miércoles, 18 de octubre de 2017

Despertando del sueño convertido en pesadilla




La detención de los “2 jordis” no ha generado una situación de rebeldía generalizada en Cataluña. De hecho, las concentraciones de protesta en los ayuntamientos, han sido muy limitadas y en cuanto a la manifestación de la tarde, acudió gente de toda Cataluña. Las cifras iniciales que dieron los organizadores (200.000 asistentes) resultaron insostenibles, pero al mismo tiempo son significativas.  Quien escribe esto, puede constatar que, a partir de mediodía, en las estaciones de cercanías de Cataluña se produjo un movimiento inusual hacia el centro. ¿Conclusión? Los que estaban con las velas en la Diagonal eran los más sensibilizados por el independentismo: aquellos a los que les han dicho que “mamá está grave”, y todavía quieren creer que “puede recuperarse”, eludiendo reconocer lo que en las oficinas de la gencat ya se ha impuesto: que la intentona independentista ha fracasado. Los síntomas que se registraron ayer son significativos:

Primer síntoma: normalidad barcelonesa

Hace unas semanas resultaba increíble que se vieran banderas españolas en los balcones de Barcelona. Ahora se ven con cierta frecuencia. Pocas, ciertamente, pero ¿para qué alardear de la propia opinión política cuando la partida ya ha sido decidida? Ayer, significativamente, las caceroladas en toda Cataluña apenas fueron audibles: ¿motivo? Quienes las impulsaban estaban de retorno a sus casas después de la manifestación. Imposible están en misa y repicando (y nunca mejor dicho). Por lo demás, el día anterior: se estaba extendiendo el responder a las caceroladas con el “Que viva España” de Manolo Escobar. Sensación de hartazgo en la Ciudad Condal: incluso en grupos de amigos, los independentistas, empiezan a ser considerados como una minoría intransigente que no permite manifestarse a los demás. En Barcelona el número de banderas indepes va descendiendo. Las detenciones de “los 2 jordis”, no han generado un impacto especial… salvo en los “mohicanos” indepes que cada vez tienen más razones para confirmar su victimismo.

Segundo síntoma: el vídeo Catalunya Help

Ayer, un cuarto de millón de personas en todo el mundo había visto el vídeo Catalunya Help! colocado por Omnium Cultural. En términos talgueros (con los que “los 2 jordis” se familiarizarán pronto) el vídeo supone “currarse la página de la pena”. Excesivamente sobreactuado, el vídeo tiene un problema: para quien conoce la situación catalana, el vídeo genera carcajadas… y son muchos millones de turistas los que han estado en Cataluña y han constatado en los últimos años que no hay absolutamente ningún motivo para  el “quejío”, al menos no más de los que puede haber en Cádiz o en Chinchilla. Y lo que es peor: el vídeo era la copia de un vídeo anterior elaborado por la CIA cuando detonaron los sucesos en Ucrania. Se sabe lo que ocurrió en aquella ocasión: Ucrania estaba en plena normalidad, los concentrados ocupaban solamente una calle de Minks. El resto del país y de la ciudad era normal. Gracias a vídeos como éste, la situación se precipitó… después de que una “mano desconocida” disparara contra los concentrados. Hoy todavía se duda quién efectuó los disparos.

Tercer síntoma: Datos económicos más que alarmantes

A la pregunta de por qué ha fracasado el proyecto soberanista, caben muchas respuestas, pero una de ellas (y de las más espectaculares) es “¡es por la economía, imbécil!”. Hoy se ha sabido que los dos bancos catalanes perdieron a raíz de la DUI la friolera de 9.000 millones de euros ¡sólo en la semana posterior al referéndum! Lo cual indicaba el grada de inquietud e inseguridad que la gencat había instalado en los ciudadanos medios y otra parte por ciudadanos del resto de España que no querían ser solidarios de bancos que “convivieran” con los independentistas.  Unos y otros tenían miedo a que se produjera un “corralito”. De todas formas el destrozo económico ya estaba servido: afectará a Cataluña en primer lugar, pero también a todo el Estado. Cataluña no ha obtenido confianza en los “mercados”. Pero lo peor del procés ha sido que España ha visto mermada también su confianza. Si tenemos en cuenta que hoy solamente quedan en Cataluña la Caja de Ingenieros y la Caixa Guissona, se percibirá la gravedad de la situación.

