sábado, 28 de septiembre de 2019

Crónicas desde mi retrete (14) “VON GERMINAL” Y EL “COMMANDER TORRA”


Es innegable que existe una escalada de tensión en Cataluña ante la próxima sentencia del Supremo sobre el primer juicio por el 1-O (al que seguirán, como mínimo, otros tres). Es también innegable que esta tensión viene favorecida por la proximidad a las elecciones del 10-N y por un “gobierno en funciones” que ni quiere, ni puede, ni sabe bien que medidas adoptar. Sin olvidar que se acercan fechas de movilización “unionista” (12-O). Todo esto constituye la “parte negativa” que tiende a aumentar la crispación. La positiva es que, salvo ínfimas minorías, nadie quiere que en Cataluña ocurra algo irreparable. Pero, de seguir así un par de semanas más, todo induce a pensar que el “gobierno en funciones” tendrá que aplicar medidas drásticas o arriesgarse a haber demostrado una debilidad que le puede costar cara electoralmente. El personaje más irrelevante de todos, el presidente de la gencat, Quim Torra, es, sin duda, el que va echando leña al fuego.

LA REALIDAD SOBRE LAS DETENCIONES DE MIEMBROS DEL CDR

Cada hora que pasa se va conociendo algún detalle más sobre los detenidos del CDR. Ahora resulta que uno de ellos, ante la Audiencia Nacional, es decir en un clima relajado y con aire acondicionado, sin gritos, ni policía bueno-policía malo, reconoció que Torra “tenía conocimiento del plan”. Incluso el grupo formaba parte de una organización llamada “ERT” (Equip de Resposta Táctica) que “pretendía instaurar la república” por cualquier vía (y de hecho, la única que les queda es la “violenta”). Algún “cerebro” recalentado por 15 años de “nou estatut” y de “procés”, con sobredosis de TV3, y de air-soft, había elaborado un plan consistente en ocupar una semana el parlament, atentar contra infraestructuras ferroviarias, eléctricas y de comunicaciones, y atacado cuarteles de la Guardia Civil. Además, se les ocupó cierta cantidad de termita ya elaborada (mezcla exclusivamente incendiaria). Todo esto debía generarse entre el 1-O, aniversario del “no-referendum”, hasta la publicación de la sentencia… Es fácil pensar que a uno de los detenidos le recordaron la suma de años de cárcel que se podía sumar y decidió reconocer todo lo que ya estaba grabado en conversaciones telefónicas y ocupado en los registros.

Así pues, existía un embrión de organización terrorista… algo que los medios de comunicaciones subsidiados por la gencat, hacen piruetas por no reconocer. En el colmo de la tontería periodística TV· habló de que los detenidos “preparaban acción mediática con un artefacto en el Parlament”… ¿con un espantapájaros, con un porrón? Porque decir “artefacto” es algo indefinido. “Artefacto explosivo” parece más oportuno. O, incluso, “artefacto incendiario”. TV3, luego, ha hablado de “acción mediática” en el parlament, con la misma intención de quitar dramatismo al asunto que había demostrado dos días antes difundiendo el bulo de que la Audiencia Nacional había retirado la acusación de “tenencia de explosivos” o la versión de que solamente se les había incautado petardos para utilizar en la “festa major” del pueblo…

TORRA EL SEMBRADOR DE VIENTOS

¿Puede ser cierto que Torra estuviera al corriente del plan? Si tenemos en cuenta que ERC no le apoya, que el PDCat es una ficción política volátil, solamente queda la CUP-CDR, la ANC y el Omnium como sus apoyos reales, incontestables. El fracaso del último 11-S, la pérdida creciente de fervor popular hacia el independentismo registrada en las encuestas, los fracasos de movilización de los CDR habidos desde el propio 1-O e, incluso, la caída de audiencia de TV· en el verano (fue la única de las 14 televisiones regionales que cayó en audiencia este verano), así como el aislamiento internacional del “procés” por mucho que el de Waterloo no tenga otra cosa que hacer, todo ello son síntomas inequívocos de que, en los próximos dos meses, se remata el “procés”, como sea, incluida la “vía eslovena” (60 muertos y varios cientos de heridos, vía que Torra siempre ha elogiado) o bien, incluso los más fanáticos, deberán reconocer su fracaso. Es muy posible que Torra quiera “internacionalizar” el conflicto, induciendo a otros a que realicen una “acción mediática”.

