lunes, 8 de agosto de 2022

ESCUELA DE LA FRANKFURT (II) - TODOS ERAN JUDÍOS… PERO NADIE (NI ELLOS MISMOS) SE PREGUNTARON POR QUÉ

Mencionar el número de miembros de tal o cual grupo étnico en una determinada iniciativa, puede parecer un gesto de xenofobia y racismo. No es, desde luego, la intención con la que lo hacemos en estas páginas, sino por su interés estadístico.

Alemania en 1930 tenía 65.000.000 de habitantes (a los que había que sumar la población austríaca que mayoritariamente ya quería integrarse en la “Pequeña Alemania” bismarckiana-weimariana para dar lugar a la “Gran Alemania” soñada por los pangermanistas, los habitantes de los territorios de Alta Silesia, los Sudetes y el “corredor” polaco, que graciosamente el Tratado de Versalles había otorgado a otros países y que, en total, daban en torno a 88.000.000 de alemanes). La web “Enciclopedia del Holocausto”, da una cifra de 500.000 judíos residentes en territorios alemanes en 1933, evaluados en un 0’75%. La misma fuente, añado que el 70% de la población vivía en zonas urbanas y el 50% en las ciudades más grandes del país. Menciona a Frankfurt am Main, con 26.000 judíos, como la mayor acumulación de este grupo étnico, después de Berlín. Sin embargo, allí el porcentaje era, incluso, menor en relación al total de población de la ciudad (no más de 550.000 habitantes en aquel momento).

A la vista de estos porcentajes, llama la atención y resulta ineludible preguntarse cómo es posible que todos los miembros de la primera generación de la Escuela de Frankfurt fueran de origen judío, esto es, el 100%. De ser irrelevante el dato, no lo tendríamos en cuenta. En un marco ubano en el que el 0’5% de la población es de origen judío, podría entenderse y considerarse normal que, en una escuela de pensamiento con vocación universitaria, el porcentaje de sus miembros que fueran de este origen, fuera, más o menos, el mismo 0’5%. Pero resulta mucho más difícil entender el por qué el 100% de los primeros miembros de la Escuela de Frankfurt, procedieran de familias judías y, no solo eso, sino que comparten otros dos rasgos característicos que se unen al común origen étnico:

- Todos ellos comparten un común origen ideológico: todos son de formación marxista (aunque no todos hayan militado en el KPD)

- Todos ellos son miembros de familias pertenecientes a la alta burguesía: hijos de banqueros unos, hijos de industriales relevantes otros, hijos de comerciantes enriquecidos. No hay entre ellos ninguno de origen proletario.

No está de más aportar algunos datos histórico-genealógicos sobre los fundadores de la Escuela de Frankfurt. Los datos que hemos utilizado en esta parte, proceden de una fuente “políticamente correcta”: las distintas ediciones de Wikipedia. Es cierto que los contenidos de Wikipedia en muchos casos son discutibles y que en las “discusiones” que acompañan a cada entrada puede verse el caos que acompaña a esta iniciativa, pero, al menos, es reconocida como fuente suficientemente aséptica (y, por tanto, inatacable) para lo que nos proponemos:

- Karl Grümberg, nacido en Rumania en el seno de una familia judía alemana de Besarabia. Estudio derecho en Estrasburgo y economía política en Viena. En 1924 fue el primer director del Instituto de Investigaciones Sociales, que abandonó después de haber sufrido un derrame cerebral. Durante el período en el que Grümberg estuvo al frente de la entidad se fortalecieron los lazos con el Instituto Marx-Engels de Moscú. su orientación fue “marxista-portodoxa” y se le considera “el padre del austro-marxismo”. En 1931 se convertiría en “miembro honorario” de la Academia de Ciencias de la URSS. Había renunciado a la dirección del Instituto en 1929.