Tercer síntoma: ERC planteó a Puigdemont la convocatoria de elecciones

La noticia es de La Vanguardia. Verosímilmente se trata de una “fuga controlada” de información realizada por fuentes de ERC. Explica que ante la posibilidad de aplicación del artículo 155, ERC planteó a Puchi, la celebración de elecciones anticipadas. La noticia añade que ERC habría planteado la posibilidad de asistir a las elecciones con listas conjuntas… pero sólo si hay aplicación del 155. Es decir, que ERC, en condiciones normales ya es consciente de que ha realizado el sorpasso al PDcat y quiere que eso se refleje en los asientos del parlamento regional… a pesar de que eso supongo olvidarse por completo del 1-O (unas elecciones legales, borran los efectos de un referéndum ilegal). Hoy tendrá lugar la reunión del Consell Nacional de PDcat (los grandes perdedores de esta crisis y el partido en cuyo interior aparecen más tensiones y abandonos).

Cuarto síntoma: Puigdemont refuerza su escolta…

Estamos en permanente guerra de nervios, supuesto en el cual las operaciones psicológicas tienen mucho peso: lo que implica que no todo lo publicado por una o por otra parte, es cierto, sino más bien, que todas las informaciones hay que cogerlas con pinzas y analizar su verosimilitud.  Hoy, El Confidencial publica un artículo sobre el “grupo de élite” de los mozos de escuadra, su armamento, su preparación y el hecho de que están más próximos a Puigdemont para “protegerlo” ante una eventual detención…  En el último párrafo se indica ue “en los últimos años, los miembros del GEI han participado en maniobras conjuntas de formación con los GEO de la policía nacional”.  Informaciones anteriores ya habían aludido a un “grupo de élite” compuesto por 70 agentes de “probada fidelidad política”. Ejem. Josep Dencás era el jefe de los mozos de escuadra en 1934: de probada fidelidad política, más radical que el propio Companys. A la hora de la verdad, los mozos se quedaron en los cuarteles. Sólo unos meses antes, 15.000 “Escamots” uniformados habían desfilado ante Maciá y Companys en Montjuich. No hay nada nuevo bajo el sol. La realidad de los mozos en estos momentos es la siguiente: de regreso del tirón de orejas por parte de la Audiencia Nacional, “el mozo y la moza”, imputados, han iniciado una investigación interior para saber qué mozos incumplieron la orden de impedir el 1-O… ¿Para premiarlos? No, desde luego: para pasar la imputación a mandos inferiores de los mozos y salvar la piel. El “mozo y la moza” no quieren estar en la celda próxima a “los 2 jordis”.

Quinto síntoma: La Vanguardia evita aludir a asistentes a la protesta por las detenciones

Titular de La Vanguardia en alusión a la manifestación de ayer de protesta por la detención de “los 2 jordis”: “La Diagonal cortada para limpiar la cera de las velas de la manifestación en apoyo a los Jordis”… Para quien conoce el periodista y cómo se elaboran los titulares, está claro que el de La Vanguardia se trata de derivar la manifestación de ayer hacia lo anecdótico (la cera vertida en la Diagonal que podría hacer resbalar a vehículos y viandantes). No es un titular ingenuo: es lo que evita poner la cifra de 200.000 manifestantes (reales o  supuestos) y la excusa para un artículo que resultará  decepcionante para los que acudieron ayer a ese acto, dando relieve incluso a los twits hostiles a la manifestación…

Sexto síntoma: El Ara empieza a cambiar de perspectiva

El diario Ara, uno de esos medios ruinosos que sobreviven a cuenta de la teta de la gencat (declara una tirada de 140.000… pero sus ventas reales no pasan de 8.000) ha cambiado el tono de sus titulares. El de hoy, por ejemplo es significativo: Rajoy declara “Comprenderán que el gobierno español está obligado a actuar tal como manda la Constitución” . Hemos traducido, obviamente, pero también hay que realizar otra traducción porque, el diario, que hasta este momento había dado cancha a la CUP, ahora coloca la primera información sobre esta organización en las profundidades de la web: “La CUP asegura que la República se proclamará en los próximos días”… Lo que casi es una defensa de Rajoy (el presidente se ve obligado a actuar por lo que dice la constitución sin que él, personalmente, sea beligerante “contra Cataluña”), contrasta con el lugar que ocupan en la información los que hasta ahora habían sido más decididos promotores de la independencia.

