viernes, 11 de septiembre de 2015

Diario de la Desesperanza (IV)


No me interesan las elecciones catalanas: no resolverán nada y aumentará la inestabilidad política de Cataluña y de España. Pero hay que tomar partido. Lo resumo: algunos amigos cuentan que es mejor que venza por los pelos el soberanismo y que se demuestre la imposibilidad de secesión. A partir de ahí, solo le queda remitir. Yo hubiera preferido que se celebrara el referéndum aquel del que ya nadie se acuerda y se hubiera demostrado quien tenía mayoría: al menos en un referéndum no hay duda de quien ha ganado, el que tiene más votos. En estas elecciones "plebiscitarias" ¿quién gana? ¿el que tiene más votos o el que tiene más diputados? O la pregunta del millón: ¿puede ser independiente una nación apoyada por el 51% de los votos sobre el 49% que no lo quieren? Pregunta que también se puede invertir, claro. Racionalmente no creo que Cataluña pueda ser independiente, ni que le convenga, ni que ese sea su destino histórico. Además no veo proyecto nuevo en el independentismo: "primero independencia, luego lo mismo que ahora, liberalismo económico, partitocracia...". Finalmente, creo que de los corruptos no puede surgir más que corrupción y que los corruptos no deben promocionarse en TV3 sino ante el Equipo de Clasificación y Tratamiento de la Carcel Modelo.

Elecciones catalanas. Poco importa lo que ocurra. El nacionalismo no acabará aquí, ni habrá independencia. Son las elecciones convocadas por un ventajista: la campaña se inicia el 11 de septiembre, claro, y los actos electorales son de pura propaganda de una parte. Sin olvidar que Artur Mas se ha quedado sin coalición y que solamente va a poder enmascarar su debilidad mediante una "lista integradora" en la que ERC ha jugado el papel de tonto útil: pudiendo ser primera fuerza, se ha "sacrificado" por la lista unitaria. Hay predecentes en la historia de Cataluña, coaliciones de este tipo (Solidaritat Catalana) que fueron flor de un día antes de estallar en mil pedados. Es difícil establecer quién lo ha hecho peor: si el soberanismo histérico con su ventajismo, el españolismo constitucionalista o el eclecticismo de los socialistas. Todos ellos, absolutamente todo, han instalado sus propuestas fue de la realida catalana, española, europea y mundial. Y seguirán así, no os preocupéis. Aburrirán hasta las heces pero seguirán así. 

El "modelo de joven emprendedor"... un verdadero psicópata, un fraude sobre un trasfondo de abusos sexuales, y empresas inexistentes o poco menos que se limitan a un blog y poco más. Por supuesto, sin estudios de ningún tipo. Una especie de "pequeño Nicolás" a la catalana. Humo surgido de los fondos más bajos de Barcelona. Un caso entre Oliver Twist y el Tocomocho. Un ejemplo de lo que da de sí el neoliberalismo y su concepción del mundo.

¡Cómo no va a haber gays en el PP! Los hay en el PP y en cualquier otro partido. Como hay porreros y como hay propietarios de mercerías, tragasables y pagafantas.. Siempre los ha habido como siempre se han contado chistes de gangosos y los nños se han reido con el pedo-caca-culo. Este no es el problema: el problema es que una cosa es que existan, otra alardear de ellos y otra promover la homosexualidad como quien promueve una marca de detergente. Lo sorprendente de este asunto es que un partido "de derechas y conservador" que se pronunció contra las bodas gays zapaterianas, ahora ve como uno de sus altos cargos se casa acogido a esa misma ley y creando una polémica nacional.

Vaya por adelantado que el artículo es una tontería, ahora bien, es rigurosamente cierto que practicar el sexo es una manera de mantenerse en forma. Y no sólo porque mientras dura la coyunda no se come, ni por el gustirrinín que da, sino porque se queman 250 calorías (bastante más que con una triste masturbación). La otra alternativa es el trabajo físico. Y la última es la visita al quirófano. Elegid a la vista de que esas imágenes de "gordos felices" que, de tanto en tanto, aparecen en los medios es -para variar- falsa: los gordos con edades superiores a los 60 años son excepciones. Imagínate tener que cargar un bulto de 20 kg: bueno, pues imagina el sfuerzo de tu corazón si tienes un sobrepeso de 20 kilos. Mejor hacer el amor.