- Leo Lowenthal, hijo de una familia judía de Frankfurt disociada de la religión y de la cultura judía desde hacía generaciones. A pesar de esta lejanía de sus padres de la religión, sus tíos y sus propios hermanos fueron judíos ortodoxos, de estricta observancia. Frente a ellos, él se declaró abiertamente antirreligioso y secularizado. Sus padres, como buena parte de la burguesía judía de Frankfurt, tenían opiniones de izquierda socialista. En 1918 había fundado el ”grupo de estudiantes socialistas de la Universidad de Frankfurt” y se involucró en el bienestar social de los judíos orientales refugiados en Alemania y trabajó para un semanario judío. En 1921 trabajó como profesor en la Casa de Enseñanza Judía Libre e ingresó en el Instituto de Investigación Social en 1925 y a partir de 1930, trabajo en para esta organización a tiempo completo. Cuando sus miembros decidieron abandonar Alemania en 1933, Lowenthal fue el último empleado que permaneció en Alemania. Se estableció en EEUUI y ya nunca más volvería a Alemania. En 1949, se convirtió en Director de Investigación de la Voice of America, emisora vinculada a la CIA, creada en 1941 por orden de Franklin D. Roosevelt, entonces vinculada a la Oficina de Servicios Estratégicos. Permanecería durante siete años ante el cargo, para pasar luego al Stanford Center for the Advanced Study of the Behavioral Sciences, igualmente vinculado a la CIA y que estudiaba las técnicas de control mental. Tomó partido por el Movimiento para la Libertad de Expresión, nacido en Berkeley, durante los años del a contestación, si bien se desvinculó posteriormente a la vista del cariz extremista.

- Max Horkheimer, nacido en 1895 en el seno de una familia extremadamente adinerada de Stuttgart. Su padre tenía varias fábricas de manufacturas textiles y en 1910, le obligó a trabajar y a abandonar los estudios esperando que heredase el negocio familiar. Allí estuvo hasta 1917, cuando fue llamado a filas; en ese momento ocupaba el cargo de gerente subalterno del grupo de empresas. Evitó vestir el uniforme alegando una enfermedad. Al acabar el conflicto, se matriculó en la Universidad de Múnich. Fue profesor de la Universidad de Viena y se le da como uno de los fundadores del “austromarxismo”. Sus alumnos más conocidos fueron Otto Bauer, Rudolf Hilferding y Carlos Renner, siendo judíos los dos primeros. Por entonces ya se había relacionado con Friedrich Pollock, también de origen judío, que luego se integraría en la Escuela de Frankfurt. Durante su estancia en Estados Unidos aceptó colaborar para la OSS, precedente de la CIA, en el estudio, seguimiento y persecución de movimientos y personalidades consideradas como “fascistas”.

- Sigfried Krakauer, miembro de una familia acomodada judía de Frankfurt, destacó sobretodo en la crítica cinematográfica, a pesar de haber obtenido el título de arquitecto y un doctorado en ingeniería. Amigo de Tehodor W. Adorno, se relacionó especialmente con Walter Benjamin, mientras era editor de cine y literatura del Frankfurter Zeitung. Realizó estudios sobre los “cuellos blancos” y su papel en la república de Weimar. Evolucionó en esa misma época hacia el marxismo, si bien pronto atacó al “totalitarismo terrorista” soviético. Emigró a París 1933, y, en 1941, casi un año después de la ocupación alemana de Francia, emigró a EEUU. T. W., Adorno le encargó en 1936 un trabajo sobre la propaganda del estado nazi (que se encuentra perdido, seguramente por tratarse de un documento de inteligencia). Trabajó para en el Museo de Arte Moderno de Nuevo York, becado por la fundación Rockefeller y publicó la obra por la que ha pasado a la historia del cine: From Caligari to Hitler: A Psychoilogical History of the German Film en 1947. No perteneció formalmente a la Escuela de Frankfurt, si bien se suele relacionar su nombre con ella y, de hecho, compartía sus criterios y su evolución. Sus escritos a mediados de la década de los 20, La Biblia en Alemán (1925) y El ornamento de las masas (1927) entran dentro de las perspectivas del Instituto de Investigación Social. Sus investigaciones fueron aprovechadas para la redacción de la Dialéctica de la Ilustración de Horkheimer y Adorno y para las diversas líneas de investigación sobre la “industria cultural” que realizaron ellos y, posteriormente, Marcuse. Destacó sobre todo en sus estudios sobre arte, cine y fotografía. Era partidario de un cine social y realista. Murió en 1966 y su amigo, Leo Lowenthal celebró el que sus textos fueran recuperados y obtuviera a partir de los años 70 una renovada fama. Tras asentarse en EEUU dejó de escribir en alemán, “interrumpiendo por completo la relación con su país”, alegando que el “holocausto” le hacía desconfiar de todos los alemanes.

