martes, 13 de octubre de 2015

Diario de la Desesperanza (XXXIII)


Querido Diario:
Es difícil caminar por la modernidad especialmente si se tiene descendencia. ¿Qué hacer con los hijos? ¿Educarlos alertándoles de los riesgos de todo lo que les rodeas? ¿Advirtiéndoles que posiblemente todo lo que les guste, desde el fast-food, hasta las nuevas tendencias de la moda, pasando por la tele-basura son absolutamente nocivos para la inteligencia e incluso  para la salud? ¿No correremos el riesgo de crear bichos raros? Y, por el contrario, ¿qué ocurre si optamos porque sean “individuos integrados en su época”? ¿Seremos capaces de verlos convertidos en fotocopias de los modelos en uso? ¿Resistiremos ver crecer a nuestros hijos sin personalidad, sin criterio propio, asumiendo los valores de un sistema que odiamos, consideramos injusto y, para colmo, vemos como una fenomenal acumulación de absurdos? Servidor ya no tiene este problema con sus hijos porque han crecido hechos y derechos. Ahora cuando está por llegar el primer nieto, todos estos problemas vuelven a reaparecer. Según el tipo de educación que los padres den a sus hijos, conseguirán hacer de ellos o bien individuos integrados en lo peor del sistema o bien bichos raros instalados en la marginalidad. Tal es el dilema. Así pues no hay solución salvo dotarlos de capacidad y espíritu crítico, para que sean ellos cada día los que tengan capacidad de elección, selección y discriminación (porque “discriminar” es ser capaz de diferenciar una cosa de otra, lo verdadero de lo falso, sin ir más lejos; servidor se considera una gran discriminador y recomienda la rehabilitación de este término hoy recluido al ámbito de lo racial, lo sexual o lo social). ¿El principal riesgo que van a encontrar unos padres conscientes de la necesidad de que sus hijos tengan rostro propio, personalidad y capacidad crítica para discriminar? Sin duda, el sistema de enseñanza “gratuito” (que sólo lo es para inmigrantes) y “obligatorio” (que sí es) reducido a mero sistema de almacenaje de los alumnos.


PP Y PSOE NO QUIEREN DEBATIR CON PODEMOS Y CIUDADANOS. EL CLUB DE LOS CUATRO EN DOS MESES SERÁ EL CLUB DE LOS OCHO.
Algunos dicen que el votante no es “homo sapiens” sino “homo pantalicus”, es decir, que está influido de manera determinante por lo que ve en la pantalla de televisión. De ahí que no sea raro que PP y PSOE se opongan a que los dos partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, aparezcan en igualdad de condiciones en debates televisivos en la próxima campaña electoral y en igualdad de condiciones. Finalmente han entendido que el régimen nacido en 1978 es un régimen de “bipartidismo imperfecto” creado sobre la base de una alternancia entre dos grandes fuerzas políticas estatales con el apoyo de dos fuerzas regionalistas. Este régimen ya es inviable por dos circunstancias: 1) el deterioro creciente de los dos grandes partidos, PP y PSOE, a lo largo de estos últimos 38 años, y 2) el hecho de que los dos nacionalismos hayan roto la baraja propiciando, además, el nacimiento de sectores más radicales (ERC y Bildu). Pero cada parte hace lo que puede para conservar lo que tiene y le hecho de que PP y PSOE veten a las fuerzas políticas emergentes es una muestra palpable. El parlamento que verá la luz en un par de meses será diferente del actual: más fragmentado, con las fuerzas políticas más igualadas, con necesidad de pactos para gobernar, es decir, con todo aquello que no hemos visto hasta ahora. España no es tierra de pactos, sino de pactos entre bandidos, es decir, de pactos para una mayor impunidad. España hoy necesita una reforma política de arriba abajo y especialmente de una reforma constitucional… para la que hacen falta 2/3 de los diputados, algo que en un par de meses ya no estará en condiciones de reunir PP+PSOE. Y los pactos a tres o a cuatro bandas van a ser imposibles en el próximo parlamento. Así pues, en los años que se vienen encima a la pobre y esquilmada España son años que estarán caracterizados por inestabilidad política, centrifugación nacional y corrupción generalizada llevada hasta extremos inconcebibles en la actualidad.

INSENSATOS ¿DE VERDAD OS PLANTEAIS A QUIEN VOTAR EL 20-D? ABANDONAD TODA ESPERANZA, VOTÉIS A QUIEN VOTÉIS OS EQUIVOCARÉIS
Me alegro extraordinariamente de permanecer fuera de España el 20 de diciembre, cuando tengan lugar las elecciones. Ese día intentaré pasarlo lo mejor posible lejos de las urnas. No tendré que ir a votar con la nariz tapado por el fétido hedor que despiden las urnas. Sé que podría votar como residente en un país extranjero, o podría hacerlo por correo. Ni pensarlo: gane quien gane, tengo muy claro dos cosas, ni ganará el país, ni ganará su sociedad. Y otra cosa: a estas alturas de la película, tras 38 años de votar una y otra vez, lo que el ciudadano debería tener claro es que unas nuevas elecciones ya no solucionan nada. El traje no tiene una mancha, un nuevo pase por la lavadora no resolverá nada. El traje está literalmente hecho polvo: hay que comprar otro nuevo. Donde puse “traje”, leer “constitución”. El hecho de que se presenten nuevas opciones, igual tiene como efecto el que muchos votantes que hasta ahora han permanecido escépticos, acudan a las urnas. Por mi parte, preferiría que fuera todo lo contrario, que estas elecciones fueran históricas porque por primera vez en la historia de la democracia española, todos, absolutamente todas las formaciones políticas, quedasen deslegitimadas en las urnas cuando la suma de votos nulos, en blanco y abstenciones, superen a las de votantes a todas las opciones. ¿Y votar a un partido minoritario? No, si podemos dar algún consejo, lo mejor sería que estos grupos minoritarios y patrióticos se pusieran de acuerdo en realidad por primera vez una CAMPAÑA ORGANIZADA POR LA ABSTENCIÓN ACTIVA. Todo lo demás, es engañarse sobre las posibilidades de la constitución, de los procesos electores o del sistema político.

