martes, 7 de junio de 2016

PRESIDENCIALES AUSTRÍACAS: EL FPÖ DENUNCIA FRAUDE ELECTORAL


Apenas han pasado dos semanas tras la victoria, por los pelos, del seudo-ecologista Aleksander Van der Bellen en las elecciones presidenciales austríacas, cuando el Partido Liberal Aleman (FPÖ) estudia la presentación de una denuncia de fraude ante los tribunales. En el curso de una entrevista concedida al diario austríaco Kronen-Zeitung, el secetario general del FPÖ, Heinz-Christian Strache, ha denunciado el fraude.
“Vamos a solicitar de un organismo neutral e independiente el examen de las innumerables irregularidades que se han producido y decidiremos si existe base suficiente para presentar una denuncia ante los tribunales”. Añadiendo a continuación: “El resultado de las elecciones podría cambiar”.

De momento ya se ha demostrado que “en cinco o seis distritos, los sobres con los votos han sido abiertos sin que estuvieran presentes observadores electorales”. Pero las mayores dudas planean sobre la autenticidad de los votos emitidos por correo que fueron los que, a fin de cuentas, desequilibraron de manera anormal la votación a favor del candidato seudo ecologista y en contra de Norbert Hofer quien hasta el recuento de esos votos iba en cabeza. En efecto, en cualquier elección el sentido de los votos recibidos por correo difiere muy poco de los votos depositados en las urnas. Sin embargo, en esta ocasión, eran abrumadora e inexplicablemente favorables al candidato neo-ecologista.
La victoria de Van der Bellen sobre Norbert Hofer, candidato del FPÖ fue solamente por 31.026 votos y un 50’3% de los sufragios. Nunca en la historia de Austria (ni de democracia occidental alguna) se habría producido una victoria por tan estrecho margen de votos, ni el recuento de los votos recibidos por correo habría hecho oscilar el péndulo en contra de lo depositado en las urnas.

Según el director del departamento de elecciones del Ministerio del Interior austríaco, Robert Stone, si el FPÖ decide presentar la denuncia por fraude electoral, el caso debería ser examinado por el Tribunal Constitucional que “decidiría formalmente si los hechos son suficientes como para provocar una inversión de los resultados electorales”.