- Erich Fromm, nacido en 1900 en el seno de una familia judía ortodoxa. De todos los miembros del grupo era el único que había profundizado en sus raíces religiosas judías y se involucró en el Movimiento Sionista Internacional. Siguió las orientaciones del rabino sionista Nehemia Anton Nobel (rabino de Frankfurt que, junto con Martin Buber, Achad Haam, y Franz Rosenzweig abogó por el “sionismo cultural”) y fue miembro de la Studentenverbindugen, organización de estudiantes judíos y de otras organizaciones sionistas. Después de licenciarse y hasta 1925 asistió a clases de Talmud con Salman Barich Rabinkov (que le ayudó a completar su tesis doctoral).  Es autor del texto Humanismo Judío que demuestra un conocimiento de su religión ancestral que, sin embargo, abandonó pronto, declarando su conflicto entre el “mesianismo” y el “humanismo universalista”, concluyendo su vida como ateo y describiendo su posición como “misticismo no teísta”. En 1920 inició su formación en el psicoanálisis dirigido por un discípulo de Freud, Hanns Sachs, así mismo, judío. Entró a trabajar en la clínica psiquiátrica de Frieda Fromm Reichmann, psiquiatra alemana, igualmente de origen judío ortodoxo. A diferencia del resto de sus colegas de la Escuela de Frankfurt, al autoexiliarse de Alemania trabajó en EEUU durante unos años, para luego establecerse en México donde permaneció entre 1949, en donde permaneció hasta 1974.

- Herbert Marcuse

, hijo de una familia alemanas de clase media alta de origen judío. Reclutado en 1916, no participó en la guerra, sirviendo en un establo militar de Berlín, pero sí participó en un Consejo de Soldados durante el levantamiento espartaquista. Luego se dedicó a estudiar. Abandonó Alemania en 1933 y se estableció en Estados Unidos, adquiriendo la ciudadanía americana en 1940 y trabajando para los servicios de inteligencia militares. Nunca volvió a Alemania. Durante los años 60 alcanzó la fama al ser considerado como una especie de ideólogo por los estudiantes contestarios a favor de los cuales tomo partido. Las relaciones de Marcuse con la CIA han sido estudiadas con detalles en vas obras aparecidas no hace mucho. Se sabe que Marcuse empezó a trabajar en 1942 para la Office of Strategic Services, creada ese mismo año para llevar a cabo una guerra psicológica contra el Tercer Reich. Tras la guerra, siguió trabajando para la CIA en el marco de la “política de desnazificación” para identificar movimientos nazis y antinazis. En 1946 viajó a Alemania con este propósito. Se entrevistó con Heidegger (que se negó a reconocer el “holocausto”, a pesar de haber roto con el NSDAP en 1932). Durante la Guerra Fría, continuó trabajando para el gobierno norteamericano sobre “las potencialidades del comunismo mundial”. Siguió trabajando para la CIA, oficialmente, hasta 1952 (durante ese período no escribió artículos, ni ensayos, simplemente, vivió holgadamente de la colaboración con la inteligencia “imperialista”). Sólo en 1954 retoma sus actividades académicas. Diez años después se habrá convertido en un referente para los estudiantes contestarios y los movimientos “antiimperialistas” que desconocían sus actividades precedentes.

- Otto Kirchheimer, procedente de una familia judía. Estudió derecho en Munich, recibiendo su doctorado de Carl Schmitt. Se adhirió en SPD y alterno su trabajo para la revista socialista Die Gesellschaft, con impartir clases de ciencias políticas en Berlín. Su nombre se vincula a ensayos sobre la constitución de Weimar (que calificó como “base estatal insostenible”). En 1933 se estableció en París y trabajó “como científico en la rama francesa del Instituto de Investigaciones Sociales”. Había mantenido cordiales y amistosas relaciones con su maestro Carl Schmitt, hasta que éste se decantó por el Tercer Reich. En 1937 emigró a Estados Unidos y siguió trabajando para el Instituto de Investigación Social. Se opuso a la teoría sostenida por la Escuela de Frankfurt de que el “fascismo alemán” había transformado al capitalismo monopolista en capitalismo de Estado. Trabajo como analista, primero a tiempo parcial y luego con dedicación completa, para la Rama de Investigación y Análisis de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) de los EEUU. Fue jefe de la sección de Europa Central del servicio en el Departamento de Estado y solamente abandonó estas actividades en el tardío 1954 cuando fue nombrado profesor titular de ciencias políticas (que ejerció hasta 1961). Sus reflexiones para la Escuela de Frankfurt giran en torno al papel del Estado. Según él, el Tercer Reich era un “no Estado”, dado que en su interior no existía un poder estatal estructuralmente uniforme. No regresó a Alemania después de 1945.