Torra, no hay que olvidarlo, él mismo y sin ayuda de nadie es el que está tensando la situación día tras día. El que debería ser “presidente de todos los catalanes”, lo es solamente de la minoría independentista. Y juega al bonito juego de la pancarta: “hoy me ordenan retirar una, la retiro mañana y dos horas después coloco otra”Hay que conocer la mentalidad mezquina de la burguesía independentista para saber que esa iba a ser la reacción: el pequeño gesto, el detallito que indica simbólicamente una revuelta contra las “órdenes de Madrid” (de hecho son órdenes de la Junta Electoral Central), el pequeño revanchismo infantil, el alfiler que se clava evitando que sea un aguijonazo susceptible de generar una reacción… no solamente está ocurriendo en el balcón de Torra sino en muchos edificios públicos en Cataluña.
Y yo me pregunto: ¿no es la ocasión para que algún “gobierno en funciones” o algún “gobierno que funcione” decrete la prohibición de colocar pancartas y símbolos en edificios públicos y en sus inmediaciones? Pero, lo que es lógico y lo que debería haberse hecho desde hace 40 años, no hay nadie capaz de asumirlo: unos por que también quieren colocar sus pancartas y otros porque su mentalidad es “pancartista” y panfletaria. Pero, los edificios públicos deberían servir para resolver los problemas de los ciudadanos, no para mostrar opciones de parte (desde el “Welcome refugies”, hasta el arco iris o cualquier otro trapo) que, además, afean edificios y muestran la fealdad moral y la mezquindad de los que los ocupan.
¡"CREYENTES EN EL PROCÉS"! LA VERDAD ESTÁ EN LA HISTORIA

Los “creyentes” del “procés” que quedan en activo no son más que espectadores de TV3 con el cerebro alterado por sus informativos y que han perdido toda conciencia de la realidad de Cataluña, cenutrios de grupos radicales que creen que experiencias que tuvieron éxito (las independencias de las Repúblicas yugoslavas en los 80, las revoluciones naranjas en el milenio) pueden trasladarse a Cataluña (ignorando que si tuvieron éxito no fue por sí mismas sino por el apoyo que contaron de determinados países, grupos económicos y mediáticos, nada de lo cual está presente en Cataluña) y unos cuantos trogloditas que se niegan a reconocer que el tiempo de los micronacionalismos ha quedado muy atrás en la historia.

Entre estos últimos trogloditas están los últimos detenidos. Hoy se ha publicado que uno de los encerrados en Soto del Real, Germinal Tomás Abueso”, era conocido como el “Comandante Von Germinal”, fanático del air-soft y que llegó a casarse vestido de uniforme militar y rodeado de “armas” de ese deporte. Lejos de ser una excepción, este aspecto “militarista” es una constante en el independentismo catalán: lo vimos con Macià y su loca aventura de Prats de Molló o con Bandera Negra y su intento de atentar contra Alfonso XIII, lo vimos en los escamots de Estat Catalá durante la República, luego en grupos como el FAC, EPOCA o Terra Lliure, y a nivel oficial con personajes como Miquel Sellarés en los primeros pasos de la Generalitat. Siempre ha existido en el nacionalismo catalán, esa veta militarista y “armada”… que siempre, inevitablemente, ha concluido en fracasos sonoros (Prats de Molló, Complot del Garraf), metidas de pata (6 de octubre del 34, la mayor parte de atentados de TLl) y, en suma, en demostraciones de impotencia (FAC) o en crímenes siniestros (Viola y Bultó).

Hace falta recordar que en el Medievo existieron los almogávares, que en Cataluña -incluso en la OJE regional- tenían mucho predicamento. Se suele olvidar que, efectivamente, había algún pirenaico procedente de los condados catalanes, como también había aragoneses, occitanos, gascones… dirigidos por un templario alemán. 

Cuando antes adviertan estos “militaristas” que esa vía nunca ha dado resultado en Cataluña, mejor. El problema es que, sino han advertido que el “procés” ha muerto, a pesar de tener el cadáver ante la vista, ¿cómo van a reflexionar sobre la historia de Cataluña y sobre la trayectoria histórica del propio independentismo? Lo peor es que, en el cerebro de los últimos mohicanos del independentismo late la idea de que la “lucha armada” puede culminar el “procés”. Delirio infantil. Delirio suicida. Delirio propio de proyectos fracasados en fase de descomposición.