COLONIZACION DE AMÉRICA ¿UNA MASACRE? NO, LA PRUEBA DEL NUEVE PARA CONFIRMAR QUE PODEMOS ESTÁ EN EL BANDO DE LOS PROGRES, DE LA ESTULTICIA Y LA IGNORANCIA
El rostro joven pero abotargado del “Kichi” propio de porrero compulsivo es el límite de lo que puede dar Podemos a la sociedad española. Su última sentencia lapidaria ha sido “No descubrimos América, masacramos un continente”. La Colau, la Carmena, el propio Iglesias y demás “cerebros” de este “partido emergente”, han dicho cosas parecidas demostrando que el “Kichi” no es el caso extremo dentro de este partido, sino la norma. Incluso cuando estaba en Bolivia ya empezaban a despuntar el indigenismo en los primeros años 80. En los 90, el movimiento ya había pasado a Bolivia. Entrevisté entonces a un profesor de apellido español –Ponce de León- antiguo teósofo que me habló de que las viejas tradiciones esotéricas andinas habían sobrevivido hasta nuestros días en la clandestinidad y el silencio. Lo dudé. Cuando Evo Morales subió al poder vi de lo que se trataba todo eso: de malas reconstrucciones de las tradiciones andinas que ya estaban muy degeneradas cuando llegaron los españoles. Nada serio, ni nada importante. Lo esencial y lo que sabemos desde Bartolomé de las Casas, es que la conquista distó mucho de ser una masacre sistematizada. Muy habitualmente fue la lucha contra degeneradas tribus que se mataban entre sí o que realizaban prácticas bárbaras. En su confusión mental –el porro agilipolla, os lo tengo dicho- el “Kichy” confunde lo ocurrió con la colonización inglesa en América con la de Españoles y Portugueses. En el norte sí hubo una masacre sistematizada contra las poblaciones aborígenes y lo peor es que esta masacre duró hasta principios del siglo XX. Lo importante no es el exabrupto de los podemitas, sino el tono de la intervención que indica su bajeza intelectual, el manejo de tristes tópicos progres y su falta de conocimiento histórico tanto de nuestra historia como de la de las tribus andinas. Con Podemos lo que ha llegado es una nueva generación de políticos en estado puro: recuerdan a los socialistas de pana y barba de los años 70 que pronto aprendieron a tratar con la banca, la patronal y a dotarse de un patrimonio para la jubilación. Nada que votar.

PÉREZ REVERTE: MEDIOCRES CONTRA BRILLANTES NO SON UN ACCIDENTE EN LA PARTIDOCRACIA. ES EL RESULTADO DE UN SISTEMA PERVERSO.
Tiene razón Pérez Reverte en su consideración de que “En España los brillantes son destrozados para igualarlos con los mediocres”. Tiene razón, pero no es nuevo. Ni siquiera es privativo de España. Cuando se ve a los Hollande, o a las Merkel, cuando se ve oye a un Obama, uno cae en la cuenta de que en todas partes cuecen habas. Reconocer que ya no existen ni jerarquías, ni siquiera noción de lo que es jerarquía, no aporta mucho. Hace falta preguntarse de una vez por todas porqué aparece esta tendencia e incluso si es inamovible. Hemos mencionado a unos cuantos políticos de muy distintos horizontes. Todos ellos tienen una característica, un denominador común: todos ellos han sido elegidos en unas elecciones democráticas. La democracia es “cosa buena”, sí… pero cuando el elector tiene criterio, capacidad de discernimiento y de discriminación, cuando ejerce la capacidad crítica con la facilidad con la que tira de la cadena del retrete. Entonces y solo entonces la democracia es “cosa buena”. Hoy es democracia (o partidocracia, si se quiere, para no empañar el término) es la posibilidad cierta de que 51 idiotas tengan la razón sobre 49 premios Nobel. Todo es producto de un perverso sistema de valores que parte de confusiones semánticas: la igualdad… es el gran valor instaurado por las ideas de 1789, olvidando que en la naturaleza, la igualdad es pura ficción. Todas las especies animales generan jerarquías (por cierto, la jerarquía es lo contrario a la igualdad) y sería bueno que no olvidásemos que las sociedades están formadas por gentes de distintas inteligencias, distintas preparaciones, distintas capacidades, distintas actitudes ante la sociedad… y que el voto un día cada cuatro años no basta para igualar. Vamos a ver Pérez Reverte: ¿no crees que ha sonado la hora, de una vez por todas, de tocar a degüello contra la estupidez? ¿no crees que vale la pena hablar claro de una vez por todas no atacando las consecuencias y las situaciones de hecho sino el origen de los problemas? Hoy, las cosas están hasta tal punto deterioradas que no puede pensarse en que un twit sirva para algo o despierte conciencias. Hace falta armarse con la motosierra (no tanto la de Leatherface como la del leñador de los bosques) y empezar a derribar árboles enteros y no resignarse solamente a poder sus ramas.