- Franz Leopold Neumann, procedía de una familia judía asimilada de Katowize. Participó durante su período estudiantil en la revolución de noviembre 1918 y se integró en el SPD. Obtuvo su doctorado en derecho en Frankfurt en 1923 y trabajó hasta 1933 como abogado en Berlín. En abril de 1933 fue detenido durante unos días y en mayo emigró a Londres donde estudió ciencias políticas y sociología en la London School of Economics and Political Science. El 1936 se mudó a Nueva York, trabajando con Adorno, Herkheimer y Marcuse ya en el marco del Instituto de Investigación Social. Escribió Estructura y práctica del nacionalsocialismo 1933-1944. Trafbajó para la Oficina de Servicio Estratégicos en 1942 como “experto en temas alemanes” y luego para el Departamento de Estado (como jefe de la rama cientñifica del departamento de Alemania). Su tarea en el OSS consistió en “preparar las actividades del futuro gobierno militar” de ocupación. Junto con el juez federal Rebert H. Jackson y el fiscal Telford Taylor, fue coautor de varias actas de acusación para los juicios de Nuremberg. Se le considera “el cerebro más importante que estaba detrás de la desnazificación”. Fue el supervisor del historiador del “holocausto”, Raul Hilberg.

- Theodor W. Adorno, nacido Theodor Ludwir Wiesengrund, hijo único de una cantante católica corsa, María Calvelli-Adorno y de un judío convertido al protestantismo. Inicialmente firmó sus artículos como “Wiesengrund-Adorno”, pero al solicitar la ciudadanía estadounidense, renunció al apellido paterno. Los trabajos de Georg Lukács y de Ernst Bloch, ambos judíos, le orientaron hacia el marxismo. Fue amigo de Siegfried Krakauer, también judío, animador cultural y crítico cinematográfico. Musicólogo, Adorno era defensor del dodecafonismo de Schömberg, músico de origen judío y, a su vez, estudio música con Eduard Steuerman y Rudolf Kolisch, también judíos. Sus primeras colaboraciones con el Instituto de Investigación Social fueron sobre temática musical. Una vez en EEUU participó en el Radio Research Project, finando por la Fundación Rockefeller, sobre los efectos de los medios de comunicación sobre la sociedad, dirigido por Paul Lazarsfeld, psicólogo austriaco de origen judío. Tuvo desacuerdos con Lazarsfeld que había orientado el proyecto hacia la manipulación del oyente mediante la difusión de rumores y noticias falsas. Adorno abandonó el proyecto en 1941. Horkheimer y Adorno se interesaron por el antisemitismo y el autoritarismo en colaboración con el Grupo de Estudio de la Opinión Pública (dirigido por Nevitt Sanford, colaborador del OSS, precedente de la CIA) y con el Comité Judío Estadounidense. Fruto de esos trabajos fue su obra La personalidad autoritaria. Volvió a Alemania en 1949. Siguió dando clases (una de sus alumnas fue Angela Davis, la activista sesentera norteamericana de color) pero terminó enfrentándose a los estudiantes contestatarios que boicotearon sus clases.

- Sigfried Landshut, hijo de un matrimonio judío de clase media acomodada (el padre era arquitecto). En junio de 1933, se estableció en Egipto y, tres años después, en Palestina, en donde empezó a trabajar en la Universidad Hebrea. Realizó varios trabajos de investigación en 1939 para el Instituto de Investigación Económica de Jerusalén sobre los “fundamentos sociológicos del asentamiento comunitario en Palestina” y permaneció en 1940-41 en el kibutz Giv’ at Brenner. Desde Palestina colaboró con el ejército británico durante la guerra en la Sección Educativa de la Dirección de Prisioneros de Guerra Alemanes durante tres años. Este departamento fue responsable de la “reeducación” de alrededor de 100.000 prisioneros de guerra alemanes. En 1948 se trasladó a Londres, donde investigaría para la Asociación Anglo-Judía sobre “Comunidades judías en los países musulmanes de Oriente Medio”. Fue editor de los primeros escritos de Marx

