.
¿Qué ha ocurrido esta mañana en el parlament?
Que casi todos los diputados lo han mirado con cara de ser un extraterrestre recién llegado a un planeta hostil. ERC no ha ocultado su absoluta indiferencia (el partido es consciente de que no puede soportar otra tanda de inhabilitaciones), otro tanto ha hecho la CUP (aunque por distintos motivos que ERC, para la CUP el que los Mossos hayan repartido estopa rivalizando por la Policía Nacional es una “infamia”), los Comunes-Podemos se han distanciado (ante el miedo a perder más simpatizantes explicando lo de que un referéndum de autodeterminación no es independencia aunque el gobierno que lo convoca tenga preparadas “leyes de desconexión”, dando por sentado lo que va a salir de las urnas...). El resto de partidos le han dado fuerte y flojo a discreción. Le han dicho de todo. En resumen: el “govern de la generalitat” se ha quedado más solo que una butifarra en un certamen de veganos.
¿Qué significa esto?
Significa que hoy no ha caído Torra porque lo único que faltaba era que mañana, con el “paro de pais” (eufemismo para aludir al embotellamiento generalizado que se prevé…) y al vacío de poder de un gobierno en funciones con Marlaska de copichuelas en los garitos de Chueca mientras arde BCN, se uniera la volatilización del “govern catalá”… Torra, en estos momentos, no está apoyado por nadie. Se mantiene porque nadie sabe exactamente qué ocurrirá mañana. Pero está tan acabado como los neandertales que inspiran su “programa de gobierno”. Toda la duda es si se convocarán elecciones regionales antes o después del final del otoño. Lo que está claro es que en el próximo parlament, el papel de Puigdemont-“peus veloços” y de Torra-“ruc boix”, será irrelevante. Así que prepararos para que ERC ocupe el espacio del “nacionalismo moderado” que hasta hace 9 años ocupaba CiU.
¿Cuál ha sido lo mejor de la sesión?
Indudablemente la acusación de Torra de que los disturbios los han generado “infiltrados”. Una vez más el “ministerio de la verdad” ha transformado la verdad en mentira y la mentira en verdad. Torra “ruc boix”, empieza solamente ahora a entender que un presidente digno de tal nombre no puede convocar protestas y poner masas en la calle, acuartelar a los Mossos y pensar que los antisistema que le han apoyado hasta el primer coscorrón  se van a presentar como “gentes razonables” y representantes del “seny catalá quintaesenciado”.
¿Qué ocurrirá mañana?
Que mañana habrá “paro de país”, no tanto porque se crea que va a servir para algo, sino como estación necesaria para que todo esto acabe. Se parará allí en donde haya chicos de la gasolina (els nois de la benzina) recorriendo las calles, allí donde el embotellamiento sea disuasivo y solo si Buch, conseller de interior, envía -como los propios Mossos han denunciado- a lo esencial de sus fuerzas, allí donde hay la seguridad de que no ocurrirá nada.
¿Qué puede decirse a los que ven todo esto desde fuera de BCN?
Que la situación en Barcelona es “normal”, que el pulso llevan camino de perderlo los indepes y que, de hecho, sabrían que lo han perdido, si vieran algún canal de TV, diferente a TV3. La última semana ha terminado cansando a franjas más amplias que todavía apoyaban al independentismo. Los del “Ho tornarem a fer”, son hoy una minoría cada vez más sucinta. Y cada vez sectores más amplios de la sociedad catalana son conscientes de que la región precisa “normalidad” y aludir a ello significa dejar atrás la ensoñación independentista, propia de otro tiempo y de otro siglo. Aquí en Cataluña no pasa nada que merezca un lugar en la historia. En la crónica de sucesos, quizás, en el anecdotario seguramente, en la Historia, desde luego, no. Así pues, que los últimos mohicanos del independentismo y els nois de la benzina tengan un buen finde, porque este será el último que disfrutarán como amos del gallinero. Hoy se han derrotado a sí mismos en el parlamento. La falta de ideas y la letanía continua, los han matado.