Algunas conclusiones de todos estos síntomas:

1. Del “Mamá está enferma”, hemos pasado al “mamá está grave”.- Los portavoz oficiales del independentismo, a medida que pasan los días están más arrinconados. El problema para ellos, ahora, no es cómo obtener la independencia, sino cómo salir del embrollo lo más indemnes posibles.

2. Lo que está ocurriendo en el interior de los mozos indica la descomposición del proceso.- Si con una circunstancia remota, la Audiencia Nacional ordenase la detenciónde Puigdemont, no creo que a estas alturas, los GEOS debieran intervenir: bastaría una llamada al “mozo o a la moza” imputados para que ellos mismos dieran la orden de “fotra a la garjola” a su presidente.

3. La sociedad catalana está cada vez más partida en cuatro (ver artículo sobre La Cataluña de los cuatro cuartos). La situación está obligando a ERC a reconocer la realidad de la situación y a evitar los discursos maximalistas y altisonantes de hace diez días. En el interior de la CUP estallarán las tensiones entre “suicidas” y “eutanásicos”: es decir, entre quienes quieren ir hacia adelante “en la calle” y quienes terminan dando la partida por partida… lo que supondrá el fin de la organización hecha para el radicalismo y que, moderada, no puede competir con ERC. En cuanto a lo que sobreviva del PDcat bastante van a tener con años de recriminaciones internas de unos contra otros. ¿El asocianismo indepe? Se extinguirá en cuanto se agoten los fondos inyectados por la gencat estos años.

4. La batalla de la información la ha ganado el Estado, ahora queda la batalla para salir del embrollo.- El “problema catalán” no se ha “internacionalizado”. “Currarse la página de la pena” no ha progresado en Europa. Los diarios catalanes han cambiado el tono. Cada día que pasa es más visible cómo rebajan el listón reivindicativo y el hecho, sorprendente, de que ninguno a estas alturas se atreva a contemplar los resultados del 1-O como “significativos” o indicativos de algo. Lo que están realizando esos medios es tratar de desandar lo andado, consciente de que hay 200.000 personas (como máximo) “beligerantes” y que todavía no se han enterado de que “el mambo ha concluido” (utilizando la expresión de la CUP el 1-O).

5. El dontancredismo de Rajoy está venciendo al hiperactivismo indepe.-  Rajoy ha tardado en reaccionar y lo ha hecho tratando de no aumentar el victimismo de la gencat. Se ha limitado a decir algo que se entiende en todo el mundo: “cumplan la legalidad institucional”. Claro está que de no haber existido una respuesta cívica en Cataluña a favor del unitarismo, o una mayoría social independentista, esta posición no hubiera podido mantenerse. Pero los informes de inteligencia le indicaban que el independentismo carecía de fuerza social suficiente para declarar la independencia. Así pues, se trataba de cómo inhabilitar el proceso sin que la gencat pudiera “currarse la página de la pena”… Si ayer en el parlamento el PP no apoyó a Cs en su pretensión de que termine el adoctrinamiento en las aulas, se debió a que no es el momento de aumentar tensiones con los nacionalistas, sino de aplacarlos, conseguir que se desmovilicen primero y que se deshinchen después.

Conclusión final:

Llegamos tres días analizando los síntomas que están apareciendo en la sociedad catalana y, todo induce a pensar que son inequívocos: la operación independentista, diseñada primorosamente desde hace 40 años por el entorno de Pujol, en el momento en que se ha puesto en práctica, ha constituido un estrepitoso fracaso y, a la postre, un daño para Cataluña, la exteriorización de una fractura en la sociedad catalana que tardará años en soldarse y que inevitablemente dejará vencedores y vencidos. A los vencidos les quedará la satisfacción masoquista de ser más “víctimas” que antes del proceso. Y no está claro que los vencedores puedan explotar políticamente su victoria. El peor final de esta crisis sería que se diera la posibilidad de que se repitiera cíclicamente. Y para resolverla de una vez para siempre hay que establecer nuevas reglas del juego.