- Walter Benjamin, hijo de una rica familia de negociantes judíos de origen asquenazí. El padre, Emil Benjamin, era banquero en París. Recibió una educación liberal y solamente al ingresar en la Universidad de Friburgo, a los 20 años, mantuvo relaciones con miembros del movimiento sionista, cuyos postulados no compartía. Como alternativa lanzó su idea de “sionismo cultural” (junto a Buber, Fromm y otros), que reconocía y promovía los valores judíos, sin reivindicar Palestina. Había escrito: “los judíos representan una élite en las filas de los espiritualmente activos... Porque el judaísmo no es para mí en ningún sentido un fin en sí mismo, sino el portador y representante más distinguido de la espiritualidad”. Conoció en su juventud a Martin Buber y Gershom Scholem, historiador y filosofo, ambos judíos. No participó en la guerra de 1914-18 y terminó el conflicto refugiado en Suiza para escapar al servicio militar. En 1921, tras regresar a casa de sus padres, conoció al filósofo Leo Strauss (inspirador de buena parte de los cuadros de la administración de George W. Bush). Adorno lo vinculó a la Escuela de Frankfurt. Un año antes de la subida de Hitler al poder, Benjamin se estableció en Ibiza, y luego, en Niza, valorando la posibilidad del suicidio. Desde allí empezó a colaborar con el Instituto de Investigación Social y a recibir fondos enviados por Horkheimer. Esto le permitió establecerse en París donde conoció a la filósofa judío-alemana Hannah Arendt y al compositor Kurt Weill, hijo de una familia judía ortodoxa de Sajonia. Al estallar la guerra, intentó viajar a EEUU desde Portugal, incluso entró en España y llegó a Port Bou, pero fue devuelto con otros refugiados judíos. Allí mismo se suicidó.

- Friedrich Pollock, hijo de una familia acaudalada. Su padre poseía una fábrica de cuero en Friburgo de Brisgovia. Su padre se alejó del judaísmo. Fue el fundador oficial del Instituto de Investigación Social junto a Felix Weil. Permaneció un tiempo en la Unión Soviética y al regresar, se hizo cargo de la dirección del Instituto, por enfermedad de Grünberg, desde 1926 hasta 1928. En 1933 se autoexilió junto con Horkheimer (que la había sucedido al frente de la institución) estableciéndose, primero en Ginebra, luego en Londres y finalmente en Nueva York. Volvió a Alemania en 1950, restableciendo las actividades del Instituto en 1950 y asumiendo su dirección.

- Felix Weil, marxista germano-argentino. Sus padres eran ricos comerciantes judíos que exportaban grano argentino (los Weil, junto con otros dos exportadores, acaparaban un 80% del comercio de grano argentino en la década de 1920). Había nacido en Argentina, pero a los 9 años sus padres lo enviaron a Frankfurt. En la Universidad mantuvo sus primeros contactos con el marxismo. Estudió teoría económica marxista con Karl Korsh. Después de la Primera Semana de Trabajo Marxista, celebrada en Ilmenau en 1923, tras la cual, junto con Pollock, fundó el Instituto de Investigaciones marxistas logrando que fuera financiado por el padre de Felix, Hermann Weil. Cuando éste murió en 1927, su hijo continuó financiando el Instituto hasta su muerte. Su padre estaba muy bien relacionado en Alemania en donde se convirtió en asesor del Kaiser Guillermo II. Escribió la primera Historia del Movimiento Obrero Argentino que fue entregado al Instituto como trabajo de investigación.

- György Lukács, nacido György Bernát Löwinger, hijo de un banquero de inversiones extremadamente rico y de origen judío. Durante la Primera Guerra Mundial fue eximido del servicio militar. Su padre era co-director del Budapest Kreditanstalt, el banco más importante de Hungria. Los Habsburgo otorgaron a la familia títulos de nobleza que les daban el derecho a utilizar el título de “von” (que György utilizaría para firmar sus primeros artículos). En 1918 ingresó en el Partido Comunista de Hungría, convirtiéndose en Comisario de Educación durante la República Soviética de Hungría proclamada por Bela Kun. Al caer el régimen, éste último ordeno a Lukács que se quedara en Hungría para organizar la resistencia. Ante la imposibilidad de cumplir esta misión, huyó a Viena desde donde escribió Historia y conciencia de clase, cuya intención era proporcionar al leninismo una base filosófica. Fue, junto con Fromm, uno de los pocos miembros de la Escuela de Frankfurt que tuvieron en cuenta sus orígenes judíos. Llegó a estudiar la secta Baal Shem, adscrita al cabalismo hebreo, una secta que tenía particular consideración por quienes operaban milagros y curaciones mediante el conocimiento oculto de los “nombres de Dios” y el Tetragramaton. Estos estudios tenían como intención el incorporar “ideas mesiánicas” al marxismo. Sus relaciones con Stalin atravesaron distintas fases, pero lo cierto es que se sometió al estalinismo. Hasta 1945 no se le permitió abandonar la URSS y ese año, al acabar la guerra, volvió a Hungría como miembro del Partido Comunista: como funcionario del gobierno húngaro, puede ser considerado como responsable de la eliminación de intelectuales no comunistas. Tras la revuelta húngara de 1956, fue sancionado y enviado a Rumania (había sido ministro del gobierno de Nagy). Habiendo vuelto a Hungría en 1957, realizó autocrítica y permaneció leal al Partido Comunista hasta su muerte en 1971. Oficialmente, no perteneció a la Escuela de Frankfurt, pero influyó de manera especial en su primera época.

Recordamos, una vez más, para quien pudiera sospechar que los detalles mencionados en todas estas biografías procedieran de fuentes “sospechosas”, que han sido extraídos de una fuente tan accesible como “neutral”, Wikipedia, en su edición en lengua inglesa.

Estas biografías nos confirman y validan lo que ya hemos apuntado antes. En función de estos datos pueden establecerse algunas constantes que consideramos tan relevantes como irrefutables:

- Todos los miembros de la “primera generación” de la Escuela de Frankfurt eran de origen judío.

- Todos, salvo Fromm, procedían de familias poco “religiosas”, apenas instruidas en el judaísmo, eran, por tanto, judíos laicizados.

- Todos eran hijos de familias de clase alta y, en lo que se refiera los nombres más conocidos de la Escuela, extremadamente acaudaladas.

- Todos ellos habían recibido una formación cultural muy completa y sofisticada.

- Todos ellos se habían sentido atraídos en su juventud por el marxismo.

- Casi todos ellos terminaron afincándose en EEUU a partir de 1933 y hasta 1945.

- Casi todos ellos, durante su estancia en EEUU, colaboraron con la inteligencia USA y contra los intereses de Alemania.

Todas estas características tendrán una importancia notable en el desarrollo de sus trabajos y, especialmente, en los realizados en el marco de la Escuela de Frankfurt, hasta el punto de que, podemos decir, que determinaron la orientación de su pensamiento.

Obviamente, el origen étnico no puede ser considerado como un elemento “descalificador” del trabajo intelectual de nadie y no es esta la intención con la que lo hemos recordado aquí. Ahora bien, sobre 14 nombres, los 14 tienen un origen judío, 10 pertenecen a familias “muy acomodadas” y los otros 4 a familia de “clase media acomodada”. Estos son datos objetivos que no pueden desconsiderarse a la hora de valorar el pensamiento, la filosofía y la actuación de la Escuela de Frankfurt, especialmente porque fueron los propios miembros de la Escuela de Frankfurt los que realizaron una síntesis entre marxismo y freudismo... y, precisamente, ese freudismo puede aplicarse a sus particulares ecuaciones personales y a las contradicciones generadas entre su pensamiento y su posición social.

No es la “discriminación” lo que nos interesa aquí, ni mucho menos ejercer un antisemitismo que nunca ha encontrado eco en nosotros, sino más bien plantearnos el porqué de esas características comunes, que, lógicamente, desembocan en una común actitud antifascista. Porque, a fin de cuentas, el problema que nos planteamos, no son las razones aportadas para justificar esa actitud, sino los motivos que los llevaron a adoptarla. Y esta rápido historial que hemos presentado evidencia que no se trató de filosofía pura, ni siquiera de una actitud derivada de su marxismo originario. El origen étnico determina el pensamiento y la actividad anti-alemana que realizaron sus miembros desde los EEUU.